2. ¿Qué son los
conflictos
familiares?
Cuando una familia se
encuentra a la deriva y sin
dirección clara, decimos
que existe un conflicto
Una situación de tensión
hace presión en la familia y
se requieren ciertos cambios
dinámicos que la
estabilicen.
Los roles, los valores y los
objetivos se pierden y se
hacen confusos en la
medida que el conflicto
siga permaneciendo en el
sistema.
3. Los padres cumplen
un rol fundamental, ya
que son los
encargados de
generar ese diálogo
desde una actitud
tolerante y abierta a
las distintas
demandas, que
permita a los
miembros de la familia
asumir que la
diferencia es algo que
suma y no que resta.
4. LOS PROBLEMAS, CRISIS Y
CONFLICTOS EN LA FAMILIA HACEN
NECESARIO UN CAMBIO, QUE A SU
VEZ LLEVARÁN A REDEFINIR UN NUEVO
SISTEMA DE RELACIONES.
5. • La casa en la que vive
la familia es
fundamental.
• La limpieza, el orden y
el mantenimiento son
tareas importantes que
se pueden realizar en
común acuerdo y
designación de
tareas, procurando
que estas no ahoguen
las relaciones entre los
miembros
dedicándose
férreamente a estas.
6. Causas
• Intereses contrapuestos o la sensación de
que la familia no satisface las necesidades
individuales.
• Sensación de que la familia no satisface las
necesidades individuales.
• Las relaciones entre padres e hijos, son las
expectativas frustradas.
• Los padres suelen ver a sus hijos como una
prolongación de ellos mismos y pueden
sentirse defraudados si estos actúan de
manera distinta.
• Dificultad para establecer con claridad los
límites e esperan de ellos.
7. • No olvidar expresar las opiniones y dejar que los hijos también se
expresen.
• Ser coherente, para que nuestro actuar y pensar se complementen.
• Ser paciente, ayuda a la tolerancia y el respeto por los demás.
• Demostrar nuestro cariño por los demás con nuestra actitud.
• Alabar cuando algún miembro de la familia se destaque.
• Acostumbrarse, a pedir perdón por los errores.
• Mantener conversaciones familiares y tiempo de convivencia
sistemática.
• Escuchar siempre con atención
• Crear situaciones de diversión familiar.
• Mantener valores y reglas claras que no lleven a confusiones, y sean
respetadas por todos.
8. La salud mental de la familia
es una cuestión de todos. En
la medida que cada
miembro de la familia se
sienta mejor consigo mismo y
encuentre ámbitos en los que
realizarse como persona, eso
repercutirá en la salud mental
de todos.
Y recuerda: en la familia no hay que
temer a los conflictos, sino al
silencio sobre ellos.