El documento describe las actitudes y aptitudes que son más importantes en un proceso de selección, incluyendo la motivación, flexibilidad, capacidad de adaptación al cambio, habilidad para trabajar en equipo, implicación y creatividad. También señala que las habilidades técnicas son menos importantes que las competencias blandas y que es crucial tener una actitud proactiva, de aprendizaje y resolución de problemas.