4. En el mundo digital (que no es
un universo en sí mismo como a
veces sugieren las
interpretaciones futuristas sino
una colección de espejos de la
realidad)
En la Internet no hay un
centro y por lo tanto,
tampoco una periferia.
Todos podemos ser el
centro, aunque jamás
sepamos qué tan lejos
están los alrededores.
7. La más importante es la ya señalada desigualdad en
el acceso a los recursos informáticos, que no es sino
expresión de las dificultades para extender la cultura
y los medios para aprehenderla entre las grandes
mayorías en los países de menor desarrollo.