1. TAREA 6
Consejos prácticos a los padres de familia
Hablarles a los padres de familias sobre las dos crisis pro las que atraviesan los
adolescentes como son: la búsqueda de la identidad y la autonomía
Observen los cambios de conducta de sus hijos, si presentan una actitud auto
analítica y enormemente comparativa. La crisis se dará en los aspectos físicos,
intelectuales y en las virtudes humanas y morales.
Es importante que conozcan que en esta etapa sus hijos no sienten la necesidad
de esforzarse, para mejorar, aunque comprendan esta conveniencia, viven una
terrible pereza acompañada por complejos que los intranquilizan y amargan en
mayor o menor grado.
Hablar con sus hijos para hacerles comprender que esta tendencia al
autoconocimiento es buena y necesaria, que los muchachos de su edad la
padecen, que unos exageran y otros dramatizan.
Hacerles ver a sus hijos tres cosas: Primero, muchos de los aspectos negativos
además de exagerados son pasajeros y que los pueden superar con esfuerza.
Segundo: que son ellos que se resisten a iniciar y desea esta superación. Tercero:
que tengan en cuenta que la pereza se opondrá a sus primeros intentos de
autocontrol y superación.
Estén atentos a conductas narcisista, toda conducta exagerad es siempre
deformadora.
Procuren que en su hogar se viva (se hable, se comente y se gesticule) con gran
naturalidad, que el narcisismo y los complejos no son buenos.
Hablarles de las cualidades concretas que posee, las cuales le ayudarán a
alcanzar en su propia vida y en la sociedad la misión que Dios le confió.
Hagan ver a sus hijos como son y en qué y cómo pueden mejorar.
Estén atentos a las primeras manifestaciones de la búsqueda de la independencia
errónea.
Fomentar el diálogo, hablando con sus hijos para hacerles ver y notar lo que dicen
y hacen, pregunten: ¿Te has fijado o reparado en lo que acabas de decir o
hacer?
Respeten la autonomía de sus hijos, pero háganle saber lo que esperan de ellos.
Educar a los hijos para que lleguen a ser hombres y mujeres maduros y
responsables, dignos ciudadanos y fervientes creyentes.
Enseñar y mostrar a sus hijos lo que es opinable y lo que no lo es.
Dejar de influir en las decisiones de sus hijos, respetar sus elecciones
profesionales, laborales, sociales, matrimoniales.