Este documento define la "Civilización del espectáculo" como la cultura dominante hoy en día, con origen en la democratización de la cultura tras la Segunda Guerra Mundial. Sus características principales son la masificación e imposición de contenidos frívolos de entretenimiento que evaden la realidad, a expensas de la calidad y el análisis intelectual. Esto ha impactado en que el periodismo y la política se centren más en el show que en los temas importantes, y en que la fama sea lo más valorado.