1. “La ignorancia y el oscurantismo en todos los tiempos, no han producido más que
rebaños de esclavos para la tiranía”
“La escuela que queremos”
¿Qué quiere una madre para sus hijos?, ¿qué quiere de la escuela un padre para
sus hijos?, ¿qué quiere un maestro de la escuela dónde trabaja?, ¿qué quiere un
alumno de su escuela? Seguramente, estas cuestiones ya no las hemos hecho en
alguna ocasión, posiblemente los padres de familia, ya se han preguntado en qué
tipo de sistema están siendo educado sus hijos, y si éste, realmente se merece la
confianza para que asistan los planteles educativos.
Para dar respuesta a estas cuestiones, es necesario contrastar nuestro sistema
con otro y dar respuesta ¿a qué escuela queremos? Comienzo con el bajo
rendimiento que México tiene en la prueba internacional denominada PISA en las
áreas de comprensión lectora, matemáticas y ciencias. Este examen de tipo
estandarizado muestra el grado de competencias y habilidades adquiridas en
materias básicas; y México figura en el lugar 48 de 65 países que participan.
La calidad de nuestra educación que recibimos los jóvenes, es medida por otra
prueba llamada ENLACE, instrumento también estandarizado, que permite
conocer la eficiencia de la tarea diaria de niños, jóvenes, maestros y las
competencias adquiridas a lo largo de nuestra trayectoria escolar. Y a seis años
de operación, los datos recabados son simples indicadores para clasificar buenas
y malas escuelas, dejando la duda si realmente se está reflejando el escenario del
nivel educativo, o si hay intereses económicos detrás de estas pruebas
estandarizadas.
Nuestro país destina a través del estado el 7% del producto interno bruto para la
educación; también se cuenta con una gama de programas como becas de
oportunidades, becas para jóvenes embarazadas; desayunos calientes en algunos
planteles educativos, activación física, escuela segura, programa nacional de
lectura entre otros. Asimismo se dota a las escuelas con libros de texto gratuito a
través de la CONALITEG; recientemente se entregaron aulas de HDT,
aproximadamente de 20 a 40 computadoras para todas a población escolar, el
segundo idioma que se estudia es el inglés y en zonas como el DF francés;
contamos con tiendas o cooperativas escolares.
Contrastando nuestro sistema educativo con el de Finlandia, el cual es un sistema
de A P O Y O a estudiantes para garantizar su éxito. No hay inspecciones o
inspectores. La prioridad de los padres de familia, es la educación de sus hijos.
Los jardines o lo que llamamos preescolar son voluntarios. La educación
secundaria superior sirve de base para la universidad. Los directores eligen su
plantel, pero son responsables de la capacitación de su personal a cargo. Los
grupos son reducidos. Se aprende por competencias. Se selecciona a los futuros
docentes. El sueldo de los profesores es de €3,400.°° equivalente a 60 mil pesos
aproximadamente.
2. La inversión del estado para la educación es del 6.5 % del producto interno bruto,
las instituciones privadas ofrecen servicios gratuitos. Los profesores son
considerados los más importantes en la sociedad, son funcionarios públicos. La
formación mínima para dar clases es de maestría. Los alumnos dedican media
hora en casa para sus labores escolares o tareas. Se dota de todo el material a los
alumnos. El transporte público es gratuito. Sus comedores son gratuitos. Los
idiomas que estudian a parte del suyo son el francés, inglés y sueco, en suma, es
un modelo activo que se le ha dado seguimiento ya desde hace 30 años.
Al comparar esta información, me pregunto, qué estamos haciendo mal, por qué
nos preocupamos por pruebas estándares y no por nuestra realidad, que es abatir
la ignorancia y la injusticia, por qué practicamos modelos que no pertenecen a
nuestro país, por qué se cuenta con un exceso de programas que sólo saturan el
ejercicio diario de las escuelas.
Al reflexionar sobre este tema, me ocupa exhortarte, exhortarlos para asumir
nuestro rol de estudiante con responsabilidad, cambiar juntos la mentalidad del
mexicano, formando ciudadanos justos, conscientes. La meta no es alcanzar a
Finlandia, no es competir con otros países, la meta no es figurar en los primeros
lugares de pruebas estándares. La meta no es la infraestructura, aunque claro que
es esencial, pero no lo es todo. Las verdaderas necesidades comienzan en lo
social, en lo cultural, en lo científico, las verdaderas metas están en cimentar
valores en las personas, es pensar como si fuese desarrollo sustentable,
responder a qué escuela queremos, me faltaría tiempo para enlistar las
deficiencias de nuestro sistema, mejor preguntémonos ¿Qué tipo de ciudadano
queremos? Para poder responder ¿Qué tipo de escuela queremos?
Es cuanto…