TEMA 3 DECISIONES DE INVERSION Y FINANCIACION UNIVERISDAD REY JUAN CARLOS
Hiperinflacion en Venezuela
1. Universidad Fermín Toro
Vicerrectorado Académico
Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas
Escuela de Ciencia Política
Hiperinflación
en Venezuela
Nombre. Victor Gonzalez
Prof. Salvador Savoia
Economía Política II
SAIA A 2020/02
2. En economía, la hiperinflación es muy alta y por lo general la
aceleración de la inflación, erosiona rápidamente el valor real de la
moneda local, ya que los precios de todos los bienes aumentan. Esto
hace que las personas para minimizar sus participaciones en esa
moneda, ya que suelen cambiar a monedas extranjeras más estables,
a menudo el dólar americano . A diferencia de inflación baja, donde
se prolonga el proceso de aumento de los precios y por lo general no
notables solamente mediante el estudio de los precios de mercado del
pasado, la hiperinflación ve un aumento rápido y continuo de los
precios nominales, el costo nominal de los bienes, y en el suministro
de dinero .
Típicamente, sin embargo, el nivel general de precios se eleva aún
más rápidamente que la oferta de dinero como la gente trata de
librarse de la devaluación de la moneda lo más rápido posible. Cuando
esto ocurre, la acción real del dinero (es decir, la cantidad de dinero
circulante dividido por el nivel de precios) disminuye
considerablemente.
La hiperinflación se asocia a menudo con un poco de estrés en el
presupuesto del gobierno, tales como guerras o sus secuelas,
trastornos sociopolíticos, un colapso de la oferta agregada o uno de
los precios de exportación, u otras crisis que hacen que sea difícil para
el gobierno de los ingresos fiscales a cobro revertido. Una fuerte
disminución de los ingresos reales cosas junto con una fuerte
necesidad de mantener el gasto público, junto con la incapacidad o
falta de voluntad para prestar, puede llevar a un país a la
hiperinflación.
La hiperinflación se produce cuando hay una continua (y con
frecuencia de aceleración) rápido aumento de la cantidad de dinero
que no está soportado por un crecimiento correspondiente en la
producción de bienes y servicios. Los aumentos en los precios que
resultan de la rápida creación de dinero crea un círculo vicioso, que
requieren cada vez mayores cantidades de nueva creación de dinero
a fondo de los déficits públicos. De ahí que tanto la inflación
monetaria y la inflación de los precios avanzan a un ritmo rápido.
Dichos precios en rápido aumento causan falta de voluntad
generalizada de la población local para sostener la moneda local, ya
que pierde rápidamente su poder de compra. En su lugar,
rápidamente gastar dinero que reciben, lo que aumenta la velocidad
del dinero de flujo; esto a su vez provoca una mayor aceleración de
los precios. Esto significa que el aumento en el nivel de precios es
mayor que el de la oferta de dinero. Stock real de dinero, M / P,
disminuye. Aquí M se refiere a la cantidad de dinero y P al nivel de
precios.
Esto resulta en un desequilibrio entre la oferta y la demanda para el
dinero (incluyendo efectivo y depósitos bancarios), causando una
rápida inflación. Muy altas tasas de inflación pueden resultar en una
pérdida de confianza en la moneda, similar a una corrida bancaria.
La Hiperinflación en Venezuela representada por el tiempo que tomaría para que
el dinero pierda 90% de su valor (301 días de media móvil, escala logarítmica
invertida
3. Causas de la hiperinflación
Las corrientes liberales de economía argumentan que los fenómenos
de hiperinflación son producto de dos fenómenos:
1. La emisión desproporcionada de dinero inorgánico, según
esta tesis, ocurre cuando hay un aumento vertiginoso en la
cantidad de dinero circulante que no está correspondido por
un aumento similar en la cantidad de bienes y servicios
existentes en la economía. Esta variable está relacionada con
las políticas fiscales de gasto público, el cual según los
postulados neoliberales debe reducirse al mínimo.
2. La pérdida de confianza de los sistemas financieros de los
Estados nacionales.
Estas corrientes, incluso postulan modelos de desarrollo o evolución
del fenómeno que en teoría explicarían los procesos de hiperinflación,
pero dichos patrones no son aplicables a todas las experiencias por
dos razones esenciales. En primer lugar, porque existe gran
diversidad en las causas estructurales y las condiciones económicas-
políticas que producen estas crisis, las cuales han estado
regularmente vinculadas a situaciones de guerra, de conmoción social
y política, de crisis de endeudamiento, de profundos déficits fiscales
y/o de devaluaciones; y en segundo lugar porque sus formas de
evolución también han sido heterogéneas.
La inflación en Alemania tras la primera guerra mundial,
propiciaría la ascensión del nazismo al poder, desembocando
en la segunda Guerra Mundial
Las corrientes del pensamiento crítico por su parte, plantean que cada
fenómeno de hiperinflación es expresión de circunstancias históricas
y sociales concretas. Por tanto, esas generalizaciones resultan
arbitrarias y reduccionistas, se limitan a reconocer las variables
monetaria y fiscal, y desconocen de manera intencionada elementos
e indicadores vinculados orgánicamente con la producción tangible no
especulativa y la capacidad de reserva de valor en la economía de un
país.
4. Hiperinflación venezolana: Hipótesis y corrientes
El fenómeno de hiperinflación venezolana ha suscitado intensos
debates para explicar sus causas. A continuación, se presentan las
hipótesis más reconocidas para explicar el fenómeno.
La posiciones neoliberales (cuyos voceros principales son el diputado
a la AN José Guerra y los analistas Luis Vicente León y Asdrúbal
Oliveros), arguyen que el fenómeno es producto de la combinación de
una crisis dada por dos errores sustantivos del gobierno: la emisión
de dinero circulante la denominada masa monetaria para satisfacer el
gasto público, así como una caída abrupta de la confianza en el marco
normativo y las instituciones que regentan la economía del país,
especialmente por políticas como las expropiaciones de modos de
producción, el control de cambio y la inseguridad para la inversión y
el flujo de capitales.
Analistas de izquierda proclives a las tesis que ha postulado el
gobierno hasta ahora (Pasqualina Curcio, Luis Salas, Juan Carlos
Valdez y Andrés Giussepe, entre otros), plantean que la inflación
venezolana es consecuencia de una devaluación inducida por la
presión de agentes económico-financieros transnacionales dirigidos
por los Estados Unidos, por tanto, según sus postulados, la emisión
de dinero no es una causa de la inflación y la devaluación sino una
consecuencia de las mismas. Según esta corriente, el control de
cambio es fundamental para mantener la estabilidad económica del
país y contener una nueva oleada de fuga de capitales.
Mientras tanto, una corriente heterogénea de analistas de izquierda,
tales como Rodrigo Cabezas, Jesús Farías, Oscar Forero y Manuel
Sutherland, coinciden en afirmar que la hiperinflación venezolana es
un fenómeno multidimensional y multifactorial, producido por una
carga histórica de problemas económicos estructurales y
coyunturales, tales como: la dependencia al ingreso petrolero, la
sobrevaluación del tipo de cambio y la fuga de capitales, la emisión
desproporcionada de circulante monetario, la crisis de endeudamiento
y el déficit fiscal, la caída abrupta del PIB desde hace 17 trimestres,
las distorsiones en las estructuras de costos de producción y
distribución que afectan el mercado interno, por mencionar las más
significativas.
Desde el punto de vista de la presente reflexión, la escalada de
inflación desatada responde a fuerzas estructurales que se
configuraron a partir de la recesión económico-financiera global de
2007-2008 y sus implicaciones sobre la economía nacional esa
recesión determinó algunos elementos que resultan sustantivos para
comprender la depresión económica que determinó la crisis de
hiperinflación, los cuales fueron alertados en su momento por Víctor
Álvarez: la sobrevaluación del tipo de cambio y su influencia negativa
sobre la productividad nacional y la consolidación de una lógica
dependencia del mercado nacional en torno al flujo de las
importaciones; el endeudamiento vertiginoso; y la concentración de
esfuerzos de inversión-exploración en la faja petrolífera del Orinoco,
ante la sobreestimación de las tendencias de la dinámica del precio
del petróleo.
5. El petróleo ha aportado históricamente el 95% de los ingresos
públicos de Venezuela y cuando el precio del petróleo inició una caída
en 2014, llevando el barril a 26,21 dólares a inicios de 2016, las
políticas sociales que llevaba el país hasta la fecha se convirtieron en
insostenibles. Durante el mandato del expresidente Chávez (1999-
2013), el precio del petróleo venezolano se incrementó casi diez veces
superando los 100 dólares por barril. Con la bonanza e inyección de
capital, el gobierno asignó un 40% del gasto público (en comparación
con el 24% anterior) en políticas sociales para reducir la desigualdad
en el país.
.
En febrero de 2018 Nicolás Maduro anunció el lanzamiento de un
criptoactivo nacional, el “petro”, buscando reemplazar la devaluada
moneda venezolana. La criptomoneda venezolana cuenta con el
respaldo, según la información oficial de la presidencia, de las
reservas petrolíferas más grandes del mundo, localizadas en
Venezuela. En concreto, esto equivaldría a más de 5 mil millones de
barriles de crudo. Sin embargo, el parlamento del país declaró el
criptoactivo como nulo o no válido ya que la Constitución venezolana
prohíbe utilizar las reservas de hidrocarburos como garantía.
Desde el anuncio oficial, la criptomoneda petro se sumó a la
controversia que rodea los datos e informes económicos del país.
Según declaraciones del presidente, la moneda entró en uso y sus
ventas superaron los 3 mil millones de dólares. Sin embargo, el petro
no ha sido incluido en ninguno de los principales mercados de
criptomonedas. Mientras que la autenticidad e impacto del petro
siguen sin contar con una confirmación oficial, Estados Unidos
sancionó y prohibió todas las transacciones que estuvieran
relacionadas con la criptomoneda venezolana.
En agosto de 2018, Venezuela eliminó cinco ceros a su moneda y
lanzó el nuevo bolívar soberano (Bs), arrancando un nuevo plan
económico de recuperación y expansión. Estas medidas se suman al
plan gubernamental que busca la eliminación del dólar en el mercado
negro estableciendo el petro como único tipo de cambio.
6. Antecedentes de inflación en Venezuela
Las características de la economía venezolana es una formación
económico-social dependiente del ingreso petrolero, por ende regida
por el mercado y el sistema financiero mundial, cuyo mercado interno
está supeditado a las variaciones de ese ingreso para satisfacer sus
necesidades mediante el flujo de sus importaciones, han determinado
una tendencia inflacionaria marcada y sostenida, por encima de dos
dígitos desde la década de los setenta, e incluso de los tres dígitos en
los noventa del siglo XX.
Por tal motivo, se puede afirmar que se trata de un problema sistémico
de nuestra economía, pero es preciso profundizar en la materia
porque a pesar de esa tendencia histórica, Venezuela no había
experimentado hasta ahora una crisis de hiperinflación. La política
económica seguida por Venezuela durante la mayor parte de los
últimos veinticinco años se puede resumir que en épocas de bonanza
petrolera los gobiernos han ejecutado fuertes incrementos en el gasto
público.
Este componente del gasto, por su propia naturaleza, es muy difícil de
recortar en épocas de precios petroleros menos favorables. Las
aceleraciones del gasto, sobre una economía que recibe niveles de
inversión cada vez menores, introducen presiones inflacionarias, que
los gobiernos han tratado de controlar a través de la sobrevaluación
cambiaria. Esta política consiste en promover, ya sea a través de un
esquema de control de cambio o de sistema de bandas,
devaluaciones menores a la inflación registrada.
Así, se favorecen los precios de las importaciones por encima de la
producción nacional y se estimula la salida de capitales. La demanda
de divisas que genera esta política ha sido satisfecha gracias a las
ventas de petróleo a precios favorables.
7. La sobrevaluación cambiaria incide de forma negativa sobre la
producción nacional, contrarrestando el efecto positivo que sobre la
demanda tiene la aceleración del gasto público. En consecuencia,
estos períodos de bonanza con frecuencia se han saldado con
pequeñas tasas de crecimiento e inflación moderada.
En el pasado, los precios del petróleo han terminado por ceder, lo que
ha desvelado fuertes déficits en las finanzas públicas y en la cuenta
corriente de la balanza de pagos. De la noche a la mañana, el
gobierno no encuentra cómo seguir financiando el gasto público, ni
tampoco divisas para suplir la demanda para importaciones y salidas
de capital al ritmo que lo venía haciendo. Se encuentra también en la
dificultad, por razones de estabilidad social, de recortar el componente
de gasto corriente del gasto público.
Las respuestas han sido evidentes: recortes en los niveles de
inversión pública, devaluación y financiamiento monetario del gasto,
para producir inflación y hacer caer el valor real de los compromisos
de gasto corriente. La devaluación en el caso de la economía
venezolana ha probado ser fuertemente contractiva por dos razones.
Por un lado, las importaciones que venía realizando la economía no
se pueden sustituir por producción doméstica, con frecuencia
asfixiada durante el período de sobrevaluación.
Por el otro, no se produce inversión en bienes exportables en
respuesta a la estructura más favorable de precios relativos que trae
la devaluación, porque existe la percepción de que ese cambio será
sólo temporal, volviendo la sobrevaluación una vez que se
reestablezcan los precios del petróleo. Típicamente la devaluación no
ha sido suficiente para corregir el déficit fiscal, por lo que se han
requerido recortes adicionales del gasto público. Así, la política fiscal
ha actuado de forma pro-cíclica, amplificando los efectos que tiene
sobre la economía la volatilidad en los precios del petróleo y
trasladándolos al consumo nacional.
Año Inflación Devaluación Diferencia
1980 21.5% 0.0% 21.5%
1981 16.0% 0.0% 16.0%
1982 9.7% 0.0% 9.7%
1983 6.3% 0.2% 6.2%
1984 11.6% 74.4% -62.8%
1985 11.4% 0.0% 11.4%
1986 11.5% 93.3% -81.8%
1987 28.1% 0.0% 28.1%
1988 29.5% 0.0% 29.5%
1989 84.5% 197.1% -112.6%
1990 40.7% 16.9% 23.7%
1991 34.2% 22.2% 12.0%
1992 31.4% 29.1% 2.3%
1993 38.1% 33.0% 5.2%
1994 70.8% 60.0% 10.8%
1995 56.6% 70.6% -14.0%
1996 100.8% 64.4% 36.4%
1997 37.8% 5.8% 32.0%
1998 30.1% 11.9% 18.1%
1999 20.1% 14.8% 5.3%
8. Antecedentes globales
El fenómeno de hiperinflación venezolana se posiciona como la
quincuagésima séptima experiencia de ese tipo registrada por la
historiografía moderna. Los incidentes más sobresalientes hasta
ahora han sido los sucedidos en:
• Alemania, 1923 (inflación mensual de 29,500 por ciento). La
peor hiperinflación que sufrió Alemania fue causada por la
Primera Guerra Mundial. La República de Weimar empezó a
financiar sus gastos militares con las deudas en 1914;
en 1919 el país perdió la guerra y fue obligado a pagar
reparaciones.
Cuando en 1923 Alemania ya no podía pagarlas en dinero,
los ejércitos de Francia y Bélgica entraron en su territorio y
forzaron al país a abonar las reparaciones en materias
primas, lo que empeoró la situación y resultó en una
hiperinflación. Los precios se duplicaban cada 4 días. En el
peor momento, un dólar americano equivalía a 80.000
millones de marcos
• Hungría, 1946 (inflación mensual de 13.600 billones por
ciento). Entre agosto de 1945 y julio de 1946 la inflación diaria
en Hungría era de 207 por ciento y la inflación a tasa mensual
se ubicaba en 13.600 billones por ciento, según CNBC. La
hiperinflación que sufrió el país se debió a la ocupación
alemana durante la segunda guerra mundial. Casi la mitad de
la capacidad productiva de Hungría fue destruida y el
gobierno se vio obligado a endeudarse para producir
productos en apoyo a Alemania.
• Zimbabue, 2008 (inflación mensual de 79.600 millones por
ciento) La tasa de inflación diaria en Zimbabue alcanzó el 98
por ciento al día, los precios se duplicaron cada 24 horas.
Durante los peores meses el gobierno no informaba sobre las
estadísticas oficiales. El caso se debió a una errónea política
del gobierno que expropió terrenos de ciudadanos blancos
para dárselos a personas con piel oscura, a quienes les
faltaban recursos para cultivar la tierra. Esto llevó a la
reducción de la producción del campo a la mitad y al déficit
fiscal, que se vio agravado por el financiamiento de la guerra
civil de Congo.
9. Mayores tasas de inflación mensuales de la historia
País
nombre
de la
moneda
Mes
con la
más
alta
tasa de
inflación
Más alta
tasa de
inflación
mensual
tasa
de
inflació
n
diaria
equiva
lente
El
tiemp
o
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para
que
los
preci
os se
dupli
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más alta
denomi
nación
Hungría
pengő
húngaro
Julio
de
1946
4,19 × 1
0 16 %
207.
19%
15,6
hora
s
100
trillone
s
(10 20
)
Zimbabue
dólar de
Zimbab
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novie
mbre
de
2008
7,96 ×
10 10 %
98.0
1%
24.7
hora
s
100
billone
s
(10 14
)
Yugoslavia
dinar
yugosla
vo
enero
de
1994
3,13 ×
10 8 %
64.6
3%
1,4
días
500
mil
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es (5
×
10 11 )
la República
Srpska
dinar
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enero
de
1994
2,97 ×
10 8 %
64,3
%
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días
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×
10 10 )
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1923
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octubr
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1944
13.800%
17.8
4%
4,3
días
100
mil
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)
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chino
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de
1949
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armenio
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ruso
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de
1993
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5,77
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12,5
días
50000
(rublo)
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Turkme
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manats
novie
mbre
de
1993
429%
5,71
%
12,7
días
500
Taiwán
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taiwané
s
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o de
1945
399%
5,50
%
13.1
días
1000
10. Consecuencias de la Hiperinflación
Deterioro del salario: Cada vez de manera veloz los precios de todos
los bienes y servicios suben mientras que los salarios nominales se
mantienen o no se ajustan en la misma proporción y rapidez, se
desploma el poder adquisitivo. Los que viven de un salario mensual,
es decir el 95% de la población trabajadora, ya no tienen para comprar
la misma cantidad de alimentos, medicinas, mucho menos para
vestido, calzado, recreación.
Desfinanciamiento de la administración pública: Lo mismo que
nos ocurre en los hogares sucede en toda la administración pública:
no les alcanza el presupuesto de inversiones y gastos. Al aumentar
los precios de todos los bienes y servicios, las metas que
presupuestaron a un determinado nivel de precios no podrán cubrirlas,
caerán en insuficiencia presupuestaria.
La única manera, en hiperinflación, de cubrir dicha insuficiencia y
cumplir con las metas planteadas, es aumentando la emisión de
dinero, no hay impuestos que cubran, y menos a esa velocidad, el
déficit previamente generado por los incrementos de precios. El
afectado, al final, es el pueblo al ver deteriorada la prestación de
bienes y servicios de la administración pública, Léase salud,
educación, electricidad, agua, transporte, entre otros.
Contracción de la economía: La disminución del poder adquisitivo
de los hogares y la insuficiencia presupuestaria de la administración
pública, ambas consecuencias del incremento de los precios,
implicará que las cantidades demandadas de bienes y servicios en
toda la economía disminuyan, en ese caso, los productores reducirán
su oferta. En Venezuela, la caída del producto interno bruto de los
últimos 3 años se ha debido, en 40%, al ataque a la moneda. Estamos
en estanflación, fenómeno siempre característico de las
hiperinflaciones, es decir, recesión económica con aumento de
precios.
11. Escasez de efectivo: Si un ciudadano pagaba el transporte público
en 1.000 Bs y esta semana el conductor le cobra 2.000, usted necesita
el doble de efectivo para transportarse. En hiperinflación se necesita
mayor cantidad de dinero para poder realizar todas las transacciones,
incluyendo las que se realizan en efectivo. Ni el BCV, ni ningún banco
central, tienen la capacidad de imprimir billetes o acuñar monedas a
la misma velocidad que la inflación, es por ello que el papel moneda
se hace escaso y se convierte en una mercancía más. Usted hará
colas en los bancos para conseguirlo y hasta estará dispuesto a pagar
más del valor nominal del billete con tal de contar con el efectivo
necesario para poderle pagar al chofer de la buseta.
Acaparamiento: Ante la incertidumbre que genera la hiperinflación,
quienes producen y comercian, con su actitud “racional” de maximizar
su beneficio, preferirán guardar la mercancía para colocarla a un
precio mayor en el mercado al día siguiente. Venderán lo
estrictamente necesario para mantener su flujo de caja. A menos que
estén en la capacidad de ajustar sus precios en la misma proporción
y velocidad con la que incrementan todos los precios de la economía,
lo que equivale a decir, ajustarlos al tipo de cambio del bolívar con
respecto al dólar. Es un asunto de rapidez, hoy vemos como son más
veloces que hace 2 años.
Transacciones en dólares: al no haber suficientes bolívares
circulando en la economía, entre otras razones porque el BCV,
entrampado en un discurso monetarista y neoliberal no los emite,
quienes tienen divisas y desean comprar bienes y servicios se
encuentran con mayor dificultad para cambiarlas en bolívares, por lo
que se ahorran el trámite y pagan directamente en moneda extranjera.
En esta guerra no convencional, nuestro principal enemigo, nos ha
estado invadiendo a través del dólar. Ha ocupado territorio
venezolano.
En agosto de 2018 el presidente Nicolás Maduro anuncio unas
medidas para combatir la crisis económica en la que se encuentran
las nueve líneas del Plan de Recuperación Económica en el marco de
la estabilización del desarrollo económico y productivo del país, al
tiempo que convocó a la clase obrera a un Congreso Constituyente.
12. Las nueve líneas del Plan de recuperación Económica:
1. Establecer el equilibrio fiscal y las leyes tributarias.
2. Abrir las nuevas políticas cambiarias a través de la nueva renta
petrolera.
3. Continuar la salarización de los ingresos al 100 por ciento, con las
tablas salarizadas y ancladas en el Petro por un año.
4. Estabilizar los precios de los productos, conforme al
sistema cambiario real.
5. Elevar la producción con los compromisos alcanzados en el
Congreso Constituyente obrero.
6. Aumentar los ingresos de divisas internacionales al país.
7. La expansión del Petro como una moneda internacional para
realizar comprar internacionales.
8. El mejoramiento del sistema de transporte nacional.
9. Consolidar y perfeccionar el sistema de protección social de los
venezolanos, entre ellos el CLAP, la regularización de su entrega
cada 15 días, la integración de productos de limpieza y otros rubros.
Así como la continuidad de los bonos de protección social.
La crisis económica continuo por la que ha permitido, de acuerdo con
la visión de algunos analistas, a que la nación acumule 27 meses de
hiperinflación. De acuerdo con el Banco Central de Venezuela,
institución que fija la política monetaria en ese país, la inflación del
año pasado se ubicó en 9.585,5%. A pesar de ello, aunque la
cifra sigue siendo elevada, representa una reducción de 92,6%
respecto al año 2018, cuando terminó en 130.060% según la
información emitida por el mismo organismo en mayo de 2019.
13. El presidente Nicolás Maduro reveló un programa orientado a
impulsar la reactivación económica. Este se sustenta en una mayor
capacidad de las empresas tanto para acceder a créditos como para
abrirse a mercados internacionales con la venta de acciones. El
objetivo del plan revelado por Nicolás Maduro era el de llevar a un
dígito la cifra de inflación en el año 2020. Una puesta difícil pues, de
acuerdo con el Banco Mundial, desde el año 2009 la nación
petrolera no ha tenido una inflación por debajo del 20%. Entre las
medidas anunciadas por Maduro, está la creación del Comité de
Comercio Exterior Venezolano el cual será responsable de gestionar
todo lo inherente a las políticas económicas, aduaneras, arancelarias
y de comercio exterior de la pequeña y mediana industria. Y el Comité
Rector de la Banca Pública, el cual busca garantizar el acceso de la
de estas empresas a diversos créditos.
En medio de una creciente dolarización de la economía y un
fenómeno de hiperinflación, el presidente Nicolás Maduro autorizó a
las compañías locales para que emitan títulos de deuda en moneda
extranjera para que puedan financiar sus actividades. Nicolás Maduro
facilita las operaciones en dólares, comprar con una denominación
diferente al dólar en Venezuela ya es casi imposible. La fuerte
devaluación del bolívar ha acelerado el uso cada vez mayor de la
divisa estadounidense, en medio de la grave crisis económica y la
inflación galopante que azotan al país.
El retroceso económico de los últimos años ha llevado a que el
Gobierno de Nicolás Maduro desmonte una serie de medidas que
imponían fuertes restricciones. Por ejemplo, en 2019 eliminó el control
de precios y permitió las transacciones en dólares.
En línea con una cada vez más evidente flexibilización de la
economía, el jefe de Estado anunció el miércoles 5 de febrero de 2020
que les permitirá a las empresas financiarse en moneda extranjera a
través de la emisión de títulos.
"Se autoriza la normativa y legal para que las empresas del país
puedan emitir títulos de valor en moneda extranjera para su
financiamiento y autofinanciamiento", dijo el presidente Maduro en el
marco de una reunión con empresarios. Esta medida contribuirá más
a la dolarización de la economía venezolana que se aceleró en 2019,
luego de que en 2018 comenzara el desmontaje del control cambiario
que fijó en 2003 el fallecido presidente Hugo Chávez. Aunque algunos
comercios todavía muestran sus precios en bolívares, los ajustan
cada día de acuerdo con la devaluación de la moneda nacional.
Una emisión de títulos es una herramienta con la que las empresas
puede captar recursos de los inversionistas, es decir, pedirle dinero
prestado a cambio de reconocerles intereses por determinado
periodo. En este caso, sería una operación en cualquier moneda
extranjera.
14. ¿MAYOR APERTURA?, Como agrega Álvarez, “se ha iniciado una
pequeña liberalización económica. Esta, claramente, es
desordenada, no responde a un plan estructurado y no es seguro
que tenga las mejores medidas posibles, pero es innegable que el
Gobierno está tomando medidas para flexibilizar los rígidos controles
que han estado presentes por varios años”.
En este plan hay diversas acciones. Una de ellas tiene que ver con
lo relacionado con el tema cambiario, pues como señala Álvarez, “se
derogó la ley que impedía que los venezolanos pudieran tener
dólares en efectivo. Además, se han eliminado 39 convenios que
regulaban todas las operaciones económicas”. Ahora, el conocido
como Convenio Cambiario N°1 permite la libre convertibilidad de la
moneda en el país.
Otra medida ha sido la Resolución 19-05-01 del Emisor, la cual
activa las ‘mesas de cambio’ en la banca privada para la compra-
venta directa entre particulares. “Esto lo que supone, básicamente,
es que el Estado dejó de monopolizar el manejo, lo que permite que
no se restrinja la entrada de divisas”, dice Álvarez. Asimismo, la
Providencia 00071 que emitió el Gobierno permite ahora que en
Venezuela se puedan hacer facturas en dólares, mientras que la
Resolución 19-09-02 del BCV hace posible que los créditos al
comercio y las empresas puedan indexarse a la tasa de cambio
oficial con el dólar.
Según estudio de Ecoanalitica, 54% de las transacciones se
realizan en dólares en Venezuela
“Algunas de estas medidas suponen un cambio muy radical, las
cuales han generado una especie de espejismo que podría
consolidarse o terminar siendo una burbuja que revienta. Pero es
cierto que en el segundo semestre del año pasado se empezó a
apreciar cierto nivel de recuperación en la actividad, en comercio y
en servicios. Muestra de ello son el ‘boom’ de los denominados
bodegones, supermercados donde se puede conseguir de todo”,
Por su parte, Juan Nicolás Garzón, profesor de Ciencias Políticas de
la Universidad de La Sabana, afirma que “si bien se ha venido
hablando de cierto nivel de apertura, esta encuentra un obstáculo,
que es el pobre desempeño económico.
Eso sí, hay que mencionar que la inflación y el crecimiento han
mostrado comportamientos más favorables. Los planes de
liberalización pasan por dos áreas: permitir una mayor participación
del sector privado, en el que se han venido cediendo funciones e
implementan más la practicidad que la ideología, y el otro es la
dolarización de facto. Incluso Maduro dijo que no ve con malos ojos
ese proceso.
15. A partir de las medidas anunciadas el 26 de julio de 2018, se puede
afirmar que el gobierno de Venezuela ha asumido la intervención de
la situación actual a través de una nueva política económica. Todo
parece indicar que el modelo formulado tiene afinidades de forma y
contenido con la política de Alemania en 1923 (emisión de una nueva
moneda: anclada y respaldada en commodities transables en el
mercado de valores), acompañada de una maniobra de certificación
de reservas en oro (en convenio con Turquía).
La política esbozada por el presidente ha resultado insuficiente para
enfrentar de manera integral la crisis, ya que deberían implementarse
enérgicas medidas de carácter estructural, tales como:
• El diseño de una Estrategia para la recuperación de la
industria petrolera nacional: la fuente fundamental de divisas:
más allá de la retórica ingenua de superación del modelo
rentista petrolero; y la proyección en el mediano plazo de un
reimpulso de la industria petroquímica.
• Una política de emergencia para la coordinación de planes y
acciones orientados hacia la reactivación de las fuerzas
productivas en los ámbitos industrial y agrícola, así como a
las capacidades logísticas y tecnológicas para la distribución
de bienes y servicios.
• La recuperación de los servicios públicos fundamentales
(agua potable, energía eléctrica, telecomunicaciones,
saneamiento ambiental), los cuales son vitales para el
desarrollo de las fuerzas productivas industriales y
agroindustriales, para el funcionamiento del tejido
institucional, y para la satisfacción de necesidades esenciales
de la población.
• Una política macroeconómica multidimensional para el
fortalecimiento de las reservas internacionales.
• Una moratoria de pagos y una auditoría de la deuda
internacional que incluye una evaluación exhaustiva de los
denominados bonos soberanos y de las condiciones de pago
del servicio de deuda, además una reforma fiscal drástica que
revierta la tendencia regresiva del actual régimen tributario.
• El diseño de una estrategia para contener la fuga de capitales
el control de cambio ha demostrado que no controla y no
cambia, así como una auditoría de los capitales exportados
durante los últimos años (como primera medida para estimar
la factibilidad de repatriación de los mismos). Un plan rector
de las inversiones internacionales sin menoscabo de los
intereses estratégicos de la República.
• Una política de inversión de los ingresos en divisas los cuales
se deben recuperar de manera paulatina, en áreas prioritarias
de la economía nacional, así como en la satisfacción de
necesidades básicas de la población, primordialmente de
alimentación, salud y servicios públicos.
• Una política de amplio espectro para mitigar las distorsiones
del mercado nacional dadas por las asimetrías y la inviabilidad
de estimar estructuras de costos en la producción, distribución
y comercialización de bienes y servicios.
• Por último y no por ello menos importante, de crear y
materializar una política para recuperar el poder adquisitivo
de la clase asalariada, lo cual estimularía el mercado interno
y potenciaría de manera objetiva y subjetiva un factor esencial
para la capitalización: la fuerza de trabajo.