El documento resume la relación entre la oferta y la demanda. Explica que la demanda representa la cantidad de un bien o servicio que los consumidores desean adquirir en función de factores como los ingresos y los precios de bienes sustitutos o complementarios. La oferta representa la cantidad de un bien o servicio que los vendedores estarían dispuestos a ofrecer en función del precio. La interacción entre la oferta y la demanda en el mercado determina el precio y la cantidad de equilibrio de los bienes y servicios.

1. Universidad “Fermín Toro’’.
Sistema Interactivo de Educación a Distancia (SAIA).
Cabudare.
RELACIÓN ENTRE LA OFERTA Y DEMANDA
Autor: Vivian Crespo
Administración
Teoría Económica
Profesor: Williams Mujica
21 de Enero de 2022

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La economía representa el pilar de la sociedad y aunque el conjunto de leyes, principios,
supuestos y teorías que la envuelven pueden parecer complicadas y difíciles de aplicar en la vida
diaria, sin ser conscientes, fenómenos económicos y la lógica de los mismos están presentes en
las transacciones más sencillas del día a día.
En época navideña algunos alimentos aumentan su precio rápidamente, si la margarina resulta
menos costosa que la mantequilla y cumple la misma función, más personas comprarán la
margarina; si baja el precio de los equipos de música se encontrarán menos en el mercado y lo
mismo sucede si aumentan sus costos de producción. Estos hechos y otros similares, tienen en
común una serie de factores que interactúan a través de la oferta y la demanda, y que se
manifiestan en el funcionamiento de los mercados.
En este sentido, para comprender en su totalidad la relación entre estas fuerzas, es necesario
conocer el escenario donde interactúan: el mercado; representado por el conjunto de
compradores reales y potenciales de un producto, que comparten una necesidad o un deseo en
particular y que puede satisfacerse mediante una relación de intercambio (Kotler et al., 2006),
entendiéndose entonces, como una institución social en la que oferentes (vendedores) y
demandantes (compradores) se relacionan por beneficio mutuo e intereses contrarios, es decir,
ambos tratan de llevar a cabo sus planes de mercado; los consumidores aspiran satisfacer sus
necesidades y las empresas procuran obtener las mayores utilidades posibles.
De esta manera, la demanda representa la cantidad de un bien o servicio que los consumidores
desean adquirir. La mercancía puede ser cualquier cosa: prendas, accesorios, corte de cabello o
cualquier otro bien o servicio comprado. Considerando lo anterior, el concepto no solo supone el
deseo de adquirirlo sino también la capacidad de pagar, pues estas cosas por separado no tienen
ningún significado económico en el mercado. Para ejemplificarlo, si el consumidor quiere un

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automóvil, pero no puede pagarlo o bien si puede, pero prefiere comprar una motocicleta, éste no
ejerce influencia en el mercado de automóviles. Sin embargo, el deseo y la capacidad de pagar
por la motocicleta si afectarán a la demanda del producto.
Por otra parte, la oferta es la cantidad de un bien o servicio que los vendedores estarían
dispuestos a ofrecer al mercado en función del nivel de precio. De la misma forma en que se
puede distinguir entre demandar y comprar, se puede precisar la diferencia entre ofrecer
(intención) y vender (acción). Así, la oferta representa las intenciones de venta de los
productores, mostrando las distintas cantidades que desean ofrecer por cada precio.
Entonces, cada parte involucrada en el intercambio se ve beneficiada si recibe lo que desea en
forma de bienes, servicios o dinero, a cambio de lo entregado en la transacción. No obstante, con
el factor de la escasez cada parte intentará obtener las mejores condiciones para el intercambio;
lo que trae consigo el aumento del valor de lo obtenido en relación con el valor cedido,
implicando así la fijación de los precios en un mercado competitivo que caracteriza a la
economía por los cambios en la demanda y la oferta en ese enfrentamiento constante de
intereses.
El primer paso para describir el funcionamiento de la oferta y la demanda, que constituyen el
mercado, consiste en describir la reacción de ambos frente a las variaciones en el precio. Los
precios bajos estimulan el consumo y desaniman la producción, por el contrario, los precios altos
tienden a disminuir el consumo y estimulan la producción. De esta manera, los precios coordinan
las decisiones de los productores y consumidores en el mercado actuando como mecanismo
moderador, además de evidenciar como compradores y vendedores reaccionan de forma muy
diferente ante esta variación.

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Sin embargo, el precio no es el único factor que influye en la relación de ambas fuerzas. La
demanda tiende a aumentar si sube la renta de los hogares, de acuerdo a las expectativas sobre el
futuro del consumidor con respecto al producto, si cambian sus preferencias o si otros bienes
relacionados modifican su precio (bienes sustitutivos o complementarios). En el caso de la
oferta, la variable que más puede afectarla son los costos de producción, pues si conllevan un
gasto exorbitante el vendedor centrará sus esfuerzos en otros bienes que le reporten una mayor
rentabilidad; en caso contrario si por ejemplo la mejora tecnológica reduce el coste de
fabricación, la rentabilidad del producto aumenta y consigo su producción.
La ley de la oferta y la demanda funciona con precios y cantidades de equilibrio que serán el
punto de corte de la curva, por tanto, ambas deben estar en sintonía, es decir, todo lo producido
debe venderse y no debe quedar demanda insatisfecha. No obstante, se debe tener en cuenta que
ningún mercado permanece estático; los cambios en los patrones de consumo, la salud financiera
del país o incluso los problemas de producción en las empresas pueden alterar la curva de oferta
y demanda y acabar con el equilibrio establecido.
En este sentido, como las variables modifican constantemente la oferta y la demanda, en
general reina la incertidumbre entre ambas partes respecto a las condiciones exactas del mercado
y, en consecuencia, quienes ofrecen productos y servicios no pueden trabajar siempre bajo los
mismos precios, sino que deben estar atentos y adaptarse a su entorno para poder hacer ajustes e
incluso a la baja si lo amerita (Software DELSOL, 2019). Simultáneamente, se desarrolla de
forma permanente un proceso de búsqueda y descubrimiento para lograr el crecimiento de los
negocios, donde la mejora de bienes y servicios con la intención de satisfacer a los consumidores
lleva a la creación de nuevos mercados y a la transformación de los existentes; un factor bastante
evidente en la actualidad, con respecto a los avances tecnológicos e ideas de emprendimiento

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novedosas que terminan en nuevos bienes y servicios ligados a la informática y las
comunicaciones.
Con relación a lo anterior, la intención de mejora trae a escena el concepto de competencia,
que hace referencia a la existencia de alternativas para los diferentes agentes que participan en el
mercado, donde para obtener los resultados deseados, oferentes y demandantes tiene que ofrecer
condiciones favorables a sus contrapartes comerciales; en materia de precios, calidad de los
productos y conveniencia de los métodos de venta y distribución (Resico, 2011).
Consecuentemente, se genera un sistema de organización y coordinación espontáneo que orienta
su producción hacia la satisfacción de los deseos del consumidor y como resultado, el interés
propio termina por servir al público auto-regulando el mercado.
De esta manera, las curvas de la oferta y demanda se desplazan continuamente y en ella los
precios y cantidades de los bienes y servicios determinados por incontables compradores y
vendedores que interactúan libremente por medio de la oferta y la demanda. El cambio en alguna
de estas fuerzas puede significar un nuevo precio de equilibrio, una nueva cantidad de equilibrio
o ambas cosas, según el desplazamiento de las curvas; del mismo modo, estos cambios también
pueden conllevar a un exceso de oferta o un exceso de demanda (escasez) pues rara vez se
observa un verdadero equilibrio, como se plantea desde la teoría abstracta.
Cuando el lado de la oferta adquiere una fuerza excesiva tienden a surgir monopolios u
oligopolios que intentarán apoderarse del mercado explotando un servicio o bien con precios
elevados. Por el contario, cuando quienes participan del lado de la demanda son los que
adquieren una fuerza excesiva, surgen monopsonios u oligopsonios, capaces de ejercer presión y
forzar la baja de precios. Ambos casos se dan en una situación de mercado imperfecta, debido a
que, tal como se ha evidenciado a lo largo del ensayo, cada actor puede ejercer poder sobre las

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condiciones del mercado. Así, desde el inicio se puede intuir que la relación de estos términos
surge porque se complementan. La sumatoria de los intereses de los productores y
consumidores, genera fuerzas capaces de lograr espontáneamente la satisfacción de los
requerimientos económicos de una sociedad.
En suma, en el mundo real el mercado no puede funcionar tan coherentemente como el
modelo teórico lo describe. Las imperfecciones, inmovilidad de los recursos, cambios en las
condiciones de mercado y la desigualdad económica que crea barreras de participación impiden
el funcionamiento fluido del sistema, por consiguiente, el objeto de estudiar la oferta y la
demanda es comprender cómo responde una economía de mercado competitiva.
Además, en la actualidad el mercado no es totalmente libre pues se encuentra regulado por el
Estado; siendo este un control necesario para atenuar y resolver problemas derivados en las
distintas fases económicas que surgen por los desequilibrios de estas fuerzas, como los excesos
en una de las partes generando fenómenos económicos anteriormente mencionados.
Asimismo, este comportamiento hace que el concepto de competencia sea una pauta básica
para la obtención y preservación del progreso económico y social, pues obliga a los oferentes de
bienes y servicios a emplear factores de producción del modo más económico, impulsando el
mercado hacia el mejoramiento continuo y la excelencia, donde el éxito estará determinado por
la capacidad de renovar las condiciones favorables hacia los demás y que resulten en el alcance
satisfactorio del abastecimiento de bienes y servicios independientemente de la posiciones
económicas dominantes.
De esta manera, la relación e interacción entre la oferta y demanda también forma parte de la
respuesta al problema económico (Qué, cómo, cuánto y para quién producir en una sociedad)

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pues si partimos de la base de que los productores procuran siempre obtener el máximo
beneficio, se supone también que procurarán ofrecer aquellos bienes que el público desea
consumir, pues solo de esta forma alcanzarán su objetivo. El conflicto de intereses entre ambos
se verá resuelto a través de la determinación del precio de mercado que también dependerá de las
variables anteriormente mencionadas.
En resumidas palabras, la oferta y la demanda juegan un papel determinante en la economía
porque el mercado funciona entorno a estas fuerzas complementarias, además, en el área de
administración también se puede evidenciar su importancia en la planificación del futuro de una
empresa, pues, independientemente de si se quiere ofrecer un nuevo producto o servicio lo que
determinará el éxito o fracaso serán las necesidades actuales del mercado (demanda) y la
situación real (oferta).

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BIBLIOGRAFÍA
Resico, M. F. (2011). Introducción a la economía social de mercado: edición latinoamericana [en
línea]. Buenos Aires: Konrad Adenauer Stiftung. Disponible en:
https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/2366
Software DELSOL. (2019). Ley de la oferta y la demanda. Disponible en:
https://www.sdelsol.com/glosario/ley-de-la-oferta-y-la-demanda/
Kotler, P. et. al (2006). Marketing (10a ed.). Editorial: PEARSON EDUCACIÓN