Muchas veces hemos ido a nuestra querida tierra y cuando hemos solicitado un caldo de fiesta, locro de cuy, pari, o pachamanca, era imposible. Lo mismo ocurre cuando deseas oir un huayno típico interpretado por una orquesta típica con arpa y violín. Ni que decir si a tu retorno quieres volver con algún recuerdo del héroe máximo Luís Pardo o del símbolo Yerupajá. No hay sombreros, bufandas ni ponchos tal cual él se vestía. Ni fotos, gorras, o polos con fondo de los nevados o lagunas o cataratas. Igual cosa ocurre en la fiesta del 30 de agosto, cuando quieres llevarte la vestimenta de las pallas, capitán, inca o rumiñahui.
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LA INDUSTRIA CULTURAL- ALTERNATIVA DE DESARROLLO
1. Zaguán de Oro Puquio: La industria cultural : alternativa de desarrollo . .
Agustín Zúñiga Página 1
LA INDUSTRIA CULTURAL: ALTERNATIVA DE DESARROLLO
Muchas veces hemos ido a nuestra querida tierra y cuando hemos
solicitado un caldo de fiesta, locro de cuy, pari, o pachamanca, era
imposible. Lo mismo ocurre cuando deseas oir un huayno típico
interpretado por una orquesta típica con arpa y violín. Ni que decir si a tu
retorno quieres volver con algún recuerdo del héroe máximo Luís Pardo o
del símbolo Yerupajá. No hay sombreros, bufandas ni ponchos tal cual él se
vestía. Ni fotos, gorras, o polos con fondo de los nevados o lagunas o
cataratas. Igual cosa ocurre en la fiesta del 30 de agosto, cuando quieres
llevarte la vestimenta de las pallas, capitán, inca o rumiñahui.
Quisiéramos volver con algunos muñequitos con la vestimenta completa de
nuestro héroe y de las fiestas típicas, tal como lo hacen por ejemplo en
México. Nos gustaría lucirlos en alguna mesita de la sala u oficina. Esta
falencia, es parte demostrativa del poco apoyo que se da al turismo, o tal
vez la carencia de ideas, pero esto no sucede solo en Chiquián sino en casi
todo el país.
En este artículo quiero poner al descubierto la trascendencia de tomar muy
en cuenta el negocio de la cultura, lo que tanto ha expuesto el antropólogo
Néstor Canclini, como la industria cultural. En esa línea, me preguntaba,
¿Por qué los pobladores que saben de las cocinas típicas o de las canciones
típicas o de las vestimentas típicas o de historias o de personajes son los
más pobres? ¿Es que ellos deben serlo así para creerles que son
auténticos?, ¿Por qué no venden ese conocimiento a la cantidad de turistas
que los visitan, sería una manera útil para hacer dinero, sino abundante al
menos algo?
2. Zaguán de Oro Puquio: La industria cultural : alternativa de desarrollo . .
Agustín Zúñiga Página 2
Lo primero que tenemos que desterrar es el mito que lo auténtico implica
pobreza, nos tratan de decir que quien no es pobre entonces no es original.
Se ha llegado al extremo de ligar al artista auténtico con el pobre y al
artista moderno con el rico. Esto esta errado pues si los cultivadores de lo
original, murieran sin dejar el registro de lo que saben, ocurriría la
desaparición, entonces si queremos mantener la vigencia de nuestra
originalidad es necesario que su economía mejore a fin de preservar sus
saberes, y que ellos sepan guardarlos, enseñarlos en primer lugar a sus
descendientes directos y luego a la colectividad, con eso preservaríamos
nuestra riqueza cultural.
El otro mito que debemos desterrar es que la cultura no es negocio porque
no tiene compradores. Esto también está errado, pues en la actualidad, se
cumple aquella sentencia: si quieres ser universal pinta lo local. La
globalización no ha borrado lo local, aunque lo pretenda, más bien
deberíamos usar su característica principal que es la rapidez de
transmisión de la información para imponer nuestra localidad. Hasta
diríamos que para que sobreviva lo global requiere de lo local. Sellemos el
principio sabio: de lo LOCAL a lo UNIVERSAL y viceversa.
Otro mito a erradicar es que no tenemos estudios universitarios lo
suficiente para salir al frente con nuestros negocios. Esto también es
errado pues la práctica nos demuestra que los miles de inmigrantes a la
capital llegan sin ningún centavo ni estudios pero luego supieron hacer
frente al mundo y vencieron. Lo que nos hace falta es incorporar en
nuestra cultura el emprendedorismo. Eso no quiere decir que luego
afiancemos nuestra empresa con mayores conocimientos.
Finalmente otro mito a deshacer es aquel que dice que mis huaynitos, mis
bailes, mis poesías, mis cuentos, las comidas que hace mi abuelita no creo
que les interese a los visitantes. También es un error porque la gente
valora también lo intangible, no solo lo material lo visible. El gozo que da
estar unas horas al lado de un fogón comiendo algún plato típico, oyendo
una buena poesía, o bailando algo típico es invalorable. El ser humano no
solo es de cuánto dinero tienes en el bolsillo sino de cuanto recuerdo llevas
en tu mente para soportar los momentos difíciles. Fechas como la semana
que estamos pasando de días feriados o durante las fiestas patronales de
los pueblos pueden servir para generar riqueza para los sabios del lugar,
para los artistas y artesanos, que usualmente son la gente más pobre y
que merecen revalorarlas en beneficio de todos.
Para ser más prácticos, imaginemos una ciudad como Chiquián, que tiene
como héroe a Luis Pardo, sobre él preguntémonos: ¿qué vemos en su
vestimenta?: Un poncho, sombrero, bufanda. ¿Con qué lo relacionamos?:
Huaynos, paisajes, poesías, historias, lugares, casas, fiestas. Hasta ahí,
con solo esas dos preguntas se nos abre un cúmulo de posibilidades de
negocios que son de interés para los turistas. Negocio en el mejor sentido
de la palabra: de proveer un producto que le genera valor al cliente. Con
ello encontramos en nuestro héroe la Cadena Productiva Luís Pardo.
3. Zaguán de Oro Puquio: La industria cultural : alternativa de desarrollo . .
Agustín Zúñiga Página 3
Es decir nuestro héroe se convierte en nuestro mejor ministro de
economía, en nuestro mejor embajador que ya lo es. Con esto, no lo
estamos disminuyendo, más bien lo estaríamos valorando. Con el producto
LUIS PARDO, entrarían en la cadena, los tejedores de ponchos, los
sombrereros, los tejedores de bufandas. Si los tejedores necesitan de
tintes naturales, alguien habrá que le guste experimentar y tratará en la
escuela o en el instituto superior estudiar o investigar para preparar
mejores tintes, buscará las plantas necesarias y tal vez los siembre y con
el tiempo él pueda implementar una industria de producción de tintes
naturales.
Igualmente, y con más naturalidad, se desarrollaría las editoriales,
imprimiendo narraciones de Luis Pardo. Se necesitarían de guías para
visitar lugares donde el realizó alguna hazaña. Los carpinteros o jóvenes
de las escuelas, se dedicarían a producir muñecos de Luis Pardo con todos
sus atuendos y con el tiempo se montaría un museo, con venta de
recuerdos y diversos objetos construidos con materiales del lugar.
Siguiendo a este producto se alinearían lugares de venta de platos típicos,
acompañados de músicos auténticos, en las casonas antiguas que todavía
quedan en pie. Este esfuerzo, como una gota de agua en el desierto se ve
en el "Rincón del Recuerdo", restaurante de la familia Marques en
Chiquián. Todo esto empujaría a mayor productividad de los productores
de cuyes, carnes, quesos, y otros. Igual ocurriría con los productos
relacionados con el Yerupajá, haciendas, cataratas donde caminó etc.
4. Zaguán de Oro Puquio: La industria cultural : alternativa de desarrollo . .
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Esta es una demostración que la CULTURA si puede convertirse en una
industria que puede orientar y promover actividades de otros sectores
como la educación productiva o la industria, que marchan a la deriva o en
forma caótica. Con este alineamiento todos los sectores tendrían algo que
aportar a la cadena productiva. Esto es lo que algunos llaman CIUDAD
PRODUCTIVA. Una ciudad que afianza su progreso y autoestima basado en
su identidad cultural.
Hace unos días el Alcalde de la Provincia de Bolognesi estuvo en Lima, y
una de mis preguntas que no respondió fue, ¿cuánto es el presupuesto que
ha dispuesto para lo INTANGIBLE?. Es que, en los presupuestos
usualmente no se dispone de dinero para alimentar la MENTE, todo son
obras visibles, básicamente obras de fierro y cemento.
Así, no dejan dinero para fomentar la cultura, tal como la producción
revistas, adquisición de periódicos para los colegios y bibliotecas incluida
la provincial, presentaciones teatrales, publicaciones de libros,
conferencias programadas, etc.
Esto no hace más que reflejar que nuestra sociedad peruana (en su
mayoría), permanece en el pasado, alejada de lo que es el presente y el
futuro, esto es UTILIZAR EL CONOCIMIENTO como la fuente de generación
de riqueza, como lo hacen las naciones innovadoras (Corea del Sur, Israel
entre otros).
Así, ese conocimiento tenemos que crearlo o traerlo, comprenderlo,
promoverlo, utilizarlo y convertir nuestras ventajas comparativas (el
turismo, productos lácteos, plantas típicas, etc) en ventajas competitivas,
estos es productos exitosos en el gran mercado mundial. Por ello tenemos
que utilizar el conocimiento para agregar valor, tenemos que convertirnos
en innovadores tecnológicos.
No podemos quedarnos en vender solo las materias primas, tal como los
hacíamos hace 200 años, como si la tierra fuera inagotable, hoy tenemos
que incorporar el intangible CONOCIMIENTO, a todas nuestras actividades,
ese es el nuevo eje estratégico que debe destacarse en la gestión pública
de cara a la sociedad del conocimiento que estamos transitando, para de
esa manera mirar el futuro del país y la tierra con mayor esperanza
La Pluma del Viento
Lima, 29 de junio de 2015
Ref: http://chiquianyerupaja.blogspot.pe/2015/06/la-industria-cultura-
alternativa-de.html?spref=fb