Con la misma ilusión que cuando ingresó a trabajar al IPEN, en 1976, igual lo siento a Jacinto, ahora que se aleja del mismo por jubilación. Y, digo ilusión y no tristeza, porque como ser humano, siente que ha cumplido una etapa en la vida, y ahora toca iniciar otra, diferente, pero también llena de atractivos y desafíos.