Entrevista a Paco de Lucía en interviú, un año después de la muerte de Camarón. El guitarrista guardó su instrumente 12 meses tras el fallecimiento del cantaor.
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1. Un año después de la muerte de José Mon
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Paco de Lucía ha vuelto a encontrarse con su guitarra y ha reanudado sus giras, tras superar la enorme
tristeza que le produjo la muerte de Camarón. En la foto, José Monge y Paco de Lucía.
El dolor por la dosaparición d e
su inf o p a r a b l e Camarón y las
acusaciones que le h a n hecho
responsable d e a p r o p i a r s e d e
los derechos d e autor d e l
canffaor h a n m a n t e n i d o a Paco
d e Lucía recluido e n »w casa
d u r a n t e un año# sin sacar su
g u i t a r r a d e l estuche,
g u a r d a n d o un discreto y
a t o r m e n t a d o silencio*
Superado e l luto# acaba d e
regresar con é x i t o a los
escenarios y a h o r a r o m p e su
mutismo p a r a poner las cosas
e n %u sitio d e f i n i t i v a m e n t e .
A l f r e d o GRIMALDOS
esde que fínalizó la grabación
del que sería el último disco
de Camarón, "Potro de rabia
y miel", en abril del pasado
año, Paco de Lucía ha permanecido sin tocar la guitarra
hasta hace dos meses. La terrible experiencia que supuso
para él rematar aquel trabajo, con José ya muy enfermo
y atenazado por dolores cada
vez más terribles, sumió al
guitarrista algecireño en un
profundo estado depresivo,
que se vio agravado hasta límites increíbles cuando sobrevino la muerte, el 2 de julio de 1992, del artista con
quien había compartido tantos momentos de amistad e ^
interviú
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3. inquietudes creativas. Recibió la puntilla al verse involucrado en una campaña de
rumores y acusaciones, promovida por el mánager del
cantaor, José Candado, que
señalaba a Paco como responsable de la apropiación
de los derechos de autor generados por el genio de la Isla
a lo largo de una veintena de
discos.
Poco a poco ha ido recomponiendo su estado anímico,
y por fín ha sido capaz de
volver a encontrarse con su
guitarra y sumergirse en una
larga gira por diversos países
que le ha devuelto al liderazgo del toque flamenco actual.
"Me estoy recuperando muy
lentamente —afirma—. Este
año ha sido el más triste y terrible de mi vida, he pasado
una época que va a dejar su
huella en mi para siempre. Resultaba tan increíble, después
de la pérdida de Camarón,
verme envuelto en aquella barbaridad que se inventaron.
Era como una pesadilla, una
película de Hitchcock".
—¿Por qué ha guardado silencio durante tanto tiempo,
ante acusaciones tan graves?
—Yo no he estado preocupado en ningún momento por
la verdad del asunto, no tenía
ninguna duda sobre mi comportamiento y el de mi familia y no quería aclarar nada.
Me parecía una falta de respeto a la memoria de Camarón, recién enterrado, echar
más leña al fuego. La historia
se levantó aprovechando el
"boom" de su muerte para
involucrar en ella a todo tipo
de gente y sacar dinero. Me
parecía algo tan horrible que
decidí quedarme en casa, colgado, sin coger la guitarra,
deprimido y hundido en una
enorme tristeza.
—Durante este año, ¿no ha
utilizado la guitarra ni siquiera como refugio?
—Ni la he sacado del estuche. He estado casi doce meses viendo la televisión diez
horas al día, con la imagen de
Camarón y todo el problema
que surgió después dándome
vueltas en la cabeza.
—¿Por qué cree que se ha
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organizado toda esta campaña
de acusaciones contra usted?
—Yo creo que ha habido
bastante mala leche por un
lado y desconocimiento por
otra parte. Mala leche ha sido, sin duda, la del que envenenó a la familia de José contándole mentiras. A su mujer
le dijo que él había estado haciendo consultas en la Sociedad General de Autores, que
había tenido una entrevista
con su vicepresidente, Teddy
Bautista, quien le había dicho que los derechos de autor
de Camarón ascendían a una
cantidad de muchos millones.
Luego yo hablé con Teddy y
me aseguró que ese señor no
£
5te año ha
sido el más
triste y terrible
de mi vida, he
pasado una época
que va a dejar
huella en mí para
siempre
ff
había estado allí en ningún
momento.
—Ese señor, evidentemente, es José Candado.
—Bueno, yo prefiero que
no digamos nombres. El caso es que, de pronto, a la mujer de José y los miembros de
su familia les dicen eso y empiezan a tener dudas. Y por
un lado, lo entiendo, a pesar
de la relación tan estrecha
que he tenido con todos
ellos. Ten en cuenta que se lo
anuncia una persona que
consideran seria y caen en la
trampa. Lo que no puedo entender es por qué ese señor
ha ido contra mí. Además,
cuando me enteré de que se
estaba hablando del asunto,
enseguida me ofrecí para
aclarar la situación entre todos. Pero él no quería aclarar nada, sólo liarla, y no entiendo por qué.
—¿Usted no había tenido
ningún roce con él, antes o
después de morir Camarón?
—Al contrario, siempre
mantuvimos una relación
bastante amistosa, cordial,
incluso cariñosa. De verdad,
no entiendo qué se ha querido sacar con todo esto, pero
creo que se ha pretendido
aprovechar la muerte de José
para obtener beneficios económicos. Para mí ha sido un
mazazo.
—¿A cuánto ascienden, en
realidad, los derechos de autor
de Camarón de la Isla? Se ha
hablado de cifras astronómicas.
—Sí, de cantidades que no
cobra ni Michael Jackson, y
cualquiera que conozca el
mundo discográfíco sabe que
las grabaciones de flamenco
tienen unas tiradas bastante
limitadas. No sé a cuánto asciende lo que él cobró ni lo
que les queda por recibir a
sus herederos; lo que sí puedo
decir es que yo me puse a hacer números para calcular lo
que he cobrado, porque llegó
4. bieron en autores, porque me
lo recomendó un amigo. Yo
no entendía muy bien qué era
aquello, pero por no llevarle
la contraria fui con él y me
apunté. De cada uno de esos
tres primeros discos se venderían mil quinientos o dos
mil ejemplares. Me han acusado de firmar cosas que no
eran mías y la situación ha sido la contraria. En la discografía de Camarón hay bastantes temas que yo he compuesto y no he firmado.
—A usted no le ha resultado
demasiado rentable económicamente grabar algunos discos, ¿no es así?
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cosa era
descabellada, en
algunos
momentos, cuando
estalló la bomba,
más de uno pensó
lo peor de mí£fl
un momento que me volvieron la cabeza loca, y solicité a
Autores que hicieran un recuento de todo lo que me han
liquidado en estos años por
derechos discográficos. Tardaron cierto tiempo en darme
la respuesta, pues es un proceso complicado, teniendo en
cuenta que yo llevo ya bastante tiempo en esto. Resulta
que, a lo largo de veinticinco
años, he cobrado poco más
de quinientas mil pesetas,
una cantidad ridicula.
—¿Cuántos temas firmó usted en los discos que grabó con
Camarón?
—Exactamente, de los diecisiete discos que él registró,
más dos recopilaciones, es
decir, de un total de ciento sesenta y cuatro temas, sólo
aparezco como autor en los
tres primeros discos. Antes,
en el flamenco, todo lo que se
grababa era popular y los derechos se perdían. Creo que
fui de los primeros profesionales flamencos que se inscri-
—Por supuesto que no.
Durante los dos o tres meses
que me tiraba grabando un
disco con Camarón dejaba de
ganar, para mí y mi grupo,
treinta o cuarenta millones
de pesetas porque tenía que
cancelar varios conciertos.
Pero es ridículo enfocarlo así.
Yo hacía las cosas con José
por afición, por amor y porque nos queríamos mucho.
Que de pronto se muera y me
caiga toda esa mierda encima... vamos, vamos.
—¿Cómo fue la grabación
de "Potro de rabia y miel"?
—Muy dura. Tardamos
más de un año en acabarla
porque hubo que suspenderla
varias veces. Al final, él ya estaba muy mal, con unos dolores tremendos de espalda. Yo
veía que había que acabar el
disco, pero por otro lado me
daba mucha pena forzarle. El
me decía: "Paco, dame un
poco de cuartelillo", y yo no
podía hacerle cantar. Teníamos el disco casi fuera, pero
no quería hacerle trabajar
porque parecía que se me iba
a romper. Unos días él estaba
bastante mal, sin fuerzas, y
otros, un poco mejor. Después, me costó tres meses de
trabajó mezclar todo el material para hacer que no se notasen diferencias de sonido
entre unos temas y otros, pero lo hice con todo el amor y
el cariño del mundo.
—¿Qué tal reaccionó la
gente del flamenco ante las
acusaciones de las que usted
fue objeto?
—Creo que ahora todo el
mundo va entendiendo lo que
pasó, que fui la víctima de un
montón de mentiras, pero los
flamencos son muy apasionados, muy emotivos, y aunque
la cosa era descabellada, en
algunos momentos, cuando
estalló la bomba, creo que
más de uno pensó lo peor de
mí. En determinado momento, lo único que quedaba en
la cabeza de alguna gente era
que Paco había robado a Camarón, y con José recién
muerto. Esa frase, nada más.
En todas partes hay personas
que no tienen ningún interés
en llegar al fondo de las cosas. Yo no he dado opiniones
durante todo este tiempo
porque me parecía que era algo descabellado, era defenderme y yo no quería hacerlo.
¿De qué me tenía que defender? Todavía hoy me da vergüenza hablar del tema y asegurar que todo era mentira.
Es horrible.
—¿Cómo era su relación
con Camarón?
—Eramos algo mucho más
profundo que hermanos, entre nosotros había algo muy
especial, una complicidad, un
respeto, una amistad muy intensa, una compenetración
que no se puede imaginar.
Con lo que él me quería, si estuviera vivo ahora y viera cómo me he quedado, el daño
que me han hecho, le quitaría
la cabeza a más de uno.
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