Para evaluar a un alumno con altas capacidades se deben considerar varios factores. Primero es importante determinar su estilo de aprendizaje, ya sea visual, auditivo, kinestésico o táctil. Luego se pueden utilizar diversas técnicas como observación de movimientos oculares, escalas de comportamiento o pruebas estandarizadas para realizar un diagnóstico clínico. Finalmente, la evaluación permitirá diseñar una intervención educativa adecuada a las necesidades del estudiante.