texto argumentativo, ejemplos y ejercicios prácticos
El Corredor Mediterráneo coordinado por Antonio Tello
1. Suplemento Cultural del Centro
Río Cuarto / Río Tercero / San Francisco / Villa María Miércoles 24 de abril de 2019 - Año 19 N° 852
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El Corredor Mediterráneo
humorsolini
Heraldo Mussolini
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Entrevista con Justo Sorondo
En conversación con ECM, el doctor Justo Sorondo, recientemente reelegido
presidente de SADE Río Cuarto (Sociedad Argentina de Escritores,
Narradores orales y Afines), da cuenta de la naturaleza y de los nuevos
proyectos de la refundada entidad acomodada a los nuevos tiempos.
Furia de Invierno
Perla Suez
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Postales de un
Otoño Sinfónico
Durante seis jornadas del presente mes
de abril se llevó a cabo en nuestra ciu-
dad, con éxito manifiesto, la primera
edición del festival denominado Otoño
Polifónico, organizado por la
Subsecretaría de Cultura-Fundación
por la Cultura de la Municipalidad de
Río Cuarto y Agencia Córdoba Cultura.
En el concierto de apertura, el destacado tenor Darío
Volonté emocionó con su potente voz a todo el
Anfiteatro municipal.
La confitería del
parque Sarmiento
omar a. isaguirre
la ColuMNa
De orilla a orilla
¿Cómo conocer?
Por
JorGe rodríGuez HidalGo
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2. El doctor Justo Sorondo, recientemente
reelegido presidente de SADE Río
Cuarto, es un hombre afable y culto, que
ha asumido el cargo gracias a su trayec-
toria profesional y a su prestigio intelec-
tual como profesor universitario y exse-
cretario académico de la UNRC.
- doctor Justo Sorondo, hace unas sema-
nas fue reelegido para presidir durante
un nuevo período la Sade río Cuarto.
- Efectivamente, en la Asamblea que se
realizó el pasado 3 de abril, se renovó la
CD de SADE Río Cuarto y se eligió la
nueva CD,queduradosañosensumandato.
- Hay algo que llama la atención y es que
si bien la entidad mantiene sus siglas his-
tóricas, en realidad ahora se llama
Sociedad argentina de escritores,
Narradores orales y afines ¿cómo y
cuándo se produjo este cambio?
- Le diría que más que llamar la atención,
la nueva denominación de SADE puede
ser un punto de partida para realizar
alguna reflexión. Y la misma supongo
que rumbeará para el lado de visualizar,
oír, si Ud. prefiere privilegiar otro sentido
del hombre, pero en el fondo es respon-
der a las nuevas demandas y situaciones
que se producen en la sociedad hoy.
Parece que hay una serie de preguntas o
cuestiones que sobrevuelan las discusio-
nes, (y de hecho son temas que figuran y
se tratan en el colectivo social), tales
como ¿qué significa escribir?, para quién
se escribe? ¿a qué tipo de lector se diri-
ge? ¿es la escritura el medio de comuni-
cación más usado? Y muchas más interro-
gaciones que, como digo, se hace la
gente en general. Y hemos advertido -lo
cual no es una originalidad nuestra, sino
que es más bien una preocupación
social-, que las narraciones, los cuentos
relatados de manera oral (y no sólo para
los niños), tienen también una atracción
y un encanto sobre el oyente que verda-
deramente amerita que volvamos a
tenerlos en cuenta. Por otro lado, sabe-
mos de la influencia de la oralidad en la
antigüedad (Nos parece dudoso que
Homero hubiera sido posible sin la orali-
dad, los cantares sobre diversos temas o
sagas, hubieran corrido la misma suerte,
e incluso el folclore, hubiera sido de
impacto muy incierto de no contar con
ese auxilio de la palabra que cuenta o
narra). Imaginemos lo desolado que
hubieran sido los fogones, los altos en
las huellas de las caravanas, si no hubiera
habido nada que narrar. La realidad
puede no gustarnos, pero debemos
escucharla. Y esa fue la razón de la inclu-
sión, dentro de SADE, de estos remoza-
dos comunicadores, para llamarlos de
alguna manera.
- ¿Qué los impulsó a escribir unos nuevos
estatutos? ¿acaso constatar que desde
su fundación era sólo una sociedad civil
sin reconocimiento jurídico? ¿una socie-
dad que ni siquiera tenía un vínculo real
con la casa matriz?
- Le aclaro que lo de los nuevos estatutos
fue una imposición, o si Ud. quiere más
suave, un requisito a cumplir para lograr
la personería jurídica. Había que adaptar-
se a una fórmula administrativa, diga-
mos, que tiene la provincia de Córdoba
para otorgar esa personería. Lo de casa
matriz creo que es un malentendido. No
hay tal casa matriz y SADE Río Cuarto
siempre fue celosa de su independencia.
Lo cual no significa que esté en pugna
con otras agrupaciones de escritores,
nada de eso, pero quede claro que no
reporta más que a su CD y a las sugeren-
cias de sus socios.
- los nuevos estatutos hicieron que la
institución fuera reconocida legalmente
y obtuviera su personería jurídica ¿Qué
significa que Sade hoy cuente con este
rango legal?
- En consonancia con lo que venimos
hablando, le diré que la obtención de la
personería jurídica nos permite intentar,
o directamente emprender y realizar
acciones que, sin ese “paraguas” legal
nos sería más dificultoso hacer. También
nos hacemos cargo de que el nuevo “sta-
tus” legal nos obliga a ser muy cuidado-
sos con el manejo de los papeles, quiero
decir, la papelería administrativa que
debemos presentar a la Inspección de
Sociedades Jurídicas, como ente de con-
trol, para poder seguir operando como tal.
- ¿Quiere decir que ahora, por primera
vez en su historia, Sade puede asumir
con todas las de la ley la representación
de escritores, poetas y periodistas, a los
que se han sumado “narradores orales y
afines” afiliados?
- Me parece que habría que acotar un
poco los alcances de su pregunta, pues
habría que precisar qué se entiende por
“representación”. Queremos que la
SADE sea un espacio en donde los escri-
tores y demás agentes (uso la palabra
“agentes”, que no me gusta, pero no
encuentro otra que me satisfaga más),
para indicar a todos aquellos interesados
en impulsar acciones tendientes a desa-
rrollar nuestra capacidad reflexiva, en
todos los órdenes, sea como actor o
espectador, como escritor o lector, vale
decir, como partícipe de esas acciones
que le permitan, en nuestro concepto,
crecer a nuestra consciencia. Sin embar-
go creo que podemos canalizar inquietu-
des de miembros de SADE o también de
personas que quieran hacer llegar sus
ideas y/o proyectos, y darles un curso y
gestionarlos ante las autoridades que
correspondan, sean municipales, provin-
ciales, etc. Lo que si podemos decir, es
que la provincia de Córdoba, al recono-
cernos como persona jurídica, nos reco-
noce como agente de pago de honora-
rios a quienes hayan realizado talleres,
actividades (conferencias, coordinación
de actividades, etc.) y no tengan la posi-
bilidad de facturar para el cobro de sus
acreencias. En ese caso la provincia paga
a la SADE, y ésta, a cambio de una contri-
bución, o de hacerse socio de la institu-
ción, realiza el pago. Acá me parece
oportuno hacer alguna aclaración. SADE
no cuenta con partida asignada por ente
oficial alguno ni con subsidios u otro
favor de algún gobierno u organismo de
ningún nivel jurisdiccional. Se mantiene
con el aporte de sus socios y ahora con
esta posibilidad de gestionar los pagos
de quienes necesiten cobrar sus honora-
rios por actividades realizadas dentro del
ámbito provincial. Estamos ahora aboca-
dos a repensar la manera o maneras de
poder recaudar fondos a fin de poder
funcionar y proponer actividades.
Creemos que nuestra independencia
espiritual también depende de nuestra
independencia material.
- ¿Cuál es el alcance de esta representati-
vidad gremial? deme un ejemplo de
cómo se hace efectiva y beneficiosa.
- Ud. sabe que hay una ley de propiedad
intelectual, una ley del libro, una ley de
promoción de la lectura, vale decir, un
cúmulo normativo que, supuestamente,
protege al escritor desde distintos ángu-
los. Nos parece que esas normas deben
ser revisadas, puestas al día y comple-
mentadas con otras normas y acciones
que habrá que pensar entre quienes se
sientan con ganas y capacidad para deli-
nearlas, no por cuatro iluminados, sino
por un importante sector social y con los
tiempos necesarios como para que, en
un clima franco y abierto, las propuestas
sean analizadas y discutidas en profundi-
dad. Luego de que se discutan estos
otros temas, entre los que incluyo una
ley de mecenazgo pensada con mayor
tranquilidad, una campaña de difusión
de la lectura (o tal vez, de “las lecturas”),
una propuesta de real promoción para la
edición de textos (en formato libro,
revistas, audio, etc.), podremos impulsar
las nuevas normativas en los ámbitos
que correspondan, como hacía referen-
cia antes.
- ¿en esta línea hay algunos otros pro-
yectos sociales, previsionales que ten-
gan pensado para sus afiliados?
El Corredor Mediterráneo / Página 2
Entrevista con Justo Sorondo
Justo Sorondo
Por antonio Tello
3. - Puede haber proyectos en ese sentido,
y de hecho estamos conversando sobre
ello. Pero, repito, hay una serie de cues-
tiones previas a resolver. Como corolario
de la gestión, la CD anterior dejó un
documento para discutir, en el cual docu-
mento las preguntas básicas eran, preci-
samente, “¿para qué la SADE hoy?” y
“¿qué significa ser escritor?”, también
hoy. Como decimos en el documento
para introducir el tema, la SADE fue crea-
da en Buenos Aires, hace casi 100 años,
quiero decir en otro país y en otro tiem-
po. Hoy, creemos, debemos replantear la
problemática.
- el peso gremial de la nueva Sade que
usted preside ¿desplazará a un segundo
término las actividades culturales o for-
mativas que la habían caracterizado his-
tóricamente?
- Al menos no es esa nuestra intención.
Nosotros pensamos que SADE debe ser
un espacio libre de discusión, lo cual
quiere decir algo así como recuperar el
diálogo como “morada” del discurso,
como un acontecimiento en el que el dis-
curso se hace posible. Desde esta pers-
pectiva, las actividades que tiendan a
acrecentar nuestra consciencia, tendrán
prioridad; dentro de esas actividades a
desarrollar, ejemplifiquemos con talleres
para hacer textos, para leer, para discu-
tir, con todas las variantes que cada una
de esas sendas nos permitan o seamos
capaces de imaginar. Entendemos que lo
gremial no tiene sentido si se agota en sí
mismo, lo gremial tendrá sentido en
cuanto vaya adherida a una actividad
madre, que es la de producción e inter-
pretación de textos, entendido por texto
el hacer con las características que ya
explicitamos.
- río Cuarto, si bien tiene el rango de
capital alterna de la Provincia y es un
foco cultural importante del sur, es una
ciudad relativamente pequeña si la com-
paramos con la capital, entonces ¿cómo
se explica que haya dos entidades que
aglutinan a los escritores? ¿hay realmen-
te tantos?
- En verdad, no sabemos si hay dos enti-
dades que aglutinan a los escritores o si
hay más. Desde nuestra perspectiva,
deseamos que haya numerosos grupos
de personas que se dediquen a producir
y discutir textos, a producir y discutir
encuentros de los llamados culturales, a
plantear opciones, nuevas maneras de
comunicación, etc. Como decíamos
antes, propender a la creación de espa-
cios libres, que nos permitan hacer volar
nuestra imaginación, en donde no haya
temas tabú ni prejuicios para plantear y
tratar los temas más diversos y “urtican-
tes”, que es, creemos, la mejor manera
de ser conscientes de nuestros propios
límites. Por otro lado, que Río Cuarto sea
más o menos pequeña, más o menos
grande, en cuanto a cantidad de habitan-
tes, nos tiene sin cuidado pues no cree-
mos que la cantidad sea un sinónimo de
calidad. El asunto pasa, a nuestro juicio,
por hacer las cosas con dedicación y
esmero, con constancia y perseverancia,
o como solemos decir “con alma y vida”.
Por ahí podemos entender lo del com-
promiso, pero empezando por el com-
promiso con uno mismo.
- Me consta que después de muchos
años de disenso hay movimientos de
aproximación entre las dos principales
entidades de escritores –Sade y Ser- ¿es
así? ¿podemos pensar que en el futuro
puede profundizarse este acercamiento
o aumentar la colaboración en bien de
los escritores de río Cuarto y su zona de
influencia?
- El disenso es el necesario reverso del
consenso. Visto así, no nos molesta que
lo haya, es más, lo necesitamos. Por eso,
como decía en el punto anterior, no nos
parece grave ni nos molesta que haya
otros espacios que se ocupen de la
misma temática a la que nos dedicamos
nosotros, es más, estamos seguros que
si los hay, tarde o temprano, en algún
lugar de nuestras sendas nos hemos de
encontrar y fraternizaremos como vie-
jos compañeros.
- Sin duda, las nuevas tecnologías y las
redes sociales han dado lugar a la visibi-
lización de escritores, jóvenes y no tan
jóvenes, que en otros tiempos ni siquie-
ra se habrían conocido ¿hay lugar para
ellos en la nueva Sade?
- En la SADE hay lugar para todos los que
quieran acercarse, pertenecer, permane-
cer o, eventualmente, irse, o volver. No
nos creemos con derecho o poder como
para echar o no admitir a alguien. Eso
como punto de partida, pues lo otro, lo
de las tecnologías que “han matado al
libro”, las tenemos en cuenta y estamos
alertas para ver cómo se pueden incor-
porar sus cultores y las propias tecnolo-
gías.
- ¿Según algunos las viejas generaciones
no comprenden realmente a las nuevas
y que es imposible la convivencia de
ambas en un ámbito como el de la Sade?
- Usted plantea el viejo problema de vie-
jos/jóvenes. Tal vez un problema tan
viejo como, consideramos, mal plantea-
do. Recuerdo que Cicerón nos ha dejado
un texto maravilloso, “De senectute”, en
el que hace una serie de reflexiones al lle-
gar a la vejez romana, los setenta años; y
allí nos dice, con toda su sabiduría de
vida acumulada, que la solución a la vejez
pasa por acomodarse, o darse cuenta, de
los placeres y gozos que podemos hacer
a edad provecta. Y si así lo hacemos,
gozaremos de nosotros y con los otros,
en otras palabras, lo que venimos dicien-
do sobre la autoconsciencia, el reconoci-
miento de los límites, etc. En cuanto a los
más jóvenes, siguiendo el camino de
Cicerón, si bien puede resultar más difi-
cultoso que moderen o refrenen sus
poderosas y vitales energías, lo cual
parece lógico, sin embargo, en un espa-
cio donde prime el trato respetuoso, es
posible que se dé no un conflicto, sino un
trato, un intercambio de mutuo prove-
cho. Al menos, suponemos, debemos
tender a lograr esa actitud.
- ¿Qué ofrecería la institución que usted
preside a los jóvenes escritores para que
participen de modo activo en ella?
- La CD les ofrecería todo lo que puedan
abarcar y hacer. Dentro del marco insti-
tucional que nos contiene y rige se
puede hacer todo lo que su imaginación
y/o voluntad les indique, pero claro, para
eso hay que acercarse a la Biblioteca
“Mariano Moreno”, lugar donde funcio-
na la SADE, y platear temas, discutir y
proponer acciones, etc.; en una palabra,
participar.
- otra cuestión llamativa en el ámbito
literario es la escasa comunión entre la
actividad literaria de la ciudad y los pro-
fesores y estudiantes universitarios.
- Este tema es de vieja data, pero lo más
triste es que, además es real.
Suponemos que así como la discusión de
la que hablaba más arriba, sobre la fun-
ción del escritor hoy es una temática viva
en la SADE, también así debe ser la discu-
sión sobre la función de la universidad y
su relación con el medio en el que está
inserta, lo cual implica revalorizar su rela-
ción con los otros organismos, oficiales o
no, que conforman su entorno. En princi-
pio creemos que nuestra SADE y la uni-
versidad se ocupan de planos distintos,
pero ocurre que esos planos, en algunos
puntos se intersectan. Y es ahí donde
debemos trabajar en común y buscar
propuestas para desarrollar.
- ¿Hay algún plan para trabajar juntos?
¿para superar estas especies de islas
endogámicas?
- Cuando nos juntemos, saldrán los pla-
nes, los cuales planes nos tendrán, segu-
ramente, junto con otros organismos ofi-
ciales o agrupaciones libres e indepen-
dientes, en otros proyectos mayores. No
nos olvidemos que alguien dijo “argenti-
nos, a las cosas”, y también se dijo
“mejor que prometer es realizar, mejor
que decir es hacer”.
El Corredor Mediterráneo / Página 3
El doctor Justo Sorondo, presidente de SADE, pone de relieve la importancia que
supone contar, por primera vez en su larga historia, de personería jurídica para
afrontar los retos que plantean las exigencias sociales y culturales y las necesidades
de la comunidad de escritores
4. El Corredor Mediterráneo / Página 4
La interpretación de esa magnífica obra que es Carmina Burana,
de Carl Orff, fue el punto sublime del Festival.
En la Terminal de Ómnibus los pasajeros se sorprendieron y
disfrutaron de la intervención Opera Attaca.
La Orquesta de Cámara Municipal de Río Cuarto interpretó Tangos del Bicentenario.
Postales de un Otoño Sinfónico
Fundación por de la Municipalidad de
río Cuarto y agencia Córdoba Cultura.
Fotografías:
eugenio agostini y Valeria Caballero.
redacción eCM
El alto nivel artístico, el masivo acompaña-
miento del público y un clima benévolo se
conjugaron para que la primera edición del
festival brillara en la ciudad.
5. El Corredor Mediterráneo / Página 5
Niños y jóvenes artistas también se hicieron presentes en el
Otoño Polifónico con la presentación de la Camerata Suzuki APYAMS.
El Cuarteto de Saxos del Conservatorio Julián Aguirre llenó la
Plaza Roca de clásicos sonidos.
El notable pianista Marcelo Balat deslumbró en el Teatro
Municipal con la interpretación de obras de Schubert y Chopin.
Alumnos de diferentes establecimientos educativos escucharon
atentamente el Ensamble Universitario de Música Popular de la UNRC.
El Salón Blanco vivió su Noche del Alma con la Cantoría de la
Merced.
El concierto The Beatles Sinfónico por la Orquesta Sinfónica
de Villa María, fue de lo más concurrido y aplaudido del Festival.
6. El Corredor Mediterráneo / Página 6
La reciente habilitación del Centro de Gestión
Municipal en el interior del Parque Sarmiento, nos
retrotrajo la memoria a épocas bastante remotas,
cuando en ese mismo lugar existió una confitería de
tinte popular donde, escenario mediante, albergó la
música el canto y las danzas de mujeres y hombres afi-
cionados, hasta promisorios valores artísticos riocuar-
tenses durante varias décadas. Era que la gente del
pueblo encontró allí su lugar de recreación donde
expresar su modo de reír, llorar, sentir y vibrar sin
imposturas ni rebusques.
Quizá aquel aire romántico y colorido de otrora se fue
perdiendo al trascurrir de los años, como hecho inevi-
table de nuevos tiempos y mutaciones en las costum-
bres. Esta nota discurre en una apretada síntesis lo
que fueron, en ese mismo lugar, los comienzos del
consustancial paseo y la tradicional -por varias déca-
das- Confitería del Parque Sarmiento.
entre pasturas y plantines
Necesitada de forraje para alimentar los caballos de
tiro, la Municipalidad de Río Cuarto, dispuso en 1895
que sobre los terrenos municipales disponibles “en la
banda norte del río” se estableciera un espacio “para
potreros de alfalfa y plantas”. Es decir, sembrar y pro-
ducir suficiente pastura para los equinos y hacer cre-
cer plantas con miras a arbolar y ornamentar las plazas
y paseos públicos de la ciudad. El sitio elegido consis-
tió en unas pocas manzanas, que aún no estaban deli-
mitadas, justamente donde años después se ubicaría
el Parque Sarmiento.
el “vivero municipal”
Aquellas iniciales sementeras se transformaron en el
“vivero municipal” o “jardín municipal” como se lo
llamó por 1909. La idea del gobierno ratificaba lo
actuado por 1897, cuando se puso en marcha el primi-
tivo pastizal y se sembraron los primeros plantíos. Se
habló también de una plaza, y hasta de un “jardín
botánico” en la misma extensión señalada.
la idea de un parque
Como en las grandes ciudades del país, la idea de un
parque daba vueltas en la cabeza de los funcionarios
de la época. Con un proyecto diseñado y todo a favor
-en 1910- había fracasado el Parque Centenario, ubica-
do entre el Bajo del Arroyo y El Mogote. Una década
después, merced al impulso del intendente Vicente
Mójica en 1922, la iniciativa de dotar a Río Cuarto de un
parque contó con suficiente apoyo político y ciudada-
no. La localización del vivero, la amplitud del espacio,
las quintas aledañas y la floreciente vegetación del
área contribuyeron como elementos facilitadores.
Y llegó el día nomás
El domingo 23 de setiembre de 1923 amaneció lumino-
so y propicio para una fiesta de inauguración del
Parque Sarmiento, austera pero alegre y bulliciosa por
parte de quienes se llegaron hasta el final del largo
callejón hacia el Norte, que por entonces parecía
mucho más distante tomando en cuenta la plaza prin-
cipal. El sendero era una continuación de la avenida
España, así fue conocida entonces. La visión del inten-
dente Mojica se había hecho realidad. Aquello fue de
un éxito jubiloso.
el abnegado Juan adorni
Ya en 1922, mientras se definía el proyecto del Parque,
fue designado “encargado” don Juan Bautista Adorni,
un abnegado e infatigable trabajador de origen italia-
no, vecino de la zona, quien con un ínfimo salario se
encargaba de todas las actividades del vivero primero
y del parque después. Este hombre puso toda su ener-
gía y dedicación, tal como lo había hecho con los culti-
vos preexistentes. Logró alguna vez su nombramiento
merecido y llegó a jubilarse como empleado municipal.
un rápido crecimiento
En vista de la aceptación general y el interés de todo el
vecindario de la ciudad, los avances por mejorar el
Parque Sarmiento no se hicieron esperar. En 1925, en
medio del crecimiento de glicinas y rosales enredados
en las pérgolas y glorietas, mientras crecía la enverga-
dura de los árboles jóvenes, se ensanchó el lago artifi-
cial, muy a pesar de las dificultades creadas por el des-
nivel del terreno y el suelo poco firme que se llevaba el
agua hacia la napa. La isla y los puentes hacían a la pre-
ferencia de los enamorados.
Simultáneamente aparecieron los juegos: un trencito,
botes a remos y una lancha junto al muelle a cargo del
señor José Luis Finola para algazara de chicuelos y
jóvenes; en tanto, se dieron al marcado: una cancha de
tenis, otra de básquet, ambas de tierra batida, la de
rugby, y a poco andar fue marcado el memorable veló-
dromo en óvalo, en el mismo lugar donde hoy se ubica
el Anfiteatro Atahualpa Yupanqui.
el “kiosco-confitería”
En torno al lago y sus atractivos náuticos, apareció en
1924 la idea de construir un kiosco de madera sobre
una plataforma de material, para la venta de bebidas y
helados a los habituales paseantes de los fines de
semana y feriados. La habilitación ocurrió durante el
verano apenas terminada la breve obra.
En 1926 se dispuso que la referida construcción fuera
concesionada con mejoras, con una inversión cercana
a $ 5.000, pero ahora como “kiosco-confitería”, con lo
que estamos en el preludio de la propiamente dicha
“confitería del Parque Sarmiento” que durante tantos
acompañó la vida y la diversión de los riocuartenses.
La oferta del señor Roque Finola fue aceptada y él
quedó a cargo de su explotación. Podía usufructuar lo
invertido por tres años desde la terminación de los tra-
bajos, luego de ese plazo la obra quedaba para el
Municipio.
Del mismo año 1926 data la construcción del portal
principal del Parque Sarmiento, hermoso compuesto
de sólida y artística herrajería forjada y pilares de
material, que permaneció en pie hasta 1952 cuando se
proyectó la ampliación por ensanche de la avenida
Marcelo Torcuato del Alvear, en una determinación
que aun hoy genera controversias y comentarios.
Visitar el Parque implicaba un atractivo inevitable y fas-
cinante. Cuando en 1927 llegó el ómnibus de pasajeros
a la Banda Norte, se multiplicó el número de visitantes
a distintas horas, incluso bien entrada la noche una vez
que se colocaron las luminarias.
Ya a finales de los años treinta, cuando ya existían el
recreo Los Ranchitos al frente mismo del Parque (al
lado de la Defensa Agrícola) y el comedor danzante
Petit Shangai de don Vittorio Marino una cuadra antes,
comenzaron las actividades artísticas sobre un escena-
rio que se colocó en el mismo lugar de la confitería.
Fue entonces que se popularizaron los concursos de
cantores aficionados, con una llamativa aceptación, al
punto que el público colmaba las mesas habilitadas y
los alrededores. Se han contado anécdotas muy diver-
tidas a raíz de los improvisados vocalistas, los músicos
y la espontánea inventiva de la gente que, comúnmen-
te, pertenecía a los sectores medios. Como en todo
conglomerado humano, no faltaban los incidentes,
peleas y escaramuzas como para alimentar las cróni-
cas policiales de los diarios y consabidas comidillas.
Esas estampas también formaban parte del paisaje. En
1929 se improvisó un atrayente: ¡concurso de belleza!
En 1935 el Municipio llamó a licitación para la adquisi-
ción de una batería de nuevas “atracciones para el
Parque Sarmiento”, consistentes en otro trencito, lan-
chas y botes para el lago vecino, más modernos que
los anteriores.
Con el tiempo se abrió el tradicional kiosco de golosi-
nas en la esquina de la todavía avenida España y calle
Juan Cruz Varela. Cuando don Vittorio Marino abrió el
mítico salón El Colonial (1943), no faltó quien vaticina-
ra el final de la Confitería del Parque. No fue así, en el
inconsciente colectivo estaba instalado un lugar con
identidad propia, representativo de su sentimiento de
pueblo, arraigado y fiel; quizá pobre, pero digno. Y la
confitería sobrevivió con Francisco Canca como novel
propietario.
Varieté y cooperativismo
Ya en los años cincuenta se agregó algo así como un
“varieté artístico”. Con el nombre Cooperativa
Artistas Unidos Limitada y bajo la ejida del poeta
Santiago Silvano Coronel y el publicista-animador
La confitería del parque Sarmiento
Por omar a. isaguirre
7. El Corredor Mediterráneo / Página 7
Furia de
Invierno
Perla Suez
(Edhasa)
“Furia de invierno” es una nouvelle. Novela
breve al modo de Andrés Rivera con un mandato
similar: “Hay que matar” Como cuando Luque está
a punto de abrir el cajón de la mesa de luz y sacar un
revólver. El protagonista, es un hombre que huye
como un psicótico, porque las puertas no se le
abren, los picaportes de la vida le resisten, y ve ratas
hasta en los placares.
Vive en una “Triple frontera” La realidad, la
ficción, y los fantasmas. Parafraseando a Roa
Bastos, es “hijo de hombre”. Este drama personal, lo
trasviste, lo vuelve otro. No tendrá una muerte en
Paraguay tan heroica como la del hijo del corazón
de Sarmiento. Nuestro protagonista no tiene una
madre para escribirle “Querida vieja, no sientas la
pérdida pues morir por la Patria es vivir…”
Dominguito Fidel, Capitán de solo 21 años, tenía ide-
ales, mientras que Luque más de 30, teniendo fami-
lia propia huye, solo, toma un tren, está en la vía,
pero ha descarrilado.
Deserta, porque era hijo de alguien que
había abandonado el “paraíso” como Lilith, según la
tradición judía, mujer que precedió a Eva, como su
madre aunque involuntariamente en el Hospital de
Ramos Mejía. Y queda un Adán, un padre, rabioso,
desconsolado. Luque escapa del presente, pero el
pasado siempre regresa. Un compañero de la escue-
la se lo recordará. Ahí hubiera sido prudente usar la
frase de Groucho Marx “nunca olvido una cara pero
con usted estaré encantado de hacer una excep-
ción”
Todo sucede rápido. Luque que “tiene mira-
da con profundidad de río” se “prendió a la cadera
de Isabel, al cuello, los pechos y se encendió” y
pocas líneas después la penetra. Omar, para lograr-
lo, de un renglón a otro.
Hace poco tiempo los “paseros” o “bagaye-
ros” agarraron a piedrazos a la camioneta de a la
Ministra de Seguridad en Salta escoltada por gen-
darmes, aunque no era una “Trafic blanca” demues-
tra que la literatura, tiene algo anticipatorio, pone
en escena personajes, que luego pueden ser perso-
nas que terminen ahogadas en el Río de la Plata, en
el Paraná, o en pleno julio de 1994, en la ciudad de Bs
As, en un océano de confusión donde “una lluvia
roja y espesa como la sangre, inunde las calles y la
ciudad fragmentada se vuelva aún más incierta y
hostil” La realidad estalla con sus esquirlas, como en
las explosiones de los polvorines de Río Tercero en
1995. Atentado que tiene vínculos temporales a cier-
to acontecimiento que se narra.
“Novela negra con acentos oníricos” dice la
contratapa, y sabemos que los sueños, pueden ser
placenteros, o pesadillas. Novela breve, brevísima,
como el tiempo que se demora alguien para tomar
un café en el bar El Trofeo, pero sentirá una opre-
sión. El café como la vida, a veces, es tan fuerte. Una
bomba, en la boca del estómago.
Mario Trecek
Álvaro Eulogio Costa Lozón surgió -en 1953- esta
original entidad en el convencimiento de que cual-
quier manifestación de la cultura es trabajo y se
puede cumplir solidariamente. En sus fundadores
se unían la voluntad siempre altruista de uno y el
emprendimiento y la imaginación del otro, una
conjunción perfecta a la hora de tirar para adelan-
te.
Tras la concesión temporaria que otorgó el Estado,
se utilizó el escenario para la realización de activi-
dades nocturnas vinculadas a la música tradicional
y al varieté, siempre al aire libre y con ambiente
familiar. Se trabajaba martes, jueves, sábado y
domingo en dos secciones, es más, en la tarde
dominical se habilitaban tres secciones para el
público infantil. El servicio estaba a cargo de la
“Confitería Variedades” que estableció una “con-
sumición mínima y obligatoria por persona y por
Sección”. Los sucesos de 1955 sepultaron esas
bienhechoras intenciones.
Por los años sesenta
Fuimos ocasionales testigos, por los años sesenta,
de los aludidos concursos, los espectáculos musi-
cales y hasta algunos bailes de carnaval, siempre
con el sector preferente de mesas y sillas tijera de
madera, y el resto del gentío aposentado tras una
baranda o valla metálica de contención, a la luz de
unas lamparillas multicolores pintadas a mano.
Solo Canto y final
El último gran intento por hacer música en este
escenario, tuvo un próspero y recordable empren-
dimiento de iniciativa personal con apoyo oficial.
Se llamó Solo Canto, gestionado por el señor
Víctor Hugo Semprino, la propuesta que surgió lle-
gado el 2000 y durante más de una década encen-
dió el sueño triunfal de músicos y cantores de Río
Cuarto y la región. Después, la escena se mudó al
centro, al Teatro y a la televisión.
Posterior a ese cierre artístico, en los tres últimos
años, el lugar alojó la guarda y custodia de herra-
mientas, a través de una cooperativa de emplea-
dos y voluntarios, para el mantenimiento del
paseo.
Colofón del adiós…
Seguramente algunos vecinos recordarán cuando
en una campaña política, el mismísimo Ramón
“Palito” Ortega entonó un par de sus temas sobre
el viejo escenario, como negándose la energía a
abandonar el mito de un pretérito luminoso entre
pentagramas y acordes; pero, sin dudas, con las
nuevas circunstancias, la magia, el hechizo y las
remembranzas de la antaña confitería habían vola-
do demasiado alto… hacia el olvido.
reseña
8. El Corredor Mediterráneo / Página 8
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La Columna
de orilla a orilla
¿Cómo
conocer?
Por Jorge rodríguez Hidalgo
Salgo de la clase magistral que acaba de impartir un doctor en
filosofía. Las preguntas que una mujer joven le ha ido formu-
lando durante más de una hora han permitido al profesor cin-
cuentón exponer de forma clara por dónde van los tiros del
pensamiento en el nuevo milenio. (Y digo milenio y no siglo,
aunque no nos movamos del mismo segmento temporal, para
enfatizar lo que muchos de los mejores filósofos actuales seña-
lan como el cambio de paradigma de la disciplina filosófica.)
Parece llegado el momento de transitar nuevas vías especula-
tivas acerca de la realidad humana, pero teniendo en cuenta,
precisamente, la huella diaria del quehacer de los hombres, su
intrahistoria. Sin abandonar las grandes tradiciones, pero otor-
gándoles un papel distinto al que venían representando hasta
la actualidad, los pensadores nacidos en la segunda mitad del
siglo XX proponen ver desprejuiciadamente y desde puntos de
vista diferentes a los determinados por la filosofía clásica,
especialmente la metafísica, siempre dependiente de las ver-
dades absolutas.
El Palacio Savassona o Casa Parellada alberga al Ateneu, que,
junto con el Gran Teatro del Liceo, constituye la gran institu-
ción cultural de las Ramblas de Barcelona. Pese al gentío que a
última hora de la tarde transita el barrio, no puedo evitar
seguir oyendo las palabras del filósofo Joan-Carles Mèlich y los
aplausos de agradecimiento y satisfacción que el numeroso
público congregado en la sala de actos del emblemático edifi-
cio le acaba de tributar. Inmediatamente pienso en el poeta de
Villa Dolores Antonio Tello, quien conoce muy bien el escenario
y la ciudad de los que hablo. Amigos desde los tiempos iniciales
de su exilio en España, el gran escritor cordobés me obsequió
durante décadas con su cercanía y enseñanzas. En los años
previos a su regreso a Argentina, disfrutábamos de forma
regular de unos encuentros vespertinos que bautizamos con el
singular nombre de “Larioladas”, derivado de la ginebra espa-
ñola “Larios” que combinábamos con la refrescante “Cola-
Cola”. Si hubiéramos tomado el equivalente argentino, la
“Llave”, nuestras conversaciones se hubieran llamado
“Llavioladas”.
Pues bien, en muchos de nuestros gratísimos diálogos, Tello
reiteraba su convencimiento de que una obra literaria (una
novela, un poema, un cuento...) es una obra completa que con-
tiene cuanto hay que saber, como si se tratase de una obra filo-
sófica. Eso es precisamente lo que afirman el barcelonés
Mèlich, el italiano Nuccio Ordine y otros filósofos europeos.
Concretamente, el orador que acabo de escuchar es uno de los
defensores de la llamada “Filosofía literaria”, cuya formulación
es discontinua y fragmentaria precisamente porque atiende a
una multitud indeterminada de puntos de vista. La filosofía
literaria, cuyo antecedente más conocido se encuentra en la
obra del lituano Emmanuel Lévinas, abjura del enclaustramien-
to de los sistemas filosóficos. Lévinas, como nos lo acaba de
recordar Mèlich, quien hace suyo el argumento, considera que
“toda filosofía, en el fondo, no es más que una meditación
sobre Shakespeare”. Es decir, al conocimiento se accede, no
necesariamente desde la posición formal del pensador, sino
que es posible dilucidar las cuestiones más trascendentes a
partir de un fragmento literario. Tello me lo recordaba desde
que empezamos a frecuentarnos: una novela, o un poema, es
una obra completa, “lo tiene todo”.
Las primeras palabras de Mèlich han constituido una petición
de principio: “mi filosofía va en contra de los sistemas y de las
verdades absolutas, por lo tanto va en contra de la metafísica,
es antimetafísica”. A continuación, siguiendo algunas de sus
obras más recientes, ha asegurado que “hemos sido coloniza-
dos por una visión del mundo a la manera metafísica, es decir,
en la forma de una ‘duplicidad’. La metafísica es un sistema -y
una forma de vida- que defiende la existencia de una realidad
transhistórica, que supuestamente es más real que la realidad
sensible. En otras palabras, un sistema metafísico cree en la
existencia de un ‘ser’ o una ‘realidad’ inmutable, universal y
eterna que da Sentido -en mayúsculas- a la vida humana, y que,
por lo tanto, la orienta y dirige. Esta última es una idea funda-
mental: toda metafísica tiene -con más o menos grado o inten-
sidad- un contenido moral”. Esto es lo que convierte a la meta-
física en un peligro para la vida, pues “conduce al totalitaris-
mo” porque no admite oposición. Por ende, la crítica a la meta-
física “no es solamente una crítica teórica, o mejor dicho, no es
básicamente una crítica teórica, sino existencial”.
Sé dónde estoy. Las Ramblas del mundo se orientan en mi
cabeza siguiendo aquí y allá las señales que en ellas han dejado
Mèlich, Tello, Lévinas u Ordine, pero también este y aquel tran-
seúntes, y sus yerros y sus acuerdos tácitos y su vida en cons-
tante cambio.
humorsolini
Por Heraldo Mussolini
SUPLEMENTO CULTURAL DEL CENTRO
DECLARADO DE INTERéS CULTURAL POR EL
CONCEJO DELIBERANTE DE RíO CUARTO