1. Barroco, Disciplinarismo, y
Realismo pedagógico
Los ideales educativos del Humanismo entraron en crisis a medida que
avan-zaba el siglo XVI.
La crisis de la cultura y de la pedagogía de inspiración humanística se inició con
las reformas religiosas. Los conflictos de-rivados del nacimiento y la expansión del
luteranismo, y más tarde del calvinismo y el anglicanismo, supusieron un durísimo
golpe para el optimismo renacentista.
El ambiente de incertidumbre creado por los conflictos religiosos, la creciente
presión espiritual, social y política, el estancamiento económico y el reforzamiento
de las barreras estamentales, dieron origen en la segunda mitad del siglo XVI a
una nueva sensibilidad, que ha dado en denominarse 'barroca'.
Durante la segunda mitad del siglo XVI y en particular en la centuria siguiente,
la enseñanza y la educación estuvieron marcadas por dos grandes corrientes
pedagó-gicas: el 'disciplinarismo' y el 'realismo' pedagógico. El primero tendía a
concebir una parte sustancial de la educación como una 'disciplina‘
Bajo la denominación de 'realismo' pedagógico se suele agrupar a los
nume-rosos pedagogos y educadores que, durante los siglos XVI Y XVTI,
criticaron el carácter 'formal' de la educación humanística y buscaron alternativas
más cercanas al mundo real en el que vivían los alumnos.
2. Concepto y fines de la
educación
.
El Humanismo había puesto de relieve la importancia de la formación
humana a través de la cultura. Sin por ello negar el valor de ésta, las reformas
religiosas pusieron el acento en la formación religiosa, e insistieron en mayor
medida en que ésta última constituía el fin principal de la educación, al cual
debían orientarse el resto de sus componentes.
Ahora bien, la preponderancia de la formación religiosa sobre la humana no
implica que ésta última sea despreciada o tenga escaso valor
Erudición', 'virtud' y 'religión' conformarían en un solo bloque los tres pilares
de la educación que había asentado la cultura humanista y que ahora tanto los
protestantes como los católicos pretendían realizar en sus distintas visiones
educativas
Esta huella del Humanismo renacentista es también patente a la hora de
deter-minar los elementos que integran la formación intelectual
3. Un aspecto de la formación humana que pasó a primer plano en la
segunda mitad del siglo XVI y en particular durante el siglo XVII fue la
educación de los: sentimientos, ya que se la veía como una cuestión capital,
en la medida en que está: estrechamente vinculada con la educación de la
voluntad.
Por eso, el primer paso en la educa-ción moral es establecer una
especie de profilaxis emotiva que impida a las pasiones dañinas cobrar
fuerza. La insistencia en este punto es una constante de la pedagogía que
analizamos.
Estrechamente vinculada a la formación moral se hallaba el cultivo de la
sensi-bilidad 'estética'. En este ámbito, el objetivo fundamental debía ser
dotar a los alumnos de un 'gusto' depurado.
4. Los contenidos de la
educación
Durante la segunda mitad del siglo XVI y las primeras décadas del siglo
XVII tuvo lugar en toda Europa una profunda reestructuración del currículo en
las diversas instituciones docentes. En la Europa luterana la iniciativa fue de
pedagogos como Melanchton o Sturm, y de las autoridades eclesiásticas,
municipales y estatales. En los países católicos, al esfuerzo de ayuntamientos,
diócesis y parroquias, se sumaron numerosas órdenes religiosas: jesuitas,
escolapios, etc.
Dicha transformación se tradujo, en primer lugar, en el abandono del
estudio del latín, aunque en algunos países -Francia e Italia, por ejemplo-, se
siguió enseñando los rudimentos de la lectura por medio de oraciones
escritas en dicha lengua. Por otra parte, a diferencia de lo que sucedía
durante la Edad Media, la lectura no fue la única disciplina de la enseñanza
básica: a ella se sumaron la escritura, pero concebida como caligrafía, y el
cálculo, en este caso orientado hacia el comercio.
Junto a las tres disciplinas citadas, que tenían un carácter instructivo,
formaban parte de la enseñanza elemental otras dos -la doctrina cristiana y la
urbanidad-vinculadas a su vertiente formativa.
5. Al igual que durante la Edad Media y en la época del Humanismo, la ense-ñanza media
siguió dominada por el estudio de las lenguas clásicas.
En la segunda etapa de la enseñanza literaria, la disciplina reina era sin embargo la
Retórica, sin duda por su utilidad práctica y su capacidad para formar la inteligen-cia.
Las nuevas disciplinas de carácter 'científico' -incluso las más florecientes, como las
Matemáticas, la Física y la Astronomía- nunca llegaron a formar parte del corazón de
la enseñanza secundaria.
En cuanto a las disciplinas y profesiones propias de la enseñanza superior, se
mantuvo la estructura típica de universidad medieval: tres Facultades mayores -
Teología, Derecho y Medicina- junto a la Facultad de Artes.