1. La Verbum Domini dedica los núm. 86 y 87 a la
“Lectura orante de la Sagrada
Escritura y «lectio divina»”
2. La Dei Verbum y
la tradición patrística,
que siempre ha recomendado acercarse a la Escritura
con una actitud orante
(en diálogo con Dios)
“…Recuerden (los fieles) que a la lectura de la Sagrada Escritura
debe acompañar la oración
para que se realice el diálogo de Dios con el hombre,
pues «a Dios hablamos cuando oramos, a Dios escuchamos
cuando leemos sus palabras»…”.
DV25
3. “En cierto sentido la lectura orante, personal y
comunitaria, se ha de vivir siempre en
relación a la celebración eucarística...”.
VD.86
4. VD 87 presenta los Cuatro momentos fundamentales
de la lectio divina:
la lectio (lectura),
la meditatio (meditación),
la oratio (oración)
y la contemplatio (contemplación),
a los que añade un paso ulterior y conclusivo,
es decir, la acción o aplicación práctica.
6. Sin embargo, se prefiere hablar de lectura
orante o creyente, de lectura rezada o meditada.
La lectio divina no es, como algunos creen,
una simple reflexión o comentario en torno a la
Palabra,
un decir algo sobre el texto que hemos escogido para la
lectura.
7. Lo que se desea es
obtener una mayor familiaridad
con la Palabra,
un diálogo vivo con Dios,
un profundo conocimiento de Cristo y su
evangelio… en definitiva quieren profundizar, crecer y
comprometerse en la fe a
nivel personal y comunitario.
Esquema