Al-Ándalus pasó por varias etapas clave durante casi ocho siglos bajo dominio musulmán en la Península Ibérica. Inicialmente fue un emirato dependiente de Damasco, luego se convirtió en un emirato independiente tras la caída del Califato Omeya. Más tarde, se estableció el esplendoroso Califato de Córdoba. Tras su disolución en 1031, surgió un periodo de división en múltiples reinos taifas. Finalmente, solo sobrevivió el reino
1. Mini Tema ilustrado 3. Al-Ándalus y sus principales etapas
A. Introducción:
Al- Ándalus es aquella parte de la península
que, durante casi ocho siglos de la Edad
Media, permaneció bajo dominio musulmán,
independientemente de la cantidad de
territorio.
Las etapas se corresponden con su
evolución política, a partir de la invasión
musulmana de 711-714, se concretaron los
siguientes periodos; la época de esplendor
corresponde a siglos VIII-X (emirato
dependiente, emirato independiente y
califato de Córdoba), y la época de
disgregación que corresponde a los siglos
XI-XV (reinos de taifas, etapa almorávide
y almohade, y reino nazarí de Granada).
B. Etapas de la historia de Al- Andalus:
1. El emirato dependiente (714-756):
La conquista del reino visigodo fue muy rápida a partir del 711 (derrota de Guadalete). Las causas
de la conquista son; la lógica continuación de la expansión musulmana tras someter el norte de
África, los nuevos musulmanes norteafricanos (los bereberes) insuflados de sentimiento religioso,
serán una tremenda fuerza de choque, y otros factores que lo explican son la debilidad política de
sus reyes y las luchas por el poder entre los nobles. Muerto
Vitiza en 710, los nobles eligen a don Rodrigo, duque de la
Bética, como rey pero los hijos de Vitiza se oponen y solicitan
ayuda a los nuevos amos del Magreb, que llegan como
ayudantes pero se quedan como señores. Además, la escasa
cohesión social, unido a la política de pactos de capitulación
(respetan religión y parte de los bienes) generó que el
sometimiento fuera rápido. Los musulmanes pasan a Francia
y llegan hasta el Loira.
En pocos años, Al- Andalus se convierte en una mera provincia
del Califato de Damasco, con un emir al mando. Son años de
mucha inestabilidad política y de campañas militares frenadas por los cristianos (Covadonga, 722)
y Francia (derrota de Poitiers, 732).
2. 2. Emirato independiente (756-929):
Nace por la caída de los Omeyas en Damasco. Abderramán I (único Omeya con vida) escapa y se
refugia en la Península, y funda el emirato (independencia política de los abbasidas) pero reconoce
la autoridad religiosa de Bagdad. Con Abderramán II (mitad siglo IX) cierto esplendor pero
siempre hubo problemas internos, revueltas sociales y poderes locales que cuestionaban la
autoridad del emir cordobés. La zona de Castilla- La Mancha (Marca Media) protagonizó
importantes revueltas separatistas. A inicios del siglo X, el emirato estaba en aguda crisis, a punto
de desaparecer, cuando aparece la figura de Abderramán III.
3. Califato de Córdoba (929-1031):
Fue la época de máximo esplendor político, económico y cultural, Abderramán III consolidó su
poder en el interior, ante los cristianos e incluso en el norte de África. En 929, se proclamó Califa
(momento de mayor esplendor), máxima
autoridad también en lo religioso. Con Al-
Hakam II, Córdoba alcanza su supremacía
política y cultural, pero el califa Hisham II se
desinteresa por el gobierno y lo deja a su visir
Almanzor, quien establece un férrea
dictadura militar basada en el prestigio y la
fuerza de mantener incesantes campañas,
victoriosas pero con enormes gastos. Tras su
muerte en 1008, las tensiones internas y las
fuerzas centrífugas vuelven a imperar en Al-
Andalus hasta que en 1031 se decide la disolución formal del Califato.
4. Reino de taifas (1031-1090):
Los separatismos regionales triunfan y se abre un periodo de división en Al- Andalus con múltiples
reinos dominados por reyezuelos que pelean entre sí y quedan en inferioridad ante los reinos
cristianos del norte, a quienes deben pagar las parias en concepto de protección y respeto. El reino
taifa de Toledo (1031-1085) será uno de los mayores y más importantes, soportando la vecindad
directa con Castilla. Al- Mamun y Al Qadir la convirtieron en centro cultural. Toledo pelea contra
las demás taifas (Zaragoza, Badajoz, Sevilla) pero pronto tuvieron que pagar parias a Castilla, bien
para recibir su ayuda contra otros, bien para evitar sus ataques.
Ante el acoso de sus vecinos, Al Qadir cede su reino a Alfonso a cambio de recibir el de Valencia.
Alfonso conquista Toledo en 1085 (respetando a sus habitantes, sus bienes y su religión). Esto
provocará la llegada de los almorávides al año siguiente, que vencen a Alfonso en Consuegra y
Sagrajas pero no recuperan Toledo.
3. 5. Unificación almorávide (1090-1145):
Los almorávides son llamados por las taifas a la caída de Toledo, pero no van a respetar la
independencia andalusí (los añaden a su imperio). Eran fanáticos religiosos que pronto se volvieron
impopulares, surgen los almohades en el sur de Marruecos y se rebelan contra ellos, surgen las
segundas taifas (de corta duración) hacia 1145.
6. Unificación almohade (1172-1230):
Unifican las taifas bajo su dominio, y
amenazan al mundo cristiano de nuevo
(victoria de Alarcos, 1195) pero su
acción conjunta culmina con la derrota
almohade en la batalla de las Navas de
Tolosa (1212) que provocó la creación
de unas terceras taifas. Estas
resultaron fáciles de conquistar por
los cristianos, de modo que a partir de
1265 sólo queda el reino nazarí de
Granada.
7. Reino nazarí de Granada (1232- 1492):
Nace aliado a Castilla, con el primer rey de la dinastía. Por su fortaleza en ocasiones y por los
problemas y debilidades castellanas en otras, va a aguantar su independencia hasta 1492 cuando
los Reyes Católicos deciden acabar con ella, fue una guerra de diez años.
C. Economía, sociedad y cultura en Al- Andalus:
La llegada de los musulmanes trastoca el esquema
social. La población indígena pronto se dividió en
muladíes (cristianos conversos por intereses),
mozárabes (cristianos en suelo musulmán) y una
minoría judía (viven en juderías). Los conquistadores
se dividían en árabes (grandes latifundios, altos
cargos), bereberes (representaban el grueso del
contingente) y los esclavos (son muy abundantes,
existe un gran mercado que los trae capturados de
África o de Europa).
A diferencia del mundo cristiano donde había una
profunda decadencia urbana, en el mundo islámico
ocurrió lo contrario. Aunque el campo y la agricultura
4. fueron importantes, la ciudad fue en todo el mundo islámico un centro socioeconómico de primer
orden. Algunas ciudades superaban los 100.000 habitantes como Córdoba, o Sevilla que superaba
los 85.000 habitantes. Se recuperaron las actividades propias
de las mismas y en un grado muy superior al de Europa.
Por último, cabe destacar la Mezquita de Córdoba, la Giralda
de Sevilla y la Alhambra de Granada, en nuestra región destaca
la mezquita de Bab el Mardum en Toledo, del siglo X.