Este poema rinde homenaje a las mujeres palestinas que viven bajo la ocupación o en el exilio. Describe a las mujeres palestinas gritando en silencio con angustia escondida y voces apagadas. Nunca han sido celebradas en el tiempo o la historia, y vagan sin hogar ni sueños, sentadas en la oscuridad a la espera del regreso, lanzando gritos de guerra en sus mentes y pasando el tiempo sin descanso.