El documento aborda la transformación digital en el sector financiero, destacando la necesidad de que las instituciones adopten nuevos modelos de comunicación, una estrategia omnicanal y el uso de big data para mejorar la experiencia del cliente. Se señala que muchos bancos europeos aún no han digitalizado completamente sus procesos, lo que limita su competitividad y potencial de ingresos. Además, enfatiza la importancia de centrarse en el cliente y ofrecer una experiencia consistente a través de todos los puntos de contacto.