2. Riesgo de aislamiento.
Pérdida de la noción del tiempo.
Vía de acceso de información inadecuada
Favorecen la adopción de falsas identidades.
Poca seguridad.
Estafas electrónicas.
3. No publiques información sensible.
Crea una contraseña segura.
Configura bien tus opciones de privacidad.
No pongas tu dirección de email en tu perfil.
No agregues a personas desconocidas.
Mantén el navegador y sistema operativo actualizado .
4. Consumismo y adicción.
Lleva a la incomunicación.
Recepción de mensajes publicitarios no deseados.
Incidencia negativa en otro tipo de actividades.
Tumores cerebrales.
Dolores de cabeza, migrañas, nauseas, mareos.
5. Marcar límites a la “personalización” de tu teléfono.
Delimitar los espacios de uso.
Mantener alejado el celular del cuerpo.
Apágalo cuando no lo necesites.
Procura mandar mensajes, en vez de realizar llamadas.