El Amor De Dios.................................pdf
PURIFICACIÓN
1. Cuarto Misterio de Gozo
a
L Presentación
José y María presentan en el Templo de Jerusalén al Niño Jesús
cuarenta días después del nacimiento; y María cumple con los ritos de la
purificación después del parto, aunque había concebido y dado a luz a su
Hijo virginalmente, sin derramamentinto de sangre ni dolor.
Según la Ley de Moisés, en el libro del Éxodo (cf. Éxd 13:2, 12-13), la 13-18).
Este rey iniquo, queriendo exterminar al legítimo hijo de David
presentación del Niño en el Templo señala a Jesús como el varón anunciado por las profecías, hizo matar a los niños menores de dos
primogénito que pertenece por completo al Señor y que es consagrado años que había en Belén y en sus alrededores. Con este acto se pareció
a Yavhé como sacerdote, para observar con fidelidad y amor los ritos en crueldad al antiguo Faraón, que había ordenado la muerte de todos
sagrados del culto de Israel. los niños israelitas pero que, sin embargo, no pudo evitar el nacimiento
de Moisés, el futuro libertador de Israel.
Al llegar el Hijo de Dios al Templo como Mensajero del Señor, todo
Israel le sale al encuentro en las figuras del anciano Simeón y la profetisa Después de la muerte de Herodes, José y María llevaron al Niño Jesús
Ana, que lo reconocen como el Mesías prometido y tan esperado, «luz de regreso a la tierra de Israel, a la aldea de Nazaret de Galilea, adonde
de las naciones» y «gloria de Israel». vivió hasta la edad de treinta años. El regreso de Egipto (cf. Mt 2, 15) nos
recuerda una vez más la historia del Éxodo (cf. Ose 11:1), y nos presenta
Pero en medio de tanta alegría y gozo, se anticipan indicios de los a Jesús como el Libertador definitivo, el nuevo Moisés.
futuros dolores de la redención. Simeón señala al Niño como «signo
de contradicción» y, en seguida, anuncia a María que una espada de Comienza así a hacerse clara la oposición de las tinieblas a la luz:
dolor atravesará su corazón, haciendo referencia a la oblación, perfecta «Vino a su Casa, y los suyos no lo recibieron» (Jn 1:11). Toda la vida de
y única, de su Hijo en la Cruz, que obrará la salvación que Dios ha Cristo estará bajo el signo de la persecución. Y nosotros, si queremos
preparado «ante todos los pueblos». ser sus discípulos, compartiremos sin duda este signo con Él (cf. Jn 15:20).
Los dolores anunciados no tardan en comenzar. Sus padres, (cf. Catecismo de la Iglesia Católica 529-530; Juan Pablo II, Rosarium
amonestados por un ángel, se apresuran a huir con el Niño a Egipto, Virginis Mariæ, §20)
pues el Salvador del mundo debe ser salvado del rey Herodes (cf. Mt 2,
2. Fruto que pedimos en este misterio:
EL AMOR A LA LEY DE DIOS
Señor, abre mis ojos para que contemple las maravillas de tu ley; Es demasiado poco que restaures a las tribus de Jacob:
enséñame a cumplir tu voluntad, porque Tú eres mi Dios. Entonces tu Yo te destino para ser también luz de las naciones
palabra será una lámpara para mis pasos y una luz en mi camino: mi y que mi salvación llegue hasta los confines de la tierra.
alegría estará en cumplir tus preceptos y no olvidaré tus palabras. (Isaías 49:6)
(Salmos 143:10; 119:1, 4, 15-16, 18) Dios te salve, María…
Padre nuestro…
Entonces Simeón tomó en sus brazos al Niño y alabó a Dios:
Cuando llegó el día fijado por la ley de Moisés para la purificación, «Mis ojos han visto tu salvación:
José y María llevaron al Niño a Jerusalén para presentarlo al Señor. luz para iluminar a todas las naciones y gloria de tu pueblo Israel».
(Lucas 2:22) (Lucas 2:28, 30, 32)
Dios te salve, María… Dios te salve, María…
Conságrame a todos los primogénitos entre los israelitas: ¿Pero quién podrá soportar el Día de su venida
porque hice morir a los de Egitpo para salvar a los tuyos y a todo tu pueblo. y permancer de pie cuando aparezca?
(Éxodo 13:2; 13-14) Porque Él es como el fuego del fundidor y como la lejía de los lavanderos.
Dios te salve, María… (Malaquías 3:2)
Dios te salve, María…
El Espíritu Santo había revelado a Simeón, hombre justo y piadoso,
que no moriría antes de ver al Mesías del Señor, el consuelo de Israel. Este niño será signo de contradicción,
(Lucas 2:25-26) caída y elevación para muchos en Israel;
Dios te salve, María… y a ti, María, una espada te atravesará el corazón.
(Lucas 2:34-35)
Dios te salve, María…
El Señor, a quien buscáis, vendrá enseguida a su Templo:
el Ángel de la alianza, a quien vosotros deseáis.
Él purificará a los sacerdotes, y los depurará como al oro y la plata:
(Malaquías 3:1b)
así presentarán santamente la ofrenda delante del Señor.
Dios te salve, María… (Malaquías 2:3)
Dios te salve, María… Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo…
¡Levántate, resplandece, Jerusalén, porque llega tu luz,
y la gloria del Señor ya brilla sobre ti!
(Isaías 60:1)
Dios te salve, María…