El documento discute cómo las marcas de mercados emergentes aún usan el país de origen como un elemento clave en sus estrategias de branding para llegar a consumidores globales, mientras que las marcas globales ven el país de origen como menos relevante. La percepción del país de origen, ya sea positiva o negativa, puede determinar el éxito de las empresas latinoamericanas al expandirse globalmente. Una identificación fuerte con el país de origen puede mejorar la imagen de una marca para usuarios extranjeros.