La EaD. Perspectivas en el siglo XXI. Caminante no hay camino
1. La EaD en Venezuela. Perspectivas en el siglo XXI
Caminante no hay camino... (II)
Lola Rincón. cefalola@gmail.com
Resumen. Se presenta un análisis de los resultados de una encuesta aplicada a
estudiantes de 5to. Año de Educación Media General (EMG), en la que se
cuestionó su disposición hacia la prosecución de estudios superiores bajo
modalidad a distancia, contrastada con los fundamentos de la Educación a
Distancia (EaD) en el contexto socio-histórico cultural venezolano. De los 153
encuestados ninguno la estimó como opción, argumentando no poseer
información. En contrapartida, el sector universitario está reaccionando
favorablemente a la EaD como vía para garantizar la inclusión de mayor cantidad
de egresados de EMG; Todo ello obliga a reconsiderar el perfil del estudiante en
EaD, definido como un adulto (autónomo y autorregulado). Esa madurez
reconocida como condición para el éxito en EaD, se debe incentivar desde la
educación media, promoviendo la inserción de las TIC y diseñando estrategias
que apunten al desarrollo del aprendizaje autónomo.
Palabras clave: Educación a Distancia; fundamentos; perfil del estudiante en
EaD.
1 Introducción
Desde una perspectiva absolutamente impregnada con la vivencia de compartir día a día con
estudiantes de los últimos dos (2) años del nivel de educación media general, se pretende
analizar los fundamentos de la Educación a Distancia (EaD), partiendo del carácter histórico,
social y cultural del fenómeno, particularmente en el caso venezolano.
El análisis se construye a partir de una encuesta de una sola pregunta, aplicada a estudiantes
de 5to. Año, con quienes participo activamente durante todo el año escolar, de sus inquietudes y
ansiedades en torno a su potencial ingreso al nivel superior universitario. Esta valiosa
información de primera mano, contrastada con los aportes que diversos teóricos han ofrecido
sobre el tema y con algunos datos obtenidos desde el sector oficial (página de la Oficina de
Planificación del Sector Universitario –OPSU-), permite brindar un análisis fresco, actual y
representativo, aunque ciertamente no exhaustivo, de la perspectiva que tiene la modalidad de la
EaD entre los futuros aspirantes a las instituciones de educación superior en Venezuela.
Sin ánimo de plantear acá conclusiones proféticas, todo apunta a que los fundamentos teóricos
de la EaD estarían en proceso de cambio dinámico, debiendo adaptarse a las peculiaridades de
cada región y cultura; muy particularmente, se considera que el perfil típico del estudiante a
distancia (adulto, independiente, autorregulado) debe revisarse, a la luz de las condiciones
actuales de alta demanda de cupos universitarios por parte de estudiantes jóvenes recién
egresados del nivel de educación media. Lo que evidencia que aún no hay un camino
perfectamente definido; que la EaD en Venezuela sigue siendo un fenómeno en desarrollo que
intenta adaptarse a las exigencias de su población, pero que todavía carece de una estructura
bien delimitada y regulada por los entes oficiales. Por lo tanto, pareciera que todavía no es una
opción a considerar por los egresados de EMG, que bien podrían satisfacer su interés de
proseguir estudios universitarios bajo modalidad a distancia si contaran con información
apropiada y los mecanismos oficiales idóneos para atender la creciente demanda, así como
estrategias que fomenten el desarrollo de competencias orientadas al aprendizaje autónomo.
2. 2 Se hace camino al andar
Como docente en ejercicio en el nivel de educación media general (EMG), he tenido la
oportunidad de analizar conjuntamente con los estudiantes sus posibilidades de ingreso a la
educación superior. En febrero de este año en curso -2013-, los estudiantes de 4to. año de EMG
de la institución donde laboro realizaron la Prueba Nacional de Exploración Vocacional
(PNEV) a través de la página oficial de la Oficina de Planificación del Sector Universitario
(OPSU); de las más de trescientas (300) preguntas orientadas a “contribuir con el proceso de
selección acertada de carrera, sobre la base de la exploración objetiva de los gustos, intereses y
preferencias” (PNEV; información general), sólo una (1) inquiere acerca de sus predilecciones
en cuanto a la modalidad de estudio, siendo las opciones la presencial tradicional o a distancia.
Los estudiantes de EMG carecen de información objetiva que les permita contestar este tipo
de preguntas, pues sólo conocen la modalidad tradicional. Son excepcionales los que han tenido
la oportunidad de realizar algunas actividades didácticas a distancia, entre los que se encuentran
mis estudiantes, quienes desde 4to. Año participan activamente en un EVA apoyado en
herramientas Web 2.0 para el módulo de Metodología de la Investigación, proyecto personal
que administro desde el año 2009 en la institución.
A pesar de esta acertada circunstancia, mis estudiantes de 4to. Año no conocen lo que se les
promete en las instituciones de educación superior como educación a distancia. Incluso, es
notable que ninguno de ellos reparó en la existencia de un enlace en la página de la OPSU
denominado “RENEUD” (Registro Nacional de Educación Universitaria a Distancia). Más aún,
no conocen el Programa de Fomento para la Educación Superior (ProFES), que fue creado bajo
los lineamientos del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación (2007-2013), entre
cuyos propósitos se encuentran el de “Desarrollar estrategias que faciliten el fortalecimiento de
la inclusión de los bachilleres en las IES” y el de “Fomentar y contribuir a desarrollar la
educación a distancia (EaD) en las Instituciones de Educación Superior (IES) venezolanas”.
(ProFES; propósitos)
Con estos antecedentes, pedí a los estudiantes de 5to. Año que me respondieran (vía foro) si
alguno había considerado la posibilidad de proseguir estudios superiores bajo la modalidad a
distancia. Con estupor, recibí como respuesta que ninguno -de los 153- había estimado esa
opción y casi todos argumentaron que no poseen información al respecto. ¿Cómo puede
fortalecerse la inclusión de los bachilleres en la IES a través de la EaD, si los estudiantes no
manejan los fundamentos de la EaD en ese nivel?
La información de campo recolectada posiblemente no es nada nuevo para los estudiosos de
este tema. Los teóricos exponen que entre los fundamentos de la EaD, tal y como ha venido
desarrollándose hasta ahora, los estudiantes típicos son adultos “con una cantidad determinada
de responsabilidades y compromisos sociales” (Holmberg, 1985); Para otros, el participante en
la EaD es “un individuo generalmente maduro con una historia vivencial llena de experiencias,
conocimientos, capacidades, hábitos, actitudes, conductas e interés en participar en su propio
proceso de formación” (García Aretio, 2001). De acuerdo con esto, pareciera entonces que la
EaD no está concebida como una modalidad de elección entre jóvenes egresados de EMG
aspirantes a ingresar al nivel superior. ¿Pero es que acaso no se esperan estas características que
bien describe el autor citado en los egresados de EMG?
Del otro lado de la moneda, resulta interesante aportar a este análisis algunos datos sobre la
demanda de cupos en IES venezolanas. En las estadísticas oficiales disponibles del año 2005, se
evidencia la urgente necesidad de expandir la oferta, sobre todo en las universidades oficiales,
que son las que gozan de mayor preferencia por parte de la población estudiantil recién
egresada del nivel de EMG. En ese año la demanda total ascendió a 351696 cupos, de los cuales
el CNU sólo asignó 63483, lo que representa el 18.05%. (OPSU, 2005)
Consideración especial merece el hecho cierto de que la EaD se ha venido incrementando a
nivel superior, como una opción que apunta en principio a ofrecer algunos cursos o asignaturas
tanto en pregrado como en postgrado o bien, algunas cátedras que se han venido diseñando bajo
el enfoque b-learning (modelo mixto, presencial-a distancia), por iniciativa institucional o del
docente a cargo. Opciones enteramente a distancia como las carreras de pregrado y postgrado
que ofrece la UNA siguen siendo escasas. En este sentido, García y otros (2010), miembros de
la Asociación Venezolana de Educación a Distancia (AVED) señalan la incorporación
3. progresiva de otras IES como la LUZ, la UNICA, el IMPM y los EUS de la UCV. Más adelante
comentan que en la década de los 90 “continúa el auge de incorporación y creación de nuevas
instituciones que establecen los diseños de sus planes de formación con la noción de aplicación
innovadora de herramientas tecnológicas, de manera particular sin directrices oficiales que
regulen la utilización de estas aplicaciones” (p. 176). Para el año 2009, estos autores aportan
que al 2do. Encuentro Nacional de la AVED se incorporaron 36 universidades nacionales, lo
que representa un logro que ilustra que el sector está reaccionando a favor de la inclusión de la
modalidad EaD a sus planes de estudio, en respuesta a las necesidades del país. Como último
dato importante para este análisis, se extrae del Proyecto Nacional de Educación a Distancia
(2009), lo siguiente: “Otro aspecto de gran importancia es la necesidad de creación y
ampliación de ofertas en la modalidad de educación a distancia en nuestro país, que contribuyan
a superar limitaciones de ingreso de bachilleres a la Educación Superior”. (CNU; P. 4)
Ya en otro momento me había planteado que este reconocimiento del sector universitario es
un hecho forzozo, es a lo que nos impulsa la sociedad de la información y el conocimiento -
SIC-, en la que vivimos inmersos y con la que debemos ponernos a la par o de lo contrario
quedaremos al margen del conocimiento y en consecuencia sencillamente quedaremos al final
de la cola del desarrollo; o ¿al final del camino, deberíamos decir?
3 Colofón
Todo lo anteriormente expuesto obliga a una redefinición del perfil del estudiante EaD, que se
armonice con las características del egresado de EMG. Ya no es tan incuestionable que la EaD
se deba fundamentar en un estudiante o participante necesariamente adulto, pues la necesidad
de aumentar la oferta de cupos de los IES está condicionada por la alta demanda de jóvenes
egresados del nivel de EMG. Por lo tanto, el reto es comenzar en este nivel a desarrollar
estrategias que fomenten el aprendizaje autónomo. Ese aprender a aprender al que apunta todo
proceso educativo, fundamento teleológico que establece como finalidad última el desarrollo de
la facultad que tiene la persona de pensar por sí misma, con sentido crítico. Esto es posible en la
medida en que se incorporen las TIC al proceso educativo en EMG, con actividades que
estimulen la participación activa del joven y la responsabilidad en su propio quehacer
educativo; facilitar el uso de herramientas tecnológicas y recursos educativos digitales,
autoinstruccionales y reutilizables; abrir canales de comunicación no directa, para ir rompiendo
esa fuerte dependencia a la presencialidad que ha caracterizado al estudiante de EMG, a través
de la promoción de una “forma mediatizada de conversación didáctica guiada” (Holmberg,
1985); hacer énfasis en el estudio individual autorregulado y autodirigido en función de sus
intereses; en fin, se trata de vincular al estudiante de EMG con la realidad a la que en poco
tiempo tendrá que enfrentarse en la educación superior a distancia, aquella a la que se están
enfilando las IES en todo el mundo. No hay tiempo que perder, se hace camino al andar.
(XXIX) Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
(Antonio Machado, extractos de “Proverbios y Cantares”, 1917)
4. Referencias
Consejo Nacional De Universidades, Núcleo De Vicerrectores (Mayo, 2009). Proyecto
Nacional De Educación Superior a Distancia Propuesta de Normativa Nacional para la
Educación Superior a Distancia. [Documento en línea]. Disponible en:
http://dip.una.edu.ve/mead/administracioninstitucionesead/paginas/unidad%202%20PROPUE
STA%20DE%20NORMATIVA%20EDUCACION%20A%20DISTANCIA%20MAYO%202
.pdf
García Aretio, L. (2001). Fundamento y Componentes de la Educación a Distancia.
Universidad Nacional de Educación a Distancia –UNED-. [Artículo en línea]. Disponible en:
http://ipes.anep.edu.uy/documentos/libre_asis/materiales/fundamento_componentes_EAD.pdf
García, I.; De Ornés, C. y Vargas, M. (2010). La Educación Virtual en las instituciones de
educación superior en Venezuela. Una mirada desde la Asociación Venezolana de Educación
a Distancia. [Artículo en línea]. En el libro digital: La educación superior a distancia:
miradas diversas desde Iberoamérica. Rama, C. y Pardo, J. –editores-. Disponible en:
http://observatoriouniversitario.info/media/libros/Libro_-
_Miradas_Iberoamericanas_sobre_la_educaci%C3%B3n_a_distancia.pdf
Holmberg, B. (1985). Educación a Distancia: situación y perspectivas. Argentina: Kapelusz.
Capítulo I. El concepto de estudio a distancia. Compilación con fines instruccionales. UNA.
[Artículo en línea]. Disponible en:
http://postgrado.una.edu.ve/fundamentos/paginas/holmbergcap1.pdf
Oficina de Planificación del Sector Universitario -OPSU-. (2013). Estadística. Publicaciones
estadísticas. Tasa de Asignación CNU en las Instituciones de Educación Superior 2005.
[Consultada el 12 de febrero de 2013]. Disponible en:
http://www.opsu.gob.ve/extranet/descargas/01-01-01-00-00/01-01-01-01-00/estadisticas-
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Oficina de Planificación del Sector Universitario -OPSU-. (2013). Programa Nacional de
Ingreso a la Educación Universitaria. Prueba Nacional de Exploración Vocacional (PNEV).
Información General. [Consultada el 12 de febrero de 2013]. Disponible en:
http://www.opsu.gob.ve/extranet/pna/pni/
Oficina de Planificación del Sector Universitario -OPSU-. (2013). Programa Fomento a la
Educación Superior -ProFES-. Propósitos. [Consultada el 12 de febrero de 2013]. Disponible
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Oficina de Planificación del Sector Universitario –OPSU-. (2013). Registro Nacional de
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