la mision de la iglesia

1. Lección 1

2. “Y creó Dios al hombre a
su imagen,
a imagen de Dios lo creó;
varón y hembra los creó”
Génesis 1:27

3. «Y creó Dios al hombre a su imagen, a
imagen de Dios lo creó; varón y hembra
los creó» (Génesis 1:27)
El hombre no fue creado igual a Dios, sino «a
su imagen». Esto implica que, en todo aspecto,
el hombre reflejaba a su Creador.
IMAGEN
Espiritual
Intelectual
Física
Deuteronomio
6:5
Corazón
Alma
Fuerza
1ª de
Tesalonicenses
5:23
Espíritu
Alma
Cuerpo
Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo (tres
personas en una). El hombre fue creado
‘Ish (varón) e ‘Ishsah (varona), pero fueron
uno solo: Adán (Génesis 5:2; 2:23-24).

4. «Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que
era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la
sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su
marido, el cual comió así como ella» (Génesis 3:6)
La desobediencia registrada en Génesis 3 tuvo consecuencias
inmediatas. ¿Cuáles fueron estas?
V. 7. Vieron su
desnudez y
quisieron
arreglar su
problema sin
consultar con
Dios.
V. 8-10. Se
escondieron
porque
tuvieron miedo
de encontrase
con su Creador.
V. 12-13.
Echaron la
culpa a otro (e
indirectamente
a Dios mismo).
V. 16. La mujer
daría a luz con
dolor; hubo
cambios en la
relación de
pareja.
V. 17-19. La
naturaleza
misma cambió;
el hombre
trabajaría con
esfuerzo y
dolor y, al fin,
moriría.

5. «Y pondré enemistad entre ti y
la mujer, y entre tu simiente y
la simiente suya; ésta te herirá
en la cabeza, y tú le herirás en
el calcañar» (Génesis 3:15)
«Por lo cual debía ser en todo semejante
a sus hermanos, para venir a ser
misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo
que a Dios se refiere, para expiar los
pecados del pueblo» (Hebreos 2:17)
El pecado puso enemistad entre Dios y el hombre.
Pero Dios desvió esa enemistad hacia Satanás y
abrió una vía de salvación para el hombre: la
expiación.
Jesús, en la cruz, expió (pago por) el pecado de
cada ser humano. Éste fue el plan ideado por Dios
para restaurar lo que el pecado había destruido.
Jesús recibió el castigo que merecen nuestros
pecados. Los requisitos de la Ley fueron satisfechos
y, a través de la confesión y el arrepentimiento, el
pecado del hombre es perdonado.
«Si confesamos nuestros pecados, él es fiel
y justo para perdonar nuestros pecados, y
limpiarnos de toda maldad» (1ª de Juan 1:9)

6. «Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación»
(Colosenses 1:15)
«Cristo es la expresa imagen del Padre, pues el carácter, los atributos y la
perfección de ambos son los mismos. […] Adán y Eva fueron originalmente
creados a esa imagen, y el propósito del plan de salvación es restaurarla en la
humanidad» (Comentario Bíblico Adventista).
«Por tanto, nosotros
todos, mirando a cara
descubierta como en un
espejo la gloria del
Señor, somos
transformados de gloria
en gloria en la misma
imagen, como por el
Espíritu del Señor»
(2ª de Corintios 3:18)
Para restaurar la imagen de Dios, Cristo tiene que
ser «formado» en nosotros (Gálatas 4:19). Aunque
esta restauración solo será completa en la Segunda
Venida, ahora podemos ser transformados poco a
poco a su imagen.

7. «Cristo siempre tenía presente el resultado
de su misión. Su vida terrenal, tan
recargada de penas y sacrificios, era
alegrada por el pensamiento de que su
trabajo no sería inútil. Dando su vida por la
vida de los hombres, iba a restaurar en la
humanidad la imagen de Dios. Iba a
levantarnos del polvo, a reformar nuestro
carácter conforme al suyo, y embellecerlo
con su gloria»
E.G.W. (El colportor evangélico, pg. 222)

8. «elegidos según la presciencia de Dios Padre en
santificación del Espíritu, para obedecer y ser
rociados con la sangre de Jesucristo» (1ª de Pedro 1:2)
¿Qué responsabilidad nos crea
este gran privilegio que Dios nos
concede?
Al igual que los amigos del
paralítico que fue descendido del
techo (Marcos 2:1-12), la iglesia es
llamada a participar con Cristo en
llevar a las personas a una
restauración física, mental y
espiritual de la imagen de Dios
en ellos.
Por su conocimiento anticipado, Dios nos ha elegido
para ser perdonados y restaurados. De esta forma,
recibimos de Jesús «vida en abundancia» (Juan 10:10).

9. «En el plan de restaurar en el hombre la imagen
divina, se hizo provisión para que el Espíritu
Santo actuara sobre las mentes humanas y que,
como presencia de Cristo, fuera el instrumento
modelador del carácter del hombre. Al recibir la
verdad los hombres reciben también la gracia de
Cristo, y dedican sus capacidades humanas
santificadas a la obra a la que él se entregó; así los
hombres se convierten en colaboradores de Dios.
La divina verdad se pone al alcance de la
comprensión de los hombres a fin de que lleguen a
ser instrumentos de Dios. Pero quisiera preguntar
a los miembros de la iglesia: ¿Han cumplido
ustedes este propósito? ¿Han ejecutado el designio
de Dios referente a la difusión de la luz de la
verdad divina en la diseminación de las preciosas
joyas de la verdad?»
E.G.W. (Cada día con Dios, 12 de febrero)

10. comunidad
EL PAPEL DE LA IGLESIA EN LA
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las 13 lecciones que
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