CONGRESO TERESIANO CHILE - P. Luis Andrés Matta OCD: Santa Teresa, Jesús humanización del Padre humaniza la historia.

1. SANTA TERESA: JESUS HUMANIZACION DEL PADRE, HUMANIZA LA
HISTORIA.
Cuando hablamos de humanización, podemos evocar conceptos filosóficos
y teológicos, pero recurriremos de la experiencia de Teresa de Jesús. Ella nos
puede ayudar a comprender, como la humanizacion del Padre se inicia en la
humanidad de Cristo.
Esta humanización se inicia en la encarnación, Cristo verbo eterno del Padre
toma nuestra condición humana. “El cual, siendo de condición divina, no
reivindico su derecho a ser tratado igual a Dios, sino que se despojo de sí
mismo tomando la condición de esclavo. Asumiendo semejanza humana y
apareciendo en su porte como hombre” (Flp 2,6-7). El apóstol, nos da a
entender la grandeza de este Dios, que se hace uno nuestro. Se despoja, de sí
mismo, es decir, de su caracteristica esencial de ser Dios, asume esta esencia
humana con toda igualdad a la nuestra,sin diferencia, ni distinción.
Así Cristo inicia la aventura de ser hombre , para mostrarnos el camino hacia el
Padre. Este exódo del Hombre hacia Dios, toma aspectos muy interesantes, que
nos revela la misma experiencia Teresiana. No podemos olvidar lo histórico de
nuestra existencia. Historia acogida por Dios para nuestra salvación, Lucas nos da
señales de ese historia asumida por Dios en el momento de la encarnación del
Verbo, “El angél fue enviado a un pueblo de Galilea, llamado nazareth, a una
virgen deposada con un hombre llamado José” (Lc 1,26-27). Son datos
concretos, incluso en momento del nacimiento en Belén tambien nos habla de
elloa, como el edicto de Cesar Augusto, cuando Cirino era gobernador de Siria,
Judea ciudad de David, Belén (Cf Lc 2,1-3).
Esta información es relevante para descubrir a este Dios que entra en la historia,
para iniciar la gran revolución humana, que este Hombre creado por su imagen y
semejanza llegue a la plenitud de su existencia, por medio de Cristojesús, hombre
verdadero, imagen de Dios invisible y primogénito de todo criatura. (Cf Col 1,15).
La constitución GS, lo señala muy bien. “Cristo nuestro Señor, el nuevo Adán, en
la revelación misma del misterio del Padre y de su amor, pone de manifiesto
plenamente al hombre ante el propio hombre y le descubre la sublimidad de su
vocación” (GS 22).
Al pensar en esta humanización del Padre en Cristo, nos pueden venir muchas
preguntas, sobre todo en nuestro contexto socio-cultural-eclesial. En donde la
humanización sea vuelto muchas veces deshumanización, o degradación de la
condición humana. Sobre todo estos días en que se habla de la despenalización
del aborto, en cuyo interrogante esta desde cuando se es persona, o ser humano.
O la ideología de género en donde nos propone una erronea imagen del mismo
hombre, abordandolo desde una creación cultural, compuesta por el propio
hombre a lo largo del la historia.
Pero mi intención no es debatir, o desarrollar una antropologia, sino ayudarme de
Teresa de Jesús en este camino de humanización del hombre, por medio de
Cristo, rostro visible del Padre. Tengamos en cuenta que ella misma, es respuesta

2. para los interrogantes de su época, desde su ser mujer “ruin”. Es una mujer muy
consciente de lo que sucede a su alrededor, es decir, ella sabe muy bien lo que
acontece a nivel social, eclesial y mundial. Quiere hacer “eso poquito”, en ayuda
de la Iglesia.
Miremos a Teresa, es consciente de los estragos que hacen los luteranos em
francia, de la crisis de la vida religosa, el descubrimiento de américa, sobre todo
de su condición de ser mujer. Para entender las respuesta que dará, es crucial
miran su conversión , y la reelectura de su vida y experiencia, desde este punto de
inflexión en su propia historia.
Ella es consciente de su estado “Deseaba vivir, que bien entendía no vivía sino
que peleaba con una sombra de muerte, y no había quién me diese vida, y no la
podía yo tomar; y quién me la podía dar tenía razón de no socorrerme,pues tantas
veces me había tornado a Sí y yo dejádole” (V8,12). Esta era su verdad, sumida
en la oscuridad del sin sentido, vida que no era la que aspiraba, cansada y abatida
en “mil negocios”, su “alma cansada”, “no la dejaban las ruines costumbres
que tenía” (Cf V 9,1). Estas frase son de un realismo único. Será el encuentro con
Cristo que dará cause al la nueva historia, ella lo relata en vida capítulo 9,
“quedando turbada al verle llagado”, “fue tanto lo que sintió”, “que el
corazón se me partía”, “arrojandome cabe él”, “suplicandole me
fortaleciese”. Teresa al contemplar la obra salvifica hecha por Jesús en la Cruz,
queda enajenada, su mente queda detenida frente a esa verdad, se enceguece,
que su corazón o su interior lo descubre divido, es decir, toma conciencia, hay una
profundización de su propia verdad, frente a la verdad de Cristo, su acto de fe puro
la lleva a suplicar, a gritar, como el ciego del evangelio, “Hijo de David, ten piedad
de mi”( Cf Lc 18,39). Su cambio será sustancial, hay una nueva de mirada, no
centrada en sí misma , sino en lo ancontecido en el otro. Es un golpe de gracia,
infundido por el mismo Dios, Teresa, en el abismo de su miseria, clama a Dios. Es
decir, deja de mirarse y mira a Dios desde su humanidad. “Sólo pedía me diese
gracia para que no le ofendiese y me perdonase mis grandes pecados” (v9,9).
El fruto se deja ver pronto “Pareceme que ganó grandes fuerzas mi alma de la
Divina majestad y haber lástima de tantas lagrimas. Comenzóme a crecer la
afición de estar más tiempo con El” (V9,9). Su nueva vida la describe así: “es..otra
vida. La que hasta aquí era mía; la que he vivido desde que comence a declarar
estas cosas de oración, es que vivía Dios en mí, a lo que me parecía” (V23,1). Es
una vida cristocentrica, anclada en el encuentro con Cristo, animada por el Espíritu
Santo “ En todo me parecía hablaba en El (confesor) el Espíritu Santo para curar
mi alma, según se imprimia en ella” (v 23,18). Teresa vive una transformación
psico-afectiva. “Comencé a ser mundanza en muchas cosas” (v24,1) “lo llevaba
por modo de amar a Dios”, “cuanto a lo exterior, veíase la mudanza, por que el
Señor comenzaba a dar animo para pasar por algunas cosas que decían personas
que me conocían, pareciéndoles extremos” (v 24,2). “Comnecé a tomar de nuevo
amor a la sacratisima humanidad. Comenzóme a asentar la oración como edificio
que ya llevaba cimiento” (v24,2). “Todo lo hacía, poque parecíame que me lo
mandase el Señor, y dábale gracia para que me lo mandase de manera que yo lo
obedeciese” (Ib). Lo que cierra esta etapa de crecimiento es su primera
experiencia mistica: “Habiendo estado un día en oración y suplicando al Señor me
ayudase a contentarle en todo…vinome un arrebatamiento tan súbito que casi me

3. sacó de mí, cosa que yo no puede dudar, por que fue muy conocido. Fue la
pirmera vez que me hizo esta merced” (v24,5). “Desde aquel día yo quedé tan
animosa para dejarlo todo por Dios como quien había querido en aquel momento”
(Ib). El inicio de la gran empresa teresiana, y la claridad vida, le vienen del aquel
encuentro con Cristo, experiencia que dirigira su rumbo. Ella tenía 45 años de
edad. “Estando un día del gloriso San Pedro en oración, vi cabe mí o sentí, por
mejor decir, que con los ojos del cuerpo ni del alma no vi nada, mas parecíame
estas junto cabe mi Cristo y veía ser El el que me hablaba a mi
parecer….Parecíame andar siempre a mi lado Jesucristo, y como no era visión
imaginaría, no veía en qué forma; más estar siempre al lado derecho, sentíalo muy
claro, y que era testigo de todo lo que yo hacia” (v27,3). Cristo entra en la historia
de Teresa, y su deseo de hacer su voluntad. Su coloquio será muy familiar, muy
cuestionado por sus confesores.
Por ultimo será su visión del infierno, que aclarara quién es ella, quién es Dios.
“entendí que que queria el Señor que viese el lugar que los demonios allá me
tenian aparejado, y yo merecido por mis pecados” (v32,2). Es consciente de la
bondad de Dios. Ese entender, quiere decir comprender por gracia de Dios, aquel
el lugar, como un estado de muerte, lo mas curioso es la expresión “mas aquí el
alma misma es la que se despedaza”, es la experiencia del fracaso, de la
autodestruccón, del sin sentido de la vida humana, es decir, como el pecado
deshumaniza. Termina agradeciendo la bonda de Dios y su infinita misericordia:
“mas bien entendí ser gran merced y que quiso el Señor yo viese con por vista de
ojos de dónde me había librado su misericordia” (v32,3).
Esta experiencia teresiana, nos abre a la dimensión humanizadora de Dios, quien
ha querido traernos la salvación por medio de Cristo. Dios desea la salvación del
hombre desde el propio hombre, asumir nuestra condición humana como una
nueva historia de salvación, inserta en su obra redentora. Es lo que Teresa nos va
revelando en cada pagina de su vida. Como al encontrarse con Cristo, ella es
capaz de mirar y de mirarse, hasta encontrarse consigo, por medio de la presencia
salvifica de Jesús.
La experiencia cristologica ha tranformado a Teresa de Ahumada, a Teresa Jesús.
Esta vivencia de Cristo, basada en el amor transformante, la llevara a preguntrase:
“Pensaba qué podria hacer por Dios” (v 32,9). Nace su deseo apostólico, como
respuesta la amor de Dios. Este deseo la conducirá, a su propia vocación, en favor
de la Iglesia y de las almas. La inicia viviendo su estado o consagración religiosa,
con mas profundidad y convicción: “pensé que lo primero era seguir el llamamiento
que su majestad me había hecho a religión, guardando mi regla con la mayor
perfección que pudiese”. Esta respuesta es la genesis del gran proyecto
teresiano. Antes deberá vivir la experiencia de Dios en su propia vida. Reformar
costumbres, para luego aportar a la Iglesia en crisis, desde su vivencia.
Pero la respuesta no se hace esperar, estando en la encarnación nos dice:
“Habiendo un día comulgado, mándome mucho su majestad lo procurase con
todas mis fuerzas, haciéndome grandes promesas de que no se dejaría de hacer
monasterio, y que se serviría mucho de él” (v 32,11). Así nace el nuevo
monasterio de de desclazas. San José de Avila 1562, inicio de las andaduras
teresianas.

4. El deseo de Teresa ayudará a la reforma de la Iglesia vivida en aquel tiempo,
ademas sus monasterio serán una irradiación de luz para su propia sociedad. La
santa pondrá los cimientos fundamentales para la vida carmelitana, sobre todo
tendrá claro su propia misión. Ella deseaba apartarse de todo y llevar su profesión
y llamado a perfección. (Cf v36,5). Otro acontecimiento que marcará su decisión
es el avance de los luteranos. “Dióme gran fatiga, y como si yo pudiera algo o
fuera algo, lloraba con el Señor y le suplicaba remediase tanto mal”. (c 1,2). La
santa vive el quiebre de la iglesia producido por la doctrina luterana, dando una
respuesta concreta a lo sucedido, y no quedarse lamentando: “determiné a hacer
eso poquito que era en mí, que es seguir los consejos evangelicos con toda la
perfección que yo pudiese, y procurar que estas poquitas que están aquí hiciesen
lo mismo” (ib). Que será orar por los defensores de la Iglesia y predicadores y
letrados. E invita a sus hijas a lo mismo: “¡ Oh hermanas mías en Cristo!
Ayudadame a suplicar esto al Señor, que para eso os juntó aquí; éste es vuestro
llamamiento; éstos han de ser vuestros deseos” (c1,5). Que repuesta mas
acertada en tiempos de crisis. Crisis que es el quiebre de la cristiandad, la
relajación de la vida religiosa. Por eso nos dice: “No,…no es tiempo de tratar con
Dios negocios de poca importancia.” (Ib). Como hacerlo “los ojos puesto en
vuestro esposo” (c1,1).
La respuesta teresiana, nos lleva a descurbrir a Cristo en la vida eclesial, y social,
para ir humanizando, aquello que el pecado a desorganizado o desordenado, la
mirada cristologica de la historia, - donde todo fue creado, por el y para el, todo se
mantiene en el (Cf Col 1,16).-.ayuda a responder concretamente: “para lo que el
Señor nos juntó en esta casa y por lo que yo mucho deseo, seamos algo para que
contentemos a Su majestad” (c 3,1).
Su Tarea será fortalecer la Iglesia y salvar almas: “Para que entendáis, que lo que
hemos de pedir a Dios es que en este castillo que hay ya buenos cristianos no se
nos vaya ya ninguno con los contrarios, y a los capitanes de este castillo o ciudad
los haga muy aventajados en el camino del Señor, que son los predicadores y
teólogos; y pues los más que estén en las religiones, que vayan muy adelante en
su perfección y llamamiento, que es muy necesario” (c3,2). Estos serán los
negocios que moveran a nuestra autora, asuntos, que ayudarán a la Iglesia a, la
orden, al propio hombre en su salvación. Este último apostolado nace de las
noticias que le llegarán de la indias (amrica) por medio de un misionero
franciscano. “acertó a venirme a ver un fraile franciscano, harto siervo de Dios y
con los mis deseos del bien de las almas que yo, y podíalos poner por obra, que le
tuve harta envidia. Este venia de las indias poco había. Comenzomé a contar los
muchos milloner de almas que allí se perdían por falta de doctrina, e hízonos un
sermón y plática animándonos a la penitencia, y fuese. Yo quede tan lastimada de
la perdición de tantas almas, que no cabía en mí. Fuíme a una ermita con hartas
lágrimas: clamaba al Señor, suplicándole diese medio, como yo pudiese algo para
ganar algún alma para su servicio, pues llevaba tantas el demonio, y que puediese
mi oración algo, ya que yo no era para más” (F1,7). El amor lleva a Teresa a
desear tan grandes impetus, salvar almas para Cristo, coopera en la obra
redentora de Dios, desde su medio o condición, expresión realista y madura.

5. Ahora veamos como la santa nos enseña el inicio de la humanización de Dios en
Cristo. Es un proceso de configuración, conducida por el Espíritu. Como sucedio
en la encarnación del verbo de Dios, la conversión de ella.
Elementos teresianos para la humanización del hombre.
Conocimiento propio. Elemento fudamental en el crecimiento cristiano. Significa la
instrospeccón del hombre a las profundides de su ser. Que nace de la pregunta
¿quién soy?. Esta pregunta es avalada incluso por la psicologia en la
configuración de nuestra personalidad, a lo largo del desarrollo humano de la
persona. Muchas veces o la mayoria de ls veces, la respuesta a la cuestión nace
de mis oficio, o profesión, país, familia. Nuestra contestación es errada.
Concluyendo, que nos es dificil articular solución a ella. Pero la santa nos ayudará,
o mejor dicho nos dará algunos tips.
El primer paso es abrirnos a nuestra interioridad, sin temor. Descubriendo mi
constitución biologica, psicologia, cultural y espiritual, es decir, mirar mi existencia
en la totalidad de mi ser. La autora nos descubre una verdad. “Considerar nuestra
alma como un castillo todo de un diamante o muy claro cristal adonde hay muchos
aposentos así como en el cielo hay muchas moradas” (1M1,1). Atender nuestra
realidad bio-psico-espiritual. Que ontologicamente nos constuye como seres
abiertos a la trascendencia, pasando por nuestra corporeidad como instrumento
de realización. Esta finalidad nos revela dos hechos, mi libertad y capacidad de
amar. La claridad es la consciencia que tenemos de nosotros mismo y la de Dios
en nosotros. “No hallo yo cosa con que comparar la gran hermosura de un alma y
la gran capacidad” (ib)
Un camino de plenitud es saber quien soy. Mirada realista sobre mismo, pasando
por mi autoimagen y autoestima, viviendo la interioridad como fundamento del
propio conocimiento.
El segundo aceptar cuanto soy, de cara a lo descubierto. Uno de los grande
pecados es, evitar esta aventura. Pero cuidado, es una camino deshumanizador.
“¿no es pequeña lástima y confusión que por nuestra culpa no entendamos a
nosotros mismos ni sepamos quiénes somos?...Esto es gran bestialidad” (1M1,2).
Este no conocernos nos llevaría a desfigurar, la propioa imgen de Dios en mi, a la
vez nos depersonalizamos, convirtiendonos en automatas, que siguen su propio
instinto, o la programación existente en mi,. La desconexión hace que pierda el
rumbo caiga en el sin sentido de la existencia. Sindrome social actual.
La oración. Es elementos integrador para el propio conocimiento, esta me abre la
transcendentalidad de mis ser. La oración responde a las busqueda planteada por
la pregunta del quien soy. Es un intrumento o traje de buceo para sumergirme en
el interior de mi ser. Teresa dice, que la “puerta es la oración”. Haciendo eco la
enseñanza del mismo Jesús: “Tu en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu
aposento y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, qu está allí, en lo
secreto; y tu Padre; que ve en lo secreto, te recompensará” (Mt 6,6)
Ella misma comenta su experiencia oracional: No es otra cosa oración mental,
sino un tratar de amistad , estando muchas veces tratando a solas con quien

6. sabes que nos ama” (v8,5). Este tratar nos abre a otro distinto, -Cristo- nos coloca
como ser en relación, esta confrontación revela mi realidad o verdad, es decir mi
objetividad a una subjetividad que acoge y valora mi ser. La amistad una relación
donde de descubre un espacio sagrado. Este espacio es para contactarse con las
profundidas de mi existencia, a la vez, intimidad que hace que el hombre
descubra su verdadera imagen. El ejemplo del dialogo de Jesús con la
samaritana, en este espacio intimo dialogico ella logra descubrir quién es Jesús
“ yo soy, el que está hablando contigo”, y quien es ella: “La mujer le dijo: no tengo
marido” (Cf Jn 4,17; 26)
La soledad crea el espacio amistoso, que asegura la presencia del amigo. La
oración amistad es el encuentro donde dos personas se comunican y ser
consciente de quienes protagonizan esta relación. La amistad es trato de
personas, no de negocios, lo que importa es el “quién con quién”.
La oración tiene un carácter personalistico, dos seres en manifestación de una
realidad común.
El amor, “No todos son hábiles para pensar, todos los son para amar” F 5,2. Es
decir Dios a todo hombre y mujer capacito para el ejercicio del amor. El amor
habla de interioridad. El amor genera dinamismo, abriendo al ser humano a un
mundo nuevo, que puede renovar y transformar. Teresa una mujer relación, vive la
experiencia del amor desde sus primeros años. Pero será su encuentro Cristo
quien le ayudará vivir esta experiencia del amor transformante que la llevará a
decir. “Desde a poco tiempo comenzó el Su Majestad como me lo tenía
prometido, a señalar más que era El, creciendo en mi un amor tan grande de Dios
que no sabía quién me le ponía, ni yo le procuraba” (v 29,8). El amor lleva a
encontrarse con prójimo y con Dios, “no está la cosa en pensar mucho, sino en
amar mucho; así lo que más os despertare a amar, eso haced. Quizas no
sabemos que es amar y no me espantaré, por que no esta en el mayor gusto, sino
en la mayor determinación de desear contentar a Dios. Estas son las señales del
amor”(4m1,7). El vivir la relacionalidad del amor “que el Señor no mira tanto la
grandeza de las obras como el amor con que se hacen” (7M 4,15).
El paso mas importante del amor son los prójimos, el encontrarse con Dios con un
mismo, me abre al servicio: “La más cierta señal que, a mi parecer, hay de si
guardamos, estas dos cosas, es guardando bien la del amor del prójimo; por que
si amamos a Dios no se puede saber, aunque hay indicios grandes para entender
que le amamos; mas el amor del prójimo, sí. Y estad ciertas que mientras más en
éste os viereis aprovechadas, más lo estáis en el amor de Dios” (5M3,8)
Para Teresa el amor tiene absoluta prímacia en la oración, la oración es encuentro
de amor y en la verdad. Sólo amándonos las personas no patentizamos
mutuamente la verdad que somos. Sólo el amor, en cuanto aceptación y acogida,
donación y ofrecimiento, abre la puerta a la verdad personal y la trascendencia.
Ella dice que la “Sustancia de la perfecta oración”, no en el pensar o que “está
todo el negocio en el pensamiento”, sino en el amar. Dandonos a entender “No
todas la imaginaciones son hábiles de su natural para esto (meditar, discurrir),
mas todas las almas lo son para amar” (F 5,2).
Es el amor que motivo nuestro camino a Dios. Es este amor el que vence todas
las resistencias que nacen de nuestra condición de pecadores y que bloquean la

7. amistad. “Viendo lo mucho que os ama pasáis por esta pena de estar mucho con
quien es tan diferente a vos” (V 8,5).
El amor que nos tiene. Es lo primero que Jesús, Maestro de oración, enseña:
“Mirad las palabras que dice aquella boca divina, que en la primera entenderéis
luego el amor que os tiene, que no es pequeño bien y regalo del descípulo ver que
su maestro le ama” (C26,11).
Todo tenemos que leerlo en clave de amor, ya que en clave de amor ha sido
escrito. “El amor que nos tuvo” “en todas las cosas se representa” ( V22,14). Ella
da un consejo: “Quiero concluir en esto: que siempre que se piense en Cristo nos
acordemos del amor con que nos hizo tantas mercedes y cuán grande nos le
mostró Dios en darnos tal prenda del nos tiene” (V22,14).
El “amor saca amor”, si nos sabemos amados nos despierta a amar. El saberse
amado desencadena en el hombre los dinamismos más fuerte y renovadores.
“Aunque sea muy a los principios y nosotros muy ruines, procueremos ir mirando
esto siempre (el amor que Cristo nos tiene) y despertándonos para amar; porque
su una vez nos hace el Señor merced de que se nos imprima en el corazón, nos
será todo fácil y obraremos muy en breve y muy sin trabajo” (V6,3).
Así nace el amor desinteresado, gratuito, pura ofrenda de sí misma. Sólo Dios, el
amigo interesa. No habrá exigencias egoístas, contrapartidas a la donación de
amor. “Sin sueldo quiere servir a su Rey” (V15,11). “Para ser verdadero el amor y
que dure la amistad hanse de encontrar las condiciones” (V8,5). Hay que
responder a Dios en los términos que El se dirige a nosotros. “Ya no somos
nuestros, sino suyos” (V 11,13). Lo que significará dejar a Dios toda iniciativa:
“Guíe su majestad por donde quisiere”.
El amor alcanza a toda la persona y se extiende a la vida misma. Por eso toda la
vida, los diversos tiempos, quedan unificados por el amor que los alimenta y de los
que se alimenta. Ella dice: “El verdadero amante en toda parte ama y se acuerda
del amado. ¡Recia cosa sería que sólo en los rincones se pudiese traer oración!” (
F5,16).
En conclusión, la humanización de Dios, es una iniciativa de amor hacia el
hombre, el eterno se hizo temporal, el todopoderoso, frágil. El Padre, se humaniza
por medio de Cristo, esté a al vez de hace mediador entre El Padre y Nosotros.
“CristoJesús fue enviado al mundo como vedadero mediador entre Dios y los
hombres. Por ser Dios habita en El corporalmente toda la plenitud de la divinidad
(Cf. Col 2,9); según la naturaleza humana, nuevo Adán, lleno de gracia y verdad”
(A.G 3). Teresa lo descubrirá en el proceso de su crecimiento espíritual, marcada
por signos concretos de la presencia de Cristo. “De ver a Cristo me quedó
imprimida su grandísima hermosura, y la tengo hoy día, por que para esto bastaba
sola una vez” (v37,4). Esta vivencia cristologica lleva a la santa a decirnos: “Con
buen amigo presente, con tan buen capitán que se puso primero en el
padecer…es ayuda y da esfuerzo; nunca falta; es amigo verdadero” (v23,6) Esta
“humanidad sacratisima de Jesús”, nos lleva a descubrir la gran ayuda que temos
para buscar caminos de humanizacion concretos para el hombre de Hoy.
Los elementos pedagogicos teresianos como el conocimiento propio, la oración y
el amor, son constituyente, en el proceso de divinización de nuestra humanidad.

8. Hoy se traducen a: la busqueda de sentido, la interioridad, el servicio. Como
desarrollar esta transformación en una sociedad que nos dehumaniza, cuya visión
del hombre pasa por un ateismo exacerbado, entregado a su propia voluntad,
negando la existencia transcendente del hombre o engañadoles con promesas
ilusorios del la ralatividad de la vida, busqueda el propio placer, la indiferencia
frente a otro.
Cristo con su encarnación, nos mostró amor del Padre, llamandonos hijos (cf
1Jn1,1) Como dice Pablo, “Pero, al llegar la plenitud de los tiempos Dios,
envió Dios a su hijo, nacido de mujer, nacido bajo el régimen de la ley, para
rescatar a los que se hallaban sometidos a ella y para que recibiéramos la
condición de hijos” (Gal 4,4-5)
Teresa quedando con libertad, hizó aquello poquito que había en ella para ayudar
a este Señor que “lo vuelven a sentenciar”. Respondió humanemente a las
amenzas de su tiempo, crisis de la religiosa, avance de los luteranos, y de los
indios que se perdian sin doctrina.
Hoy nosotros como responderemos a las amenzas que nos cercan como ser
humanos. Como el ateismo, la politica de genero, la crisis de la Iglesia, el avance
de la espirtualidad oriental, el respeto al valor y la dignidad de la vida desde su
concepción, muchas otras más.
La humanización de Dios en nuestra sociedad esta en nuestro compromiso, por
medio del encuentro personal con Cristo. Es la invitación del papa Francisco hoy
“Invito a cada cristiano, en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a
renovar ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al menos a tomar la
decisión de dejarse encontrar por Él, de intentarlo cada día sin descanso”(E.G1).