El documento describe los factores que causan conflictos entre las empresas mineras y los actores sociales, como la desconfianza y la desinformación, y propone estrategias de comunicación para abordar estos problemas. Estas estrategias incluyen realizar diagnósticos socio-comunicacionales, establecer políticas de relación con las comunidades basadas en el respeto, diálogo y transparencia, crear espacios de concertación para definir una visión compartida del desarrollo, y elaborar planes de desarrollo locales concertados.