1. Relación entre genética y comportamiento
Presentado por : Daira Torres
Biología
Corporación universitaria Iberoamericana
2018
2. Comportamiento antisocial
Es un fenómeno complejo con fuertes implicaciones en neurología y
psiquiatría. Para estudiar el desarrollo ontogenético de la conducta antisocial,
debemos verificar la existencia de mecanismos fisiológicos relacionados con
ella y comprender su funcionamiento con modulación ambiental. Revisar el
estado del arte del desarrollo del comportamiento antisocial, y especialmente,
de la interacción entre factores ambientales y genéticos.
3. Neurotransmisores presentes en el comportamiento antisocial:
La serotonina (5-HT) no ha sido el único neurotransmisor implicado en el
comportamiento antisocial, aunque sí el más importante. Concretamente, se ha
demostrado que niveles bajos de 5-HT se asocian a niveles más elevados de
impulsividad y agresividad, e incluso las manipulaciones que reducen los niveles de
5-HT incrementan posteriormente los niveles de impulsividad y agresividad [18].
También se han visto implicados otros neurotransmisores, como la dopamina. Así,
parece que el comportamiento agresivo requiere que las neuronas dopaminérgicas
mesocorticolímbicas permanezcan intactas [19], aunque estas neuronas también
están implicadas en aspectos motivacionales en otros comportamientos. El ácido γ-
aminobutírico (GABA), la noradrenalina, el óxido nítrico o la monoaminooxidasa
(MAO), entre otros, se han relacionado de una forma u otra con aspectos del
comportamiento antisocial
4. Estructura y expresión genética
¿De qué están hechos los genes y cómo se copian para
transmitirse fielmente a los descendientes?
Los genes están hechos de DNA. Cuando el DNA se copia, cada
hebra de una doble hélice de DNA sirve de plantilla para la
síntesis de una hebra complementaria. Mediante el marcaje de
DNA con 15N o 14N, Meselson y Stahl pudieron validar la
hipótesis de que la replicación del DNA es semi-conservadora.
Cada hebra de una molécula parental de DNA sirve de plantilla
para la síntesis de una hebra hija, resultando en dos dobles
hélices de DNA completas.
5. Genes y conducta
De tal palo tal la astilla….hijo de tigre sale pintado, son expresiones que se escuchan con frecuencia. Estas
expresiones hacen mención, posiblemente, a la influencia de la herencia sobre ciertas características o rasgos de los
seres humanos. Pero... ¿hasta qué punto?
El impacto de los genes en el comportamiento constituye siempre un aspecto de discusión en torno al tema de
herencia frente a la crianza (o medio ambiente).
Lo que se trata es identificar cuáles son los factores que hacen que el desarrollo, el pensamiento y el comportamiento
entre las personas sean distintos.
Algunos sostienen que los factores hereditarios determinan de manera decisiva características como la inteligencia, la
personalidad, el temperamento. Los partidarios de la supremacía del medio ambiente (o la crianza) afirman que esas
características dependen principalmente del medio, el cual abarca entre otras cosas, las experiencias cotidianas, la
educación.
Actualmente, ya ningún psicólogo adopta alguna de las dos posiciones de una manera excluyente. “Los psicólogos
contemporáneos reconocen la influencia, tanto de la genérica como del ambiente, en la forma de moldear la conducta
humana.
6. Síndrome de Turner
Es un trastorno cromosómico no heredable, determinado por la
delección total o parcial del cromosoma X en el sexo femenino.
Su incidencia poblacional es de 1:1900 mujeres nacidas vivas, sin
embargo la frecuencia de aparición prenatal es aún mayor a la
expuesta, ya que se estima que un 99% de los embarazos que
portan esta anomalía terminan en abortos espontáneos durante
el primer trimestre (Murphy, Mazzocco, Gerner, & Henry, 2006).
Si bien el fenotipo externo es muy variable, ciertos rasgos físicos
presentan un mayor índice de prevalencia poblacional, tales
como: talla baja (100%), infertilidad (99%), ausencia de la
maduración puberal (96%) y cardiopatía congénita (55%) (Ramos,
2003).
7. ¿Que afectaciones tiene este síndrome?
las mujeres con Síndrome de Turner afectan la capacidad y
calidad de sus relaciones sociales. Si bien en la infancia las
dificultades en el aprendizaje solapan esta disfunción, en la
adolescencia se vuelve más pronunciada teniendo repercusiones
en la edad adulta. Los modelos propuestos para el estudio de la
disfunción social indagan sobre la forma en que actúa el
ambiente sobre el desarrollo psicológico, y de cómo a su vez
éste se ve afectado por factores genéticos que actúan en
interacción.