El aula: un espacio cerrado y su influencia en la educación
1. “El aula: un espacio cerrado”
No es nuevo el saber que dentro del aula es el lugar donde más tiempo pasan y conviven
maestros y alumnos. Todos nosotros sabemos cómo es el aula de todas las escuelas y la
verdad es que no existe gran diferencia entre ninguna, todas tienen 4 paredes formando
un cuadrado, no tienen ventanas o están muy altas y un pizarrón enfrente.
Debemos admitir que no se acercan ni tantito a un lugar armonioso, y al menos así
deberías ser por todo el tiempo que se está dentro. Esto es visto desde un punto de vista
referente a la comodidad, donde nadie me dejara mentir y estarán de acuerdo al decir
que en el aula o hace mucho calor o mucho frio, las bancas son incomodas, lastiman,
cansan, no hay suficiente luz, no cabemos, están maltratadas y la lista puede continuar.
A pesar de eso y basándonos en la lectura de la actividad es cierto que el aula busca hasta
cierto punto un aislamiento que según esto favorezca el proceso enseñanza aprendizaje
del alumno. Pero la realidad es otra, no debemos acostumbrar a los alumnos a algo que
no es real, e incluso ese aislamiento no permite que se vea que ocurre dentro del salón,
cómo saber si en verdad un maestro esta trabajando o no, si lo encerramos. Y en
ocasiones los maestros trabajan, pero también sabemos que en su mayoría de aprovechan
de ese descuido de los demás para no dar clases, no hacer nada.
Me llamo mucho la atención en particular la influencia tan grande que un pequeño
espacio puede tener; decido investigar y descubrí algo que me pareció muy interesante.
En Finlandia, el mejor país en cuanto a calidad educativa se refiere, las aulas son abiertas y
completamente transparentes. Las paredes como de vidrio y todo se puede observar.
Considero que es bueno para conocer la forma de trabajo del maestro pero no se que
tanto afecta la concentración de los alumnos.
En el texto también se menciona mucho acerca del ruido y la connotación tan negativa
que se le da a este dentro de un salón de clases. Ya que muchos consideran bueno o malo
a un maestro de acuerdo a que tan callados puede mantener a los alumnos; yo no estoy
de acuerdo con eso, siempre es importante un orden evidentemente para alcanzar el
objetivo, pero el ruido el desorden no es más que una señal de que tenemos gente sana,
viva, que disfruta, con energía y que está en nuestras manos el saber enfocar todas esas
ganas que los alumnos manifiestan a todas las actividades menos las escolares.
El salón de clases debe ser apreciado por la gran importancia que tiene dentro del
aprendizaje del alumno. Ojala se le prestara mayor atención a las mismas así como al
mobiliario e infraestructura, estoy segura que no sería tan desgastante estar dentro de
ella si estuviera en buenas condiciones.