El documento argumenta que la educación debe transformarse para el siglo XXI. Plantea que los sistemas educativos deben fomentar la creatividad, la innovación y las habilidades blandas en los estudiantes para que puedan operar en un mundo globalizado. También sostiene que la educación del futuro debería centrarse menos en los datos y más en modelos que prioricen la calidad educativa, comprometiendo a todas las partes involucradas.
2. EDUCACIÓN VIRTUAL
Se dice que la educación es el tesoro de una
sociedad. Sin embargo, sólo unos pocos
países en el mundo la consideran una
prioridad.
3. EDUCACIÓN VIRTUAL
¿Cómo transformamos el sistema para que los
jóvenes puedan potenciar la capacidad creativa e
imaginativa, inventar nuevos y mejores futuros,
experimentar sin temor a recibir un castigo por
equivocarse? ¿Cómo hacemos para que se animen
a tener instinto emprendedor, a dejar atrás la
idea de la seguridad para sumergirse en la
movilidad laboral? ¿A qué esperamos para
entender que estamos viviendo en una aldea
global, con cambios globales, que necesita de
mentes abiertas sin fronteras?
4.
5. Cada tanto, aparecen tibias e incipientes
iniciativas de cambio que impulsan la creatividad
del alumno, provocando su capacidad de
innovación, agudizando su don para la
observación o para hablar en público. Que
ayudan a recuperar el contacto necesario con las
artes, incorporando nuevos idiomas a su universo
lingüístico. Sin embargo, todavía son muy pocas.
6. El futuro de la educación no debe centrarse en los
datos sino en la construcción de modelos donde la
prioridad sea educar con lo mejor.
Comprometiendo y concientizando a todas las
partes involucradas.
7. La analogía viene dada porque las tecnologías
son potenciadoras, amplifican la horizontalidad y
la comunicación y al mismo tiempo nuevas
experiencias apuntan al modelo “one-to-one”, no
de masificación sino de individualización de la
educación.