2. Del latín discursus, un discurso es un mensaje que
se pronuncia de manera pública. Se trata de una
acción comunicativa cuya finalidad es exponer o
transmitir algún tipo de información y, por lo
general, convencer a los oyentes.
4. Tiene la función de dar inicio a su
exposición.
Esta dirigido dependiendo del
publico, contexto, finalidad e
intencionalidad.
No todo el publico habrá de responder
igual a la entrada que uno elija.
El intento de atrapar al publico debe
centrarse en el contenido.
El discurso debe ser directo.
5. Intente obtener información sobre el
auditorio que asistirá
Procure llegar temprano para que observe
con cuidado al publico;
Escuche sus comentarios, si puede sentarse
entre el publico, mejor, de tal manera que
aprenda lo que ellos comentan.
Si, escucha comentarios negativos, no se
preocupe, sepa integrarlos graciosamente
a su discurso;
6. No ataque, pues ello evidenciaría que
tiene resentimiento, el cual no debería
existir en tanto que ellos probablemente
no lo conocen, ni lo han escuchado, por
lo tanto, están prejuzgando.
Si fuera lo contrario, si lo conocen y ya lo
han escuchado, tampoco
sufra, aprenda a estar atento a la
retroalimentación indirecta.
7. Conozca el espacio físico en el que
impartirá su discurso. (acústica)
Tener claro el objetivo de los
organizadores, si no es usted mismo. Las
personas que asisten lo pueden hacer
por gusto u obligadas, es su reto, si se
sienten obligadas, hacerlas sentir que
fue una buena decisión asistir.
8. Si es un acto protocolario, identifique
quiénes asistirán y hasta dónde están los
límites para darle libertad en el manejo
de sus recursos.
En cuanto a la intencionalidad: Cuál es
el propósito de su exposición, los
objetivos y, por consecuencia, cómo
conviene utilizar .el lenguaje.
9. Cuestionamientos: Las preguntas, las
interrogantes, son un imán, si están bien
hechas, si se pronuncian con cuidado y
con los tonos adecuados.
Sembrar la duda, atrae a los receptores ya que, amén de que
están armando sus propias respuestas, les motiva escuchar la
respuesta que usted dará.
10. Resumen del contenido: Es la promesa
de lo que les será compartido, pero
tenga cuidado no ofrezca menos ni más
de lo que dará, y en todo caso, si da
más, se lo agradecerán, si da menos,
recibirá crítica.
11. Frase célebre: Si sabe elegir la frase
pertinente para su tema, si la pronuncia
con los tonos precisos para lograr el
impacto, también logrará atraer la
atención.
12. Chiste: El chiste relaja tanto al público
como a usted -claro, si logra el impacto-
pero tiene que ser una broma adecuada y
relacionada con su exposición, de lo
contrario dejará a los receptores
cuestionándose cuál fue la referencia que
existe entre una y otra cosa.
La introducción debe ser breve.
Quizá no todos se conecten con su discurso
inmediatamente, pero si la mayoría le
responde con la mirada, ya logró el inicio
de su objetivo.
13. Elabore previamente un índice
Jerarquice y defina como jugar con él.
Defina el ritmo y las tonalidades. Sepa
combinar en qué momentos utiliza lo
suave, lo fuerte y los descansos.
Evite la reiteración de palabras, frases e
ideas o el exceso de ejemplos o de
chistes. El exceso siempre cansa.
14. Si el tiempo que tiene para dar el discurso está medido, no
desperdicie el manejo de las partes, no se salga de lo previsto,
pues si ahonda en algo corre el riesgo de que se termine el
tiempo estimado para su exposición y que no logre el impacto
deseado, por ello planeé la duración de su discurso, no ajuste su
duración al tiempo exacto que le han dado, procure que sea
menos, pero no tanto que acabe antes de tiempo, pues dará la
impresión de que no tenía nada más que decir o bien, que
tiene prisa por terminar.
Utilice palabras sencillas, si su público es heterogéneo; si hablara
frente a especialistas sobre el tema, entonces utilice el lenguaje
científico o técnico que demanda el contexto.
El contenido debe tener consistencia con los propósitos que
anunció en la introducción, de lo contrario, la inconsistencia
crea incertidumbre en las expectativas que le creó al receptor.
15. Para el cierre se puede valer de los mismos recursos
con los que abre.
Durante el cierre, debe tener la capacidad de
expresar que lo que termina es su discurso, mas no la
posibilidad de discurrir sobre el tema expuesto.
decida cómo habrá de finalizar su exposición:
cuestionamientos, frase celebre, broma, síntesis de lo
expuesto, combinación de las distintas formas. Sea,
como fuere que elija dar la conclusión, busque que
haya impacto y que no acabe, con sus palabras
finales, el proceso de análisis, de reflexión y de crítica
en los receptores.
17. El objetivo es enseñar
(independientemente del contexto que
puede ser académico, científico,
político, religioso, entre otros).
18. Pretende convencer (debe respetarse el
tipo de público y utilizar el lenguaje ad-
hoc al nivel sociocultural de los
presentes, o bien equilibrar si los
receptores son heterogéneos en su
formación).
19. Busca compartir hallazgos, supuestos, teorías,
propuestas sustentadas en argumentación y
evidencias. Deberá considerarse tipo de
receptores y contexto, invariablemente, para
mediar adecuadamente la profundidad de la
información que se comparta.
20. como su nombre lo refiere, buscan
estimular, animar, impulsar el pensamiento
o la acción ( política, deporte, educativo,
organizacional, el contexto puede variar).
No abuse del entusiasmo pues si llega a
exagerar, perderá toda credibilidad en lo
que afirma.
21. Para qué es el discurso.
Qué se espera lograr con el discurso.
Si yo fuera parte del público, cómo me gustaría que me
hablaran.
Si yo fuera parte del público, qué me agradaría escuchar con
relación a este(os) tema(s).
Cuál debería ser el tiempo adecuado para exponer este
tema, sin caer en redundancias.
Debo invitar al diálogo, antes, durante o hasta el final, o no es
conveniente abrir la discusión. (Recuerde que hay personas que
gustan de hablar por hablar, y que con su intervención pueden
gastar el entusiasmo, así que si no procede, o si usted no se
siente cómodo con la temática, evite la discusión innecesaria y
si la abriera, manténgase respetuoso de las ideas de los
otros, evite polemizar. La discusión es motivante, pero sólo si las
partes involucradas tienen la madurez para atender a las
diferencias con tolerancia.)
22. Evite, por sobre todas las cosas, que
exista artificialidad en su presencia
física, su voz o su mensaje.
Huya de quienes se sustentan como
asesores de discurso pero que
reproducen los mismos tonos de
voz, manejo de manos y de
cuerpos, pues lo único que hacen es
acartonar a sus discípulos.
23. Dicción, la forma en que pronuncia las
palabras, si se come partes intermedias, de
inicio o final de las palabras.
Dificultad para controlar el cuerpo (manos,
piernas, pies, cabeza, tronco), hay
personas que piensan que el discurso se
concentra en la cabeza y, por lo tanto,
descuidan el resto de su cuerpo.
Por ningún motivo pase con algo en la
boca, menos chicle, ya que lo pueden
traicionar los nervios y perder el estilo al
masticarlo.
24. Escríbalo con tono para ser hablado, no leído.
El tamaño de la letra deber ser lo suficientemente grande
como para que alcance a leer una, dos o tres líneas con
sólo bajar la mirada unos segundos, por lo tanto, se
recomienda utilizar el tamaño de letra 16, de preferencia;
también depende de su capacidad visual.
No deje párrafos que inicien en una hoja y terminen en
otra, pues ello provoca corte en el mensaje.
Ejercite la vista periférica, es decir, no lea palabra por
palabra, sino líneas completas, de tal suerte que sólo sean
unos segundos los que pierda de vista a sus escuchas.
El error de algunas personas que leen el discurso, es que se
olvidan de mantener abierto el canal que los receptores
nunca cierran: la vista. Por ende, puede leer, pero sus ojos
no deben perder de vista al auditorio.
25. Previamente revise el lugar en el que impartirá el discurso, si
no lo puede hacer, por lo menos pida información. Pregunte
si utilizará o no micrófono. Si lo va a utilizar, busque la
oportunidad para probar su voz y el volumen de ésta. A
veces, las personas que tienen un tono fuerte, deben
aprender a guardar la distancia con el micrófono y
viceversa, quienes hablan muy bajo, deben pegarse un
poco más al aparato.
26. Si su discurso es sobre
tiempo, le conviene
revisar con cuidado la
duración de su
mensaje, y procure que
el tiempo que ocupa
no sea el justo que le
dan, deje un espacio
de por lo menos un
minuto a su favor.
27. Cuide su presencia física, la
ropa, el peinado, los colores, no
deben ser distractores, pues si
así fuera, dejará un impacto
visual sólo de lo físico, lo
recordarán por su presencia, no
por su mensaje. Jamás lleve
lentes de sol sobre la cabeza, o
gorras, o el cabello sobre la
cara, debe evitar todo
elemento que, creado por
usted, pueda convertirse en un
obstáculo para que su discurso
sea realmente escuchado y
compartido.
28. Es normal sufrir de tensión antes de impartir un discurso, que esto
no le impida hacerlo. Si se llega a equivocar, ríase usted
primero, pida disculpas y continúe. La emoción es una parte
fundamental del discurso, conviértala en su aliada, no en su
enemiga.
Si nota alguna cara adusta entre el público, no se haga
responsable del estado anímico de uno, si el resto del público
está con usted, pues si así no lo hiciere, empezará a sufrir y a
preguntarse por qué esa persona está en el estado que usted
infiere.
Deje de pensar en usted, en cómo se ve, en cómo está su ropa,
conéctese con la magia de permitir que sea la palabra la que
ocupe todo el espacio.
Nunca diga que no sabe, que no puede, que no le va a salir
bien. Le recomendamos lo mismo que con la redacción.
Aprender a hablar en público sólo se logra hablando.