Los animales son heterótrofos y no pueden producir su propia comida, por lo que deben obtener alimentos de otros seres vivos. Presentan diversas formas de nutrición dependiendo de su adaptación al medio y los alimentos que consumen, ya sean herbívoros, carnívoros u omnívoros. Los alimentos son ingeridos y transformados a través del sistema digestivo y transportados por el sistema circulatorio a las células, donde se combinan con oxígeno para generar la energía necesaria, y lo que no se utiliza es eliminado.