1. 1 FEBRERO
El coaching deportivo.
Un método efectivo para
aumentar el rendimiento.
Autor: Diego Gutiérrez del Pozo
• Coach de Deportistas y Entrenadores de Élite.
• Coordinador del Curso de Experto Universitario en Coaching Deportivo (Escuela
de Inteligencia – UCJC).
• Profesor de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en la Universidad
Camilo José Cela. (Madrid).
• Preparador Físico del Atlético del Madrid “B” (2ª B).
De dónde procede la palabra coaching
Antes de explicar en qué consiste el coaching vamos a indagar en el origen etimológico de la palabra
“coach”
En el siglo XV, en la antigua Hungría, a
orillas del Danubio, había un pueblo llamado
Kocs. Esta población situada a 70 kilómetros
de Budapest se convirtió en un lugar de paso
entre Viena y Pest. Además, se hizo muy
popular porque allí se construía uno de los
mejores carruajes de caballos del mundo ya
que iba provisto de suspensiones de muelles
que hacía que los pasajeros tuviesen un viaje
más cómodo entre estas dos ciudades. (Hall,
2010).
Los coches con un diseño cómodo y lujoso
superaban a cualquier medio de transporte de
la época y eran utilizados por la aristocracia.
Su lema era “le llevamos a su destino de una
forma más rápida y más cómoda”. Se hablaba
de los “kocsi szekér” (carruaje de Kocs) como
símbolo de la excelencia.
La palabra coach (coche) es de origen húngaro.
De la ciudad de Kocs, se formó la palabra
kocsi. Dicho término kocsi pasó al alemán
como kutsche, al italiano como cocchio y al
castellano como coche. Por tanto, la palabra
coach, deriva de coche, que tenía la función de
transportar personas de un lugar a otro.
Así mismo, el coaching metafóricamente se
utiliza para transportar a personas del lugar
donde se encuentran hasta el lugar donde
quieren estar. El coach es el conductor del carro
y acompaña en el proceso de desplazamiento
del coachee (cliente) quien decide que rumbo
seguir.
Por otro lado, se afirma que coach procede del
verbo inglés to coach que significa entrenar.
Aunque todos relacionemos la palabra
entrenadorconeldeporte,enelsigloXVIIIenlas
universidades inglesas se utilizaba el término
coach para designar a los entrenadores tanto
académicos como deportivos.
El proceso de coaching es un método de
entrenamiento donde el coach (entrenador)
acompaña al coachee (entrenado) en un
proceso sistematizado cuyo objetivo es
conseguir los objetivos propuestos, así como
un desarrollo armónico de la persona.
2. El origen del coaching
Tenemos que dar las gracias a grandes pensadores que han puesto las bases de lo que hoy conocemos
como coaching.
Empezando por el filósofo ateniense Sócrates (470-399 a. de C.) y su mayéutica (literalmente “arte de
alumbrar”) que aprendió de su madre, la comadrona Fenareta. Sócrates en el Teeteto de Platón explica
que, él en vez de provocar el parto de las mujeres como hacía su madre, provocaba el parto de las almas
de los hombres. Como señala Caby, “Sócrates pone en práctica su arte de interrogación. Desconcertando
a su interlocutor, le lleva a tomar conciencia de su ignorancia y despierta en él una fecunda inquietud.
Enfrentándose a sí mismo, el interlocutor aprende a conocerse”. (Caby, 2004:26).
Sócrates en vez de enseñar respondiendo a las preguntas que sus discípulos le proponían, les interrogaba
para que éstos aprendieran. En el coaching, se utiliza constantemente un arte que deriva de la mayéutica.
Otros autores que han contribuido con sus conocimientos en
el coaching moderno han sido:
- Gregory Bateson, Paul Watzilawick y Milton Erickson
que a mediados del siglo XX en la Escuela de Palo Alto
desarrollaron numerosos trabajos que ha influido de forma indiscutible en el coaching.
- Richard Bandler y John Grinder que son los padres de la programación neurolingüística (PNL).
La PNL con sus múltiples herramientas, técnicas y procedimientos acompañan al coaching para
conseguir una mejor comunicación con los demás y con uno mismo, aprendizajes más eficaces y
cambios de comportamientos que conllevan un mayor equilibrio personal.
- Eric Berne que con elAnálisisTransaccional (AT) nos ayuda a comprender y mejorar la comunicación
con los demás.
- Autores modernos como Joseph O´Connor, Thomas J. Leonard, Robert Dilts, Fraçois Caby,
Françoise Kourilsky,Fernando Flores, Rafael Echeverría, John Whitmore han aportado sus ideas y
han ayudado al desarrollo del coaching.
Pero sin lugar a dudas, el origen más cercano de lo que hoy conocemos como coaching se lo debemos
en gran medida a Timothy Gallwey. Gallwey estudió en la prestigiosa Universidad de Harvard obteniendo
brillantes calificaciones. Además, era un jugador sobresaliente de tenis. Cuando disputaba en Michigan
la final del Campeonato Nacional Juvenil, falló un punto de partido en una fácil volea. Después de perder
la final, Timothy se preguntó por qué había fallado ese golpe.
Esa pregunta le rondó la cabeza más de diez años y llevó en los años 70 a desarrollar el “ yoga tenis ” en
California, fundar el Instituto del Juego Interior y escribir un libro: “ El juego interior del tenis ” (“The Inner
Game of Tennis”) que daba respuesta a sus preguntas y exponía una nueva metodología para lograr el
desarrollo y la excelencia personal y profesional en diversos campos.
En el libro, con más de un millón de ejemplares vendidos en todo el mundo, mostraba a las personas
cómo aprender a aprender por sí mismas, técnicas de coaching y crear en las empresas un espíritu de
aprendizaje permanente (Gallwey, 2006).
Se dice que el coach tiene todas las
preguntas y el coachee tiene todas las
respuestas.
Gallwey nos dice que existen dos juegos en el tenis:
• El primero es el juego exterior, en el que se intentan superar los obstáculos
propuestos por el oponente externo para alcanzar una meta externa.
• El segundo es el juego interior, en el que se pretende superar obstáculos
internos puestos por el propio jugador para alcanzar su verdadero
potencial.
El enfoque Gallwey permite al deportista superar las dudas personales, el nerviosismo,
las pérdidas de concentración, y así, liberar en cada uno su enemigo interior. Según
Thimothy, el grado de control que tienes sobre tu juego interior puede determinar el
éxito o el fracaso en el juego exterior.
Además, añade: “ El oponente que habita en la cabeza del propio jugador es más
formidable que el que está al otro lado de la red ”. (Gallwey, en Whitmore, 2003).
Tim Gallwey junto a John Whitmore fundaron la compañía Inner Game (Juego
Interior), y comenzaron a organizar cursos de tenis y vacaciones de esquí para
liberar el enemigo interior de los deportistas. Más tarde se preguntaron si podrían
llevar dichos conocimientos al mundo de la empresa y allí desarrollaron las bases del
coaching empresarial. Por tanto, esta metodología transformadora, destinada en sus
orígenes a los jugadores y entrenadores del mundo deportivo (coachs) se introdujo
en el mundo empresarial y se convirtió en el coaching.
Para aproximarnos a la definición de coaching
deportivo vamos a determinar qué es coaching.
La International Coach Federation (ICF), la
Federación Internacional más numerosa del mundo
en la actualidad dice que: “el coaching consiste
en una relación profesional continuada que ayuda
a obtener resultados extraordinarios en la vida,
profesión, empresa o negocios de las personas.
Mediante este concepto el cliente profundiza en su
conocimiento, aumenta su rendimiento y mejora su
calidad de vida”. (Launer, 2007:11).
Según John Whitmore, “el coaching no es sólo una
técnica para ser aplicada de una manera rígida
en determinadas circunstancias. Es una manera
de dirigir, de tratar a las personas, una manera de
pensar y de ser (…) La persona toma conciencia
de los hechos no a través del coach sino a través
de sí misma, estimulada por aquél. Por supuesto, el
objetivo de mejorar el desempeño es fundamental,
pero de lo que se trata es de averiguar la mejor
manera de conseguirlo”. (Whitmore, 2003:19).
Robert Dilts subraya que “entendemos por coaching
(asesoramiento personalizado) el proceso de ayudar
a personas o equipos de personas a rendir al máximo
de sus capacidades. Ello comporta extraer fuerzas
de esas personas, ayudarles a trascender sus
barreras y limitaciones personales para alcanzar lo
mejor de sí mismas, y facilitarles que puedan actuar
de la forma más eficaz como miembro del equipo”.
(Dilts, 2004:19).
Para O´Connor y Lages, “el coaching trata del
cambio, de cómo hacer cambios. El coach es un
mago del cambio que toma las cartas que tienes y
te ayuda a jugarlas mejor, a cambiar las reglas del
juego, o a encontrar un juego mejor”. (O´Connor y
Lages, 2005:23).
Por otro lado Miedaner señala que, “el coaching
o proceso de entrenamiento personalizado
y confidencial llevado a cabo con un asesor
especializado o coach, cubre el vacío existente entre
lo que eres ahora y lo que deseas ser” (Miedaner,
2002:23).
Qué es el coaching deportivo
3. d) Hacer. Por último, y lo más importante, una vez
que hemos tomado conciencia, queremos cambiar
y sabemos cómo hacerlo hay que ponerse en
marcha y actuar. Muchas veces nos atascamos
en este pequeño paso y todo el trabajo anterior se
difumina y hace que no logremos nuestras metas.
Caby dice que “el coaching es un proceso relacional que, bajo ciertas condiciones específicas, permite
a un sistema evolucionar de un estado inicial A a un estado siguiente B, tal que B se considere más
satisfactorio que A”. (Caby, 2004:38).
Después de definir coaching podemos decir tal y como señalan Gutiérrez y Scheele que el coaching
deportivo es “un proceso de entrenamiento-aprendizaje, que consiste en despertar el talento y los
recursos del deportista, entrenador y directivo para incrementar al máximo su rendimiento deportivo y
personal, y eliminar los obstáculos internos a través del establecimiento de un plan de acción (cambio)
con metas u objetivos”. (Gutiérrez y Scheele, en Conde, 2009).
Decimos que es un proceso de entrenamiento-aprendizaje, ya que el coach (entrenador) entrena al
coachee (entrenado) para que mediante un proceso de cambio:
a) Tome conciencia de sus objetivos o metas a conseguir, es decir, sepa cuáles son sus motivaciones.
b) Quiera conseguir sus metas sabiendo que el proceso va a entrañar alguna dificultad que le va
hacer salir de su zona cómoda hacia nuevos retos.
c) Sepa cómo llevar a cabo su sueño, es decir, aplique una serie de herramientas para conseguir
sus objetivos.
d) Lo realice mediante un plan de acción con metas bien definidas. La diferencia entre un sueño y
una meta es que el sueño no tiene acción y la meta sí.
Cómo se hace coaching deportivo
• Un proceso de coaching deportivo se
realiza de forma privada y confidencial,
en un lugar tranquilo, cómodo y bien
iluminado. El coach y el coachee se sientan
cómodamente alrededor de una mesa,
y, durante aproximadamente una hora
trabajan sobre un objetivo o una meta.
• El coach a través de preguntas y sirviéndose
de multitud de herramientas acompaña al
coachee en su proceso de cambio hacia un
mejor desempeño y la consecución de los
objetivos.
• Dicho proceso puede durar de dos a tres
meses. En este periodo se pueden realizar
entre seis y diez sesiones, pero tampoco hay
una regla fija sobre la duración del proceso
ya que éste depende de la evolución del
coachee.
• En el proceso de coaching, el verdadero
protagonista, el que crece y mejora es
el coachee. Como decía Galileo: “No se
puede enseñar nada a un hombre… sólo se
le puede ayudar a encontrar la respuesta
dentro de sí mismo”. Y esto precisamente
es lo que hace el coach. (Gutiérrez, 2010b)
El coach deportivo deberá guiar al coachee por el siguiente recorrido (Gutiérrez, en Conde, 2010a):
a) Tomar conciencia. En primer lugar se
produce una toma de conciencia. Para empezar
el coachee tiene que aprender, darse cuenta que
hay diferentes formas de llegar al lugar deseado,
abrirle la mente. El deportista llega con la idea de
mejorar su rendimiento, o cambiar hábitos para
llegar a una meta y es necesario en primer lugar
utilizar una serie de herramientas de toma de
conciencia para que descubra la nueva realidad.
b) Querer. En segundo lugar, el coachee tiene
que querer. Es decir, una vez que el deportista
sabe que le sucede, o cual es el camino a seguir,
es necesario tener la voluntad de querer que se
produzca el cambio. Hay veces en que el coste
para el deportista es enorme y no sigue adelante.
c) Saber hacer.Seguidamenteelcoacheetieneque
saber, es decir, utilizar los conocimientos técnicos
necesarios para poder actuar. Es necesario seguir
profundizando y utilizar herramientas que sigan
produciendo cambios profundos y duraderos en el
tiempo.
La función del coach
será acompañar
al coachee en
este proceso,
desarrollando
su potencial, su
seguridad, su
confianza y generando
en él conciencia y
responsabilidad.
4. La conciencia y la responsabilidad. La esencia del buen coaching
John Whitmore, uno de los padres del coaching moderno, dice que la esencia del buen coaching
consiste en desarrollar la conciencia y la responsabilidad. (Whitmore, 2003).Para que nuestros
futbolistas o entrenadores mejoren su desempeño tanto dentro del terreno de juego como fuera de él son
necesarias estas dos cualidades.
La conciencia implica conocer tanto lo que está ocurriendo a mi alrededor como conocer lo que
estoy experimentando o sintiendo en cada momento. Para tener un mayor conocimiento de mi entorno
necesito tener una mayor atención focalizada, es decir, prestar atención únicamente a aquello que puede
ser determinante en el resultado final.
Por ejemplo, puedo hacer un saque de
banda con la intención de crear peligro
al equipo contrario buscando su espalda
o puedo sacar al primer compañero que
vea pasar cerca del balón. Además, para
conocerme mejor a mí mismo necesito
reconocer cuándo y cómo mis emociones
y deseos distorsionan la realidad. Puedes
encararte con el contrario cuando te hacen
una falta porque tus nervios y tu ira te
dominan en ese momento o puedes sacar
rápidamente para buscar sorprender al
equipo contrario y obtener así un beneficio.
El deportista sólo es capaz de controlar
aquello de lo que es consciente. Todo de
lo que no es consciente le controla a él.
Por eso, hay jugadores de fútbol que son
capaces de poner plena conciencia en el juego y acertar en sus decisiones. Esa plena conciencia le
capacita para jugar al fútbol y le hace liberar todo el potencial que tiene dentro.
La responsabilidad también es fundamental para conseguir un alto rendimiento en el futbolista.
Y para que el deportista asuma una responsabilidad tiene que haber primero una elección. El entrenador
tiene dos opciones: una decirle al jugar cómo tiene que defender al contrario en un córner no dándole
ninguna otro alternativa de defensa o decirle cuál es el objetivo (que el atacante no remate) haciéndole
responsable de la situación.
Sea cual sea el resultado final del ejemplo anterior, si yo le digo a mi jugador cómo tiene que defender
sin dejarle elegir y el contrario me mete gol, mi jugador me echará la culpa a mí porque él me ha hecho
caso y aún así no hemos conseguido el resultado esperado. Sin embargo, si yo le digo que el contrario no
tiene que rematar, y me meten gol, mi jugador se va a sentir responsable y por amor propio querrá tener
éxito en la siguiente acción.
Los ejemplos anteriores son dos formas de proceder diferentes.
• En la primera de ellas no das ninguna opción y el jugador repite lo que le dices.
• En la segunda, el jugador elige cómo llevar a cabo el objetivo propuesto por su entrenador
sintiéndose responsable de él.
Cuando se crea conciencia y responsabilidad a través de la práctica sistemática en los entrenamientos y
partidos se mejora sustancialmente el estado de ánimo óptimo para la práctica deportiva.
A veces los entrenadores comentan que sus jugadores parecen ser apáticos, que no tienen sangre, que
se les ve desmotivados. Una de las mejores recetas para aumentar el estado de ánimo de los jugadores
es darles responsabilidad y hacerles más conscientes.
Para qué hacer coaching deportivo
Cuando me preguntan para qué sirve el coaching yo contesto siempre de la misma forma: sirve para
hacer felices a las personas.
Sé que el coaching no es el único camino para conseguir la felicidad, pero sí es uno de los posibles
caminos. También soy consciente que una persona puede llegar a ser feliz sin haber realizado un proceso
de coaching. Pero acudir a un coach deportivo te va a ayudar a tomar el rumbo correcto, en un tiempo
menor que si lo hicieras por tus propios medios.
El coaching deportivo puede ayudar a futbolistas o al entrenador de fútbol a:
- Aumentar la autoestima, la confianza y la
seguridad en uno mismo. El mayor problema en
la vida no es fracasar. Lo peor que nos puede
pasar es vivir con la duda de qué habría pasado
si se hubiese intentado. Cuando el deportista
se quiere así mismo y está seguro de lo que
hace, sus conductas se convierten en efectivas
y sus metas en alcanzables. El deportista en
estas condiciones se encuentra motivado y
con energía para afrontar cualquier reto.
- Eliminar las dudas y miedos que conducen al
entrenador o al futbolista a tomar conductas
poco efectivas. Hace unas semanas escuché
decir a Rafael Nadal que en ocasiones, en
la competición sentía miedo. Es normal que
suceda. Pero lo importante es saber qué hacer
con ese miedo. Puedes dejarlo delante y que
te bloquee; puedes dejarlo detrás y que te
empuje; o puedes llevarlo a tu lado para que
te acompañe y te haga más fuerte. Creo que
Nadal acompaña a su miedo y le vence cada
vez que aparece.
- Mejorar la comunicación
con los demás. La mayoría
de los problemas que nos
surgen en el día a día en los
entrenamientos y partidos son
problemas de comunicación: no
entender el mensaje que se quería
transmitir, reaccionar de manera
inapropiada a algo que te dicen,
transmitir algo y no ser comprendido…
Gracias a las herramientas que se utilizan
en coaching se puede ayudar a tomar
conciencia de estas situaciones y cómo
resolverlas.
- Establecer un plan estratégico que te ayude
a conseguir tus metas deportivas. El coaching
allana el camino al deportista ya que planifica
las acciones, los lugares, los tiempos para
obtener tus objetivos.
- Desarrollar el talento del deportista. Mediante
un proceso de crecimiento de los retos y las
habilidades del deportista conseguiremos que
su talento crezca cada vez más.
- Crear un equipo y desarrollar su compromiso.
El Barcelona de Guardiola es un claro ejemplo.
No sólo han conseguido crear un equipo que
juegue bien y obtenga títulos. Han sido
capaces de generar un gran compromiso
en toda la plantilla y el cuerpo técnico.
Esto hace que consigan sus metas,
disfruten trabajando y sean admirados
por todo el mundo.
- Tener mayor conciencia de la vida
y ser responsable de tus actos.
Cuando sabes esto ya no existen
excusas, ya no eres una víctima,
vives la vida plenamente y
disfrutas de cada momento. Tienes
mayor poder pero también mayor
responsabilidad con lo que haces.
- Conectar con el “yo interior”, con su
esencia, con sus valores e identidad.
Cuando un entrenador o futbolista
sabe quién es y dónde va, las
piezas comienzan a encajar y todo
comienza a fluir.
5. Por qué hacer coaching deportivo
Andrés Iniesta, brillante jugador y excelente persona, que nos hizo gritar este verano el gol más
emocionante de nuestras vidas… por ahora, señala en una entrevista que su manera de jugar es un
reflejo de su vida. “Al final de todo, cuando en la vida te va bien, todo se refleja y se traslada al terreno
de juego” (Llorens, 2011).
El coaching deportivo es un método donde el coach
(entrenador) acompaña al coachee (entrenado) en un
proceso sistematizado cuyo objetivo es el desarrollo
armónico tanto personal como profesional del deportista,
entrenador, directivo y su entorno.
El deportista alcanza la armonía y el bienestar en su vida
cuando su cuerpo, su mente, su espíritu, sus relaciones y su
economía crecen de forma exponencial y al unísono. Conozco
a futbolistas de élite que carecen de una o más de estas áreas
y afirman no ser felices.
Pero el coaching no es una pócima milagrosa que
funciona si te la tomas. Además de cambiar tu
manera de pensar, de sentir, tienes que cambiar
sobre todo tu manera de actuar. El gran Albert
Einstein decía que la mayor locura es querer
conseguir resultados diferentes realizando las mismas
acciones. Y añadía: “Si buscas resultados distintos,
no hagas siempre lo mismo”.
A esto mismo es a lo que se nos anima con el
coaching deportivo: a la transformación de la persona
para armonizar o poner en sintonía lo que piensa, lo
que siente y lo que hace, y así, alcanzar todo aquello que
siempre ha querido ser, hacer u obtener en su vida.
Para ello, el deportista tiene que vencer a dos rivales:
- El rival exterior, personificado en el equipo
contrario, el resultado, el defensa, la afición
rival…
- El rival interior, que en ocasiones no somos conscientes de él, aquel que convive dentro de nosotros
y boicotea nuestros posibles logros.
La labor de un coach o un entrenador consiste en liberar el potencial del deportista para maximizar su
rendimiento. Se hace coaching deportivo no para deslumbrar sino para humildemente ayudar a aprender
a los demás. (Cantera, 2003).
Bibliografía
• Caby, F. (2004). El Coaching. Editorial de Vecchi: Barcelona.
• Cantera, J. (2003). Coaching. Mitos y realidades. Pearson Educación:
Madrid.
• Dilts, R. (2004). Coaching. Herramientas para el cambio. Urano: Barcelona.
• Gallwey, T. (2006). El Juego Interior del Tenis. Editorial Sirio: Barcelona.
• Gutiérrez, D y Scheele, S. (2009). “Anatomía del Coaching Deportivo.”
En Conde, M. (Ed.). Fútbol. Camino al éxito III. (pp. 150-192).Editorial
Supérate: Pontevedra.
• Gutiérrez, D. (2010a). “Beneficios del Coaching Deportivo para los
entrenadores de fútbol”. En Conde, M. (Ed.). Fútbol. Camino al éxito IV.
(pp.37-60). Editorial Supérate: Pontevedra.
• Gutiérrez, D. (2010b). “El coaching deportivo. Cómo conseguir la
excelencia deportiva”. E-coach. Revista electrónica del técnico de tenis
(Real Federación Española de Tenis), nº 9, pp.25-29.
• Hall, K. (2010). El poder de las palabras. Ediciones Urano: Barcelona.
• Launer, V. (2007). Coaching. Un camino hacia nuestros éxitos. Ediciones
Pirámide: Madrid.
• Llorens, M. (2011). Habla un fenómeno. Diario AS, lunes, 24 de enero.
• Miedaner, T. (2002). Coaching para el éxito. Urano: Barcelona.
• O´Connor, J. y Lages, A. (2005). Coaching con PNL. Urano: Barcelona.
• Whitmore, J. (2003). Coaching. Ediciones Paídos Ibérica: Barcelona.