Este documento propone líneas de trabajo para avanzar hacia un nuevo modelo de sanidad participativo y democrático basado en el concepto de Salud 2.0. Promueve una mayor participación ciudadana en el cuidado de la salud y la mejora del sistema sanitario a través del uso de las tecnologías. También aboga por facilitar la colaboración entre profesionales mediante redes y el intercambio de conocimientos, así como por hacer accesibles las soluciones tecnológicas para todos. El objetivo final es establecer una sanidad más
1. Salud 2.0
Líneas para una
Sanidad Participativa
32 años desde Alma-Ata
Autores: #salud20Andalucia, @cuidadorasnet, @pacoxxi, @alorza, @randrom, @luisluque, @marianoh, @lineros55,
@emilenko, @moilafille, @andonicarrion, @carlosnunezo, #comisiongestora, @Juany_Olvera, @goroji, @rafacano,
@manyez, @cuidando_es_sfs, @bbelizon, @Perielvampi, @EnferEvidente, @JuanOdM, @flupianez, @carlosgurpegui,
@CarlosMatabuena, @Ebevidencia, @spanamed, @drajomeini, @jbasago, @alesmismo, @ntonio_Reina, @fradiex,
@natho47, @enfermera2pto0, @gallegodieguez, @clarabermudez, @bacigalupe, #healthglobal, @bainab, @DCCU,
De la comunidad que se reunió por primera vez en septiembre 2010 con las
primeras dos conferencias sobre Salud 2.0 en Sevilla y Granada, y que se ha
vuelto a reunir en el reciente encuentro Salud 2.0 en Abla (Almería) a finales
de 2010, surge la iniciativa #salud20Andalucia.
Pero #salud20andalucia se ha convertido en mucho más que en una
etiqueta de una aplicación de éxito (Twitter®), #salud20andalucia es el
germen visionario de un grupo abierto, colaborativo y entusiasta, donde cada
uno aporta su visión como ciudadano y profesional y donde las aportaciones
no están limitadas a Andalucía sino que se abren a la comunidad global, con
participaciones tanto nacionales como internacionales.
Del ideario colectivo surge este manifiesto.
Los integrantes de este grupo estamos convencidos de que es necesario
avanzar hacia un nuevo modelo sociosanitario más sostenible,
participativo y democrático, en el que las relaciones entre la ciudadanía, los
profesionales y las organizaciones sean necesaria y oportunamente
rediseñadas para lograr una sanidad más accesible y cercana.
Pensamos que el concepto Salud 2.0 debe entenderse como un cambio en la
cultura organizacional sustentado en una concepción horizontal y
colaborativa, frente a la vision tradicional piramidal y jerarquizada.
Las instituciones sanitarias pueden y deben aprovechar el potencial de
cambio de este nuevo modelo de salud 2.0 para lo que podrán contar con los
profesionales que ya han dado pasos en este sentido.
Sobre estas ideas se redactan estas líneas de trabajo que se convierten así en
nuestra propuesta para empezar la renovación de la sanidad siguiendo el
modelo que surge de la Web 2.0.
2. Para la Ciudadanía:
Los ciudadanos según el principio de Autonomía del paciente, recogido en la
Ley de Autonomía del Paciente, son co- responsables de su salud, por lo
que su participación activa es imprescindible tanto en el cuidado de su salud
como en la mejora de los sistemas sociosanitarios.
Se debe respetar y fomentar la auto-organización ciudadana en
comunidades en red. No hay mejor empoderamiento que el que surge de
manera espontánea y autónoma.
Las conversaciones de la ciudadanía en torno a su salud y al sistema
sanitario no deben ser entendidas como amenazas por gestores o
profesionales, sino como una gran oportunidad para mejorar el propio
sistema.
La ciudadania participativa no espera a que se le pregunte para opinar y
valorar la calidad de los servicios. Las opiniones originadas en la red son un
sistema ágil y de gran valor para la mejora continua de los sistemas
sociosanitarios. Las organizaciones no pueden limitarse a sus sistemas de
evaluación tradicionales.
Las tecnologías ofrecen posibilidades y soluciones. Todas ellas han de estar
al servicio de las necesidades ciudadanas, independientemente de las
agendas institucionales. Si no es así, podrían convertirse en un obstáculo en
la mejora del sistema sociosanitario.
Las soluciones tecnológicas han de ser simples, manejables y
accesibles. Antes de implantar una aplicación hay que valorar si cumple
estas premisas. La formación de la ciudadanía constituye un requisito
imprescindible para su éxito.
Las iniciativas institucionales con soporte tecnológico, cuando no se ha
tenido en cuenta a la ciudadanía, suelen fallar al trasladarse a la práctica
real, por lo que deberán ser planteadas desde su punto de vista, lo que
permitirá que se adapten a sus necesidades y expectativas.
Antes de consolidar soluciones generales hay que construir experiencias
locales. El método experimental no sólo es el más adecuado para el
conocimiento científico, también lo es para el diseño de servicios. La
experiencia del Living Lab de Abla debe servir de modelo.
Los ciudadanos excluidos y desconectados de la sociedad actual en las
soluciones basadas en la Web 2.0 deben ser integrados, ya que son los que
más necesitan los servicios sanitarios.
El primer paso hacia la transparencia es la claridad. Los servicios y la
información deben ser fáciles de encontrar, de usar y de entender.
3. Para los Profesionales:
Establecer mecanismos que faciliten la colaboración y el intercambio de
conocimientos mediante el uso de redes profesionales, dado que son éstos
tienen información y conocimiento suficientes para mejorar los servicios que
prestan.
La auto-organización los profesionales sociosanitarios, junto con la
ciudadanía, debe ser un pilar fundamental del cambio. La comunidad local
ha de convertirse en espacio social de innovación que lidere el cambio.
El debate de los profesionales en torno al sistema sanitario no debe ser
entendido como una amenaza por los gestores o responsables políticos, sino
como una gran oportunidad para mejorar el propio sistema.
Internet es una vía para mejorar la relación entre los ciudadanos y los
profesionales. Colaborar en la red, orientar los servicios a la ciudadanía y
compartir experiencias, potencia el crecimiento común.
El impulso del uso de Internet y las nuevas tecnologías es imprescindible
para la mejora oganizativa del sistema sociosanitario.
Las soluciones tecnológicas deben ser accesibles para todos. Las
organizaciones deberán proveer y facilitar su acceso
independientemente del lugar de trabajo y titulación.
La seguridad no puede ser excusa para el acceso a Internet. Debe ser un
derecho de los profesionales ejercido desde la responsabilidad, sin
censuras ni limitaciones.
El uso de la tecnología debe respetar el derecho a la intimidad, al honor y
a la propia imagen. Todos los usuarios, ciudadanos y profesionales, deberán
velar por dichos derechos, según los términos establecidos por la legislación
vigente.
La formación sobre nuevas tecnologías es un derecho y una obligación
de todos los profesionales. Dicha formación debe incentivarse
adecuadamente pues fomenta la transferencia del conocimiento y el
desarrollo de nuevas competencias.
Se deben potenciar estrategias de trabajo en red mediante iniciativas
concretas ligadas a la práctica profesional y tecnologías colaborativas
que favorezcan la relación bidireccional con los pacientes.
Este documento es una redacción colaborativa a partir de “Decálogo para una sanidad ciudadanocéntrica”, en Alberto Ortiz
de Zárate: “Sistemas sanitarios más cercanos”, capítulo del libro “Salud 2.0: el ePaciente y las redes sociales”, Fundación
Vodafone España, 2011.
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