La pandemia de COVID-19 tuvo un fuerte impacto psicológico en las personas. El distanciamiento social provocó inhibición emocional y desconexión de los vínculos sociales, generando ansiedad, depresión y regresiones a estados arcaicos. Además, el miedo al contagio produjo fobias y alteraciones cognitivas. A largo plazo, el estrés crónico causó agotamiento y síntomas depresivos debido a cambios en los neurotransmisores y en el hipocampo. La pandemia afect
1. PANDEMIA POR COVID19
Aproximación a un análisis psicopatológico de la situación de pandemia…
Autor: Dr. y Mgter Rubén M. Pereyra
drrubenmpereyra@gmail.com
La realidad de lo ocurrido durante la
pandemia por COVID 19 es muy
heterogénea y compleja para abarcarla
en su totalidad. Esta es una pretensión,
que denota la imposibilidad misma de
poner certeza en donde es imposible la
misma…
Al inicio y tras los primeros pasos de
respuestas desesperadas de las
organizaciones de salud de todo el
mundo, se instala una suerte de
distanciamiento o desvinculación
forzada y vinculación restringida entre
convivientes. Sin dudas esto trajo
aparejado una inhibición y
desarticulación de la descarga psíquica,
en la cuál obviamente tanto el cuerpo
como la psiquis, resultaron afectados,
produciendo toda suerte de trasfondo
alterado manifestado en la descarga
motora, sexual y de pulsional de los
sujetos. Este atrapamiento energético
produjo todo tipos de pasajes al acto o en
el otro extremo, expresiones de
abatimiento con fatiga generalizada y
abulia. En esto último radica la fuente de
regresiones hacia estados arcaicos de
ansiedades persecutorias y fobias. La
otra cara de la moneda, es decir la
contracara del adentro, el afuera mismo,
se tornó peligroso y riesgoso,
fortaleciendo el aislamiento ya no tanto
por el contacto con el virus, sino al
contacto mismo con el otro vincular.
Este temor al afuera, temor hacia lo
externo en la visión de Freud, produce la
aparición de signo sintomatología muy
variada, en relación a lo “actual”. Como
ejemplos fobias al uso de barbijo,
ahogos, alteraciones cognitivas y de la
memoria en ancianos que no eran
visitados por sus seres queridos, entre
otros. La confinación a la endogamia
familiar en adolescentes y jóvenes
impidió que pudieran estar en contacto
con pares, en una etapa crítica en donde
se produce la externalización de las
relaciones vinculares, entiéndase como
externalización justamente la búsqueda
de vínculos extrafamiliares.
Estadísticamente durante la pandemia, y
en nuestro medio se produjo un aumento
de los estados maniaco-depresivos y
estados bipolares que incrementó la
necesidad de medicalización. Es
importante con miras a un análisis
psicopatológico, mencionar que se
hicieron m;as frecuentes los estados de
“estar deprimido” ante la pérdida de la
vida anterior a la pandemia” que debe ser
diferenciado con el “ser depresivo” en
relación a pérdidas melancólicas de
objetos, típica de los cuadros depresivos.
La primera situación acontece cuando el
sujeto ha perdido y cortado los lazos con
el hacer y con el compartir con otro, con
el otro para sentirse vinculado con el
afuera.
Sin dudas estos últimos estados y
siguiendo a Freud (1985) y en la carta 52
(1986, pp274) escribe que los signos de
percepción dan entrada a la dimensión
simbólica del aparato psíquico; se
inscriben como primera transcripción
psíquica sin pasaje a lo inconsciente
reprimido. En nuestro análisis son
elementos simbólicos, de situaciones
vistas u oídas que no siguen por el
camino hacia la consciencia y son
aislados, escindidos fuera del alcance al
acceso a la palabra. Son trazos
perceptuales primarios que dejan huella
por la ley de la simultaneidad, que
carecen de memoria y por tanto de
significación y que descargan
directamente en forma de ansiedad sobre
el cuerpo todo. Se corresponde entonces
con las neurosis actuales, en donde lo
actual se refiere a la imposibilidad de
formar síntomas psiconeuróticos
transferenciales en donde si debe mediar
el compromiso entre deseo y defensa,
situación que no sucede sino por el
contrario son encadenamientos de
2. PANDEMIA POR COVID19
Aproximación a un análisis psicopatológico de la situación de pandemia…
Autor: Dr. y Mgter Rubén M. Pereyra
drrubenmpereyra@gmail.com
símbolos en donde opera el proceso
primario: desplazamiento y
condensación.
Desde otra perspectiva de análisis el
fenómeno de pandemia, produjo un
enemigo que estaba afuera, el virus,
fuente de miedos y ansiedades, estas
últimas luego trasladadas hacia la raza
humana toda como portadora potencial y
vehículo del virus el cual al comienzo no
se podía combatir o no tenía tratamiento
alguno. Sucede entonces en la mayoría
de los sujetos la activación de los
mecanismos de estrés agudo con el
incremento de la tasa de adrenalina en
sangre por descarga ante el estresor
externo de tal sustancia por la zona
medular de las glándulas suprarrenales.
La descarga de adrenalina pone en
activación todo el cortejo de
sintomatología vegetativa que acompaña
a la ansiedad: aumento de frecuencia
cardíaca y respiratoria, aumento de
sudoración, aumento del tono muscular
de la musculatura esquelética, midriasis
de pupilas, y mas…y a nivel del encéfalo
operan cambios en neurotransmisores
como noradrenalina y serotonina y ácido
gamma amino butírico que mantienen a
todo el organismo en una suerte de
preparación para dos salidas posibles
ante la misma situación: hacer frente o la
huída.
Ni el hacer frente ni la huída fueron
posibles en la primera parte de la
pandemia, solo pudimos huir del otro en
aislamiento y aferrarnos a objetos
“contrafóbicos” y “mágicos” como los
barbijos en todos sus modelos y formas
y luego con mayor efectividad las
vacunas.
El continuar de la pandemia y ya cuando
la carga alostérica era insuficiente para
mantener la homeostásis se comienza a
entrar en el estado del agotamiento y
estrés crónico, en donde se activa un
mecanismo de mediano plazo como es el
incremento del cortisol por secreción de
la zona glomerular de la corteza de las
glándulas suprarrenales. En forma
sintética y esquemática el incremento
sostenido del cortisol en la etapa crónica
del estres -y la pandemia lo fue y lo es en
todo su esplendor aún- produce toxicidad
en el encéfalo -hipocampo- afectando la
dinámica del centro del humor
apareciendo el estado depresivo por
alteración de la serotonina, implicando
vias neuronales en los circuitos cortico-
estriado-pálido talámicos y disminución
de la neuroplasticidad.
Cabe destacar que en mas o en menos,
todos los sujetos del mundo sufrieron
estos cambios, y que no se refieren a los
sujetos que padecieron de infección
COVID19, sujetos que merecerán otros
análisis particulares psicopatológicos y
de las secuelas poscovid.
Tampoco se analiza en esta artículo las
secuelas poscovid de quienes no
enfermaron de covid en la pandemia.
Líneas de estudio y análisis que resultan
muy interesantes de explorar.
La pandemia fue muy cara para la raza
humana en su totalidad y todavía no esta
dicha la última palabra, sino solo las
primeras…
Dr. y Mgter Rubén M. Pereyra
Córdoba 04/09/2022