El documento presenta una colección de poemas que describen la pobreza y la miseria en diferentes partes del mundo a través de imágenes de manos extendidas en busca de ayuda, rostros humillados, calles vacías y frías, y vidas sin esperanza. Los poemas evocan emociones de soledad, desesperación y sufrimiento de aquellos que viven en la pobreza, y cuestionan la indiferencia de la sociedad ante sus miserias.
2. Entre mundos imaginarios, en ademán de ayuda, hay manos extendidas. Entre estepas y campos en barbecho, hay luces de ocaso, nubes de plomo, que hielan las viejas calles, ¡arroyos de agua limpia! Sonrisas inconscientes que confían en las promesas silenciosas de las cosechas. Frío y nieve ya se encargan de amordazar tu sonrisa…, el hielo, de congelar las promesas, y la escarcha, de quemar la sementera. Manos extendidas como gesto y como signo de vacío. Su rostro entre lo indefinible y lo esperado: Recio, ausente, como un quijote castellano, humillado y absorto por el frío, desafía su mirada.
3. Blancas calles, calles blancas de casas cuyo adobe y ladrillo es la esperanza. Escasa argamasa encalada y acuarela de matices grises, reflejan su digna soledad en la espesura...
4. Recónditos reductos de vida sabia y llana que serpentean por plazas y callejas… Hojas verdes salpicadas, con geranios, hortensias y claveles ...
5. Bancal y ribazo, repletos de tallos y miserias, en los que mi historia se apoya y hunde sus raíces. Sus piedras me sujetan y agrupan mis dolores y con ellas, y con las tierras que contienen, mis amores se sustentan...
6. Parajes insólitos que con indefinidas huellas, sobre el mar de la abundancia, resaltan el paso de los años. En el hombre, quedan rastros que hacen mella; en su espíritu, en su alma.
7. Hay barcas varadas en las calles del engaño; donde no hay , mar puedo hoy atravesar el horizonte, por allende las aguas formidables que contienen mis dolores...
8. Miserias y mentiras de opulencias adormecidas, con amargos lloros y lamentos. No hay cabida a la lágrima peregrina que resbala en la mejilla en busca de consuelo fugitivo.
9. Segura muerte anunciada ante la indolencia de las gentes. Ley de vida, naturaleza abrumada y rota de impotencia. Mudo y sordo lamento... Desgarrador grito del silencio ante el misterio de una vida que termina... ¡No hay ecos, no quedan huecos en los que ocultar la vergüenza de una caricia, de un susurro o un consuelo... !
10. El mundo no es de ese reino. Mi reino es la bondad y la alegría, es colmo de íntimas experiencias. Es mirar juntos y sumar las energías, compartir y concentrar la atención en el otro y elevarlo al santo podio del respeto, aceptarlo con sus fallos y sus aciertos comprender sus dudas, animando su búsqueda ansiosa de libertad, quererle como es, sin complejos que encasillen mis juicios y su manera de ser o de pensar.
11. Todo el poder en las manos de la magia y del destino, vulnerado y malversado por los hombres. Pelota frágil en mis manos dando tumbos y rebotes al destino. Creación inacabada que espera un nuevo soplo, un nuevo aliento que de forma y rostro a la hechura de Dios. Imagen olvidada.
12. Desgarrados lloros y lamentos, gritos todos que rompen tímpanos cerrados por el odio.
13. Adultos niños sin infancia cuyo juego es vivir sin vivir, cuyas vidas es morir por vivir...
14. Futuro gris nublado de la esperanza. Hogar desecho y olvidado cuyo techo son estrellas apagadas por las guerras... Barbarie sin razón, que oculta la luz de lánguidos ojos asustados... Gargantas resecas, manos huecas y mutiladas. Voces muertas... Hojas secas sin primaveras.
15. Cercos que cercan y confunden la libertad de mis sueños encerrados entre alambradas. Libertad de pensamiento bañado con lágrimas y lloros casi eternos. Alimento de mi esperanza amortajada con las balas raídas de las guerras. Difunta libertad cuyo sepelio es la vida. Resistiré a la muerte de la razón y a las verdades a medias, porque aún hay algo de calor con el que puedo inflamar, la gesta de la Paz del tenue pabilo de mi llama.
16. Buscad la verdad. . . Buscad la libertad. Buscad al hombre entre miserias... Plácidamente ausente... ... ¡ Ignora su grandeza !
17. Cabello blanco de nieve y bruma. Ajuar de antaño, heredado del viejo tiempo sin fronteras. Pertenencia del ser humano que recuenta sus largos años y contempla su viejo fuero y su hogar deshabitado. Blanca y lacia espuma, que cubre las sienes de donde sus arrugas parten encuadrando su hermosura. Sapiencia vieja y vida siempre nueva. No necesitas indumentaria que resalte la belleza de tus días.
18. Frágiles fabelas, chabolas cuyo lujo es vivir. Indumentarias de muerte. Míseras miserias cotidianas que raudas corren hacia el morir.
19. Peregrinos del mundo, niños humillados bajo alambres y esteras. Sin luces ni sombras, ni destino, ni fin. Sin tierra donde sucumbir, ni nombre que te nombre y conozca, o te llame a vivir... Algo que grite. ¡Sí!: ¡Tengo derecho a vivir!
20. ¡ Surja la vida ! ¡ Sea el vivir ! ¿Qué importa si es jugar a morir?
21. Juego en el campo polvoriento del suburbio donde se esparce la vida, donde el futuro se encuentra, donde se ubica el mísero hambre y la pobreza. ¡ Proyecta tu hálito de esperanza, tu intención recta, tu generosa dádiva que te protege de hacienda...!
22. ¡ Utopía y mentira ! ¡Vive bajo la manta! ¡Sueña con tener alas! ¡Vuela y huye nostalgia mía! Bahía dulce como el sueño de la nostalgia, entre torres y torres de nada, entre frágiles alas de fantasía...
23. ¡ Vergüenza de sentirse vivo y disfrazado, representando el papel en este teatro de mundo.! Cloacas. Suciedad. ¡Mierda! Miserias y carencias. Márgenes y lindes. Fronteras entre hombres que huyen y se esconden
24. Viajar por el éter. Distraerse viajando y burlando al tiempo. Flotar por el espacio, esnifando sensaciones placenteras de huída hacia la muerte compartida. ¡Muerte! Dime, ¿dónde está la vida...?
25. Viejas calles alborotadas de vida donde se juega la partida del vivir y se proyecta la huída a las estrellas... Calles viejas repletas de nada y llenas de poco. ¡ Sí !. Huir de la pobreza porque es el acoso que amordaza y encarcela las gargantas contenidas con promesas...
26. Andamios que encofran las ideas. Paraíso sobre el río, sobre la bruma mañanera que cantaban las alondras... Estoy allí, dormido, ausente soñando, construyendo y maquinando plataformas de esperanza.
28. MONTAJE DE LA POBREZA EN EL MUNDO POR PABLO RODILLA MOYA Y POEMAS ORIGINALES DE PEPE RODILLA
29. No es rico el que más tiene sino el que menos necesita Fin
Notas del editor
Entre mundos imaginarios hay manos extendidas y en ademán de ayuda. Entre estepas y campos en barbecho. Luces del ocaso y nubes de plomo que hielan las viejas calles y arroyos de agua limpia. Sonrisas inconscientes que confían en las promesas silenciosas de las cosechas. El frío y la nieve ya se encargan de amordazar tu sonrisa, el hielo de congelar las promesas y la escarcha de quemar las cosechas... Extendidas las manos como gesto y como signo de vacío. El rostro entre lo indefinible y lo esperado: recio, ausente, como quijote castellano humillado y absorto por el frío, desafía su mirada.
Blancas calles, calles blancas de casas cuyo adobe y ladrillo es la esperanza. Escasa argamasa encalada y acuarela de grises matices que reflejan digna soledad en la espesura...
Recónditos reductos de vida llana y sabia que serpentean por las plazas y callejas salpicadas de verde hojas de geráneos, hortensias y claveles...
Ribazos repletos de tallos y miserias que apoyan mi historia y se hunden mis raíces. Con sus piedras se sujetan y se agrupan los dolores y con las tierras que contienen se sustentan mis amores...
Insólitos parajes con indefinidas huellas que resaltan sobre el mar de la abundancia el paso de los años. Quedan rastros que hacen mella en el espíritu del hombre, en su alma.
Con barcas varadas en las calles del engaño donde no hay mar, puedo hoy atravesar el horizonte allende las aguas formidables que contienen mis dolores...
Miserias y mentiras de la opulencia adormecida con el amargo lloro y con lamentos. No hay cabida a la lágrima peregrina que resbala por la mejilla en busca del consuelo fugitivo.
Segura muerte anunciada ante la indolencia de las gentes. Ley de vida, naturaleza rota y abrumada de impotencia. Sordo y mudo lamento. Desgarrador grito del silencio ante el misterio de la vida que termina... No hay ecos, no quedan huecos en el que ocultar la vergüenza de una caricia, de un susurro o un consuelo...
El mundo no es de ese reino. Mi reino es la bondad y la alegría, es colmo de íntimas experiencias. Es mirar juntos y sumar las energías, es compartir y concentrar la atención en el otro. Elevarlo al podio santo del respeto y aceptarlo con sus fallos y sus aciertos, comprender sus dudas y animar su búsqueda ansiosa de libertad, quererle como es, sin complejos que encasillen mis juicios y su manera de ser o de pensar. Todo el poder en las manos de la magia y del destino, vulnerado y malversado por los hombres. Frágil pelota en mis manos que da tumbos y rebotes al destino. Creación inacabada que espera un nuevo soplo y nuevo aliento que de forma y rostro a la imagen olvidada, hechura de Dios.
Desgarrados lamentos y lloros, gritos todos que rompen tímpanos cerrados por el odio.
Adultos niños sin infancia cuyo juego es vivir sin vivir cuyas vidas es morir por vivir...
Futuro gris nublado de la esperanza. Hogar desecho y olvidado cuyo techo son estrellas apagadas por las guerras...
Cercos que cercan y confunden la libertad de los sueños encerrados entre alambradas. Libertad de pensamiento bañado con lágrimas y lloros casi eternos. Alimento de una esperanza amortajada con las balas raídas de las guerras.
Buscad la verdad. Buscad la libertad. Buscad al hombre entre miserias... Plácidamente ausente... ¡ Ignora su grandeza !
Cabellos blancos de nieve y bruma. Ajuar de antaño heredado y sin fronteras de tiempos. Pertenencia a la vida del ser humano que recuenta sus largos años y contempla su viejo fuero y su hogar deshabitado. Blanca y lacia espuma que cubre las sienes de donde parten sus arrugas y que encuadran su hermosura. Sapiencia vieja y siempre nueva. No necesitas indumentaria que resalte tu belleza.
Frágiles favelas, chabolas cuyo lujo es vivir. Indumentaria de muerte. Mísera miseria cotidiana que rauda corre hacia el morir.
Peregrinos del mundo, niños humillados bajo alambres y esteras.Sin tierra donde sucumbir, sin luces ni sombras, ni destino, ni fin, ni nombre que te nombre y conozca, o te llame a vivir... Algo. ¡Sí!: ¡Tengo derecho a vivir!
¡Surja la vida!. ¡Sea el vivir!. ¿Qué importa si es jugar a morir?
Juego en el campo polvoriento del suburbio donde se esparce la vida, donde el futuro se encuentra, donde se ubica el mísero hambre y la pobreza. Proyecta tu hálito de esperanza, tu intención recta, tu generosa dádiva que te protege de hacienda...
Bahía dulce como el sueño de la nostalgia, entre torres y torres de nada, entre frágiles alas de fantasía... ¡ Utopía y mentira ! ¡Vive bajo la manta! ¡Sueña con tener alas! ¡Vuela y huye nostalgia mía!
Cloacas. Suciedad. ¡Mierda! Miserias y carencias. Márgenes y lindes. Fronteras entre hombres que huyen y se esconden. Vergüenza de sentirse vivo y disfrazado, representando el papel en este teatro de mundo.
Viajar por el éter. Distraerse viajando y burlando al tiempo. Flotar por el espacio, esnifando sensaciones placenteras de huída hacia la muerte compartida. ¡Muerte, dime!: ¿dónde está la vida...?
Viejas calles alborotadas de vida donde se juega la partida de la vida y se proyecta la huída a las estrellas...Calles viejas repletas de nada y llenas de poco. La pobreza es el acoso que amordaza las gargantas contenidas con promesas...
Andamios que encofran las ideas. Paraíso sobre el río, sobre la bruma mañanera que cantaban las alondras... Estoy allí, dormido, ausente soñando, construyendo y maquinando plataformas de esperanza. Despierta. Estás aquí. Soy yo. ¿Qué espero...?
MONTAJE DE LA POBREZA EN EL MUNDO: PABLO RODILLA MOYA POEMAS: PEPE RODILLA