¿Hacia dónde va la educación a distancia?
Autor:
Eduardo Díaz San Millán.
Resumen:
Breve visión mundial sobre la tendencia de la educación a distancia por bloques
regionales
Palabras clave:
Ead, TIC, brecha digital, nuevos retos educativos, acceso de calidad en educación,
igualdad, tendencias.
La revolución tecnológica de finales del siglo pasado ciertamente ha trastocado todos
los órdenes importantes de la vida y sin duda la educación no es menor. Las tecnologías
de comunicación, la globalización y el conocimiento como eje vertebrador de las nuevas
relaciones sociales y económicas marcarán los caminos por los que ha de desenvolverse
la educación y su acceso. Esto es la sociedad del conocimiento.
La brecha norte-sur, ricos-pobres, con acceso-sin acceso respecto a la educación de
calidad, es más, a cualquier educación, sigue agrandándose y nos ofrece datos nada
buenos, algunos especialmente críticos, poco halagüeños para el futuro, como es el que
113 millones de niños en las primeras edades de escolarización no tienen ningún acceso
a la educación. Si algo significa esta cifra es que en grandes regiones del mundo la
situación se perpetúa, si no se agrava. SIDA, guerra, hambrunas, desestructuración
familiar, superpoblación, falta de educación, causas y efectos, efectos y causas, que en
un discurrir continuo amenazan las posibilidades de educación de 5/6 de la población
mundial y en consecuencia de la mejora del bienestar general, ecología, natalidad, salud,
esperanza de vida y un largo etcétera.
Y curiosamente los problemas educativos, aunque de otra índole, no son menos
determinantes en las sociedades desarrolladas donde la dinámica social demanda un
nuevo modo de formar que superando los criterios decimonónicos sea capaz de
acercarse a las necesidades de formación continua a lo largo de toda la vida que nuestras
sociedades actualmente demandan.
Y ante esto, la pregunta es obvia, ¿los sistemas educativos están preparados para estos
nuevos retos, pueden por si solos mejorar la educación?
Intentemos contestar, ¿hacia dónde vamos?
Siempre hemos tenido un poco la imagen de que la educación a distancia era propia de
los estratos sociales pobres de las sociedades opulentas. Y desde esa visión nos hemos
imaginado que la función principal era facilitar el acceso a la educación a quienes no
podían acceder a la educación presencial, principalmente por causas económicas.
Sin embargo algo ha cambiado al final del siglo XX, la formación tradicional comienza
a revelarse insuficiente o incluso incapaz de satisfacer las demandas educativas de los
favorecidos. Ante la complejidad de las nuevas “sociedades” la educación a distancia se
abre paso al albur de otras nuevas razones no meramente económicas.
Pero también es cierto que ni las demandas de formación ni las causas son las mismas
en los diferentes países y regiones. Todos vuelven la mirada hacia la “Ead” como
estrategia para proporcionar un acceso de calidad y en igualdad a la educación. Sin
duda, y con la excepción de los países desarrollados, la calidad de la que hablamos es
sobre mínimos y la igualdad es más formal que real.
Cuáles son esas grandes causas que producen que mundos tan dispares como Europa y
África polaricen su estrategia formativa en la “Ead”. Aunque no se pueden encontrar
causas exclusivas y excluyentes, algunas tienen más peso que otras en según que países
o regiones.
La más universal, la que afecta a más población, es la pobreza y la escasez de recursos.
Hace tiempo que conocemos que el mejor tratamiento con los grandes problemas de
esas sociedades reside en la educación, y especialmente aquella, centrada en las
mujeres. Pero los medios siempre han sido escasos para educación y más en las últimas
décadas donde la explosión demográfica, especialmente de los países de Asia
meridional, sudeste asiático y África, entre otras muchas consecuencias, ha sometido a
los endebles sistemas educativos a una presión inasumible. La falta de medios
económicos (entre otras circunstancias) impide que el voluntarismo sea efectivo y el
acceso a la educación se generalice. Son necesarios nuevos métodos y estructuras
educativas más eficientes.
¿Y en Europa y el mundo desarrollado en general, qué? Las economías fuertemente
desarrolladas basadas en la superación del sector terciario y ancladas en la producción
de conocimiento exigen a mi entender dos cambios radicales, la necesidad de adquirir
nuevos conocimientos ligados a las nuevas habilidades que demanda el mercado global
y en segundo lugar la necesidad de reciclarse/rehacerse permanentemente a lo largo de
la vida. Sin duda, de manera generalizada, a toda la población del mundo desarrollado,
o se es trabajador del conocimiento o no se es.
Y ante esa percepción de la “Ead” como solución, ¿cuáles son las tendencias?
En los nueve países más poblados del mundo (y también en los países árabes/africanos
y asiáticos en desarrollo) se busca en la “Ead” la solución para la capacitación docente,
la formación básica y la formación relativa a la salud. En función de sus necesidades, ni
el propio Maslow daría una orientación más clara. La “Ead” junto a la creación de
redes de ámbito regional es la clave de muchas de las nuevas políticas de educación
especialmente en África y Pacífico Sur. Sin duda, como toda generalización, oculta
diversidades muy significativas, especialmente en los países emergentes de
Asia/Pacífico: China, Bangladesh, India, Indonesia, Malasia, Filipinas, etc. Excepciones
significativas, pues entre China e India suponen más de un tercio de la población
mundial y situaciones donde además de educación básica lo que se busca es la
generalización de la educación superior y profesional.
Como miembros de las sociedades opulentas ya nos cuesta pensar en la educación a
distancia no mediada por ordenador y TIC, pero la realidad es que gran parte del mundo
todavía utiliza sistemas de educación a distancia “tradicionales”. Los países más
poblados del mundo (E9), y los de África , Asia y América Sur, en consecuencia, la
mayoría de la población, accede a una “Ead” que apenas cuenta con las TIC. Pero
cuidado con las generalizaciones cuando pensamos en esos países, pueden tener
desarrollos tan punteros como el Instituto Tecnológico de Monterrey en México. En los
mares de pobreza siempre encontramos las islas de mayor riqueza. Y también es cierto
que están haciendo esfuerzos notables en este sentido. El progresivo abaratamiento del
uso de TIC será un paso imprescindible para que la gran masa de estos países pueda
acceder a la educación a distancia “on line”.
Otra de las grandes tendencias la encontramos en Europa. La Europa oriental,
poscomunista, que imperiosamente necesita encontrar destino a sus procesos de
transformación democrática e incluso su integración a la Europa comunitaria. La “Ead”
debe servir como medio de apoyo a ese fin modernizador.
En Europa occidental sin duda la tendencia la podemos calificar de “tech”. Con amplia
tradición de educación a distancia en la mayoría de sus países, esta comienza a ser
sinónimo de educación mediante TIC. Con un mercado especialmente pujante de
formación de adultos cuya educación se orienta al mercado, y con financiación privada,
y en el cual también están irrumpiendo con fuerza centros públicos tradicionales,
Universidades. Los últimos acontecimientos de Bolonia apuntan hacia una
internacionalización y concentración de la educación superior formal imparable.
Tradición anglosajona. Australia con una extensa tradición en educación a distancia,
como no podía ser de otro modo con las dimensiones del país, ha servido de referente a
experiencias tan exitosas como la Universidad Abierta del Reino Unido, que a su vez es
el modelo de casi todas las universidades abiertas de Europa. Su característica distintiva
es la utilización de un modelo dual, modelo que también se ha trasladado a los países de
la región del Pacífico Sur, y el alto componente tecnológico. India con modelo también
dual en muchos casos es deudora de la Open University del Reino Unido. Hong Kong
que en función de su peculiar pasado histórico está estrechamente ligada a la tradición
anglosajona, de donde de hecho proceden la mayoría de sus programas formativos,
destaca por su financiación exclusivamente privada, pagada por los estudiantes.
China, ha seguido un desarrollo propio dictado por las políticas comunistas que la
hicieron pionera en el uso de radio y televisión, y sin duda tendrá mucho que decir en el
futuro inmediato de la “Ead” dado su espectacular desarrollo económico y su numerosa
población.
Sin duda, llamativos son el caso de Japón y Tailandia. En la primera, aun siendo una de
las naciones más desarrolladas del planeta predomina la distribución tradicional de
correspondencia, audio y video. Y sin embargo, en la segunda se apuesta claramente por
la educación abierta y a distancia y por las TIC.
América latina y Caribe. En gran medida con una consistente tradición centrada en la
formación básica de comunidades rurales y tribales, así como en la utilización de la TV
para la educación en masa de niños, es muy común el modelo dual de las universidades.
Actualmente se está orientando a la educación superior y profesional. Sin duda el gran
reto es la deficiente financiación y la incorporación de las TIC.
América del norte. Debido a la extensión de los territorios, como en Australia, la
tradición de educación a distancia es consustancial a su sistema educativo. Con una
amplia implicación de las TIC, y la formación de docentes para su uso, no se puede
esperar otra cosa que incluso vaya a más. Las finalidades y los tipos de “Ead” pueden
ser todas las imaginables. De algún modo lo que sucede en EE.UU. marca la pauta del
desarrollo en otras regiones. Por tanto, es posible que en general se tienda a la
convergencia de tecnologías variadas, hacia metodologías constructivistas, a la
colaboración entre instituciones universitarias, y a la utilización de la tecnología para
adaptarse a las demandas de la sociedad.
En definitiva, entiendo que las tendencias se pueden resumir en la progresiva e
imparable utilización de las TIC, la internacionalización, la financiación privada, y
orientado a la educación superior, y especialmente profesional a lo largo de la vida,
salvo en el caso de los países menos desarrollados que se orientan hacia necesidades
educativas básicas.
Referencias:
Michael Simonson (2005) Concepciones sobre la educación abierta y a distancia.
Barcelona: UOC.
Sangrà, A. (2002) “Educación a distancia, educación presencial y usos de la tecnología:
una tríada para el progreso educativo”
Varios (2002) Aprendizaje abierto y a distancia (pdf). UNESCO