El documento analiza las deficiencias en la formación de los economistas, incluyendo una escasa reflexión sobre la disciplina económica, un excesivo formalismo y una pluralidad teórica insuficiente. Esto ha llevado a que pocos economistas fueran capaces de prever o explicar adecuadamente la crisis financiera de 2008. Se argumenta que la formación económica debe dar más énfasis a la historia del pensamiento, abordar problemas económicos y sociales contemporáneos, e incorporar perspectivas de otras ciencias sociales para comprender mejor la comple
1. CRISIS ECONÓMICA Y FORMACIÓN DE LOS ECONOMISTAS
Es llamativo que muy pocos economistas hayan sido capaces de prever la crisis
financiera de 2008, de ofrecer una explicación convincente de la misma y de proponer
soluciones eficaces para salir de ella. Esta situación se debe, en gran medida, a la formación
recibida por los economistas a lo largo de su carrera universitaria. Un estudio realizado en
Francia por el colectivo PEPS-Economía subraya tres carencias de la formación universitaria
en ciencias económicas: 1) una escasa reflexión sobre la propia disciplina, 2) un formalismo
excesivo y 3) una pluralidad teórica insuficiente. Para llegar a esta conclusión, ese colectivo
ha analizado la totalidad de las asignaturas impartidas en los Grados de Economía. La
cartografía de esta oferta de formación refleja las relaciones de fuerzas existentes entre las
sub-disciplinas de la economía.
Escasa reflexividad
Si parece fundamental preguntarse sobre las modalidades de constitución de la ciencia
económica para determinar de qué manera se ha construido, sorprende que solo represente el
0,006% de las asignaturas ofertadas. Sobre las 50 Universidades registradas, 49 no proponen
ninguna asignatura sobre ese tema. El lugar dedicado a la historia del pensamiento económico
no es mucho más envidiable ya que representa el 1,7% de la carrera y 15 Universidades no
proponen ese tipo de asignaturas en su currículum universitario. No en vano, el conocimiento
de la historia de la elaboración de los conceptos y de las teorías económicas es indispensable
para la comprensión de los avances recientes de la ciencia económica.
Estos tres ejemplos (epistemología, historia del pensamiento económico y teorías
económicas) ilustran la marginación de las asignaturas dedicadas a la reflexión sobre la propia
disciplina, dado que solo representan el 2,2% del total. Algo parecido puede decirse a
propósito de la enseñanza de la historia de los hechos económicos: la asignatura representa el
1,6% de las clases, a pesar de que economistas y Premios Nobel como Krugman o Stiglitz
subrayen regularmente su interés, en la medida en que permite una comprensión más fina de
los recientes acontecimientos, especialmente las crisis financieras, económicas y sociales.
Formalismo excesivo
La mayor parte de la formación económica está dedicada a los enfoques y técnicas
cuantitativas (matemáticas, estadística, econometría, análisis de datos). Representan el 20%
del total de las asignaturas ofertadas, es decir una asignatura sobre cinco aborda aspectos
técnicos. No se trata de infravalorar la importancia de los métodos cuantitativos, que han
demostrado su utilidad para llevar a cabo razonamientos complejos y rigurosos, pero sí de
subrayar el formalismo a menudo excesivo de esta carrera. Contribuye a una marginación de
lo cualitativo y niega la complementariedad entre ambos enfoques.
De la misma forma, las clases que abordan la actualidad económica y social, así como
los grandes problemas económicos contemporáneos, gracias a instrumentos, métodos y teorías
económicas, solo representan el 1,7% del currículum y 14 Universidades no ofertan ninguna
asignatura de ese tipo. Si es probable que ciertos profesores intentan vincular sus clases con
temas de actualidad, esta situación revela la filosofía dominante de la enseñanza de la
economía según la cual la problematización económica y social del mundo contemporáneo no
constituye una prioridad.
Por último, las demás disciplinas de las ciencias sociales, tales como la sociología o la
ciencia política, son claramente marginadas aunque sean complementarias a la economía.
2. Solo representan el 1,8% del total y 18 Universidades no ofertan ninguna asignatura de esta
naturaleza. ¿Cómo puede pretenderse comprender en su complejidad las problemáticas
socioeconómicas limitándose a un enfoque disciplinar? Es necesario y urgente abrir la carrera
de ciencias económicas a otras disciplinas.
Pluralidad insuficiente
La teoría economía se confunde a menudo con la teoría neoclásica, de inspiración
liberal, que confía en la capacidad de auto-regulación del mercado y en la racionalidad de los
actores. Ese enfoque goza de un estatus diferente puesto que una serie de asignaturas le están
reservadas. Semejante privilegio es cuestionable dado que esta teoría no ha demostrado su
superioridad científica con respecto a otras perspectivas. Por ejemplo, la teoría neoclásica
considera que las burbujas financieras son imposibles y que las crisis solo son pasajeras. En
ese sentido, es indispensable que la formación económica se abra a una multitud de enfoques
teóricos, sabiendo que cada teoría tiene su epistemología, sus hipótesis y sus modelos propios.
La mayoría de los estudiantes de economía tienen un conocimiento muy superficial de las
teorías alternativas y, en su mente, las ciencias económicas se confunden con la economía
neoclásica. No se trata de rechazar la enseñanza de la escuela neoclásica, sino de situarla en
un marco más global donde prevalece la pluralidad de las perspectivas económicas
disponibles.
La ausencia de vinculación de la formación con la realidad económica propicia el
desinterés de los estudiantes que se encuentran científicamente desprovistos para explicar la
crisis económica, los subprime, las consecuencias del calentamiento climático o la reforma de
la fiscalidad. Asimismo, la economía no es autosuficiente puesto que objetos de estudio como
el desempleo, la crisis o la ecología no constan únicamente de una dimensión económica. En
ese sentido, el aislamiento disciplinar es perjudicial. En una sociedad en la cual el debate
sobre las cuestiones económicas juega un papel político esencial, el pluralismo de la
formación económica es una condición necesaria al buen funcionamiento democrático,
sabiendo que numerosos economistas ocupan puestos relevantes en empresas,
administraciones y medios de comunicación.
Tribuna Abierta publicada en el periódico GARA el 20 de abril de 2013.