1. CURSO: LEGISLACION INTERNACIONAL
UPT ADM. DE NEGOCIOS INTERNACIONALES.
SISTEMA MONETARIO INTERNACIONAL-SU EVOLUCION
INTEGRANTES:
ASTRID VIVAS
EMILIO REYNOSO
LUIS PINTO
ALMENDRA RIVERA
2. INDICE
INTRODUCCION 3
ASPECTOS GENERALES 4
DESINTEGRACION DEL SISTEMA FINANCIERO 5
LAS INSTITUCIONES DE BRETTON WOODS 7
SISTEMA FINANCIERO INTERNACIONAL DESDE 1973 9
LOS TIPOS DE CAMBIOS FLOTANTES 14
CONCLUSIONES 18
3. INTRODUCCION
Las actividades económicas en el mundo requieren día con día gran demanda y Oferta
de monedas extranjeras, por lo que genera una constante fluctuación de las mismas, a
fin de poder concretar una transacción comercial. Pero el mercado no se regula por si
solo, la constante rotación de las monedas en el mundo necesita de normal y reglas
que permitan un orden en el sistema de caso contrario las economía podrían colapsar
debido a una presencia mayor de divisa en su país o un presencia menor lo que no
convendría a ninguna persona. Es por lo que organismos como el SMI son importantes
para el desarrollo de la economía mundial ya que permiten su regulación y desarrollo
de las actividades económicas. Es por ello que con especial agrado presentamos el
presente trabajo relacionado a la evolución del Sistema Monetario Internacional a fin de
comprender y conocer el funcionamiento de la economía mundial y su respectiva
regulación.
4. ASPECTOS GENERALES
SISTEMA MONETARIO INTERNACIONAL
Se denomina Sistema Monetario Internacional (SMI) a todo el conjunto de instituciones,
normas y acuerdos que regulan la actividad comercial y financiera internacional. El SMI
regula los pagos y todos los cobros derivados surgidos de las transacciones
económicas internacionales.
La necesidad de un SMI deriva de que las transacciones internacionales que se donde
se realizan pagos con diferentes monedas nacionales, ligadas por tanto a la realidad
económica de cada país. Las operaciones que se realizan en dichas transacciones
reales o financieras se efectúan en el mercado de cambios. Los diferentes tipos de
moneda que se utilicen dependen de la oferta y de la demanda de cada moneda,
reguladas estas a su vez por la intervención de diversos bancos centrales que
controlan las fluctuaciones de cada divisa. La demanda depende de los extranjeros que
desean usarla, mientras que la oferta procede de los agentes nacionales que quieren
operar en el exterior. Por otro lado, cabe destacar que durante los últimos 120 años
hubo varios intentos por optimizar el SMI mientras que actualmente evoluciona para
adaptarse mejor a las exigencias de la economía mundial que día a día van cambiando
ya que la característica principal de los mercados financieros internacionales en la
actualidad es la extrema volatilidad de los tipos de cambio. A continuación
presentaremos la evolución por la que a pasado el SMI
Objetivo principal:
Generar liquidez monetaria (mediante reserva de oro, materias primas, activos
financieros de algún país, activos financieros supranacionales, etc,) para que los
negocios internacionales y las contrapartidas de pagos y cobros se desarrollen en
forma fluida.
Objetivos específicos:
Reconocer que es un mercado de cambios y ver como los países que comercian con el
extranjero pueden registrar un superávit o déficit comercial.
Conocer las reglas elaboradas por los estados para garantizar, con respecto a la
moneda, una estabilidad de los cambios. Ver de qué forma el Sistema Monetario
Internacional interviene en la economía delas naciones que lo integran.
5. 1. DESINTEGRACION DEL SISTEMA FINANCIERO INTERNACIONAL EN EL
PERIODO DE ENTREGUERRAS
En los años del patrón oro (1870-1914 y 1925-1931), la clave del SMI radica
en el uso de las monedas de oro como medio de cambio, unidad de cuenta y
depósito de valor. Los bancos centrales nacionales emitían moneda en
función de sus reservas de oro, a un tipo de cambio fijo, pues expresaban su
moneda en una cantidad fija de oro, aunque a su vez pudieran establecer
cambios con la plata o algún otro metal. Esto estimulaba el desequilibrio
inicial entre países que tenían oro y los que no lo tenían; aunque con el
tiempo el sistema tendió a ajustarse. La cantidad de dinero en circulación
estaba limitada por la cantidad de oro existente. En un principio, el sistema
funcionaba: la masa monetaria era suficiente para pagar las transacciones
internacionales, pero a medida que el comercio y las economías nacionales
se fueron desarrollando, se volvió insuficiente para hacer frente a los cobros
y pagos. Si las exportaciones de un país eran superiores a sus
importaciones, recibía oro (o divisas convertibles en oro) como pago, y sus
reservas aumentaban provocando a la vez la expansión de la base
monetaria. El aumento de la cantidad de dinero en circulación corregía
automáticamente el desequilibrio haciendo crecer la demanda de productos
importados y provocando inflación, lo que encarecía los productos
nacionales reduciendo sus exportaciones. Si el comercio exterior del país
era deficitario, la disminución de las reservas de oro provocaba contracción
de la masa monetaria, reduciendo la demanda interior de bienes importados
y abaratando los productos nacionales en el exterior. Pero el sistema tenía
también serios inconvenientes. El país cuyo déficit exterior provocaba
contracción de la masa monetaria sufría una fuerte reducción de su actividad
económica, generalizándose el desempleo.
Durante la depresión, muchos países renunciaron a sus compromisos del
patrón-oro y permitieron que sus monedas flotaran en los mercados de
divisas. Los Estados Unidos abandonaron el patrón-oro en 1933 pero
volvieron a él en 1934, después de bajar el precio del dólar en oro desde
20.67 dólares a 35 dólares la onza. Otros países volvieron también a una
cierta forma de patrón-oro tras una devaluación. Estas “depreciaciones
competitivas” fueron emprendidas por los países con la esperanza de
conservar el oro y cambiar la demanda mundial hacia sus productos. Sin
embargo, estas se anularon en gran parte unas a otras, y ello únicamente
6. contribuyó a aliviar los problemas de desempleo, en la medida que los
mayores precios monetarios del oro estimularon la oferta monetaria mundial.
Un daño económico aún mayor fue ocasionado por las restricciones en el
comercio y en los pagos internacionales, que proliferaron en ese momento
debido a que los países desanimaron las importaciones y se esforzaron en
mantener la demanda del propio país. El arancel Smoot-Hawley impuesto
por los Estados Unidos en 1930 tuvo un efecto muy perjudicial sobre el
empleo de los otros países. La respuesta de éstos al arancel
estadounidense, incluyó contramedidas comerciales restrictivas y acuerdos
preferenciales entre grupos de países.
La incertidumbre sobre las políticas gubernamentales, condujo a fuertes
movimientos de reservas en los países que mantenían tipos de cambio fijos
y a fuertes variaciones en los tipos de cambio en aquellos otros que tenían
tipos de cambio flotantes. Muchos países se valieron de prohibiciones en las
transacciones privadas de capital para reducir los efectos de la evolución de
los mercados de divisas. Algunos países también utilizaron medidas
administrativas, o tipos de cambio múltiples para asignar sus escasas
reservas internacionales a las distintas necesidades. Las barreras
arancelarias y la deflación en las economías industrializadas de América y
Europa, condujeron a una gran repudiación de deudas internacionales,
particularmente en los países iberoamericanos, cuyos mercados de
exportación estaban desapareciendo. Los países con superávit podían
prolongar su privilegiada situación "esterilizando el oro", impidiendo que el
aumento en sus reservas provocase crecimiento en la circulación monetaria
e inflación. De ahí que los principales países abandonaron el patrón oro
durante la primera Guerra Mundial, para financiar parte de sus gastos
militares imprimiendo dinero. A consecuencia de la guerra, la fuerza de
trabajo y la capacidad productiva se redujeron considerablemente, lo que
hizo subir los precios. El recurso generalizado al gasto público para financiar
la reconstrucción provocó procesos inflacionistas, agravados por aumentos
de la oferta monetaria. La vuelta al patrón de oro tras la guerra agravó la
situación de recesión mundial, aunque en el periodo de entreguerras, por la
aparición relativa de la potencia estadounidense, tras 1922 se otorgó junto al
oro un papel importante tanto a la libra como al dólar, consagradas como
instrumentos de reserva internacional, si bien las devaluaciones de ambas y
el retorno al proteccionismo impidieron que el patrón resistiera. Los
resultados se habían manifestaron en inestabilidad financiera, desempleo y
desintegración económica internacional. Ya en 1931, como moneda
7. convertible en oro a efectos de transacciones entre los Bancos centrales,
sólo quedó el dólar.
La depreciación de la moneda, al igual que la política arancelaria, se conoce
con el nombre de política de empobrecimiento del vecino cuando beneficia al
país que la práctica, sólo en la medida en que empeora las condiciones
económicas de los otros países. Estas políticas de empobrecer al vecino
durante la Gran Depresión provocaron, de modo inevitable las represalias de
los otros países y con frecuencia conducían a los países a situaciones
finales peores.
Las fuertes turbulencias continuaron en los mercados mundiales hasta el
comienzo de la Segunda Guerra Mundial en 1939, pese a algunos
movimientos limitados en favor de una cooperación económica internacional,
a finales de los años treinta. A la vista de la gran recesión existente, muchos
países habían resuelto su elección entre equilibrio interno y externo
mediante el recorte de sus vínculos comerciales con el resto del mundo y
mediante la eliminación, por decreto, de la posibilidad de cualquier tipo de
desequilibrio externo significativo. Pero este camino, al reducir las
ganancias del comercio exterior, supuso un alto costo para la economía
mundial y contribuyó a disminuir el ritmo de la recuperación, que todavía no
se había producido en muchos países en 1939. Todos los países hubieran
estado en una situación económica mejor en un mundo con comercio
internacional más libre, suponiendo que la cooperación internacional hubiera
permitido que cada país preservara su equilibrio externo y su estabilidad
financiera sin sacrificar los objetivos internos de su política. Fue la
comprensión de este fenómeno lo que inspiró el diseño del sistema
monetario internacional de la posguerra, el acuerdo de Bretton Woods.
2. LAS INSTITUCIONES DE BRETTON WOODS Y EL SISTEMA DE TIPO DE
CAMBIO FIJO: SURGIMIENTO EVOLUCION Y DESARRROLLO
En 1944, al crearse en Bretton Woods el Fondo Monetario Internacional, se
estableció un patrón de cambios dólar oro, que funcionó hasta 1972 como
casi verdadera moneda universal. Así lo previó de hecho Mr. White, el
delegado estadounidense en Bretton Woods, cuando John Maynard Keynes,
como delegado británico, preconizó la idea de un Banco Mundial de emisión
(que habría sido el propio Fondo Monetario Internacional), y una moneda
igualmente universal, a la que incluso puso como nombre: Bancor. La
respuesta de Mr. White fue drástica: “¿Para qué crear una nueva moneda
mundial si ya tenemos el dólar; y para qué un Banco Mundial si ahí está el
Sistema de la Reserva Federal?". Pero allí se crearon el FMI y el Banco
8. Mundial, el primero para coordinar y controlar el SMI, y el segundo para
facilitar financiación para el desarrollo. Sus objetivos eran diseñar un SMI
que pudiera promover el pleno empleo y la estabilidad de precios de los
países (equilibrio interior y exterior) sin perjudicar el comercio exterior.
Surgió así un sistema de tipos de cambio fijos pero ajustables, con el dólar
como eje central y con la referencia del oro, de modo que los países
quedaban obligados a mantener el tipo de cambio, aunque la paridad se
podía modificar hasta un 10% sin que el FMI pidiera explicaciones o pusiera
objeciones. Los Estados Unidos, que fijaban el precio del oro en dólares, se
comprometían a comprar y vender el oro que se le ofreciese o demandase a
ese precio. Las demás monedas fijaban sus tipos de cambio con respecto al
dólar. Los bancos centrales nacionales que se sumaron a los 44 iniciales se
comprometían a intervenir en los mercados de divisas para mantener el tipo
de cambio de su moneda. Si las compras de mercancías de su país era
superiores a las ventas, esa economía demandaba más divisas que la
cantidad de moneda nacional demandada por los extranjeros. Eso
presionaba hacia la depreciación de la respectiva divisa, y el banco central
debía intervenir para evitar la fluctuación en los tipos de cambio, vendiendo
divisas de sus reservas a cambio de su moneda. La solución era sólo válida
a corto plazo, porque las reservas de divisas eran limitadas. Si las causas
del déficit por cuenta corriente permanecían a largo plazo, el país debía
devaluar. Cuando las dudas sobre la estabilidad de una moneda generaban
expectativas de devaluación (o reevaluación), la oferta (o la demanda) de
esa moneda en los mercados de divisas presionaba con tanta fuerza que
obligaba al reajuste. Y al confirmarse las expectativas, los especuladores
obtenían pringues beneficios, por lo que el sistema incentivaba la
especulación. Pero el problema más grave fue que la expansión del
comercio internacional requería una gran liquidez que no podía seguir
dependiendo de los Estados Unidos.
En efecto, como el dólar era el mayor instrumento de la liquidez
internacional, ya desde los años cincuenta y en el transcurso de la década
de los sesenta aparecieron los problemas de liquidez que hicieron necesario
crear como nuevo instrumento de reserva a partir de 1969: los Derechos
Especiales de Giro emitidos por el FMI. Pero el problema paso a ser que no
todos los países tenían igualdad de derechos y obligaciones, lo que unido a
los propios problemas norteamericanos (malas cosechas, efectos
inflacionistas de la guerra de Vietnam, necesidad de devaluar el dólar, etc.)
llevó a los EEUU a suspender en 1971 la convertibilidad del dólar en oro,
dando lugar a ajustes cambiarios que llevaron a la ruptura de uno de los
principales pilares del SMI surgido en Bretton Woods, a consecuencia de la
falta de liquidez y de confianza, así como de la necesidad de un ajuste
cambiario. Durante un par de años más el SMI siguió teniendo formalmente
al dólar como patrón, hasta que en 1973 se decidió permitir la libre flotación
9. de las monedas en los mercados de divisas. La situación no ha cambiado
desde entonces. Lo ocurrido en las más de tres décadas posteriores
confirma que era inevitable la pérdida de referencia del oro y del dólar, pues
los EEUU han incurrido en persistentes déficit por cuenta corriente, hasta el
punto de convertirse en mayor deudor mundial que la suma de todos los
demás países en vías de desarrollo y con problemas de balanza de pagos
que les han llevado a incrementar también considerablemente la deuda, lo
que ha causado desde principios de los años ochenta periódicos episodios
de suspensiones de pagos y consiguientes renegociaciones e impagos de la
deuda. Pero el sistema ha sobrevivido gracias a las sucesivas reformas del
FMI y, sobre todo, a que EEUU ha encontrado siempre crédito para
mantener su hegemonía económica, tecnológica, cultural, militar e incluso
política, primero con los superávit europeos (sobre todo alemanes), luego
con los de Japón, y desde los años noventa en que ambas economías han
atravesado también problemas con otros países asiáticos, tarea financiadora
a la que en los últimos años se han sumado China (cuyas reservas rondan
los 800.000 millones de dólares) e incluso recientemente la India (cuyas
reservas llevan camino de los 200.000 millones de dólares). Por eso el euro,
el yen, el yuan (cuya revaluación reclaman desde hace años sin éxito los
EEUU),y ahora la rupia india, han erosionado la hegemonía del dólar.
3. SISTEMA FINANCIERO INTERNACIONAL DESDE 1973
EL PERIODO DE TIPOS DE CAMBIO FLEXIBLES, 1973-1985.
El rápido incremento que se observó en los precios del petróleo después del
embargo petrolero funcionó a favor del dólar estadounidense, Toda vez que
Estados Unidos era relativamente autosuficiente en petróleo en aquella
época, el dólar estadounidense fue capaz de aguantar lo peor de la tormenta.
La práctica de pagar el petróleo en dólares estadounidenses significaba que
los compradores necesitaban dólares y que los vendedores, principalmente
los miembros de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo
(OPEP), necesitaban invertir sus ganancias en dólares. Para 1976, en una
reunión que se celebró en Jamaica, el sistema que había empezado a surgir
en 1971 fue aprobado, con una ratificación que se presentó posteriormente,
en abril de 1978. Los tipos de cambio flexibles, los cuales eran ya
ampliamente usados, se consideraron como aceptables para los miembros
del FMI, y se permitió a los bancos centrales que intervinieran y que
administraran sus flotaciones para prevenir la volatilidad indebida. El oro fue
oficialmente desmonetizado y la mitad de las tenencias de oro del FMI fue
regresada a los miembros. La otra mitad fue vendida y los fondos resultantes
habían de usarse para ayudar a las naciones pobres. Entre ellos, uno de los
10. recipientes fue Argentina que trajo consigo el regreso de Perón al frente de la
Republica del Plata.
En 1980, el dólar estadounidense experimentó una sustancial apreciación, lo
cual contribuyó a su déficit comercial. Esto ocurrió en contra del telón de
fondo de la cada vez peor crisis de endeudamiento del tercer mundo, la cual
se vio agravada por los altos valores del dólar; toda vez que la mayor parte
de la deuda se encontraba denominada en dólares, era más costoso para las
naciones deudoras, como Brasil y México, adquirir dólares para satisfacer los
pagos de la deuda. Los precios declinantes del petróleo y de otros
satisfactores ocasionaron que los productores produjeran más para satisfacer
los pagos de las deudas, disminuyendo con ello aún más los precios de los
recursos, se traslapa con el periodo de tipos de cambio flexibles y con el
periodo subsiguiente de intervención cooperativa, vale la pena señalar los
años de tal endeudamiento, puesto que dicha crisis ayudó a transformar los
acuerdos financieros internacionales.
LA CRISIS DE ENDEUDAMIENTO DEL TERCER MUNDO, 1982-1989
Antecedentes.
Las altas tasas de interés sobre préstamos concedidos a países como
Brasil, México y Argentina, así como el rápido crecimiento económico del que
habían disfrutado estos países en la década de los setenta, condujeron
incluso a algunos de los bancos más conservadores de los países
industrializados a conceder fracciones sustanciales de sus préstamos a las
naciones en desarrollo Por ejemplo, en el caso de los 15 bancos más
grandes de Estados Unidos, los préstamos de los países en desarrollo a
principios de 1982 ascendían a 7.9% de sus activos y al 150% de su capital.
Esto significaba que el incumplimiento sobretodos estos préstamos colocaría
a los bancos en un estado de insolvencia técnica. Esto se debió a que
muchos de los préstamos se hicieron a los gobiernos o fueron garantizados
por ellos; es decir, pertenecieron a los llamados préstamos soberanos. Lo
que los banqueros pasaron por alto en su complacencia era el hecho de que
los países puedan caer en quiebra en términos de dólares estadounidenses,
y que la mayoría de las deudas del tercer mundo se encontraban
denominadas en dólares estadounidenses. La crisis del endeudamiento se
hizo obvia por primera vez cuando, en agosto de 1982, México anunció que
no podría satisfacer los reembolsos programados sobre sus casi 100 mil
millones de dólares de deuda externa. En el año posterior a tal declaración,
47 naciones deudoras estaban iniciando negociaciones con sus acreedores y
con organizaciones internacionales tales como el FMI y el Banco Mundial
para reprogramar sus pagos. Las Causas. Numerosos factores se
combinaron para hacer que la crisis fuera tan severa como lo fue. Si se
consideran los eventos que se suscitaron sin seguir ningún orden en
particular podemos citar los siguientes aspectos:
11. 1. En los años 1979 y 1980 hubo una disminución de 27% en los precios
delas mercancías básicas y empezó una recesión tanto en los países en vías
de desarrollo como en los Países Desarrollados. Esto significó que los
ingresos por exportaciones de las naciones deudoras que dependían de la
venta de mercancías básicas en el extranjero, estaban decayendo. Los
préstamos habían sido solicitados y concedidos tomando como base una
expectativa de precios crecientes de mercancías básicas así como de
ingresos crecientes por exportaciones; sin embargo sucedió exactamente lo
opuesto.
2. Las deudas estaban denominadas en dólares estadounidenses y en
1980el dólar estadounidense inició un ascenso tan espectacular que en 1985
había casi duplicado su valor contra las demás monedas principales. Los
banqueros y los prestatarios no habían anticipado este incremento en el dólar
3. Las tasas de interés experimentaron un incremento sin precedentes
después de que sobrevino el cambio hacia la política monetaria
antiinflacionario en el mes de octubre de 1979. Esto hizo que el pago de
intereses se volviera difícil para muchos prestatarios y que el reembolso del
principal se volviera prácticamente imposible.
4. Una parte sustancial de los fondos solicitados en préstamo no se había
dedicado a aquellos tipos de inversiones que hubieran sido capaces de
generar un ingreso útil para el servicio de las deudas. Más bien, gran parte
de la deuda se había usado para subsidiar el consumo. Además era difícil
eliminar estos subsidios y por lo tanto hubo continuidad en la solicitud de
préstamos. En su esfuerzo por obligar a una reorganización económica de
los deudores condicionando la ayuda en el regreso a las fuerzas de mercado,
en muchos países en vías de desarrollo el FMI se convirtió en un villano ante
los ojos de los pobres.
El Manejo de la Crisis.
El hecho de que la década de los años ochenta haya terminado sin el
advenimiento de numerosos fracasos bancarios y sin cuantiosos caos
financieros refleja la reprogramación paulatina que ocurrió, un prolongado
periodo decrecimiento económico, que fue desde 1982 hasta 1990, y cierto
número de medidas tomadas por los bancos y las organizaciones
internacionales. Algunas delas acciones más notables que se emprendieron
se enlistan a continuación:
1. En 1982, la Tesorería de Estados Unidos y la Reserva Federal
extendieron $1.7 mil millones de dólares en créditos de corto plazo a
México para ayudarlo a mantener sus pagos y participaron con otros
gobiernos de países desarrollados en la concesión de préstamos a Brasil
y Argentina.
2. En 1982 y 1984, el FMI y el Banco Mundial obtuvieron $12 mil millones de
dólares en créditos para apoyo transitorio. Los cuales estuvieron
12. disponibles para las seis naciones más deudoras de Latinoamérica bajo la
condición de que adoptaran políticas económicas austeras. Estas políticas
incluían devaluaciones y la eliminación de subsidios.
3. En 1983 y en 1984, los bancos acreedores privados estuvieron de
acuerdo entre ellos mismos y con sus deudores en reprogramar los pagos
alargando así el intervalo de reembolso. 4. En 1985, el secretario del
Tesoro de Estados Unidos, James Baker, propuso $20 mil millones de
préstamos bancarios privados adicionales para las naciones deudoras y
se ofreció a hacer los arreglos necesarios para conseguir $9mil millones
de préstamos nuevos del Banco Mundial y del Banco Interamericano de
Desarrollo. La iniciativa Baker mostró el reconocimiento de que la
interdependencia económica entre naciones requería que los deudores
fueran capaces de continuar comprando grandes volúmenes de
importaciones.
5. En 1988, los bancos acreedores más expuestos, conducidos por el
Citibank de Nueva York, empezaron a cancelar sus deudas incobrables a
los países del tercer mundo
6. En 1989, durante las reuniones de los siete grandes (G-7) que se
realizaron en París, Japón ofreció $65 mil millones a lo largo de 5 años
para las naciones necesitadas. Una parte de estos recursos fue asignada
para dar apoyo al programa de Estados Unidos tendiente a aligerar la
deuda del tercer mundo.
7. También en 1989, México y un comité que representaba casi a 500bancos
acreedores estuvo de acuerdo con el Plan Brady, llamado así por el
Secretario del Tesoro estadounidense, Nicholas Brady. Dicho plan
permitía a cada acreedor elegir una de tres opciones: podía perdonar 35%
del principal de préstamos antiguos, reducir las tasas de interés a 6.25%,
o proporcionar nuevos préstamos. La experiencia con la crisis de
endeudamiento del tercer mundo muestra la medida en que se ha vuelto
el mundo económica y financieramente interdependientes. Las naciones
han llegado a reconocer que el fracaso de los bancos de otros países se
derramará sobre sus propios bancos y que los recesos económicos entre
sus clientes perjudicarán a sus propias empresas.
INTERVENCIÓN COOPERATIVA: LA ERA DE LOS CONVENIOS DEL
HOTEL PLAZA, 1985 Y AÑOS SUBSECUENTES
A través del ascenso en el valor del dólar que se observó a principios de la
década de los ochenta, la administración estadounidense argumentó
repetidamente que la apreciación del dólar era un signo de confianza en la
economía de Estados Unidos y que el libre mercado se ocuparía de los tipos
de cambio si éstos se llegaban a encontrar muy lejos de la línea establecida.
El déficit fiscal requería de la solicitud de préstamos provenientes de
ahorradores extranjeros tales como Japón o Alemania. Las compras de
13. bonos realizados por los japoneses, alemanes y otros inversionistas
extranjeros significaban una demanda de dólares estadounidenses cuando
se pagaban los bonos y esto impulsaba hacia arriba el valor del dólar. A
medida que los flujos de entrada de capitales de Estados Unidos y los déficits
en la cuenta corriente aumentaron de nivel, la respuesta de la Unión
Americana consistió en dejar la política fiscal en el lugar en el que se
encontraba el impulsar hacia abajo el dólar mediante una intervención en el
mercado cambiario. La decisión de asumir este cambio de política se tomó
durante la reunión que se celebró en el año de 1985 en el Hotel Plaza de
Nueva York. Durante los años subsiguientes, el dólar vio cancelados sus
primeros aumentos de valor contra las otras divisas básicas y con gran
frecuencia la disminución era muy rápida. A pesar de esta espectacular
depreciación, la balanza comercial de Estados Unidos empeoró aún más.
Ocupando la caída del dólar las primeras planas de los periódicos, la
atención se centró en la manera en que podría evitarse que el dólar decayera
aún más. Finalmente con el Acuerdo de Louvre que se celebró en París en
1987donde los siete grandes países industriales decidieron cooperar en lo
referente asuntos relacionados con los tipos de cambio para lograr una
mayor estabilidad. Este acuerdo marcó un cambio hacia una flotación sucia
orquestada o hacia una flotación manejada. La razón para coordinar la
administración de la flotación radicaba en el hecho de que los flujos privados
de capitales se habían vuelto tan grandes que para el país cuya divisa estaba
cayendo se había vuelto difícil reunir reservas cambiarias suficientes para
mantener estable su tipo de cambio. El convenio de intervenir de manera
conjunta en los mercados cambiarios sobrevino con el acuerdo de someterse
a una mayor consulta y coordinación en el ámbito de la política fiscal y
monetaria. El sistema que emergió del Acuerdo de Louvre, se basa en tipos
de cambio flexibles, pero capacita a las autoridades para que periódicamente
divulguen cuáles son los rangos comerciales de los tipos de cambio que
consideran como apropiados; entre más decaiga el dólar hacia el límite
inferior de la zona objetivo, mayor será la probabilidad de que sobrevenga
una compra oficial del dólar; esto conduce a los especuladores a comprar
dólares antes de que ocurra la intervención, lo cual ayuda a mantener el
dólar dentro de la zona objetivo. En abril de 1995 el dólar decayó hasta
alcanzar los típicos niveles bajos de la posguerra, cotizándose a sólo 80
yenes japoneses. Un ejemplo adicional de intervención que fracasó fue la
―crisis del peso‖ de diciembre de 1994, cuando a pesar de las cuantiosas
compras que se efectuaron el peso mexicano decayó hasta casi el40%. El
Presente La cuestión más obvia y que reviste importantes implicaciones para
la conducción futura de los negocios internacionales es: ¿Hacia dónde nos
dirigimos?, puesto que es probable que la dirección que tomemos sea
nuevamente una respuesta a las condiciones actuales, la respuesta requiere
14. que se identifiquen los problemas a los que se enfrentan hoy en día. Éstos
constituyen los siguientes aspectos:
1. Un posible cambio en el poder económico global que se manifiesta ahora
con el auge del euro y el debilitamiento del dólar.
2. Desequilibrios comerciales crecientes inherentes con el cambio en el
poder económico.
3. Preocupaciones ambientales crecientes relacionadas con los flujos
financieros y comerciales de tipo internacional.
4. La necesidad de seleccionar un nivel apropiado de flexibilidad en los tipos
de cambio.
4. LOS TIPOS DE CAMBIOS FLOTANTES Y LA COORDINACION DE
POLITICAS MACROECONOMICAS
Tipos de cambio flotantes (libre o flexible)
Este régimen permite que el mercado, por medio de la oferta y la
demanda de divisas (monedas extranjeras), sea el que determine el
comportamiento de la relación entre las monedas. El banco central no
interviene para controlar el precio, por lo cual la cantidad de pesos que se
necesitan para comprar una unidad de moneda extranjera (dólar, por
ejemplo) puede variar a lo largo del tiempo. En ningún país existe el
régimen de flotación pura, debido a la gran volatilidad cambiaria y a los
efectos en la economía real. Es por esto, que los bancos centrales suelen
intervenir en el mercado cambiario para evitar las fuertes fluctuaciones del
tipo de cambio. Cuando el Banco Central interviene ofreciendo o
demandando divisas, el régimen se denomina de flotación sucia. Muchos
economistas argumentan que un régimen flotante es favorable para el
crecimiento y la estabilidad a largo plazo de la economía, porque el tipo
de cambio se aprecia o deprecia para suavizar shocks y ciclos
económicos. En una situación de tipo de cambio flotante, un país que
experimenta un superávit, la demanda de su moneda superara la oferta,
por lo que el valor de esa moneda (o tipo de cambio) aumentará. Si un
país sufre un déficit, sucederá lo contrario: el valor de dicha moneda
disminuirá. En la práctica, los tipos de cambio entre el dólar, el Yen, la
libra esterlina y el euro pueden cambiar según las necesidades de
compradores y de vendedores de estas monedas. Este es un sistema de
tipo de cambio flotante, que existe más o menos desde 1971.
Sin embargo, puede suceder que el Banco Central intervenga evitando
que el tipo de cambio se siga apreciando o depreciando. En ese caso, a
pesar de que haya un régimen de tipo de cambio libre, en la práctica el
valor del tipo de cambio se mantiene estable en el tiempo. La diferencia
de una tasa de cambio flotante sucia con una tasa de cambio fija es que,
en este sistema de tasa de cambio, no se establecen unas metas fijas por
15. encima o por debajo de las cuales el valor de la moneda no puede estar.
1.1 Determinantes del tipo de cambio flotante.- Los determinantes de la
flexibilidad del tipo de cambio son la demanda y la oferta de una moneda,
dependientes sobre todo de los flujos de bienes y monedas. Los cambios
en los flujos de bienes (y por lo tanto, en el tipo de cambio)se deben a los
cambios en sus precios relativos, niveles relativos de ingreso,
preferencias y tasas de inflación relativas en dichos países. La
especulación también afecta a los tipos de cambio flotantes.
Desventajas del tipo de cambio flotante.-
Las principales desventajas del tipo de cambio flotante son:
Incertidumbre sobre los cambios futuros en los tipos de cambio puede
reducir el comercio internacional.
Competencia en las industrias de importación y exportación están
sujetas a la inestabilidad y al desempleo estructural. En la práctica, las
transacciones internacionales tardan mucho tiempo debido a las
distancias, las numerosas formalidades, inspecciones, créditos bancarios,
etc. Entre el día en que se determina el precio de venta y el día en que se
reciben los bienes, pueden pasar varios meses. Durante ese tiempo, el
tipo de cambio puede cambiar, y/o bien el importador deberá hacer un
mayor desembolso o el exportador tendrá que aceptar un pago menor.
Esta pérdida potencial desalienta el comercio internacional.
La coordinación de políticas Macroeconómicas
El término coordinación de políticas macroeconómicas ha sido utilizado
de una manera un poco confusa, tanto en el sentido político como en el
económico. En el sentido político, se hace referencia a los acuerdos entre
los gobiernos y los bancos centrales que suelen ser, en su mayoría,
implícitos y no formalizados. En el económico, a la coordinación se la
vincula con una negociación en las actuaciones de política económica
requerida por los aspectos de interdependencia estratégica de la teoría de
los juegos y los argumentos a favor se basan en que al mantener políticas
independientes se generan ineficiencias en la asignación de recursos.
Refiriéndose estrictamente a lo económico y dejando de lado el aspecto
político, una definición de uso frecuente expresa que la coordinación es
―una modificación significativa de las políticas nacionales en
reconocimiento de la interdependencia económica internacional‖. En
términos generales, sin embargo, bastaría con atravesar tres fases con
las cuales la mayoría de los autores concuerda. La primera, requiere la
definición de objetivos que se desean alcanzar y tomar la decisión, tanto
de los cambios que se deben implantar como de aquellos que se
ofrecerán a cambio. La segunda fase implica una negociación de cómo
deben distribuirse las ganancias obtenidas en la cooperación. La tercera
fase, relativa al cumplimiento del acuerdo, establece las normas que
16. hagan respetar el mismo y las sanciones que se considerando oportunas
en caso de su incumplimiento.
En definitiva, la coordinación es una cooperación plena entre los países
en un claro intento de parte de éstos de obtener mutuos beneficios‖. Por
tal motivo, los gobiernos que no lleven a cabo una forma completa de
coordinación sólo estarían colaborando‖ entre sí. Sin embargo, este
proceso que atraviesa ciertos niveles o fases y que así descripto suena
sencillo en realidad no lo es pues, dependiendo del aspecto que se
considere más relevante, aparecen en esas fases distintas formas‖ de
coordinar:
a) Hacerlo de una manera normativa o discrecional.- El enfoque
normativo intenta establecer normas o reglamentaciones que
impongan una cierta disciplina entre los países involucrados; mientras
que el discrecional opera con una mayor flexibilidad
b) . b) Reconociendo la existencia de un líder.- Se realizan contratos
implícitos entre éste (que puede ejercer una influencia estabilizadora
imponiendo en cierta manera la coordinación) y el resto de los países
(que deben sacrificar parte de la autonomía de su política económica).
c) c) Ocupándose sólo un indicador o de varios.- Centrarse en un solo
indicador evita una sobre- coordinación de políticas al dejar a cada
país alcanzar una única variable objetivo; aunque en la práctica lo
más común es coordinar varios indicadores a la vez en lugar de uno
solo. Una forma de coordinar un solo indicador es, por ejemplo, fijar
un tipo de cambio, ya que con tipos de cambio fijos las políticas se
coordinan por definición al tener que sincronizarse las monetarias.
Una forma de coordinar varios, en tanto, es un sistema de tipos
flexibles en el cual los gobiernos disfrutan de más autonomía a la hora
de elegir su tasa de crecimiento monetario, con una cierta
independencia de las políticas monetarias que el resto de los países
instrumentan.
Sea cual fuere la forma‖, el proceso de coordinación también se complica
con la aparición de los denominados costos de la negociación‖. Estos
costos suelen aumentar en función del tamaño del acuerdo que los países
desean alcanzar, distinguiéndose aquellos vinculados a:
a) Obstáculos políticos,
b) Obstáculos económicos.
Entre los obstáculos políticos pueden citarse la pérdida de soberanía
entre los países implicados en el proceso, las diferencias en la situación
política de cada uno de ellos, las prioridades electorales que se tengan y
17. los compromisos del gobierno con el sector privado, que suelen frenar en
muchas oportunidades el margen de maniobra de las negociaciones. Los
obstáculos económicos, en tanto, aparecen en las tres fases (o
momentos) de la negociación y serán diferentes según estas.
Fundamentos para la coordinación.-
Los argumentos a favor de la coordinación se basan en que de
mantenerlos países políticas independientes generarán ineficiencias en la
asignación de sus recursos. Así, la presencia de externalidades y la
provisión de bienes públicos son fallas del mercado que justifican la
conveniencia de coordinar, y la mayoría de los libros de texto de uso
común señalan que la coordinación de políticas es deseable cuando
ambas son importantes. La presencia de vínculos entre los países
implica, precisamente, que las acciones de política en un país tendrán
efectos derrame sobre los otros. Estos efectos aparecen cuando hay
cambios en la política monetaria, fiscal, comercial, industrial o ambiental,
en los regímenes impositivos, en el marco regulatorio y también en otras
esferas.
Ganancias que derivan de la coordinación.-
Para poder estimar las ganancias que derivan de un proceso de
coordinación algunos estudios empíricos comparan los resultados de una
función de bienestar en la que cada país maximiza su beneficio con el
valor que surge cuando los países maximizan de manera conjunta una
función de bienestar. La diferencia entre ambos suele señalarse como
una medida de la ―ganancia‖ que se obtiene de coordinar. Las medidas
de ganancia pueden resultar sensitivas a un amplio rango de políticas
consideradas. La magnitud de las ganancias, por ejemplo, puede
incrementar si se consideran no sólo los factores micro y
macroeconómicos, pero también cuestiones de naturaleza no económica.
Las demostraciones que se utilizan en las cuales cada economía estará
presentada por algunas pocas y simples ecuaciones sugieren que las
ganancias de la coordinación son pequeñas. Es cierto. Sin embargo,
estas ecuaciones restringen el entorno a un mundo en el cual existen dos
economías simétricas sin mucho dinamismo, las respuestas de políticas
son conocidas con certeza absoluta y no hay innovaciones en la
información.
2.3 Dificultades en la coordinación de políticas.-
La literatura suele distinguir cuatro razones que dificultan la coordinación.
La primera de ellas es que los gobiernos no son mutuamente creíbles y
18. se presume que, en cualquier momento, intentarán violar las reglas de
juego que puedan establecerse.
La segunda razón es que suscriben diferentes puntos de vista sobre el
comportamiento económico y la manera en que trabaja la economía. La
tercera, que los gobiernos tienen distintos objetivos de política económica.
Finalmente, el cuarto motivo señala que las diferentes restricciones
políticas y constitucionales también interfieren en la coordinación de
políticas.
CONCLUSIONES
Los ajustes dados en la evolución del Sistema Monetario Internacional marcan
una idea de lo complejo que es estabilizar las políticas monetarias.
Desde 1973 se realizaron modificaciones que han sido importantes para el
actual sistema monetario internacional.
Bretton Woods ha sido una importante pauta para el desarrollo de las
modificaciones del SMI.