2. I. CONSIDERACIONES INICIALES
1. EL DIVORCIO “NO ES” UN ARREGLO DE MANUFACTURA DIVINA
Contrario al matrimonio, el divorcio es una institución humana. Los datos disponibles
(bíblicos) muestran que aunque el divorcio es reconocido, permitido y regulado en la Biblia, al
contrario del matrimonio, no fue instituido por Dios.
Las Escrituras no registran ningún acto de Dios, sea directamente o a través de sus
profetas y apóstoles, en los cuales Él establezca o institucionalice el divorcio.
Los comentarios de Jesús sobre el divorcio corroboran esta conclusión:
Mateo 19:8 “Precisamente por lo tercos que son ustedes, Moisés les permitió
divorciarse de su esposa; pero al principio no fue de esa manera”
El permitir una práctica no es lo mismo que originarla, establecerla o instituirla. Lo que uno
“permite” es algo que ya está en existencia, como concepto o como práctica.
El hecho de que Dios no estableciera el divorcio
es “posiblemente” una razón por la cual la
Iglesia ha tenido “mas de un problema” en la
consideración de esta práctica.
3. 2. LA ACTITUD DE DIVINA RESPECTO DEL DIVORCIO
El divorcio, ya era una práctica común cuando Moisés escribió el Pentateuco y dio sus leyes
al pueblo. Esto lo podemos deducir dado que Moisés ejerció una “función reguladora” sobre
este tema.
Si Moisés “permitió” el divorcio reglamentándolo, más bien que prohibiéndolo, no hemos de
tener la idea de que Dios meramente “dejó pasar” el divorcio.
Dios no hace caso omiso de él (como si esperara que fuera algo que desaparecería), ni lo
prohíbe como práctica, más bien toma nota de su existencia y lo reglamenta.
Deuteronomio 24:1-4 “Si un hombre toma una mujer y se casa con ella, pero después resulta que no
le gusta por haber encontrado en ella algo indecente, le dará por escrito un certificado de divorcio y la
despedirá de su casa. Ella, después que haya abandonado la casa, podrá casarse con otro; pero si su
segundo marido también llega a despreciarla y le entrega un certificado de divorcio, despidiéndola de
su casa, o si este segundo marido se muere, entonces el que fue su primer marido no podrá volver a
casarse con ella debido al estado de impureza en que ella se encuentra; esto sería un acto repugnante
para el Señor, y ustedes no deben deshonrar el país que el Señor su Dios les da en propiedad”
De los versículos anteriores podemos ver que Dios legisló este tema con el propósito de:
i. Primero: Regular su existencia. Vemos que el divorcio estaba permitido, pero no por
cualquier causa sino solo en el caso de “hallar en la mujer algo indecente”.
ii. Segundo: Se efectuara de forma “ordenada”. Para divorciarse se debía escribir un
“Certificado de Divorcio”.
iii. Tercero: Se conocieran muy bien las “consecuencias” de esta acción. Si un hombre
divorciaba a su mujer, y esta se casaba de nuevo y la volvían a divorciar o el segundo
esposo moría, el primer esposo no se podía casar de nuevo con ella.
4. Por lo tanto es correcto decir que en las Escrituras Dios reconoce la
existencia del divorcio y lo regula cuidadosamente.
La regulación vista anteriormente estuvo direccionada a introducir
cierto orden en una situación que se había vuelto del todo caótica y
en gran manera injusta para la mujer.
Nuestra posición, pues, ha de ser la misma. Ni hemos de hacer caso
omiso del divorcio, ni hemos de prohibirlo sin mas (ni uno ni otro
extremo son bíblicos), sino que, responsablemente hemos de
procurar regularlo según el principio presentado en la Biblia.
5. II. UNA ACTITUD BIBLICA SOBRE EL DIVORCIO
En esta sección veremos que la Biblia reconoce y regula el divorcio, de hecho se hacen las
respectivas provisiones sobre este. Por ende no debemos hacer vista gorda respecto de el.
Como el divorcio es un concepto bíblico, usado y mencionado frecuentemente en las
páginas de la Biblia, los cristianos deben hacer todo lo que puedan para entenderlo y enseñar
lo que Dios, en su santa palabra, dice sobre el mismo.
También puede ser útil mencionar que no debemos “satanizar“ el divorcio de manera que
solo se condene y prohíba. En el estudio del matrimonio vimos que José (“un hombre justo”)
no era condenado por tener la intención de divorciarse de María.
A lo anterior podemos agregar lo que sigue:
Malaquías 2:16 “El Señor Dios de Israel, el todopoderoso, dice: "¡Cuiden, pues, de su
propio espíritu, y no sean infieles; pues yo aborrezco al que se divorcia de su esposa y se
mancha cometiendo esa maldad!” Concluimos que el Señor “repudia” el divorcio.
Pero también leemos lo siguiente:
Jeremías 3:8 “y vio también que yo repudié a la rebelde Israel y que me divorcié de
ella………..” Dios divorciándose con Israel
José hombre “justo” (Mateo 1:19)
Por lo tanto:
Es un error condenar todo divorcio por el hecho de serlo.
Es evidente que algunas veces, bajo ciertas circunstancias, el divorcio
es del todo apropiado y no es objeto del aborrecimiento de Dios.
6. Pero entonces; ¿que aspecto del divorcio aborrece Dios?, ¿como podemos hacer coincidir
las escrituras/enseñanzas antes mencionadas?
Malaquías 2:14-16 “¿Y aún preguntan ustedes por qué? Pues porque el Señor es testigo
de que tú has faltado a la promesa que le hiciste a la mujer con quien te casaste cuando
eras joven. ¡Era tu compañera, y tú le prometiste fidelidad! ¿Acaso no es un mismo Dios
el que ha hecho el cuerpo y el espíritu? ¿Y qué requiere ese Dios sino descendientes que
le sean consagrados? ¡Cuiden ustedes, pues, de su propio espíritu, y no falten a la
promesa que le hicieron a la esposa de su juventud! El Señor Dios de Israel, el
todopoderoso, dice: "¡Cuiden, pues, de su propio espíritu, y no sean infieles; pues yo
aborrezco al que se divorcia de su esposa y se mancha cometiendo esa maldad!”
R1: Él aborrece lo que ocasiona el divorcio, en este caso particular, la traición a
la promesa matrimonial hecha a la mujer de la juventud (esta traición provoca el
divorcio).
R2: Además podemos mencionar que Dios aborrece los divorcios obtenidos
impropiamente, sobre bases que Él no sanciona.
Ciertamente, Él no condena o aborrece los procedimientos del divorcio “como tal”, es decir,
el divorcio como un proceso.
Tampoco aborrece el divorcio cuando es obtenido conforme a los principios y reglas
establecidas en las Escrituras (y que Él siguió en sus tratos con Israel).
7. La actitud en este tema es importante, porque esta se va a manifestar
en los tratos con las personas divorciadas.
Es importante, pues, desarrollar una actitud bíblica y “equilibrada”
hacia el divorcio, por una parte; aborrecer todas las cosas que Dios
aborrece sobre el divorcio, si bien reconociendo que en este mundo
pecaminoso hay situaciones en que (como Dios mismo ha
demostrado) puede que sea necesario conseguir un divorcio. Ver
Edras 10:10-14, 44
Todos los divorcios son ocasionados por el pecado, siendo
principalmente esto último lo que Dios aborrece.
8. III. EL DIVORCIO Y SUS CONSECUENCIAS
En el estudio anterior descubrimos que el matrimonio es un pacto de compañía.
Sobre la base del fundamento anterior podemos afirmar que el divorcio tiene como propósito
la “ruptura” del pacto de compañía.
Por ende la implicancia inmediata es que quienes se divorcian ya no están obligados a brindar
compañía a su ex-conyugue (entiéndase compañía en todas sus ramificaciones).
El pacto de compañía es el que establece que es responsabilidad de los cónyuges proveerse
compañía mutua (en todas sus ramificaciones), ej.:
1 Corintios 7:3-4 “Y tanto el esposo como la esposa deben cumplir con los deberes propios del
matrimonio. Ni la esposa es dueña de su propio cuerpo (servidumbre), puesto que pertenece
a su esposo, ni el esposo es dueño de su propio cuerpo (servidumbre), puesto que pertenece
a su esposa.”
Pues, una vez roto el pacto, las partes ya no están bajo esta obligación:
1 Corintios 7:15 “Ahora bien, si el esposo o la esposa no creyentes insisten en separarse, que
lo hagan. En estos casos, el hermano o la hermana quedan en libertad, porque Dios los ha
llamado a ustedes a vivir en paz. ”
¿En libertad de que?..... Evidentemente que del pacto de compañía y sus obligaciones, como
por ejemplo:
1 Corintios 7:3 “Y tanto el esposo como la esposa deben cumplir con los deberes propios
del matrimonio.” (vida sexual y otros)
Por ende una vez efectuado el divorcio, bajo los estamentos bíblicos, ya no se
esta obligado a esta parte especifica de las obligaciones maritales, así como al
resto de ellas (cuidado, etc.).
9. 1. UN DIVORCIADO NO ESTA CASADO
Mateo 19:6 “Por tanto lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.”
o En este texto Jesús no esta advirtiendo contra una imposibilidad, ósea, es algo que no debe
hacerse, pero que en efecto se puede hacer.
o Si en efecto fuera imposible separar lo que Dios junto, el impacto de la orden se perdería
del todo.
Veamos las palabras de Moisés:
Deuteronomio 24:1-4 “Si un hombre toma una mujer y se casa con ella, pero después resulta que no
le gusta por haber encontrado en ella algo indecente, le dará por escrito un certificado de divorcio y la
despedirá de su casa. Ella, después que haya abandonado la casa, podrá casarse con otro; pero si su
segundo marido también llega a despreciarla y le entrega un certificado de divorcio, despidiéndola de
su casa, o si este segundo marido se muere, entonces el que fue su primer marido no podrá volver a
casarse con ella debido al estado de impureza en que ella se encuentra; esto sería un acto repugnante
para el Señor, y ustedes no deben deshonrar el país que el Señor su Dios les da en propiedad”
o Cuando la esposa deja al primer marido, “pasa a ser la esposa de otro”, que es llamado ahora
“su marido”. Ósea que si ella es la esposa de otro ya no es la mujer del primer hombre.
o El texto dice muy claramente, respecto al primer marido, que ella no puede en modo alguno
volver “a ser su esposa”, pues si prohíbe ser su esposa por segunda vez, implica que la carta de
divorcio deshizo el primer matrimonio con él. El lenguaje usado excluye la idea de que a lo largo
del proceso (el segundo matrimonio) ella seguía siendo su esposa.
o En el “supuesto” de que, aunque divorciados, ella siga siendo la esposa del primer marido “a
la vista de Dios”, si se casara con otro cometería bigamia (ya que seguiría casada con el
primero). Es difícil sostener que Dios este promoviendo este tipo de comportamiento.
10. Otros textos que apoyan el hecho de que una persona divorciada ya no esta bajo las
obligaciones que implica el pacto matrimonial, se muestran a continuación (estos textos hablan
sobre las promesas hechas por distintos tipos de mujeres):
Números 30:3-5 “Cuando una mujer joven, que aún depende de su padre, haga una promesa al Señor o
se comprometa a algo, si su padre, al enterarse de su promesa o compromiso, no le dice nada en contra,
estará obligada a cumplir su promesa o compromiso. Pero si su padre, al enterarse, no lo aprueba,
entonces ya no estará obligada a cumplir su promesa o compromiso. Puesto que su padre no lo aprueba,
el Señor no le exigirá que lo cumpla.”
Al margen del mandato como tal, vemos una “dependencia” de la mujer soltera respecto
de su padre, ya que depende de el.
Números 30:10-12 “Cuando una mujer casada haga una promesa o se comprometa a algo con
juramento, estando en casa de su marido, si su marido, al enterarse, no le dice nada en contra ni
desaprueba lo que hace, ella estará obligada a cumplir sus promesas y compromisos. Pero si su marido,
al enterarse, los anula, ya no estará obligada a cumplirlos, puesto que el marido se los anuló. El Señor no
le exigirá que los cumpla.”
La misma dependencia pero esta vez de una mujer casada, ¿la razón? La mujer esta ligada al
esposo y este es su cabeza. Esto se confirma a continuación:
Números 30:13 “El marido puede confirmar o anular cualquier promesa o juramento que haga su mujer
y que la obligue a ayunar.”
¿Pero que sucede con una mujer divorciada?, si estuviera sujeta a su esposo debería regir
el vs 13, pero no es así como leemos a continuación:
Números 30:9 “Si la que hace una promesa es viuda o divorciada, está obligada a cumplir todos los
compromisos que contraiga.”
Evidentemente que esto indica que la mujer divorciada ya no esta bajo el yugo de su ex
esposo porque el pacto y sus obligaciones ya fueron disueltos mediante el divorcio.
11. 2. EL PROCESO DE DIVORCIO
En los tiempos bíblicos, ¿como tenia lugar el divorcio?, para responder a este pregunta
analizaremos el mandato de Moisés respecto de los pasos a seguir para divorciarse, además,
veremos cual era el verdadero propósito de este mandato.
Debidamente tratado, un divorcio era un acto legal y formal, mediante el cual el pacto de
compañía era disuelto.
Deuteronomio 24:1-4 “Si un hombre toma una mujer y se casa con ella, pero después
resulta que no le gusta por haber encontrado en ella algo indecente, le dará por escrito un
certificado de divorcio y la despedirá de su casa. Ella, después que haya abandonado la
casa, podrá casarse con otro; pero si su segundo marido también llega a despreciarla y le
entrega un certificado de divorcio, despidiéndola de su casa, o si este segundo marido se
muere, entonces el que fue su primer marido no podrá volver a casarse con ella debido al
estado de impureza en que ella se encuentra; esto sería un acto repugnante para el Señor,
y ustedes no deben deshonrar el país que el Señor su Dios les da en propiedad”
Los elementos que distinguimos en este pasaje son los siguientes:
a) Existía una carta (documento) de divorcio, el cual debía ser escrito.
o El escribir la carta hacía el divorcio una cosa legal. Probablemente era firmada por
testigos. La carta protegía al que la había recibido de acusaciones falsas, malentendidos,
etc., y claramente tenia como propósito establecer la condición de “no casado”. El escribir
una carta requería tiempo (una persona no podía, en un arranque de ira, divorciarse de
otra verbalmente, escribir la carta hacía el acto meditado y premeditado, así como legal).
12. b) Había que entregar la carta “Le dará por escrito un certificado de divorcio……”
o El que se divorciaba de otro tenía que poner la carta en las manos de la otra persona
de manera personal. Aquí se ganaba tiempo para que otros intervinieran.
c) La persona divorciada tenía que ser despedida de la casa “….. y la despedirá de su
casa”
o La ruptura de la “casa” tenía lugar formalmente. Las condiciones tangibles en las cuales
no es posible dar compañerismo tienen que hacerse efectivas. Era necesario que tuviera
lugar una ruptura de la relación y de esta manera el que partía cargaba sus cosas, se las
llevaba y se marchaba de la casa.
d) Propósito del mandamiento
o Primero: vemos que el divorcio estaba permitido, pero no por cualquier causa sino solo
en el caso de “hallar en la mujer algo indecente”.
o Segundo: El certificado de divorcio le servía para no ser encontrada adultera
(apedreada) si se volvía a casar (en este tiempo la mujer debía estar ligada a algún varón,
ya fuera; padre, esposo, hermano, etc. – régimen familiar patriarcal).
o Tercero: si un hombre divorciaba a su mujer, y esta se casaba de nuevo y la volvían a
divorciar o el segundo esposo moría, el primer esposo no se podía casar con ella.
Por ende vemos que el espíritu de la Ley de Moisés, lejos de exigir,
incentivar o mandar el divorcio, lo que hacia era poner ciertas
reglas y condiciones sobre las cuales se podía repudiar, el repudio
no podía ser por cualquier causa, además estas reglas estaban
destinadas principalmente a proteger a la mujer.
13. Su objetivo era introducir cierto orden en una situación que se había
vuelto del todo caótica y en gran manera injusta para la mujer
Esta ley estaba puesta ahí para crear conciencia de que el matrimonio
no era algo que se podía contraer y disolver a la ligera. La regla III da
a entender que si el esposo se quería divorciar seria algo definitivo y
sin vuelta atrás.
La ley no mandaba el divorcio, este mandato estaba ahí para legislar el
tema, poner orden, proteger a la mujer, otro ejemplo:
Deuteronomio 21:10-14 “Cuando presenten batalla contra sus enemigos, y el Señor su Dios
los haga caer prisioneros en manos de ustedes, si alguno de ustedes ve entre ellos una
mujer hermosa, y se enamora de ella y la toma por esposa, deberá llevarla a su casa y hará
que se rape la cabeza, se corte las uñas, se quite el vestido que llevaba cuando cayó
prisionera y se quede a vivir en casa de él, llorando a sus padres durante todo un mes.
Después de eso podrá el israelita entrar en relaciones con ella; él será su marido, y ella su
mujer. Si después resulta que no le gusta, podrá dejarla en libertad; pero no podrá venderla
por dinero ni tratarla como esclava, ya que la ha deshonrado.”
Vemos en este caso, como en los anteriores, que el carácter de estas
leyes eran legislar los temas, poner justicia, orden y proteger a las
mujeres.
14. 3. EL CONCEPTO ACTUAL DE SEPARACION TEMPORAL
Se conoce como un periodo de tiempo prolongado en el cual los cónyuges no se han
divorciado (siguen casados), pero no viven juntos debido a problemas en la relación.
Veremos que este concepto es anti bíblico porque hace caso omiso de las opciones que da la
escritura en este tipo de situaciones, las cuales son; reconciliarse o divorciarse, según
inferimos a continuación:
1 Corintios 7:10-11 “Pero a los que ya están casados, les doy este mandato, que no es mío,
sino del Señor: que la esposa no se separe de su esposo (1). Ahora bien, en caso de que la
esposa se separe de su esposo, deberá quedarse sin casar o reconciliarse con él. De la misma
manera, el esposo no debe divorciarse de su esposa.”
En este caso vemos que el apóstol insta a que no se separen (1), con todo vemos que solo
existen las opciones de divorciarse o reconciliarse.
Otro motivo tiene relación con el no cumplimiento de los deberes maritales lo que provoca que
los cónyuges estén en peligro de ser tentados, según leemos a continuación:
1 Corintios 7:3 “Y tanto el esposo como la esposa deben cumplir con los deberes propios del
matrimonio… (vs 9) pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse
que estarse quemando.”
La separación temporal da la sensación de alivio de los problemas previos, una falsa
sensación de paz que es interpretada (erróneamente) como una solución del problema. Aunque
en realidad no se ha resuelto nada ya que no se han enfrentado las diferencias.
Es prudente indicar que una separación por una noche o algo similar para “calmar los ánimos”,
puede, en ciertos casos ser recomendable, pero siempre teniendo como premisa el enfrentar y
resolver los problemas por los métodos de Dios. Por otra parte una separación prolongada se
hace con el animo de “escapar” y no de “enfrentar” los problemas.
15. IV. ENSEñANZA DE JESUS - LA CLAUSULA DE ESCEPCION
Mateo 19:3-12 “Algunos fariseos se acercaron a Jesús y, para tenderle una trampa, le
preguntaron: ¿Le está permitido a uno divorciarse de su esposa por un motivo cualquiera? Jesús
les contestó: ¿No han leído ustedes en la Escritura que el que los creó en el principio, 'hombre y
mujer los creó'? Y dijo: 'Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su
esposa, y los dos serán como una sola persona.' Así que ya no son dos, sino uno solo. De modo
que el hombre no debe separar lo que Dios ha unido. Ellos le preguntaron: ¿Por qué, pues,
mandó Moisés darle a la esposa un certificado de divorcio, y despedirla así? Jesús les dijo:
Precisamente por lo tercos que son ustedes, Moisés les permitió divorciarse de su esposa; pero
al principio no fue de esa manera. Yo les digo que el que se divorcia de su esposa, a no ser en
el caso de una unión ilegal, y se casa con otra, comete adulterio”
Como vimos antes, la concesión de Moisés fue dada con el propósito de poner un poco de
orden , justicia, y proteger a las mujeres.
El debate de la fecha radicaba en dilucidar cual era el motivo por el cual un hombre se podía
divorciar de su esposa. La pregunta no es si se podían volver a casar, sino cual era el motivo
por el cual podían divorciarse, se da por entendido (sobre la base de Deut 24:1-4,) que una
vez ocurrido el divorcio el nuevo casamiento era normal y licito; Deut 24:2 “Ella, después que
haya abandonado la casa, podrá casarse con otro”.
Los fariseos pensaban que podían divorciarse por “cualquier motivo”; ¿Le está permitido a
uno divorciarse de su esposa por un motivo cualquiera? Obviamente una ves divorciados, se
volvían a casar, de hecho este era uno de los motivos para lo cual se divorciaban y a esto
hace referencia Jesús cuando habla de un postrer adulterio.
La respuesta de Jesús; El que se divorcia de su esposa, a no ser en el caso de una unión
ilegal, y se casa con otra, comete adulterio.
Otras versiones la traducen como; Cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de
fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera.
16. Jesús no cambio la naturaleza del divorcio como la acción de disolver el matrimonio, El
simplemente rechazo los pretextos, razones o causas con la sola excepción de la
“fornicación” (porneia). Ósea que, una de las causas legitimas a los ojos de Dios por la cual
puede existir el divorcio es la fornicación. Notar que no es mandatorio.
La dureza de corazón que le imputo Jesús a los fariseos tiene relación con las causas de
divorcio, no validas ante Dios, no con casarse de nuevo.
La palabra “fornicación – unión ilegal – porneia“ significa inmoralidad sexual. Es la palabra
general para "cualquier tipo de coito sexual ilícito". Las formas específicas pueden ser:
prostitución, incesto, homosexualidad, lesbianismo, bestialidad, fornicación y adulterio
cuando se hace en el marco de un pacto matrimonial. Todos estas faltas tenían la penalidad
de muerte en el Antiguo Testamento.
El adulterio se refiere a la violación del pacto de compañía, mediante la introducción de otro
en el cuadro. Esta tercera persona aparece en escena a fin de proveer compañía
(generalmente de naturaleza sexual) en vez de la esposa o el marido “de la juventud”.
Por ende una definición basada en lo anterior dicta que; “al cometer algún pecado sexual
(fornicación) se infringe el compromiso matrimonial (adulterio)”, ósea que; “se comete
Adulterio por Fornicación”.
17. El tema de debate radica en dilucidar si este pasaje permite el segundo matrimonio. Al
analizar detenidamente el pasaje tenemos que:
o Un problema lleva a otro: primero; el divorcio pecaminoso (sin una causa autorizada por
Dios – o por “cualquier causa”), y luego, las segundas nupcias que generan el adulterio.
o El pasaje habla tanto del divorcio como del nuevo matrimonio; esto es así ya que por el
solo hecho de divorciarse no se comete adulterio, lo cual implica la existencia de un
nuevo matrimonio. Gramaticalmente no se puede dividir la frase ya que la idea principal
es que se comete adulterio porque se casa con otra, previo divorcio pecaminoso. Por lo
tanto la cláusula de excepción incluye también el casarse de nuevo.
o El adulterio es la consecuencia de casarse de nuevo sobre la base de un divorcio
pecaminoso el cual esta fuera de las bases bíblicas.
o No existe adulterio cuando alguien se casa de nuevo sobre la base de un divorcio, no
pecaminoso, que esta dentro de las bases bíblicas establecidas.
Otro argumento radica en probar que una oración con cláusula de excepción, como la dicha
por Jesús, afirma dos cosas (divorcio y nuevo matrimonio). Lo probaremos con el siguiente
ejemplo:
Cualquiera que exceda la velocidad máxima, excepto cuando es autorizado por ley, y
choca con otro vehículo, será condenado.
Esta oración significa no solamente que los conductores comunes que exceden la velocidad
y chocan serán condenados, sino también que los conductores de vehículos de emergencia
no pueden ser juzgados, si tienen un accidente al exceder la velocidad, en el cumplimiento
de su deber.
18. Ósea que las preposiciones contenidas son las siguientes:
“Cualquiera que exceda la velocidad máxima, excepto cuando es autorizado por ley, y choca
con otro vehículo, será condenado”
(1) Cualquiera que exceda la velocidad, sin ser autorizado por la ley, y choca con otro
vehículo, será condenado, y
(2) Cualquiera que exceda la velocidad, siendo autorizado por la ley, y choca con otro
vehículo, no será condenado
Cuando la expresión dicha por Jesús es sometida a este análisis, tenemos:
“Yo les digo que el que se divorcia de su esposa, a no ser en el caso de una unión ilegal, y
se casa con otra, comete adulterio”
(1) Cualquiera que se divorcia de su esposa, sin que la causa del divorcio sea una unión
ilegal, y se casa de nuevo, comete adulterio, y
(2) Cualquiera que se divorcia de su esposa, siendo la causa del divorcio una unión ilegal, y
se casa de nuevo, no comete adulterio
Así que la cláusula de la excepción permite tanto el divorcio como el nuevo matrimonio,
cuando hay causa suficiente para disolver los lazos de este, a decir, debido a unión ilegal
(adulterio por fornicación).
19. El pasaje habla tanto del divorcio como del nuevo matrimonio; esto es así ya
que por el solo hecho de divorciarse no se comete adulterio, lo cual implica la
existencia de un nuevo matrimonio. Gramaticalmente no se puede dividir la
frase ya que la idea principal es que se comete adulterio porque se casa con
otra, previo divorcio pecaminoso.
El debate de la fecha radicaba en dilucidar cual era el motivo por el cual un
hombre se podía divorciar de su esposa. La pregunta no es si se podían
volver a casar, sino cual era el motivo por el cual podían divorciarse. Se da
por entendido (sobre la base de Deut 24:1-4,) que una vez llevado a cabo el
divorcio, el nuevo casamiento era normal y licito; Deut 24:2 “Ella, después
que haya abandonado la casa, podrá casarse con otro”.
La cláusula de la excepción permite tanto el divorcio como el nuevo matrimonio,
cuando hay causa suficiente para disolver los lazos de este, a decir, debido a
unión ilegal (adulterio por fornicación), lo cual es muy distinto de lo que
enseñaban los fariseos que afirmaban que por cualquier motivo podían
divorciarse.
El pasaje en su sustancia habla principalmente del divorcio, mientras que la
segunda nupcia se considera como una resultante lógica de un divorcio.
20. 1. EL ORIGEN DEL DIVORCIO POR EL PECADO SEXUAL
Es claro que la ley del Antiguo Testamento requería el apedreamiento como castigo del
adulterio (ver Deuteronomio 22:22; 22:23, 24; 22:13-21; Levítico 20:10), ej.:
Deuteronomio 22:22 “Si un hombre es sorprendido acostado con una mujer casada, los dos
serán condenados a muerte. Así acabarán ustedes con el mal que haya en Israel “
Deuteronomio 22:23 “Si una muchacha virgen es prometida de un hombre, y otro hombre
la encuentra en la ciudad y se acuesta con ella, serán llevados los dos ante el tribunal de la
ciudad, donde serán condenados a morir apedreados: la joven por no pedir socorro estando
en plena ciudad, y el hombre por deshonrar a la mujer de su prójimo. Así acabarán con el
mal que haya en medio de ustedes”
Considerando que estas leyes tenían vigencia en el tiempo cuando María estaba desposada
con José, cabe preguntarse ¿Por qué José no se sujeto a esta ley?, mas bien tenia la intensión
de repudiarla en secreto y vemos que fue alabado por Dios al hacer esto, ya que la escritura lo
llama un hombre “justo”:
Mateo 1:18-24 “El origen de Jesucristo fue este: María, su madre, estaba comprometida
para casarse con José; pero antes que vivieran juntos, se encontró encinta por el poder del
Espíritu Santo. José, su marido, que era un hombre justo y no quería denunciar
públicamente a María, decidió separarse de ella en secreto”
Pero ¿que llevo a José a actuar de esta manera?, sin lugar a dudas que para ser “Justo” debió
haber hecho algo que estuviera aprobado por Dios, entonces ¿a que ley se sujeto?, mas bien,
¿explicaba la ley, la cláusula de excepción que Jesús, años después expone de forma tajante y
que José puso en practica?
En la explicación de estos asuntos radica gran parte de la comprensión del divorcio.
21. Tenemos un ejemplo de gran valor en el antiguo testamento respecto de este tema, el cual es
introducido directamente por Dios.
En cierto número de pasajes, Dios habla de su relación con Israel (el pueblo de la primera
alianza) como la de un matrimonio.
Esta analogía se repite entre Cristo y la Iglesia (el pueblo de la segunda alianza). Quizás es
más que una analogía, ya que podríamos decir que la regla del matrimonio se haya en la relación
de Cristo con la Iglesia.
Efesios 5:24 “Pero así como la iglesia está sujeta a Cristo, también las esposas deben estar
en todo sujetas a sus esposos.”
Los profetas, especialmente Oseas, Jeremías, y Ezequiel, describen la infidelidad al pacto de
Sinaí de parte de Israel en términos de adulterio por fornicación. Esto habla Dios respecto de su
relación con Israel (ocupando la analogía del matrimonio):
Ezequiel 16:8 “Volví a pasar junto a ti, y te miré; estabas ya en la edad del amor. Extendí mi
manto sobre ti, y cubrí tu cuerpo desnudo, y me comprometí contigo; hice una alianza
contigo, y fuiste mía. Yo, el Señor, lo afirmo.”
o En este versículo (y capítulo) se hace mención a la promesa matrimonial (ya tratada en el
estudio anterior), cuando dice; “me comprometí contigo; hice una alianza contigo, y fuiste mía”
Jeremías 2:2-3 “Ve y habla a la ciudad de Jerusalén; grita para que lo oiga bien: '¡Así dice el
Señor! Recuerdo que cuando eras joven, me eras fiel, que cuando te hice mi esposa, me
amabas y me seguiste a través del desierto, tierra en que nada se cultiva.„ Israel estaba
consagrada a mí, era lo mejor de mi cosecha. Si alguien le hacía daño, yo lo castigaba
enviándole calamidades. Yo, el Señor, lo afirmo.”
o Confirma el hecho de que eran esposos y recuerda los tiempos de fidelidad, en la juventud de
Israel. Se indica también que Dios cuidaba de Israel y con esto cumplía su rol de protector así
como el esposo le debe protección a su esposa.
22. Pero estos días de fidelidad (“andabas en por de mí”) no duraron. Después del matrimonio de
Sinaí, y cuando entraron en la tierra prometida, Israel empezó a cambiar sus afectos (“no una
sola vez”) y continuamente fue infiel a su esposo, Jehová, veamos:
Jeremías 2:20 “Desde hace mucho te rebelaste contra mí, te negaste a obedecerme. Dijiste:
“No quiero servir.” Sobre toda loma alta y bajo todo árbol frondoso te dedicaste a la
prostitución.”
Oseas 2:13 “Voy a castigarla por el tiempo que pasó ofreciendo incienso a los ídolos, cuando
se adornaba con anillos y collares para seguir a sus amantes olvidándose de mí. Yo, el Señor,
lo afirmo.”…. 2:5-7 “Su madre se prostituyó; perdió el honor, cuando dijo: “Iré en busca de mis
amantes, los que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mis bebidas.”
Oseas 4:11-13 “La prostitución y el vino hacen perder el juicio. Mi pueblo consulta a sus
ídolos de madera; por medio de varas practica la adivinación. Dominado por la prostitución,
mi pueblo sigue caminos equivocados: se prostituye apartándose de su Dios. En lo alto de los
montes y sobre las colinas queman incienso y ofrecen sacrificios, y también bajo la buena
sombra de los robles, los álamos y las encinas.”
Ezequiel 23:1-4 “El Señor se dirigió a mí, y me dijo: Había una vez dos mujeres, hijas de la
misma madre. Desde jóvenes, estas dos mujeres se entregaron a la prostitución..…. La mayor
se llamaba Aholá (que representa a Samaria), y su hermana Oholibá (que representa a
Jerusalén). Yo las tomé por esposas, y me dieron hijos e hijas.”…. 23:36-37 “El Señor me dijo:
Y tú, hombre, ¿quieres pronunciar la sentencia contra Aholá y Oholibá? Entonces échales en
cara sus acciones detestables. Ellas me han sido infieles y tienen las manos manchadas de
sangre. Me han sido infieles adorando a sus ídolos, y en honor de ellos han sacrificado en
el fuego a sus propios hijos, los hijos que yo tuve con ellas”
Es evidente que las “repetidas” idolatrías del pueblo de Dios son ilustradas como infidelidades
al pacto matrimonial con el Señor.
23. Pero ¿Cuál fue la sentencia de Dios contra su pueblo por estas acciones?:
Jeremías 3:1-2 “El Señor dice: Si un hombre se divorcia de su mujer y ella, al separarse de él,
se casa con otro hombre, el primero no volverá a unirse con ella. ¡Eso sería una grave ofensa al
país! Sin embargo, tú, Israel, te has prostituido con muchos amantes, ¡y ahora quieres volver a
mí! Yo, el Señor, lo afirmo. Mira las lomas peladas, fíjate bien: ¿dónde no te has dejado
deshonrar? Sentada como árabe del desierto, a la orilla del camino esperabas a tus amantes.
Has manchado el país con tu prostitución y tu maldad. (vs 6-10) En tiempos del rey Josías me
dijo el Señor: ¿Has visto lo que hizo la rebelde Israel? Fue y se dedicó a la prostitución sobre
toda loma alta y bajo todo árbol frondoso. Yo pensé que, aun después de todo lo que ella había
hecho, volvería a mí; pero no volvió. Su hermana, la infiel Judá, vio esto; y vio también que yo
repudié a la rebelde Israel y que me divorcié de ella precisamente por el adulterio cometido.
Pero Judá, la infiel hermana de Israel, no tuvo temor, sino que también ella fue y se dedicó a la
prostitución. Y lo hizo con tanta facilidad, que profanó el país. Me fue infiel adorando a las
piedras y a los árboles. Y después de todo esto, la infiel Judá tampoco volvió a mí de todo
corazón, sino que me engañó. Yo, el Señor, lo afirmo.”
Isaías 50:1 “El Señor dice: ¡No crean que yo repudié a Israel, madre de ustedes, como un
hombre repudia a su mujer, o que los vendí a ustedes como esclavos porque tuviera deudas
con alguno! Ustedes fueron vendidos porque pecaron; Israel, la madre de ustedes, fue
repudiada porque ustedes fueron rebeldes.”
En estos textos vemos claramente que el Señor declara que la razón por la cual repudio
(divorcio vs 1-2) a Israel fue por sus muchos y repetidos adulterios (ejemplificado como
idolatría/prostitución). Se deja ver la posibilidad de que si Israel se hubiera arrepentido habría
sido perdonada, pero por su tozudez y falta de arrepentimiento el Señor finalmente la repudio.
Veamos otros textos que nos explican mas en detalle la relación entre Dios e Israel:
24. Oseas 1:2-8 “El Señor comenzó así el mensaje que quería comunicar por medio de Oseas:
La tierra de Israel se ha prostituido apartándose de mí. De la misma manera, ve tú y toma por
mujer a una prostituta, y ten hijos con ella; así ellos serán hijos de una prostituta, Oseas tomó
entonces por mujer a Gómer, hija de Diblaim, la cual quedó embarazada y le dio un hijo.
Entonces el Señor le dijo a Oseas: Llama Jezreel al niño, porque dentro de poco voy a
castigar a los descendientes del rey Jehú por los crímenes que él cometió en Jezreel, y voy a
poner fin al reino de Israel. Ese día destruiré en el valle de Jezreel el poderío militar de Israel.
Gómer volvió a quedar embarazada y tuvo una hija. El Señor le dijo a Oseas: Llama Lo-
ruhama a la niña, porque ya no volveré a tener compasión del reino de Israel. No los
perdonaré. En cambio, tendré compasión del reino de Judá: yo mismo, el Señor su Dios, los
salvaré. Pero no los salvaré por medio de la guerra, sino que lo haré sin arco ni espada ni
caballos ni jinetes. Después de haber destetado a Lo-ruhama, Gómer volvió a quedar
embarazada y tuvo un hijo. Entonces el Señor le dijo a Oseas: Llama Lo-amí al niño, porque
ustedes ya no son mi pueblo ni yo soy ya su Dios.”
Oseas 2:2-5 “El Señor dice: ¡Acusen ustedes a su madre, acúsenla, porque ella no es ya mi
esposa ni yo soy su marido! ¡Que deje de mostrarse como prostituta! ¡Que aparte de sus
pechos a sus amantes! Si no lo hace, la dejaré desnuda por completo: la pondré como el día
en que nació, la convertiré en un desierto, en pura tierra seca, y la haré morir de sed. No me
compadeceré de sus hijos, pues son fruto de su prostitución. Su madre se prostituyó; perdió
el honor, cuando dijo: Iré en busca de mis amantes, los que me dan mi pan y mi agua, mi
lana y mi lino, mi aceite y mis bebidas.”
Es, pues, un hecho simple que no puede ser disputado, que Dios estableció una conexión
directa entre el divorcio y el adulterio por fornicación. Así que, aunque no hubiera otra razón,
podríamos entender por qué Cristo, con una base sólida en el Antiguo Testamento, dijo lo que
dice en Mateo, y porque José fue considerado “justo” al tener la intensión de divorciarse de María
cuando esta se hallo embarazada (adulterio).
25. Completando la historia de Israel con Dios tenemos que; a pesar de su pecado, Dios amaba a
Israel y la llamaba a que se arrepintiera y regresara. Si lo hiciera, declaró Dios, la recibiría y la
haría suya una vez más:
Oseas 14:1-2 “Vuélvete, Israel, al Señor tu Dios, tú que caíste a causa de tu pecado!
Vuélvanse al Señor llevando con ustedes esta oración: Perdona toda nuestra maldad y recibe
con benevolencia las alabanzas que te ofrecemos. Asiria no puede salvarnos, ni tampoco
escaparemos a caballo. Ya no llamaremos “Dios nuestro” a nada fabricado por nosotros
mismos, porque solamente en ti, Señor, el huérfano encuentra compasión.”
o De hecho Dios mismo tomo la iniciativa:
Oseas 2:14-17 “Yo la voy a enamorar: la llevaré al desierto y le hablaré al corazón. Luego le
devolveré sus viñas, y convertiré el valle de Acor en puerta de esperanza para ella. Allí me
responderá como en su juventud, como en el día en que salió de Egipto. Entonces me
llamará “Marido mío”, en vez de llamarme “Baal mío”. Yo, el Señor, lo afirmo. Y quitaré de sus
labios los nombres de los baales, y jamás volverán a mencionarse.”
o Este cortejo la ganaría otra vez y la llevaría al arrepentimiento:
Oseas 2:7 “Seguirá a sus amantes, pero no los alcanzará; los buscará, pero no los
encontrará. Dirá entonces: “Volveré a mi primer marido, pues con él me iba mejor que ahora.”
o Cuando Israel se arrepintió de sus adulterios, Dios la perdono y la limpio:
Oseas 2:7 “Israel, yo te haré mi esposa para siempre, mi esposa legítima, conforme a la ley,
porque te amo entrañablemente. Yo te haré mi esposa y te seré fiel, y tú entonces me
conocerás como el Señor. Yo, el Señor, lo afirmo… Plantaré a mi pueblo en la tierra
exclusivamente para mí; tendré compasión de Lo-ruhama, y a Lo-amí le diré: Tú eres mi
pueblo, y él me dirá: ¡Tú eres mi Dios!.”
26. Es, pues, un hecho simple que no puede ser disputado, que Dios estableció
una conexión directa entre el divorcio y el adulterio por fornicación. De esta
manera podemos entender por qué Cristo, con una base sólida en el Antiguo
Testamento, dijo lo que dice en Mateo, y porque José fue considerado “justo”
al tener la intensión de divorciarse de María.
Cristo, en sus palabras de Mateo, no introdujo ninguna nueva ley a este
respecto, solo corrigió la enseñanza de los fariseos. Por otro lado José,
cuando tubo la intensión de repudiar a María, estaba dentro del abrigo de la
voluntad de Dios sobre esta materia.
Queda claro de esta evidencia que el divorcio a causa de adulterio por
fornicación era considerado como una opción natural para Dios al referirse a
su relación con Israel.
Israel es presentada como una mujer que en su juventud había sido
desposada, y luego, a causa de sus muchos pecados (fornicaciones),
divorciada, y, más tarde, vuelta a llamar para ser esposa.
Sobre la base de lo estudiado vemos que la acción de divorciarse, aplica a
“matrimonios concretos” ya que la relación de Dios con Israel y José con
María eran matrimonios legales ante Dios y la comunidad.
27. Analizando Hipótesis:
1. Hipótesis: La “cláusula de excepción” a la que se refiere Jesús aplica solamente a
matrimonios que están en adulterio porque se han casado más de una vez.
Esta interpretación restringe la aplicación de la cláusula de excepción (“salvo por causa de
fornicación”) solo a matrimonios realizados por segunda vez, con el propósito de disolverlos y
hacerlos salir de su adulterio, ya que considera que cualquier matrimonio realizado por
segunda vez esta bajo adulterio.
R: El principal problema de esta interpretación radica en que, como hemos visto, cuando
Jesús menciona la cláusula de excepción lo hace sobre la base de la enseñanza de Dios con
Israel, la cual estaba implícita en el antiguo testamento. Sobre esta base podemos inferir que
la cláusula de excepción (“salvo por causa de fornicación”) también aplica a matrimonios que
se han casado solo 1 vez y que por lo tanto no son matrimonios adúlteros.
A lo dicho en el párrafo anterior podemos agregarle la enseñanza que nos deja el ejemplo
de María y José, en donde José tenia la intensión de divorciarse de María y la escritura nos
indica que, a pesar de que José tenia esta idea en la mente, era considerado un hombre
justo. Evidentemente que lo que tenía pensado hacer era aprobado por Dios porque estaba
fundamentado sobre la enseñanza implícita existente en el antiguo testamento. En
consecuencia, al igual que en el párrafo anterior, concluimos que José quería aplicar la
cláusula de excepción en su matrimonio, el cual no era (al igual que Dios con Israel) un
matrimonio adúltero.
En consecuencia la cláusula de excepción puede ser aplicada a matrimonios
que no son adúlteros, cuando hay motivo suficiente para hacerlo, a decir,
adulterio por fornicación.
28. V. ENSEñANZA DE PABLO - LOS 2 GRUPOS DE CORINTIOS
Muy útil de analizar en una primera etapa debido a que aquí hay una comparación y contraste
entre las dos situaciones de divorcio posibles que considera el Nuevo Testamento.
Otra razón importante radica en que Pablo interpreta las palabras de Jesús y las coloca en su
contexto.
En resumen utilizaremos la discusión de Pablo como base desde la cual mirar los otros
pasajes bíblicos que hablan del divorcio.
Iniciaremos con el siguiente análisis:
1 Corintios 7:10 “Pero a los que ya están casados, les doy este mandato, que no es
mío, sino del Señor”, mientras que el verso 12 indica “En cuanto a los demás, les
digo, como cosa mía y no del Señor”
Evidentemente estas palabras del Señor nos indican dos grupos diferentes:
1. Matrimonios donde ambos cónyuges son cristianos.
2. Otro grupo llamados “los demás” donde uno de los conyugues es cristiano y el otro no.
¿A que se refiere Pablo con estos dos comentarios?, ¿es inspirado el primer comentario y el
segundo no?, ¿son los dos inspirados e infalibles, pero de peso distinto?
Evidentemente que toda la escritura es inspirada por Dios y si creemos que se contradice es
porque no logramos ver el concepto que esta encierra. Ahora bien lo que quería decir Pablo con
estas frases introductorias es lo siguiente:
29. 1. En los versículo 10 al 11 Pablo dice: “Estoy repitiendo, en una forma concreta, los
conceptos sobre el divorcio que el Señor Jesús estableció en su enseñanza cuando estaba
con los discípulos.”
Mientras que para el segundo grupo tenemos:
2. En los versículos 12 al 16 Pablo dice: “Ahora voy a tratar una cuestión que no surgió en el
tempo que Jesús estaba con los discípulos, y que por tanto, no enseño cuando vivía entre
nosotros. Esta cuestión ha aparecido ahora que el evangelio ha ido a los no judíos, y voy a
dirigirme yo mismo a ello en mi propio nombre (en una forma inspirada, naturalmente, tal
como lo hizo sobre las muchas otras cuestiones tratadas en esta misma carta)”.
En consecuencia Pablo escribe como un apóstol infalible, añadiendo a
la enseñanza sobre el divorcio que había dado Jesús, tratando además
otra cuestión adicional. Éste es el punto de disyuntiva entre los dos
grupos a los que se dirige.
Pablo indica (no sólo por las instrucciones que da a cada grupo, sino también por la misma
estructura de ponerlas aparte en dos grupos) que el enfoque de Dios sobre los dos grupos no era
el mismo. Pero veamos otras situaciones en donde se tiene este mismo concepto:
1 Corintios 5:9-10 “En mi otra carta les dije que no deben tener trato alguno con quienes se
entregan a la prostitución. Y con esto no quise decirles que se aparten por completo de todos
los que en este mundo se entregan a la prostitución, o son avaros, o ladrones, o idólatras,
pues para lograrlo tendrían ustedes que salirse del mundo. Lo que quise decir es que no
deben tener trato con ninguno que, llamándose hermano, se entregue a la prostitución, o sea
avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón. Con gente así, ni siquiera coman juntos”
30. o En el verso anterior vemos que los cristianos están obligados a separarse de los
hermanos que perseveran en el pecado, pero no así de las personas que no conocen a Dios
y practican estas acciones pecaminosas. Evidentemente el trato debe ser diferente.
Otro caso:
Romanos 12:17-18 “No paguen a nadie mal por mal. Procuren hacer lo bueno delante de todos. Hasta
donde dependa de ustedes, hagan cuanto puedan por vivir en paz con todos.”
o No siempre es posible conseguir una relación pacífica con los no creyentes, por lo tanto, se
requiere del creyente que haga todo lo posible para conseguir la paz, pero no más.
Por otro lado en el trato con los creyentes, tenemos que:
Mateo 18:15-17 “Si tu hermano te hace algo malo, habla con él a solas y hazle reconocer su falta. Si te
hace caso, ya has ganado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a una o dos personas más, para que toda
acusación se base en el testimonio de dos o tres testigos. Si tampoco les hace caso a ellos, díselo a la
comunidad; y si tampoco hace caso a la comunidad, entonces habrás de considerarlo como un pagano”
o Evidentemente el trato es diferente, porque se entiende que los creyentes tienen recursos
de Dios y de la Iglesia los cuales son adecuados para resolver todas sus dificultades.
Cuando un no creyente falla en responder a los esfuerzos del creyente para establecer la paz,
el creyente no puede hacer nada más (excepto orar, naturalmente). El cristiano ha de perseguir
siempre la paz y la armonía. Cuando no se puede conseguir la paz, la razón tiene que hallarse
en el no creyente, el fallo no debe ser nunca la culpa del creyente.
En consecuencia, cuando se trata con no creyentes en el matrimonio, el actuar debe ser el
mismo, ósea, hacer todo lo posible para que no haya un divorcio, ahora bien: si el esposo o la
esposa no creyentes insisten en separarse, que lo hagan. En estos casos, el hermano o la hermana quedan
en libertad, porque Dios los ha llamado a ustedes a vivir en paz (1 Corintios 7:15 )
Esta es la razón por la cual Pablo distingue entre los dos grupos de
hermanos que tenían las intensión de divorciarse.
31. 1. MATRIMONIOS CREYENTES EN EL GRUPO DE LOS CORINTIOS
1 Corintios 7:10-11 “Pero a los que ya están casados, les doy este mandato, que no es mío,
sino del Señor: que la esposa no se separe de su esposo. Ahora bien, en caso de que la esposa
se separe de su esposo, deberá quedarse sin casar o reconciliarse con él. De la misma manera,
el esposo no debe divorciarse de su esposa.”
La orden básica de estos versículos es que los cónyuges no deben divorciarse, lo cual vemos
de forma mas clara a continuación:
1 Corintios 7:10-11 “Pero a los que ya están casados, les doy este mandato, que no es mío,
sino del Señor: que la esposa no se separe de su esposo…... De la misma manera, el esposo no
debe divorciarse de su esposa.”
Ahora bien, debemos reconocer que el mandato principal, dado por Jesús y repetido por Pablo
es que “la esposa no se separe de su esposo y el esposo no debe divorciarse de su esposa”.
Esto debe quedar claro.
Sin embargo Pablo hace una excepción al mandamiento al decir: “Ahora bien, en caso de
que la esposa se separe de su esposo deberá quedarse sin casar o reconciliarse con él”
¿Por qué dice esto y con qué intención? Es evidente que no contradice su orden del v. 10 (que
los esposos no deben separarse), al permitir aquello que acaba de decir que Jesús prohíbe.
Simplemente, pues, en lo que está pensando, es en un peligro posterior, y quiere advertirnos
contra él. La orden de no separarse sigue firme, pero si la mujer o el hombre desobedecen esta
orden y disuelven el matrimonio con un divorcio, tienen que permanecer sin casarse.
Con lo anterior se logra que los creyentes se hallen en una posición en que en todo tiempo
puedan arrepentirse y reconciliarse. Si alguno se casa con otro, lleva la desobediencia un paso
más adelante, y entonces se pone en una situación mas grave.
32. ¿Pero cual es el peligro posterior contra el cual nos quiere advertir Pablo al mencionar que en
el caso de que se separen deben quedarse sin casar?
Dado que Pablo esta repitiendo la enseñanza de Jesús, echemos un repaso a los que dijo
Jesús respecto de este tema:
Marcos 10:11 “El que se divorcia de su esposa y se casa con otra, comete adulterio contra la
primera; y si la mujer deja a su esposo y se casa con otro, también comete adulterio.”
Lucas 16:18 “Si un hombre se divorcia de su esposa y se casa con otra, comete adulterio; y el
que se casa con una divorciada, también comete adulterio.”
Mateo 19:9 “Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación,
y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera.”
Mateo 5:32 “Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación,
hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio.”
o La enseñanza de Jesús nos dice que si alguien se divorcia por alguna causa que no sea
fornicación y se casa nuevamente, este postrer matrimonio es adúltero.
o “Un problema genera otro”: primero; el divorcio pecaminoso (sin una causa autorizada
por Dios – o por “cualquier causa”), y luego, las segundas nupcias que generan el
adulterio.
Por lo tanto, sobre la base de lo que dijo Jesús, y considerando que Pablo solo
esta repitiendo su enseñanza, concluimos que el peligro sobre el cual nos
advierte es el volver a casarse después de un divorcio por razones ajenas a la
fornicación. Esta situación marital es adúltera.
Sobre esta base se confirma que la enseñanza de Jesús incluyó el nuevo
matrimonio, dado que se comete adulterio porque se casa con otra, previo
divorcio pecaminoso.
33. Se deduce que el motivo de divorcio al que se refiere Pablo (“pero si se separa”), es
ajeno a la fornicación, ya que sino, la interpretación no se puede sostener por lo
visto anteriormente respecto de la enseñanza de Jesús.
Lo primero, pues, es ver que Pablo al repetir la enseñanza de Jesús pone énfasis
en no separarse (al igual que Jesús), pero, en reconocimiento del hecho que el
divorcio puede ocurrir debido a una “desobediencia pecaminosa” (divorcio por
“cualquier causa” - que no sea fornicación), nos advierte contra un potencial
adulterio debido a un segundo matrimonio.
Uno de los motivos por los cuales Pablo no autoriza las segundas nupcias es
porque busca la reconciliación de estos dos cónyuges para que vuelvan a
reconstruir el matrimonio en una forma nueva y más bíblica y de esta manera
cumplan con el ideal de Dios. Lo anterior dado que es “esperable” que dos
cristianos cumplan el ideal de Dios en esta materia.
Concepto Clave: cuando un matrimonio es disuelto por causas ilegítimas (o por
“cualquier causa”) y los cónyuges involucrados se casan nuevamente, el
divorcio efectuado, no disuelve la primera unión ante Dios y por consecuencia
se comete adulterio. No así en el caso de que el matrimonio sea disuelto por
causas aprobadas por Dios (ej.: fornicación).
Las obligaciones que tienen los cónyuges divorciados son: (1) deben
permanecer sin casar a fin de hacer posible la reconciliación mediante la
renovación de los votos matrimoniales, y (2) para que no cometan adulterio por
casarse nuevamente.
34. Analizando Hipótesis:
2. Hipótesis: La “excepción” que hace Pablo cuando dice “A los casados doy este mandato;
que la esposa no se separe del esposo, ahora bien, en caso de que la esposa se separe de
su esposo (excepción) deberá quedarse sin casar o reconciliarse con él” tiene directa
relación con la “excepción” que hace Jesús en mateo respecto de la autorización que da
Jesús al divorciarse por fornicación, cuando dice “Cualquiera que repudia a su mujer, salvo
por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada,
adultera”.
Esta interpretación dice que la excepción que hace Jesús se puede unir a la excepción
dicha por Pablo, de esta manera, quien se divorcia por fornicación (sobre la base de la
excepción Mateo) debe permanecer sin casarse (sobre la base de la excepción de corintios).
R: El problema de esta interpretación radica en que, según vimos anteriormente, la
excepción de Mateo permite tanto el divorcio como el nuevo matrimonio (gramaticalmente
esta idea no se puede dividir), por ende lo dicho por Pablo (respecto de no casarse) debe
necesariamente referirse a un divorcio realizado “no por fornicación” sino por “cualquier
causa”, lo cual lo trasforma en un divorcio pecaminoso y en efecto quienes se casen sobre
la base de este tipo de divorcio, según lo dicho por Jesús, estarían adulterando. Esta es la
razón por la que Pablo instruye que deben quedarse sin casar, ya que con esto evita un
postrer adulterio.
Por ende según lo dicho en el párrafo anterior la excepción de Mateo esta dada sobre la
base de que alguien se divorcia por fornicación y la excepción de corintios esta dada sobre la
base de que alguien se divorcia por una causa ajena a la fornicación o por “cualquier causa”.
35. 3. Hipótesis: Si el divorcio realmente separa lo que Dios unió (matrimonio), ¿como es posible
que aquellos que se divorcian pecaminosamente y se casan de nuevo cometan adulterio?,
ya que si cometen adulterio entendemos que todavía están unidos a sus antiguos cónyuges,
ósea que el primer matrimonio no ha sido roto a pesar de que se realizó un divorcio.
Esta interpretación indica que el divorcio, en ningún caso (ya sea por razones legítimas o
ilegítimas), separa un matrimonio. La intensión radica en afirmar que aunque alguien se
divorcie por causa de fornicación, seguiría casado, y por ende, no podría casarse de nuevo.
R: Lo anterior debe entenderse dentro de los siguientes contextos:
a) Divorcios pecaminosos y,
b) Divorcios no pecaminosos
Respecto de los divorcios pecaminosos tenemos lo siguiente:
Marcos 6:17-18 “Es que, por causa de Herodías, Herodes había mandado arrestar a Juan, y
lo había hecho encadenar en la cárcel. Herodías era esposa de Filipo, hermano de Herodes,
pero Herodes se había casado con ella. Y Juan había dicho a Herodes: No debes tener como
tuya a la mujer de tu hermano”.
o Sin conocer las causas o si hubo o no divorcio (aunque dada las costumbres y leyes de la
época, es de suponer que así fue) tenemos que esta unión ilegítima entre Herodes y
Herodías es condenada por Juan, aún cuando era un matrimonio, ya que se afirma que
Herodías seguía siendo la esposa de Filipo a pesar de que se había casado con Herodes.
o O sea que el pasaje nos sugiere que cuando un matrimonio es disuelto por causas que
Dios no aprueba (o por “cualquier causa”) y los cónyuges involucrados se casan
nuevamente, el divorcio efectuado, no disuelve la primera unión ante Dios (aunque si lo hace
ante los hombres) y por consecuencia se comete adulterio (es de suponer que esta era la
razón que argüía Juan). Por lo tanto podemos decir que la hipótesis
original planteada ES APLICABLE al caso (a).
36. Aunque lo anterior es así solo en el caso de que los cónyuges se casen previo divorcio
pecaminoso, lo anterior debido a que cuando un divorcio es bajo una causa aprobada por
Dios el postrer matrimonio no es condenado:
Mateo 19:12 “Cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa
con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera”.
Según lo visto antes tenemos que:
(1) Cualquiera que se divorcia de su esposa, sin que la causa del divorcio sea fornicación, y
se casa de nuevo, comete adulterio, y
(2) Cualquiera que se divorcia de su esposa, siendo fornicación la causa del divorcio, y se
casa de nuevo, no comete adulterio
Cuando el divorcio es por una causa aprobada por Dios, este separa la unión existente
(matrimonio) y se rompen los lazos de pertinencia, por ende cada cónyuge queda libre de sus
compromisos y obligaciones. Por ejemplo, así fue que Dios cuidaba de Israel cuando estaban
bajo el pacto:
Jeremías 2:3 “Israel estaba consagrada a mí, era lo mejor de mi cosecha. Si alguien le hacía
daño, yo lo castigaba enviándole calamidades. Yo, el Señor, lo afirmo.”
Pero una vez desecho el pacto, Dios ya no cuido mas de Israel y fueron hechos prisioneros:
Isaías 50:1 “El Señor dice: ¡No crean que yo repudié a Israel, madre de ustedes, como un
hombre repudia a su mujer, o que los vendí a ustedes como esclavos porque tuviera deudas
con alguno! Ustedes fueron vendidos porque pecaron; Israel, la madre de ustedes, fue
repudiada porque ustedes fueron rebeldes.”
O sea que el pasaje nos indica que cuando un matrimonio es disuelto mediante un divorcio
aprobado por Dios (fornicación), este realmente disuelve la primera unión, lo anterior se deduce
ya que los cónyuges quedan libres de los compromisos y obligaciones propias del matrimonio
(cuidado, fidelidad, etc.) y por consecuencia no se comete adulterio.
37. Por lo tanto podemos decir que la hipótesis
original planteada NO ES APLICABLE al caso (b).
Respecto de la Hipótesis 3 adicionalmente podemos añadir que:
Las obligaciones de los que se divorcian pecaminosamente radican en:
o De ser posible volver a casarse con el primer conyugue porque tienen un compromiso o
contrato el cual no están cumpliendo, además esto implica que no están en libertad de volver
a casarse.
o Tienen que permanecer sin casarse, no sólo para dejar abierta la posibilidad a una
reconciliación, sino que también, a fin de no cometer adulterio.
Cuando una persona divorciada pecaminosamente se casa nuevamente, comete adulterio
debido que infringe la promesa original de matrimonio por la cual debería estar casado solo con
el primer cónyuge. Esta persona no tiene derecho al estado de “no casado”, porque el divorcio
no es por causa de fornicación. Por consecuencia a modo de evitar el adulterio, en el caso de
que se divorcie, debe permanecer sin casar o reconciliar con su primer cónyuge.
1 Corintios 7:10-11 “Pero a los que ya están casados, les doy este mandato, que no es
mío, sino del Señor: que la esposa no se separe de su esposo. Ahora bien, en caso de que
la esposa se separe de su esposo, deberá quedarse sin casar o reconciliarse con él. De la
misma manera, el esposo no debe divorciarse de su esposa.”
Dado un caso muy extremo: las personas divorciadas pecaminosamente no deberían tener
vida conyugal, dado que deben renovar sus votos matrimoniales públicamente mediante un
matrimonio y de esta manera cumplir la exigencia del apóstol “Ahora bien, en caso de que la
esposa se separe de su esposo, deberá quedarse sin casar o reconciliarse con él”
Si se debe quedar sin casar implica que se había divorciado y no “separado” (si hay la
intensión de casarse, el requisito es no estar casado), dentro de este contexto reconciliarse no
significa volver a “juntarse”, sino, renovar los votos matrimoniales casándose nuevamente.
38. 2. MATRIMONIOS MIXTOS (CREYENTES/NO CREYENTES) EN EL GRUPO DE
LOS CORINTIOS
1 Corintios 7:12-16 “En cuanto a los demás, les digo, como cosa mía y no del Señor, que si la
mujer de algún hermano no es creyente pero está de acuerdo en seguir viviendo con él, el
hermano no debe divorciarse de ella. Y si una mujer creyente está casada con un hombre no
creyente que está de acuerdo en seguir viviendo con ella, no deberá divorciarse de él. Pues el
esposo no creyente queda santificado por su unión con una mujer creyente; y la mujer no
creyente queda santificada por su unión con un esposo creyente. De otra manera, los hijos de
ustedes serían impuros; pero, de hecho, pertenecen al pueblo santo. Ahora bien, si el esposo o
la esposa no creyentes insisten en separarse, que lo hagan. En estos casos, el hermano o la
hermana quedan en libertad, porque Dios los ha llamado a ustedes a vivir en paz. Pues ¿cómo
sabes tú, esposa, si acaso puedes salvar a tu esposo? ¿O cómo sabes tú, esposo, si acaso
puedes salvar a tu esposa?.”
Como vimos anteriormente Pablo va a tratar un tema que Jesús no menciono en su ministerio
dado que en tiempos de Pablo el evangelio había llegado a griegos y/o romanos en donde solo
uno de los cónyuges había obedecido la buena noticia.
1 Pedro 3:1-2 “Así también ustedes, las esposas, sométanse a sus esposos, para que, si
algunos de ellos no creen en el mensaje, puedan ser convencidos, sin necesidad de palabras,
por el comportamiento de ustedes, al ver ellos su conducta pura y reverente para con Dios.”
En el caso de los divorcios entre matrimonios creyentes podemos mencionar que hay
recursos; (1) la palabra y el Espíritu que están disponibles a los dos cónyuges, (2) hay un
compromiso básico y mutuo de obedecer a Cristo, y (3) existe la disciplina de la Iglesia, que (en
último término) puede ser activada si uno de los dos (o los dos) rehúsan tratar el problema.
Hay, pues, esperanza para este matrimonio y buenas razones para insistir en su
reconciliación.
39. Pero en este caso tenemos una situación totalmente distinta: un creyente que tiene intención
de divorciarse de su cónyuge no creyente. Ningún de los recursos mencionados antes está
disponible para el no creyente. Así que no puede haber la misma insistencia en la reconciliación
ya que no existe la misma esperanza y Fé.
Las palabras del apóstol en este caso indican que el cónyuge creyente no debe divorciarse del
otro que desea que el matrimonio continúe. En realidad, al creyente se le dice que puede
mantener el matrimonio por amor al cónyuge no creyente (con la esperanza de que llegará a
conocer a Cristo por medio de la asociación continua con asuntos espirituales).
Pero si, después de todo lo hecho por el creyente para evitarlo, el no creyente no está
conforme en seguir siendo casado, el divorcio es una alternativa aceptable.
1 Corintios 7:15 “Ahora bien, si el esposo o la esposa no creyentes insisten en separarse,
que lo hagan. En estos casos, el hermano o la hermana quedan en libertad, porque Dios los
ha llamado a ustedes a vivir en paz.”
El divorcio no es lo ideal. Incluso en un matrimonio mixto, el objetivo es continuar el
matrimonio si es posible en algún modo. El creyente no ha de hacer nada para dividir el
matrimonio, sino todo lo que pueda para preservarlo, tampoco ha de provocar a su cónyuge a
marcharse ya que todo lo que hagan en este sentido es contrario al espíritu del pasaje.
En conformidad con el principio general de Romanos 12:18 “Hasta donde dependa de ustedes,
hagan cuanto puedan por vivir en paz con todos”, por lo tanto el creyente ha de esforzarse por
vivir “en paz” con su cónyuge.
Pero ¿qué pasa si no es posible para el cristiano (a pesar de haber hecho todo lo que ha
podido) mantener el matrimonio intacto? Supongamos que el no creyente quiere a toda forma el
divorcio. Quizá dice: “Cuando me casé con mi mujer no tenía idea de que iba a cambiar de esta
forma….. ¡Ya estoy harto! ¡Quiero salir de este matrimonio!”.
40. En las circunstancias en que el no creyente quiere salir del matrimonio, Pablo dice al creyente
“que se separe” (v. 15).
La idea es la siguiente: En caso de que el no creyente quiera divorciarse el creyente no tiene
que impedirlo, de esta manera tampoco esta obligado a continuar el matrimonio.
Pablo usa un imperativo permisivo: “que se separe”. Esto es una orden; es uno de los casos
en que el divorcio es requerido.
El estado en el que queda el conyugue divorciado a continuación:
1 Corintios 7:15 “En estos casos, el hermano o la hermana quedan en libertad….”
o Todos los lazos del matrimonio han sido quitados. Se le deja libre en absoluto de toda
obligación y compromiso, y es una persona libre totalmente. No tiene obligación de proveer
compañía, cuidado o deber conyugal. La idea es que cuando los lazos del matrimonio han
sido cortados por una razón aprobada por Dios, el creyente está libre de sus obligaciones
matrimoniales con respecto al no creyente y de la carga de procurar mantener un matrimonio
que el inconverso no desea. Está libre de su esclavitud.
La razón de lo anterior radica en que:
1 Corintios 7:15 “Dios los ha llamado a ustedes a vivir en paz.”
Dios no quiere dejar en el matrimonio cristiano cabos sueltos, quiere que los problemas en el
matrimonio queden resueltos. Quiere paz. O bien ha de ser un matrimonio o ha de dejar de serlo.
Por lo tanto, al igual que en el caso de los matrimonios creyentes; en donde solo
por causa de fornicación se les permite divorciarse y volver a casarse sin
cometer adulterio; el creyente que se divorcia de su conyugue inconverso bajo la
cláusula aquí plantada (deserción del no creyente) puede volver a casarse sin
cometer adulterio, ya que es un divorcio cuya causal es aprobada por Dios.
41. El divorcio no es lo ideal. Incluso en un matrimonio mixto, el objetivo es
continuar el matrimonio si es posible en algún modo. El creyente no ha de
hacer nada para dividir el matrimonio, sino todo lo que pueda para
preservarlo, tampoco ha de provocar a su cónyuge a marcharse ya que todo lo
que hagan en este sentido es contrario al espíritu del pasaje.
Se recalca el concepto de que Dios no quiere dejar cabos sueltos , quiere paz.
O bien ha de ser un matrimonio o ha de dejar de serlo, ej.:
Creyendo (erróneamente) que ha de permanecer casada con un marido no creyente, a
pesar de todo, cierta mujer cristiana persiste en el matrimonio aunque el marido quiere
terminarlo. El marido, pues, empieza a entenderse con otras mujeres (si no lo había
hecho ya antes) y, al final, la deja. No obstante, instada por un mal consejo, ella no
quiere conceder el divorcio. Es posible que él esté fuera de casa durante períodos de
seis meses a la vez, y que asome durante una semana. Esto perturba a los hijos y la
vida de la casa (crea y destruye esperanzas), la esposa puede quedar embarazada
(estando casada tiene que acceder a las relaciones sexuales si él las quiere), y, así, las
cosas siguen. Ella está siempre esperando contra lo imposible, y, sin embargo, no hay
evidencia de que él tenga un deseo sincero de seguir en el matrimonio. De este modo
la mujer vive angustiada y desesperada durante años o toda la vida. ¡No hay nada
relacionado con la “PAZ” en todo esto!
En resumen hemos visto que sólo hay un caso en el cual, cuando todo lo
demás ha fallado, el creyente es requerido a que se separe de su cónyuge no
creyente por medio del divorcio, esto es, por deserción del conyugue
inconverso.
42. Analizando Hipótesis:
4. Hipótesis: Aunque los cónyuges se divorcien por causas legítimas, estos siguen unidos
hasta la muerte y no pueden casarse nuevamente, lo anterior dado que la mujer esta ligada
al esposo mientras este vive:
1 Corintios 7:39 “La mujer casada está ligada a su esposo mientras éste vive; pero si el
esposo muere, ella queda libre para casarse con quien quiera, con tal de que sea un creyente.
Aunque creo que será más feliz si no vuelve a casarse. Ésta es mi opinión, y creo que yo
también tengo el Espíritu de Dios.”
Romanos 7:2-3 “Por ejemplo, una mujer casada está ligada por ley a su esposo mientras éste
vive; pero si el esposo muere, la mujer queda libre de la ley que la ligaba a él. De modo que si
ella se une a otro hombre mientras el esposo vive, comete adulterio, pero si el esposo muere,
ella queda libre de esa ley, y puede unirse a otro hombre sin cometer adulterio”
Esta interpretación prohíbe el nuevo matrimonio a los divorciados, bajo toda causa, sobre la
base de que la mujer esta ligada a su esposo mientras este vive. Lo anterior implica que como
esta ligada de por vida, solo la muerte de su conyugue la puede “desligar”.
R-1: Uno de los problemas de esta interpretación radica en que, según vimos anteriormente,
la excepción de Mateo permite tanto el divorcio como el nuevo matrimonio. Además contradice
el propósito del divorcio el cual es “separar los que está unido”, ya que afirma que solo la muerte
del conyugue lo puede “desligar”.
Pero a veces se dice que las únicas palabras que hablan de forma positiva respecto del
nuevo casamiento de personas divorciadas solo están en Mateo (5 y 19). A lo largo de mi
estudio he podido visualizar que, dado que se supone que solo mateo habla de este tema, se
tiende a señalar que en esta interpretación algo malo debe existir, y por ende, esto causa
inseguridad en algunos. Pero veremos que esto no es así y que existen otros pasajes que
hablan de forma positiva respecto del nuevo casamiento de personas divorciadas:
43. 1 Corintios 7:25-28 “En cuanto a las vírgenes no tengo mandamiento del Señor; mas doy mi
parecer, como quien ha alcanzado misericordia del Señor para ser fiel. Tengo, pues, esto por
bueno a causa de la necesidad que apremia; que hará bien el hombre en quedarse como está.
¿Estás ligado a mujer? No procures soltarte. ¿Estás libre de mujer? No procures casarte. Mas
también si te casas, no pecas; y si la doncella se casa, no peca; pero los tales tendrán aflicción
de la carne, y yo os la quisiera evitar.”
Sobre este pasaje es importante señalar las siguientes observaciones:
o Cuando dice: ¿Estás ligado (casado) a mujer? No procures soltarte; es claro que el “soltarse”
no se refiere a la muerte del cónyuge, pero si concluimos que solo mediante la muerte se
queda libre del matrimonio, implicaría buscar la viudez del otro, ya que es algo que se procura.
o Sobre la base de lo anterior el “soltarse” al que se refiere Pablo sólo puede significar una
cosa; soltarse por divorcio. Dicho de otra manera mas práctica, se refiere a soltarse de los
vínculos del matrimonio mediante un divorcio por alguna causal aprobada por Dios.
o Además, para que el contraste tenga sentido, gramaticalmente la palabra “soltarse” debe
entenderse como lo opuesto a estar “ligado” (casado) a una mujer.
o Sabemos que cuando dice; “no procures soltarte”, no lo dice como prohibición, debido a que
mas adelante dice; “no procures casarte”, por ende, dado que entendemos que casarse es una
opción válida, también es válida la opción de soltarse (aunque ambas desaconsejables), lo
anterior debe entenderse así para conservar intacto el sentido de “contraste” de la oración.
o El contraste indicado en estas 2 frases tiene el propósito de incentivar a los oyentes a que se
queden como están “a causa de la necesidad que apremia” y por ende es desaconsejable
(aunque no malo o pecaminoso) casarse y/o soltarse.
Por ende, mediante esta simple implicancia podemos “ratificar” que algunos
divorcios (no todos) permiten “soltarse” de la ligadura del matrimonio y que no
solo la muerte del conyugue permite esto.
44. Siguiendo con el análisis, después de esta oración (y para terminar el contraste de la frase) el
apóstol nos dice lo siguiente; ¿Estás libre de mujer? No procures casarte.
o La clave radica en dilucidar quienes aplican al estado de “libre”. Ahora bien, si concluimos
que solo mediante la muerte se queda libre del matrimonio para volver a casarse, este estado
de “libre” aplicaría restrictivamente solo a; los viudos y personas que nunca se han casado.
o Pero recién “ratificamos” que algunos divorcios (no todos) permiten “soltarse” de la ligadura
del matrimonio (lo cual es el propósito del divorcio). Además, es un implicancia simple y obvia
decir que por “soltarse”, el tal queda “libre” (gramaticalmente esto no puede discutirse).
o Existe algo implícito acá, lo cual es que; “alguien que esta libre, procura casarse”, esto nos
sugiere que una persona que esta “libre”, ósea; no ligado (casado), quiere casarse, pues lo
procura (aunque en este caso particular es desaconsejado, pero no pecaminoso).
Por ende, el estado de “libre” no solo aplica a viudos y a quienes nunca se han
casado, sino que también incluye a quienes se han divorciado (no todos). Lo
anterior dado que se “soltaron” de la ligadura matrimonial por medio de un divorcio
y por lo tanto son “libres”.
o Con todo, el apóstol dice que aunque alguien este “libre” no debe procurar casarse. Aunque
esto lo dice por motivo de “la necesidad que apremia” y no porque sea pecaminoso (tiempos
de persecución en donde el matrimonio, en general, no es aconsejado, sino más bien
desaconsejado).
45. o Lo relevante se dice a continuación de estas palabras cuando Pablo indica lo siguiente:
“¿Estás libre de mujer? No procures casarte. Mas también si te casas, no pecas; y si la
doncella se casa, no peca….”.
o Aunque el apóstol recomienda no casarse, con todo, si alguien se casa, No Comete Pecado
“no pecas” y debemos de entender, sobre la base de lo anterior, que cuando dice que; “no
comete pecado” se refiere tanto las personas libres que se casan, ya sea, porque son
viudos, nunca casados y también divorciados (no todos).
Por ende, sobre la base de lo anterior, cuando dice que; “no pecas” se refiere
tanto a las personas que se casan porque son viudos, nunca casados y
también divorciados (no todos).
Todo lo dicho antes no se refiere solo a las doncellas ya que dice: ¿Estás libre
de mujer? No procures casarte. Mas también si te casas, no pecas; y si la doncella
se casa, no peca. Acá se diferencian dos grupos; uno que sigue el contexto del
tema introducido en el v. 27 (y que tiene relación con lo que hemos discutido
arriba) y el segundo de las vírgenes, en el cual también se aconseja que si la
virgen se casa no peca.
Respecto de la Hipótesis 4 adicionalmente podemos añadir que:
o Con todo, alguien puede debatir que la escritura enseña que; “una mujer casada está ligada
por ley a su esposo mientras éste vive; pero si el esposo muere, la mujer queda libre de la ley
que la ligaba a él.” lo cual en ningún lado incluye el divorcio, y por ende la Ley de Dios no lo
considera ya que no esta alineado con el espíritu de este mandato.
46. o R: Cabe mencionar que el ideal de Dios respecto del matrimonio es “hasta que la muerte los
separe”, lo cual es algo innegable. Pero, paralelamente tampoco podemos negar la existencia
bíblica del divorcio y que su propósito es separar esta unión. El problema radica en que el
pecado, en algunos casos, quebranta el ideal de Dios respecto del matrimonio y es por esta
razón que Dios aborrece el divorcio, ya que su origen es el pecado del hombre y se contrapone
al ideal instaurado en Edén “pero al principio no fue de esa manera”, pero con todo, no podemos
negar su existencia bíblica, ya que es parte de la imperfección del hombre provocada por el
pecado.
o R: Dado que el divorcio es una innovación humana y no divina, este no tiene porque estar
alineado con la Ley. Dios solo ejerce una función reguladora sobre este, aun cuando no es
parte de su creación o de su Ley.
o R: En el supuesto de que esto fuera absoluto; “la mujer casada está ligada por ley a su
esposo mientras éste vive”, ni siquiera el divorcio debería estar permitido, ya que en ningún
caso “separaría lo que esta unido”, y por ende los conyugues estarían ligados (con las
obligaciones que esto implica) de por vida (hasta la muerte), pase lo que pase. Claramente lo
anterior es inconsistente con muchas enseñanzas bíblicas respecto de la existencia, propósito y
regulación del divorcio.
o R: Con todo, aun cuando el divorcio no es parte de la Ley de Dios, es reconocido y
reglamentado por Él.
o R: Así como el pecado nunca estuvo en la mente de Dios cuando creo al hombre, el divorcio
tampoco lo estuvo cuando instituyo el matrimonio. Pero Dios, siendo consiente y realista de
nuestra debilidad inherente, proveyó instrucción para el pecado así como lo hace para divorcio.
o R: En resumen el divorcio es otro testimonio más de nuestra debilidad. Como lo son otras
muchas calamidades creadas por nuestra desobediencia (guerras, desigualdades, odio,
contiendas, etc.).
47. VI. APLICACIÓN A CASOS PRÁCTICOS PARA CREYENTES
Hemos visto las razones, a decir 2, sobre las cuales se les permite a los creyentes
divorciarse legítimamente de sus conyugues, ya sean matrimonios donde ambos son
cristianos (1 solo caso) o solo uno de ellos lo es (el otro caso).
También es importante mencionar que; cuando un divorcio es bíblicamente legítimo, se debe
decir que los conyugues no están ligados y por ende son libres. Esto implica que pueden
casarse nuevamente ya que no hay ligaduras que los aten. El que no estén ligados significa
que si se casan no cometen adulterio.
Ocuparemos los conceptos antes aprendidos para tratar algunos temas actuales, complejos
y de recurrencia frecuente, entre los cristianos convertidos.
Aunque obviamente existen algunos casos en los cuales puede ser muy difícil, incluso
peligroso aventurarse a juzgarlos, debido al nivel de complejidad existente, con todo
trataremos de dar respuesta a lo que mas podamos, manteniéndonos dentro de las
premisas bíblicas aprendidas.
Los conceptos bíblicos antes vislumbrados mediante los cuales trataremos los casos
siguientes, son:
a) El ideal de Dios respecto del matrimonio es hasta que la muerte los separe, además,
es esperable que los conyugues cristianos se esfuercen en cumplir este “ideal”.
Mateo 19:11 “Jesús les dijo: Precisamente por lo tercos que son ustedes, Moisés les permitió
divorciarse de su esposa; pero al principio no fue de esa manera.”
Romanos 7:2-3 “Por ejemplo, una mujer casada está ligada por ley a su esposo mientras éste
vive; pero si el esposo muere, la mujer queda libre de la ley que la ligaba a él.”
b) Los conyugues cristianos están sujetos a la disciplina de la Iglesia, en caso de que su
comportamiento en el matrimonio sea “inadecuado”.
48. Mateo 18:15-17 “Si tu hermano te hace algo malo, habla con él a solas y hazle reconocer su
falta. Si te hace caso, ya has ganado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a una o dos
personas más, para que toda acusación se base en el testimonio de dos o tres testigos. Si
tampoco les hace caso a ellos, díselo a la comunidad; y si tampoco hace caso a la comunidad,
entonces habrás de considerarlo como un pagano”
1 Corintios 5:1-3 “Se ha sabido que uno de ustedes tiene como mujer a su propia madrastra.
Este caso de inmoralidad es tan grave, que ni siquiera se da entre los paganos. ¡Y aún se
hinchan ustedes de orgullo! ¡Deberían llenarse de tristeza! El hombre que vive en semejante
situación debe ser expulsado de entre ustedes. En cuanto a mí, aunque en el cuerpo no estoy
presente entre ustedes, lo estoy en el espíritu; y, como si estuviera presente, he dado ya mi
sentencia sobre aquel que así actúa.”
c) Dios nos ha llamado a “vivir en paz”. Evidentemente existen situaciones que hacen
imposible llevar una vida de paz, acorde a lo que Dios espera:
1 Corintios 7:15 “Ahora bien, si el esposo o la esposa no creyentes insisten en separarse,
que lo hagan. En estos casos, el hermano o la hermana quedan en libertad, porque Dios los
ha llamado a ustedes a vivir en paz.”
49. 1. MALTRATO FISICO, VICIOS Y/O IRRESPONSABILIDADES
Cuando nos enfrentamos ante un caso como este, primero que todo debemos tener
presente que según Dios el matrimonio tiene tanto deberes como derechos.
Algunos deberes se exponen a continuación (entre otros):
Efesios 5:28-29 “De la misma manera deben los esposos amar a sus esposas como a su
propio cuerpo. El que ama a su esposa, se ama a sí mismo. Porque nadie odia su propio
cuerpo, sino que lo alimenta y lo cuida, como Cristo hace con la iglesia.”
1 Timoteo 5:8 “Pues quien no se preocupa de los suyos, y sobre todo de los de su propia
familia, ha negado la fe y es peor que los que no creen.”
1 Pedro 3:7 “En cuanto a ustedes, los esposos, sean comprensivos con sus esposas. Denles
el honor que les corresponde, teniendo en cuenta que ellas son más delicadas y están
llamadas a compartir con ustedes la vida que Dios les dará como herencia. Háganlo así para
no poner estorbo a sus propias oraciones.”
Sobre esta base podemos mencionar que, cuando alguno de los cónyuges no cumple con
estos deberes (u otros) esta cometiendo una falta y por ende es algo que debe ser discutido
por el matrimonio.
A mi parecer personal creo que es prudente que, en una primera instancia, esto se trate de
manera interna (por el matrimonio), obviamente fundamentándose en las escrituras.
En el caso de que fuera necesario, se podría pedir ayuda a algún hermano de la
congregación a modo de poder mediar, todo apuntado a que las cosas se solucionen.
Si todo va bien, como es de esperar, las cosas se deben solucionar y el matrimonio debería
salir edificado.
Pero; ¿que pasa si, a pesar de los consejos, el cónyuge sigue en su comportamiento
pecaminoso?, negándose a seguir los mandatos bíblicos, sin muestras de arrepentimiento y
de manera contumaz persiste en el pecado.
50. Cabe mencionar que cada persona integrante de la Iglesia del Señor esta sujeta a la
disciplina de esta, la cual se fundamente en la escritura. Por ende, como en cualquier otro
caso en donde la persistencia en el pecado lo amerita, el conyugue impenitente debe ser
persuadido a desistir de su comportamiento y acatar la palabra de Dios.
La manera/forma en la cual se debe realizar esto se indica a continuación:
Mateo 18:15-17 “Si tu hermano te hace algo malo, habla con él a solas y hazle reconocer su
falta. Si te hace caso, ya has ganado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a una o dos
personas más, para que toda acusación se base en el testimonio de dos o tres testigos. Si
tampoco les hace caso a ellos, díselo a la comunidad; y si tampoco hace caso a la comunidad,
entonces habrás de considerarlo como un pagano”
Principalmente vemos los siguientes pasos:
o La persona afectada debe hablar con el infractor a solas, si persiste:
o Ídem que arriba pero el afectado debe incluir a 2 o 3 testigos (hermanos), si persiste:
o El afectado debe decírselo a la Iglesia y toda la comunidad le debe instar a dejar el
pecado, si persiste después de muchas reprimendas y conversaciones:
El hermano (a) debe ser considerado como un no creyente (pagano), lo cual tiene varias
implicancias, a decir:
a) El impenitente debe ser excomulgado de la Iglesia por contumacia (implica que no debería
participar en las actividades propias de la comunión como son; santa cena, ofrenda, etc.).
1 Corintios 5:1-3 “Se ha sabido que uno de ustedes tiene como mujer a su propia madrastra.
Este caso de inmoralidad es tan grave, que ni siquiera se da entre los paganos. ¡Y aún se
hinchan ustedes de orgullo! ¡Deberían llenarse de tristeza! El hombre que vive en semejante
situación debe ser expulsado de entre ustedes. En cuanto a mí, aunque en el cuerpo no estoy
presente entre ustedes, lo estoy en el espíritu; y, como si estuviera presente, he dado ya mi
sentencia sobre aquel que así actúa.”
51. b) Aun mas, los hermanos no deberían juntarse con el impenitente, ni considerarlo en ningún
tipo de comunión, tanto interna como externa a la Iglesia:
1 Corintios 5:9-10 “En mi otra carta les dije que no deben tener trato alguno con quienes se
entregan a la prostitución. Y con esto no quise decirles que se aparten por completo de todos los
que en este mundo se entregan a la prostitución, o son avaros, o ladrones, o idólatras, pues para
lograrlo tendrían ustedes que salirse del mundo. Lo que quise decir es que no deben tener trato
con ninguno que, llamándose hermano, se entregue a la prostitución, o sea avaro, o idólatra, o
maldiciente, o borracho, o ladrón. Con gente así, ni siquiera coman juntos”
En el marco de un matrimonio y sobre la base de que el conyugue impenitente no muestra
una actitud de arrepentimiento respecto de la disciplina (hacer el esfuerzo por dejar el
pecado), según lo visto antes, el tal debe ser considerado como un no creyente (pagano).
Debido a que el impenitente esta en una situación similar a la de un “no creyente”, en donde
en una primera instancia se aplico la disciplina de la Iglesia sin resultados, se podría iniciar
un proceso judicial en contra de él con el propósito de darle un divorcio.
1 Corintios 6:1-6 “Cuando alguno de ustedes tiene un pleito con otro, ¿por qué va a pedir
justicia a los jueces paganos, en vez de pedírsela a los del pueblo santo? ¿Acaso no saben
ustedes que el pueblo santo ha de juzgar al mundo? Y si ustedes han de juzgar al mundo,
¿cómo no son capaces de juzgar estos asuntos tan pequeños? ¿No saben que incluso a los
ángeles habremos de juzgarlos nosotros? ¡Pues con mayor razón los asuntos de esta vida! Así
que, si ustedes tienen pleitos por asuntos de la vida diaria, ¿por qué ponen por jueces a los
que nada significan para la iglesia? Digo esto para que les dé vergüenza: ¿Acaso no hay entre
ustedes ninguno con capacidad suficiente para juzgar un asunto entre sus hermanos? ¡No sólo
se pelean unos hermanos con otros, sino que llevan sus pleitos ante jueces paganos”
52. Lo anterior dado que la actitud del impenitente hace insostenible seguir viviendo juntos (ej.:
maltrato físico, lo cual da por entendido que el tal ya “no consiente en vivir en matrimonio”) el
creyente fiel esta en la posibilidad de divorciarse del impenitente, lo anterior se declara sobre
la base bíblica de que:
1 Corintios 7:15 “Dios los ha llamado a ustedes a vivir en paz.” (principio global)
Además un divorcio seria prudente debido a que con esto se pueden evitar males mayores
como; repetidos maltratos que podrían generar la muerte o traumas permanentes.
Pero dado que es un “matrimonio cristiano” en donde ambos están bautizados y el divorcio
no es por causa de fornicación, se vislumbran las palabras de Pablo que dicen:
1 Corintios 7:10-11 “Pero a los que ya están casados, les doy este mandato, que no es mío,
sino del Señor: que la esposa no se separe de su esposo. Ahora bien, en caso de que la
esposa se separe de su esposo, deberá quedarse sin casar o reconciliarse con él. De la
misma manera, el esposo no debe divorciarse de su esposa.”
El propósito por el cual Pablo manda a que se queden “sin casar” radica en que siempre
existe la posibilidad de que el impenitente se arrepienta, y Dios mediante, se pueda rehacer
el matrimonio y así cumplir el “ideal” de Dios.
Aunque en la realidad es “esperable” que el impenitente, dada su actitud contenciosa,
cometa adulterio por fornicación en el transcurso de su contumacia, o que al final termine
casándose nuevamente con un tercero(a). Lo anterior abre nuevas posibilidades para el
conyugue fiel (a contraer nuevas nupcias si así lo desea), las cuales deben ser estudiadas
mas en detalle y caso a caso, debido al alto grado de complejidad de la situación y sus
potenciales consecuencias eternas.
53. Todo lo dicho anterior es aplicable al caso en donde uno de los conyugues esta cometiendo
una falta flagrante a los deberes/derechos del matrimonio y en el caso en que las diferentes
etapas de la disciplina no surgen el efecto deseado (maltrato esposa o hijos, drogadicción
extrema, en fin situaciones que sean insostenibles).
Es importante considerar que siempre se debe tener en cuenta conservar el matrimonio, por
ende las razones no deben ser triviales/superficiales.
Cabe mencionar que la disciplina tiene el propósito final de:
o Evitar malos testimonios de la Iglesia hacia los no creyentes
o Evitar que un pecado permitido sea replicado en otros miembros de la comunidad
o Generar un verdadero arrepentimiento en el corazón del impenitente
Causa (no Trato
Arrepiente Perdón Reconciliación
fornicación) interno (casarse)
Gestiones Sin Casar
Persevera en Excomulgado
Disciplina judiciales
Pecado (no creyente) Vigilancia
divorcio
54. 2. DIVORCO POR FORNICACION
Si bien es cierto que hemos concluido que el divorcio debido a adulterio por fornicación es un
hecho que las escrituras afirman de manera contundente, hemos de hacer algunas
observaciones al respecto.
Supongamos el caso de un hermano que comete adulterio por fornicación en contra de su
esposa (o viceversa). Se tienen las siguientes situaciones a ser consideradas:
El afectado, antes de iniciar cualquier tipo de acción legal, debe hablar con la Iglesia dado
que el conyugue infractor esta practicando una acción pecaminosa (similar a ser borracho,
ladrón, homicida, etc.)
Después de la primera reprensión (o incluso en una interna entre los cónyuges), existen 2
posibilidades:
a) Que el hermano se arrepienta o
b) Siga en pecado
a) En este caso, tenemos el siguiente dilema:
o La esposa tiene un argumento bíblico para divorciarse de su esposo, pero, al leer mas
minuciosamente los relatos de Dios con su pueblo Israel vemos que aunque Dios divorcio a
Israel, lo hizo después de las repetidas fornicaciones y por motivo del corazón no arrepentido
de Israel la cual no se volvía a Dios sino que seguía pecando contra El.
Jeremías 2:20 “Desde hace mucho te rebelaste contra mí, te negaste a obedecerme. Dijiste:
“No quiero servir.” Sobre toda loma alta y bajo todo árbol frondoso te dedicaste a la
prostitución.”
55. o Por otra parte si la esposa quisiera divorciarse tendría que empezar un proceso judicial
contra su esposo, pero respecto de estos procesos judiciales entre hermanos tenemos
que Pablo enseño lo siguiente:
1 Corintios 6:1-6 “Cuando alguno de ustedes tiene un pleito con otro, ¿por qué va a pedir justicia a
los jueces paganos, en vez de pedírsela a los del pueblo santo? ¿Acaso no saben ustedes que el
pueblo santo ha de juzgar al mundo? Y si ustedes han de juzgar al mundo, ¿cómo no son capaces de
juzgar estos asuntos tan pequeños? ¿No saben que incluso a los ángeles habremos de juzgarlos
nosotros? ¡Pues con mayor razón los asuntos de esta vida! Así que, si ustedes tienen pleitos por
asuntos de la vida diaria, ¿por qué ponen por jueces a los que nada significan para la iglesia? Digo
esto para que les dé vergüenza: ¿Acaso no hay entre ustedes ninguno con capacidad suficiente para
juzgar un asunto entre sus hermanos? ¡No sólo se pelean unos hermanos con otros, sino que llevan
sus pleitos ante jueces paganos”
o Según vimos anteriormente los cristianos no deben iniciar litigios legales entre si. En caso de
que hallan problemas (aunque esto ya es una falencia: 1 Co 6:7 “Ya el simple hecho de tener
pleitos entre ustedes mismos es un grave defecto. ¿Por qué no, mejor, soportar la injusticia?
¿Por qué no, mejor, dejar que les roben?) estos deben ser resueltos, en una primera
instancia por la Iglesia, esto quiere decir que la Iglesia debe sugerir un veredicto respecto de
la problemática.
o Si todo va bien, al tratar el asunto bajo conceptos bíblicos, las cosas se deberían
solucionar, esto es; el hermano debería pedir perdón, arrepentirse y no cometer tal acción
nunca más, por ende, el veredicto de la Iglesia debería radicar en sugerir una
reconciliación, lo anterior sobre la base de:
i. Si el hermano se arrepiente debería ser perdonado, esto implica no repudiarlo
Lucas 17:3-4 “Si tu hermano peca, repréndelo; pero si cambia de actitud, perdónalo. Aunque
peque contra ti siete veces en un día, si siete veces viene a decirte: “No lo volveré a hacer”,
debes perdonarlo.”
56. Mateo 5:7 “Dichosos los compasivos, porque Dios tendrá compasión de ellos.”
Santiago 2:13 “Pues los que no han tenido compasión de otros, sin compasión serán también
juzgados, pero los que han tenido compasión saldrán victoriosos en la hora del juicio.”
ii. El divorcio por fornicación se da sobre la base de la relación entre Dios e Israel, en donde el
Señor trato muchas veces de que esta se arrepintiera (sin éxito). Se debería tener por
seguro de que si Israel se hubiera arrepentido de sus muchas fornicaciones/adulterios no
hubiera sido repudiada.
Jeremías 3:6-8 “En tiempos del rey Josías me dijo el Señor: ¿Has visto lo que hizo la rebelde
Israel? Fue y se dedicó a la prostitución sobre toda loma alta y bajo todo árbol frondoso. Yo
pensé que, aun después de todo lo que ella había hecho, volvería a mí; pero no volvió.”
iii. El “ideal” de Dios respecto del matrimonio es que sea hasta la muerte.
iv. Se hace difícil sostener que la Iglesia autorice iniciar un litigio judicial contra un hermano que
se ha arrepentido de su pecado (la Iglesia debe emitir un juicio al respecto). La razón de
esto radica en que; (1) aun es un cristiano y sigue perteneciendo a la Iglesia. (2) Cometió
un pecado aborrecible, es cierto, pero ¿quien esta libre de pecado?. (3) Ya antes
demostramos que deberíamos estar dispuestos a perdonar “todas” las ofensas.
v. Entiendo que esto es algo difícil, pero para Dios nada es imposible. Si existe la actitud de
perdonar, la cual tiende hacia la edificación mutua, misericordia y conservar un ideal de
Dios, es de esperar que el espíritu santo obre en los corazones de los involucrados, los guie
hacia el perdón y la edificación de un matrimonio mas fortalecido.
57. b) Ahora bien que pasa si el conyugue caído no se arrepiente:
o En estos casos se debe activar la disciplina de la Iglesia, esto es:
o Hablar con el infractor a modo de hacerle reconocer su falta, según los siguientes pasos:
La persona afectada debe hablar con el infractor a solas, si persiste:
Ídem que arriba pero el afectado debe incluir a 2 o 3 testigos (hermanos), si persiste:
El afectado debe decírselo a la Iglesia y toda la comunidad le debe instar a dejar el
pecado, todo lo anterior se fundamenta en:
Mateo 18:15-17 “Si tu hermano te hace algo malo, habla con él a solas y hazle reconocer su
falta. Si te hace caso, ya has ganado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a una o dos
personas más, para que toda acusación se base en el testimonio de dos o tres testigos. Si
tampoco les hace caso a ellos, díselo a la comunidad; y si tampoco hace caso a la comunidad,
entonces habrás de considerarlo como un pagano”
o En el caso de que persista en su pecado, el hermano (a) debe ser considerado como un no
creyente (pagano), lo cual tiene varias implicancias, a decir:
i. El impenitente debe ser excomulgado de la Iglesia por adúltero y contumaz (implica que no
debería participar en las actividades propias de la comunión como son; santa cena,
ofrenda, etc.).
1 Corintios 5:1-3 “Se ha sabido que uno de ustedes tiene como mujer a su propia madrastra.
Este caso de inmoralidad es tan grave, que ni siquiera se da entre los paganos. ¡Y aún se
hinchan ustedes de orgullo! ¡Deberían llenarse de tristeza! El hombre que vive en semejante
situación debe ser expulsado de entre ustedes. En cuanto a mí, aunque en el cuerpo no estoy
presente entre ustedes, lo estoy en el espíritu; y, como si estuviera presente, he dado ya mi
sentencia sobre aquel que así actúa.”