El documento discute cómo debería ser la educación primaria. Sugiere que la educación primaria debe basarse en las capacidades del niño y que las materias deben enseñarse como instrumentos para la vida social y el progreso, no solo para adquirir información. También argumenta que la historia no debe enseñarse como un pasado lejano, sino para ayudar a los estudiantes a comprender el presente y prepararse para el futuro.