Aristóteles distinguió entre dos tipos de infinito: el infinito potencial, que se refiere a un proceso de crecimiento o subdivisión sin fin, y el infinito actual, que implica una totalidad completa. Trató estos conceptos del infinito en obras como La física, De caelo y La metafísica. Su distinción entre infinito potencial y actual tuvo influencia en el desarrollo posterior de la geometría y el cálculo infinitesimal.