2. ATENTOS, ¡EMPEZAMOS!
¡Hola! En la actividad 2, planificamos nuestra cartilla de recomendaciones
para fortalecer nuestro sistema inmunológico en armonía con el ambiente.
Hoy escribiremos y revisaremos nuestras cartillas de recomendaciones con
todo lo aprendido en las diversas áreas.
Escribimos la primera versión de nuestra cartilla
Para iniciar la actividad de hoy, leemos y revisamos cómo se escribe la
cartilla de recomendaciones. Observamos nuevamente cómo se escribe una
recomendación en la cartilla “¿Sabías que cualquier animal puede
contagiarte de Leptospirosis?”, la cual encontrarás en el Recurso 1.
Al escribir nuestra cartilla de recomendaciones debes tener en cuenta lo siguiente:
Utiliza verbos en modo imperativo.
El título y las imágenes deben guardar relación.
El número de páginas que escribas dependerá de la cantidad de recomendaciones que
has seleccionado.
Considera la estructura de una cartilla: inicio, pautas y cierre.
Cuida la presentación (orden, tamaño y tipo de letra, colores, organización de la
información) y ortografía de tu escrito.
3. Reflexionamos
¿Qué aprendí hoy sobre la escritura de la cartilla de recomendaciones?
Aprendí a tener en cuenta el orden en que se deben de usar, las diferentes pautas que se
estableen en una elaboración de cartilla.
¿Cómo lo hice?
Revisando información en la web, repasando las actividades que me envía el profesor y
preguntando a mi familia.
¿Qué dificultades tuve al escribirla?
Al inicio el orden en que deben de ir, toda la información de una cartilla.
¿Cómo las superé?
Revisándolo una y otra vez, asi poder ver en donde esta el detalle a corregir.
¿En qué otras situaciones podríamos usar una cartilla de recomendaciones?
Para diferentes usos, sanitaria, laboral, académico, cultural etc.
4. Formas de fortalecer nuestro sistema inmunológico
Un aspecto básico para evitar distintas enfermedades es mantener un sistema de defensas en
excelente estado, de esta forma mantenemos fuera del cuerpo a microorganismos como las bacterias,
hongos y virus.
Si bien la alimentación es determinante para lograr un
sistema inmunológico fortalecido, hay otras situaciones
que lo afectan como el estrés y la ansiedad.
Incluir en la dieta hierbas naturales y especias
como ajo, cebolla, kión, orégano y cúrcuma.
Consumir alimentos ricos en vitamina A y
betacarotenos: camote, zapallo, zanahoria, papaya,
etc.
Alimentos con vitamina C: cítricos (naranja,
mandarina, fresas, arándanos), pimientos, brócoli,
kiwi, aguaymanto.
El zinc es clave para nuestro sistema de defensas.
Lo podemos encontrar en semillas de calabaza (las
puedes incluir en tu avena o ensaladas), frutos
secos y menestras
Pasar al menos 30 min al sol cada día con ropa
clara o descubierta, para producir vitamina D. En
el caso de que no puedas hacerlo, debes evaluar la
toma de un suplemento según tus requerimientos
por edad y sexo.
Consume alimentos ricos en fibra, un componente
muy importante que interviene en la función del
sistema inmunitario promoviendo el crecimiento de
tu flora bacteriana
Puedes elegir alimentos con probióticos, es decir,
bacterias con diversos efectos benéficos sobre el
sistema inmune. Los encuentras en algunos
yogures.
Evita el alcohol, el azúcar y la comida procesada
como empacados, comida rápida, frituras, etc.
Hay aspectos del estilo de vida que pueden
afectar la función protectora del sistema inmune, tales como como la falta de actividad física,
el consumo de alcohol, ser fumador y tener una alimentación poco o nada saludable.
Los nutrientes que obtenemos a través de los alimentos, cumplen un papel muy importante en el
desarrollo y buen estado de nuestro sistema inmune. En el caso de presentarse un déficit o falta de
algún nutriente este sistema verá disminuida su capacidad de defendernos.