2. TDAH
• El trastorno por déficit de atención e hiperactividad es una etiqueta diagnóstica que identifica a
niños y niñas que presentan problemas atencionales, de impulsividad, de autocontrol y de
sobreactividad motora. Se trata de una población heterogénea, con grandes diferencias en su
sintomatología y en el tipo de ambiente que la desencadena, la cual, además, se asocia
frecuentemente con otros trastornos comportamentales.
• En todos los manuales al uso, tanto actuales como los más clásicos, la definición de la
hiperactividad se articula a través de tres conceptos clave: falta de atención, impulsividad y
sobreactividad.
3. SINTOMAS
• Las características asociadas varían en función de la edad y del estado evolutivo, pudiendo incluir
baja tolerancia a la frustración, arrebatos emocionales, autoritarismo, testarudez, insistencia
excesiva y frecuente en que se satisfagan sus peticiones, labilidad emocional,
desmoralización, disforia, rechazo por parte de compañeros y baja autoestima. Con
frecuencia, el rendimiento académico está afectado y devaluado, lo que conduce típicamente a
conflictos con la familia y el profesorado. La inadecuada dedicación a tareas que requieren
un esfuerzo sostenido suele interpretarse por los demás como pereza, escaso sentimiento
de responsabilidad y comportamiento oposicionista. Las relaciones familiares acostumbran a
caracterizarse por resentimientos y antagonismos, especialmente a causa de la variabilidad de las
características sintomáticas, lo que facilita la creencia de que toda el comportamiento anómalo es
voluntario. Los sujetos con trastorno por déficit de atención con hiperactividad pueden alcanzar
niveles académicos inferiores a los obtenidos por sus compañeros y conseguir rendimientos
laborales inferiores. Su desarrollo intelectual, verificado por tests de CI individuales, parece
ser algo inferior al de los otros niños. En su forma grave, el trastorno es muy perturbador,
afectando la adaptación social, familiar y escolar. Una sustancial proporción de niños atendidos
en centros clínicos a causa de su trastorno por déficit de atención con hiperactividad sufren
también un trastorno negativista desafiante o un trastorno disocial. En los niños con trastorno por
déficit de atención con hiperactividad puede presentarse una elevada prevalencia de trastornos del
estado de ánimo, trastornos de ansiedad, trastornos del aprendizaje y trastornos de la
comunicación
4. TRATAMIENTO
• Objetivos:
Aumentar la conducta atencional y el rendimiento académico
Disminuir la actividad motora excesiva
Mejorar las interacciones sociales y aumentar la aceptación de estos niños por parte de sus iguales
• Estrategias y técnicas utilizadas:
Entrenamiento en autoinstrucciones
Métodos de autocontrol
Técnicas de relajación
• Estrategias de resolución de problemas
5. TRASTORNO NEGATIVISTA DESAFIANTE
• La característica esencial del trastorno negativista desafiante es un patrón recurrente de
comportamiento negativista, desafiante, desobediente y hostil, dirigido a las figuras de
autoridad, que persiste por lo menos durante 6 meses y se caracteriza por la frecuente
aparición de por lo menos 4 de los siguientes comportamientos:
• Accesos de cólera, discusiones con adultos, desafiar activamente o negarse a cumplir las
demandas o normas de los adultos, llevar a cabo deliberadamente actos que molestarán a
otras personas, acusar a otros de sus propios errores o problemas de comportamiento, ser
quisquilloso o sentirse fácilmente molestado por otros, mostrarse iracundo y resentido o
ser rencoroso o vengativo. Para calificar el trastorno negativista desafiante, los comportamientos
deben aparecer con más frecuencia de la típicamente observada en personas de edad y nivel de
desarrollo comparables, y deben producir deterioro significativo de la actividad social,
académica o laboral. No se establece el diagnóstico si el trastorno del comportamiento aparece
exclusivamente en el transcurso de un trastorno psicótico o de un trastorno del estado de ánimo, o
si se cumplen criterios de trastorno disocial o de trastorno antisocial de la personalidad (en una
persona mayor de 18 años).
6. COMPORTAMIENTOS DESAFIANTES
• Los comportamientos negativistas y desafiantes se expresan por terquedad persistente,
resistencia a las órdenes y renuencia a comprometerse, ceder o negociar con adultos o
compañeros. Las provocaciones también pueden incluir la comprobación deliberada o
persistente de los límites establecidos, usualmente ignorando órdenes, discutiendo o no
aceptando el ser acusado por los propios actos. La hostilidad puede dirigirse a los adultos o
a los compañeros y se manifiesta molestando deliberadamente a los otros o agrediéndolos
verbalmente (normalmente, sin las agresiones físicas más serias que se observan en el
trastorno disocial). El trastorno se manifiesta casi invariablemente en el ambiente familiar,
pudiendo no ponerse de manifiesto en la escuela ni en la comunidad. Los síntomas del
trastorno suelen ser más evidentes en las interacciones con adultos o compañeros a quienes el
joven conoce bien, y, por lo tanto, pueden no manifestarse durante la exploración clínica.
Normalmente los jóvenes con este trastorno no se consideran a sí mismos negativistas ni
desafiantes, sino que justifican su comportamiento como una respuesta a exigencias o
circunstancias no razonables.
7. TRATAMIENTO
• Los tratamientos utilizados en la encopresis son de tipo médico, psicológico y mixto (médico-
psicológico)
• El tratamiento médico consiste en el uso de la imipramina que se combina con otros tratamientos.
En el caso de la encopresis por estreñimiento se utilizan enemas o laxantes para descongestionar
el colon y que el intestino pueda volver a su normalidad.
Entre los abordajes psicológicos, destacamos:
-Técnicas de reforzamiento.
• -Técnicas para disminuir la ansiedad y la fobia a la defecación.
• -Entrenamiento y psicoeducación con los padres.
8. TRASTORNO POR SEPARACION
• La característica esencial del trastorno de ansiedad por separación es una ansiedad excesiva
concerniente al alejamiento del hogar o de aquellas personas a quienes el niño está
vinculado. Los niños y niñas con este trastorno pueden experimentar malestar excesivo
recurrente al estar separados de su hogar o de las personas con quienes están más
vinculados.
• Una vez separados de éstas, suelen necesitar saber su paradero y estar en contacto con ellas
(p. ej., mediante llamadas telefónicas). Algunos niños se muestran extremadamente
nostálgicos y desasosegados hasta sentirse desgraciados cuando se encuentran fuera de
casa. Pueden anhelar el regreso a su hogar y preocuparse por fantasías de reunión. Cuando
están separados de las personas con quienes tienen mayor vinculación, suelen preocuparse
por miedos, accidentes o enfermedades que afectarán a dichas personas o a ellos mismos.
Los niños con este trastorno suelen expresar miedo a perderse y a no reunirse nunca más
con sus padres.
9. SOMATOMORFOS
• En el trastorno somatomorfo, hay un foco importante en los síntomas físicos, como dolor o
fatiga, hasta el punto en que causa una gran angustia emocional y problemas para
desenvolverse en la vida diaria. Puedes o no tener otra enfermedad asociada con estos
síntomas, pero tu reacción a los síntomas no es normal.
• A menudo, piensas lo peor acerca de tus síntomas y haces consultas frecuentes con el
médico, ya que continúas buscando una explicación, aun cuando se han descartado otras
enfermedades graves. Los problemas de salud pueden convertirse en un foco tan importante
de tu vida que te resulte difícil desenvolverte, lo que en ocasiones puede llevar a la
discapacidad.
10. FACTICIO
• El trastorno facticio es un trastorno mental grave en el cual una persona engaña a los demás
haciéndose el enfermo, enfermándose a propósito o lastimándose a sí mismo. El trastorno
facticio también puede producirse cuando los miembros de una familia o las personas
responsables del cuidado declaran falsamente que otros, por ejemplo los niños, están
enfermos, lesionados o afectados.
• Los síntomas de este trastorno pueden variar de leves (una pequeña exageración de los
síntomas) a graves (antes llamado «síndrome de Munchausen»). Es posible que la persona
invente los síntomas o que incluso adultere las pruebas médicas para convencer a otros de
que necesita un tratamiento, como cirugías de alto riesgo.
11. TRASTORNOS DISOCIATIVOS
• Los trastornos disociativos son trastornos mentales que suponen una desconexión y falta de
continuidad entre pensamientos, recuerdos, entornos, acciones e identidad. Una persona
que sufre trastornos disociativos escapa de la realidad de formas involuntarias y poco
saludables, lo que causa problemas con el funcionamiento diario.
• Por lo general, los trastornos disociativos aparecen en reacción a un trauma y ayudan a
mantener los recuerdos difíciles controlados. Los síntomas, que pueden ir de la amnesia hasta
las identidades alternativas, dependen, en parte, del tipo de trastorno que tengas. Los períodos de
estrés pueden empeorar
12. AMNESIA
• El síntoma principal es una pérdida de memoria que es más grave que un olvido normal y que
no puede justificarse por la existencia de una enfermedad. No puedes recordar información
sobre ti ni sobre acontecimientos y personas de tu vida, en especial los relacionados con un
momento traumático. La amnesia disociativa puede ser específica de acontecimientos
producidos en un cierto momento, como combates intensos, o, con menor frecuencia,
puede tratarse de la pérdida completa de la memoria sobre ti mismo. A veces puede implicar
que te traslades o deambules en un estado de confusión que te aleje de tu vida (fuga disociativa).
El episodio de amnesia generalmente se presenta en forma repentina y puede durar minutos, horas
o, rara vez, meses o años.
• Este trastorno, antes conocido como «trastorno de personalidad múltiple», se caracteriza por
«alternar» diferentes identidades. Es posible que sientas la presencia de dos o más personas
que hablan o viven en tu cabeza y que sientas que estas identidades te poseyeron. Cada
identidad puede tener un nombre, una historia personal y características únicas, entre ellas,
diferencias obvias de voz, género, tratos e incluso cualidades físicas, como la necesidad de
usar lentes. También hay diferencias en cuanto a la familiaridad de cada identidad con las
demás. Las personas con trastorno de identidad disociativo, en general, también tienen amnesia
disociativa y, a menudo, sufren fuga disociativa.
13. PERSONALIZACION
• Este trastorno implica una sensación continua o episódica de desconexión o de estar fuera
de ti mismo, al observar tus acciones, sentimientos, pensamientos y a ti mismo desde cierta
distancia como si estuvieras mirando una película (despersonalización). Es posible que
otras personas y cosas que te rodean se perciban distantes, borrosas o como en un sueño,
que el tiempo transcurra más lenta o más rápidamente y que el mundo parezca irreal
(desrealización). Puedes sentir despersonalización, desrealización o ambas. Es posible que los
síntomas, que pueden ser profundamente angustiantes, duren solo unos momentos o que vayan y
vengan a lo largo de los años.
14. CONTROL DE IMPULSO
• Los trastornos del control de impulsos son un grupo de comportamientos que provocan la
incapacidad de resistir un acto o comportamiento impulsivo que puede ser perjudicial para el
paciente o para otros. Hay seis tipos de trastornos del control de los impulsos: tricotilomanía (el
desplumarse incontrolablemente del propio cabello); trastorno explosivo intermitente
(incapacidad para controlar los impulsos violentos); juego patológico (el impulso
incontrolable de apostar); cleptomanía (incapacidad para resistir el impulso de robar);
piromanía (la incapacidad de controlar el impulso de prender fuego); y no especificado de
otra manera, incluida la adicción sexual, la automutilación repetitiva y las compras
compulsivas.
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