La escuela de los Annales se formó en Francia en 1929 con la publicación de la revista «Annales de Historia Económica y Social». Supuso un cambio en la historiografía al estudiar factores como la geografía, la economía y la sociología, en lugar de enfocarse sólo en acontecimientos políticos y militares. A lo largo de los años, generaciones sucesivas de historiadores como Braudel, Le Goff y Chartier expandieron este enfoque interdisciplinario para interpretar el pasado de nuevas formas.
2. *La Historia es un sin fin de puertas dentro de la investigación,
al transcurrir los años, el estudio de esta disciplina se ha
transformado y a tomado distintas vertientes dentro de su
estudio. Muchas filosofías y posturas ideológicas han pasado
también por la Historia. La filosofía, cuestionadora del saber,
acompaña a la Historia en explicación, investigación, creación
y formación. Esta disciplina ha llevado a la interpretación de
muchas respuestas sobre el "Ser" y de la explicación del
"pasado de los hombres en el tiempo". Historiadores, políticos,
juristas, filósofos y pensadores dieron su postura de cómo se
debía entender nuestro "ayer", es decir, lo que ya se vivió.
3. *
*Nueva Propuesta de interpretación de la sociedad, basada en el estudio de la
sociedad con la ayuda de otras disciplinas: Geografía, Sociología, Antropología,
Economía, entre otras.
* 1° Generación: Lucien Febvre y Marc Bloch (1929): Historia Problema:
Explicación del origen de los problemas de la sociedad y los gobiernos
mundiales.
*2° Generación: Fernand Braudel (1946): El estudio de la historia como un
proceso de larga duración y de coyunturas y cambios. El Espacio geográfico es
el objeto de estudio.
*3° Generación: Jaques Le Goff (1968): Nueva Historia (Novo Histoire): La
historia de las mentalidades.
*4° Generación: Roger Chartier (1981): Estudios culturales.
No cambia el pasado, sino la forma en como interpretarlo, explicarlo y
analizarlo. Así lo mostraron estos pensadores. Cada época es pieza de un
rompecabezas que integra la infinita explicación del hombre.
4. * La escuela de los Annales se formó en Francia a partir de la
publicación de la revista «Annales de Historia Económica y
Social» en 1929. Su modelo histórico supone un giro copernicano en
la Historiografía. Los fundadores de la revista fueron Marc
Bloch (1886-1944) y Lucien Febvre (1878-1956). La escuela de los
Annales ataca los fundamentos de la escuela positiva, y tiene un
claro compromiso social. No es una escuela marxista, aunque sí
utiliza el materialismo histórico. Con el tiempo, esta influencia es
hace más débil. En 1946 la revista se llamará «Annales. Economías.
Sociedades. Civilizaciones». Todo en plural, porque todos los hechos
se enlazan y forman las civilizaciones, que no son las de Toynbee.
Pero, además, la escuela de los Annales tiene claras influencias de la
Geografía y la Sociología.
5.
6. *
* 1) Su crítica a la historia tradicional que hoy vuelve por sus fueros con una inusitada fuerza en
la investigación y la enseñanza de la historia. Véase si no el auge de la biografía y la historia
acontecimental (el primado de la cronología, se dice). Hoy se acepta que la nueva historia se
excedió, para imponerse académicamente, en su crítica al positivismo, pero la vuelta sin más
a la historia de los "grandes hombres", las "grandes batallas" y las "grandes instituciones" (por
ejemplo, las historias últimas de la transición española) es mucho peor porque, apartando a la
historia de las ciencias sociales, se amenaza su profesionalización, devolviendo la historia al
seno de la literatura. Por eso sigue siendo útil, para el futuro de la historia, que los alumnos
sigan leyendo viejos libros como "Combates por la historia" de L. Febvre o "¿Qué es la historia?"
de E. H. Carr.
2) Su ejemplo como escuela historiográfica con 60 años de organización colectiva, creación de
instituciones, intervención pública e innovación permanente. Frente a la tendencia
academicista al individualismo pesimista engendrada en los años 80, hay que recordar que los
grandes historiadores del pasado lo fueron también por representar escuelas o tendencias
historiográficas, más incluso, diríamos, que por su genio individual. En la historiografía, como
en la historia, el futuro lo construyen los que se agrupan para pensar la historia que se
investiga o se enseña, para debatir, para llegar a consensos e intervenir. Además, si esto no lo
hacemos los propios historiadores, lo harán otros por nosotros, como ha sido en el caso del
"debate de las humanidades" desarrollado en España por iniciativa política.
7. * 3) Su apuesta por una historia total, concepto de origen marxista pero difundido por
Annales. A la fragmentación de los temas, métodos y escuelas, de los años 80 ha sucedido
una globalización de la economía y la información, la política y la cultura, a la cual la
historiografía no puede ser ajena: afecta a los historiadores porque afecta a la historia.
Ha nacido una nueva dimensión de la historia global como historia mundial, y son precisas
nuevas tentativas de enfoques globales de la investigación, la enseñanza y la divulgación
de la historia. Para lo cual hay que abandonar la fallida definición de los nuevos
historiadores de la historia total, como un "horizonte utópico", que sirvió de coartada
para una historia cada vez más fragmentada.
4) Su poco academicista definición del oficio de historiador como un profesional que
tiene que servir, como investigador y docente, a los hombres de su tiempo. Bloch y
Febvre decían que hay que comprender el pasado por el presente y el presente por el
pasado, que el historiador no es un anticuario y debe nutrirse de la vida que le rodea,
que la historia ha de servir para que la gente viva mejor, etc. Los historiadores de los
terceros Annales, Jacques Le Goff, Georges Duby o Emmanuel Le Roy Ladurie, lograron
algo muy difícil: que algunos de sus trabajos de investigación (de períodos no
contemporáneos) llegasen a un público muy amplio. Compromiso social y alta
divulgación, conexión academia-sociedad, pasado/presente/futuro: ahí está una de las
claves del triunfo de Annales.
Precisamente, la perdida de influencia pública en los últimos años de la historia en
Francia en favor de la sociología o la filosofía, tiene que ver con una desconexión con la
sociedad, que ilustra lo que decíamos antes: la escuela de Annales se ha acabado junto
con el siglo XX, pero, como el Cid Campeador, puede ganar todavía batallas después de
muerta.