1. UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL
ESPECIALIDAD EN COMPETENCIAS DOCENTES PARA LA
EDUCACIÓN MEDIA SUPERIOR
MÓDULO 1
MI CONFRONTACIÓN CON LA DOCENCIA
GUADALUPE MALDONADO RAMÍREZ
GRUPO 268, G8
TUTORA: MARIA DEL SOCORRO GALLEGOS RICO
20 de Agosto del 2012
2. Mi confrontación con la docencia
El presente escrito es una reflexión sobre el trabajo realizado en el primer módulo de la
especialidad en competencias docentes para la educación media superior.
Mi nombre es Guadalupe Maldonado Ramírez, tengo la Licenciatura en Física y
Matemáticas, que estudié en el Instituto Politécnico Nacional, también tengo una
maestría en matemáticas, que realicé en la Universidad Autónoma Metropolitana,
Iztapalapa.
Mi primer acercamiento a la docencia fue cuando era estudiante de bachillerato, de
hecho, el primer sueldo que gané fue como docente, no muy formal, pero me pagaban
por darles asesorías a mis vecinos. Como se me facilitaban las matemáticas, a mis
amigos y compañeros de la prepa les ayudaba cuando se acercaban con alguna duda.
Siento que soy buena explicando. Además siento que mi carácter se presta para que la
gente se acerque a mi para resolver dudas, sobre todo si son de matemáticas.
Mi primer trabajo en forma fue como docente, dando clases en una prepa de Texcoco, y
por supuesto que me dio mucha angustia el primer día que me paré frente a un grupo a
dar clases, sobre todo porque era muy joven, sólo tenía 21 años, además de que
siempre he sido una persona muy reservada, por no decir tímida, y esta situación me
ponía totalmente al descubierto. Me sentía muy incómoda siendo el centro de atención,
lo cual me causó gran dificultad, pero afortunadamente creo que hasta me ayudó a
superar mi timidez, y logré dominar mi inseguridad. Unos años más tarde continué
dando clases ahora en la universidad, en la UAM Iztapalapa, ahí la experiencia fue
diferente, era más madura, además de que los jóvenes a los que le impartía clases
también eran más maduros y tenían una mentalidad diferente a la que tenían los chicos
con los que inicié mi labor como docente. Ahora me encuentro nuevamente
impartiendo clases a nivel bachillerato, en el CECyTEM Temascalapa. Y no me canso
de decir que estoy muy feliz con mi trabajo, aunque después de concluir mis estudios
de maestría, estaba entre continuar con un doctorado y dedicarme a la investigación,
pero también soy madre de dos pequeños y esposa, y sentí que un doctorado iba a
absorber mucho mi tiempo, y para mi, mi trabajo primordial es ser madre, por encima de
todo. Así que tomé la segunda opción que fue dedicarme a lo que siempre se me había
facilitado, que es, trasmitir el conocimiento de matemáticas. Además de que ser
docente es una profesión muy amigable con nosotras las madres.
Estoy en busca de ser una buena profesora, tratando de aprender de todos lados.
Quiero aprender técnicas de enseñanza, dinámicas de grupo, aprender a ser una gran
motivadora para despertar el interés de mis alumnos hacia lo que me toca enseñar,
sobre todo, motivarlos en su desarrollo personal.
3. Ser profesor es una gran responsabilidad, pues tenemos a cargo la formación
profesional y también personal de los jóvenes. Yo me siento muy afortunada de que la
vida me esté dando esta oportunidad, y cómo por ahí he oído, me siento privilegiada de
“hacer lo que me gusta, y que me paguen por hacerlo”; y que me paguen en todos los
aspectos, tanto en lo económico como en lo personal, sobre todo lo personal, no tiene
precio.
Estoy por cumplir un año dando clases en nivel medio superior, y a diferencia de mi
inicio como docente cuando tenía 21 años, ahora lo disfruto mucho, desde la
convivencia con chicos, hasta aprender de las dificultades. Ser docente de bachillerato
significa para mi, la fortuna de poder transmitir, lo que más me gusta profesionalmente,
que es, el conocimiento de las matemáticas.
Las dificultades que percibo al desempeñar mi trabajo es, el desinterés de los chicos,
yo sé que su edad es muy difícil, y que es parte de nuestra labor el saber motivarlos,
pero algunas veces ésta parte aún me cuesta trabajo. Yo siempre digo, que más que
formar personas de diez, me gustaría formar personas de bien, maduras, responsables,
trabajadoras, que sepan tomar decisiones inteligentes; no quiero formar chicos con
excelentes calificaciones, pero deficientes en actitudes y valores.
Todas estas actividades que hemos desarrollado en este módulo me han ayudado a
comprender mejor lo que tengo en mis manos al ser docente, me han abierto las
puertas hacia un mundo lleno de nuevas ideas para mejorar mi desempeño;
comprender que el equivocarse no es motivo de vergüenza, y también, que el pedir
ayuda a mis compañeros docentes, cuando se me presenten dificultades, no me pone
en evidencia de ser una mala profesora, sino al contrario, me enriquece para desarrollar
mejor mi labor.
Afortunadamente la docencia siempre me dará más satisfacciones que insatisfacciones,
y cada día me da la oportunidad de crecer en todos los aspectos, y así poder llegar a
ser una buena “maestra de humanidad”.