Aunque los libros no lo mencionen, cuenta la historia que existió un cuarto Rey Mago que llegó tarde a la cita concertada con los otros tres Reyes por ayudar a un anciano. Luego de realizar su buena obra, por sus medios, se desplazó a Belén, pero la Sagrada Familia había partido a Egipto. Allí intento buscarlos, mas no tuvo suerte porque siempre se cruzaba en su camino algún necesitado a quien solícitamente le prestaba su ayuda.