1) Estudios han demostrado que el cromo (III) mejora los componentes del síndrome metabólico al potenciar la sensibilidad a la insulina y glucosa. 2) La deficiencia de cromo está relacionada con altos niveles de insulina, colesterol y ateroesclerosis. 3) Los suplementos de cromo (III) han demostrado prevenir la formación de placas en la aorta, reducir el colesterol sérico, y promover la pérdida de peso y mantenimiento de masa corporal magra

1. DISTRIPRONAVIT
El rol del cromo (III) en el Síndrome
Metabólico, pérdida de peso y
el mantenimiento de una masa
corporal magra
Diversos estudios bioquímicos, farmacológicos y toxicológicos han señalado a un selecto grupo de complejos
del cromo (III) como nuevos micronutrientes que mejoran los componentes del síndrome metabólico, ya que
potencializan la sensibilidad a la insulina/glucosa.
Estudios anteriores habían demostrado que la forma biológicamente activa del cromo (III) presente en la
levadura de cerveza da origen al factor de tolerancia a la glucosa (FTG) que previene la diabetes en animales
experimentales al potenciar la acción de la insulina y modular el metabolismo de proteínas, grasas e hidratos
de carbono, dando como resultado niveles mucho más bajos de glucosa plasmática en animales diabéticos.
La deficiencia de cromo, el alto nivel de insulina en sangre, la ateroesclerosis, y los altos niveles de colesterol en
sangre están estrechamente relacionados. Se ha informado que la deficiencia de cromo en ratas aumenta los
niveles de colesterol sérico y la formación de placas en la aorta. En los seres humanos, la deficiencia de cromo
puede resultar en un deterioro de la función insulínica, obesidad y disfunción cardiovascular, lo que resulta
desafortunado ya que los ancianos, los diabéticos y las mujeres embarazadas sufren deficiencia de cromo. Los
deportistas también sufren este tipo de deficiencia, debido a que la principal causa de pérdida de cromo es
el ejercicio físico intenso. Sin embargo, lo positivo es que se ha demostrado que el suplemento de cromo (III)
previene la formación de placas en la aorta y el aumento del colesterol sérico.
Fuentes dietarias de cromo (III) e ingesta recomendada
El cromo (III) se encuentra presente en numerosos alimentos, entre ellos, productos de granos integrales, salvado,
yema de huevo, café, nueces, arvejas, brócoli, carnes, levadura de cerveza y marcas selectas de vino y de
cerveza, como también en numerosos suplementos minerales o multivitamínicos. El National Research
Council
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2. (NRC) recomienda una ingesta diaria estimada,
segura y adecuada de cromo (III) de 50- 200 μg/
día, y para un adulto que pesa 60 kg es de 0,83-
3,33 μg/kg/día [8]. Según la Food and Drug
Administration (FDA), la ingesta diaria de referencia
(IDR) sugerida es de 120 μg/día.
El factor de tolerancia a la glucosa
El cromo (III), que aparece en forma natural
como complejo de ácido dinicotínico-glutationa,
o Factor de Tolerancia a la Glucosa (FTG), mejora
significativamente el efecto de la insulina exógena en
el metabolismo de la glucosa. El FTG tiene influencia
sobre la acción de la insulina y potencia el metabolismo
de proteínas, grasas e hidratos de carbono. FTG
es seguro, absorbible y capaz de estabilizar
los niveles de glucosa en la sangre. Asimismo, el
FTG accede a depósitos de almacenamiento de
cromo biológicamente importantes en el feto y
la placenta. La capacidad del organismo para
convertir compuestos simples de cromo (III) en FTG
disminuye con la edad y se ve seriamente afectada
en pacientes con diabetes y probablemente también
en pacientes hiperlipidémicos y ateroescleróticos,
desafortunadamente, el FTG natural representa
menos del 2% del cromo disponible en la levadura
de cerveza.
Los resultados de una investigación clínica en pacientes
diabéticos arrojaron una respuesta muy favorable
a la suplementación con cromo mediante levadura
de cerveza (es decir, aumentó la sensibilidad a la
insulina). La evaluación se realizó sobre veintidós
participantes (8 hombres y 14 mujeres de 51 años
de edad promedio) que presentaron valores totales
de colesterol y glucosa en ayunas de entre 3,21 y
6,9 y 4,3 y 6,2 mmol/L, respectivamente. Luego de
un ayuno de 9 horas se les administró una carga oral
de glucosa (75 g) antes del suplemento de cromo (III),
y se les extrajo sangre antes de recibir la glucosa
y a los 30, 60, 90, y 120 minutos posteriores. Los
sujetos recibieron diariamente levadura de cerveza
o levadura de torula (10 g en polvo) durante
12 semanas. La levadura de cerveza demostró
tener un efecto beneficioso al disminuir los valores
de triacilglicerol sérico de los participantes del
ensayo. En un test de tolerancia oral a la glucosa,
se observó tanto un aumento a los 0 minutos como
una disminución significativa a los 60 y 90 minutos.
Los niveles de glucosa de los sujetos a quienes se
les administró levadura de torula aumentaron tanto
a los 0 como a los 30 minutos posteriores a recibir
la glucosa y la suplementación de cromo durante las
12 semanas. Las levaduras de cerveza y de torula
alteraron significativamente las concentraciones
de glucosa a los 60 minutos de recibida la dosis
de glucosa. La levadura de cerveza produjo una
marcada disminución de la producción de insulina
tanto a los 90 como a los 120 minutos posteriores
a la carga de glucosa. Asimismo, los contenidos
de insulina sérica de los sujetos a quienes se les
administró levadura de torula disminuyeron a los 90
minutos. La suplementación con levadura de cerveza
tuvo efectos beneficiosos sobre el triacilglicerol sérico
y los valores de glucosa a los 60 y 90 minutos del test
de tolerancia oral a la glucosa.
Se ha demostrado que el complejo cromo (III)-ácido
nicotínico facilita la unión de la insulina de manera
similar al FTG presente en la levadura de cerveza.
Urberg y sus colaboradores demostraron que la
incapacidad de los seres humanos para responder
al suplemento de cromo (III) se debe a niveles
insuficientes de ácido nicotínico dietario que actúa
como sustrato para la síntesis del FTG. En un ensayo
clínico controlado, 16 voluntarios sanos de edad
avanzada recibieron diariamente 200 μg de cromo
(III), 100 mg de ácido nicotínico, o 200 μg de cromo
(III)+ 100 mg de ácido nicotínico durante 28 días; y
se los evaluó en los días 0 y 28. La tolerancia a la
glucosa y la glucosa en ayunas no se vieron afectadas
por el cromo (III) ni por el ácido nicotínico. Por el
contrario, el suplemento cromo–ácido nicotínico causó
una disminución del 15% en el área total de glucosa
integrada (p < 0,025) y del 7% en la glucosa en
ayunas.
Suplemento de cromo (III), Síndrome metabólico y
pérdida de peso
La obesidad es un grave problema de salud en los
Estados Unidos de América y en el resto del mundo,
está asociada a una amplia gama de enfermedades
degenerativas, entre las que se incluyen ciertas
formas de cáncer. Se ha denominado como síndrome
metabólico a la presencia de resistencia a la insulina,
la alteración de los lípidos, la intolerancia a la
glucosa, la obesidad y la hipertensión. Una ingesta
subóptima de cromo (III), algo común en el mundo,
puede contribuir a esos desórdenes metabólicos. Por
medio de diversos estudios se pudo demostrar que los
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3. nuevos suplementos de cromo (III) son eficaces para
mantener un adecuado metabolismo de los hidratos
de carbono y lípidos, tanto en seres humanos como
en animales. El potencial de señal insulínica del cromo
trivalente ha probado sus efectos sobre la composición
corporal, como por ejemplo la reducción de grasa
corporal y el aumento de la masa muscular magra.
El punto central de investigación de estudios previos
ha sido el uso del cromo (III) dietario, especialmente
el cromo con unión a niacina, debido a su mayor
capacidad de absorción y retención.
Según lo han indicado sistemáticamente los resultados
de ensayos clínicos, la suplementación con cromo
en personas con sobrepeso induce la pérdida de
grasa corporal y/o aumenta la masa muscular
magra. Crawford y sus colaboradores informaron
que la suplementación con 600 μg/día de cromo
(III) elemental como el NBC (cromo nicotinato/
cromo enlazado a niacina) durante 2 meses en
mujeres afroestadounidenses, combinada con una
dieta moderada y una rutina de ejercicios físicos
dieron lugar a una significativa pérdida de grasa
y a la reducción de la perdida de masa muscular
en comparación con el período de placebo, y que
además es posible extender este efecto durante
meses.
Grant y sus colaboradores estudiaron los efectos
del suplemento de cromo (III) (400 μg/día de cromo
elemental) en su forma NBC (cromo nicotinato/cromo
enlazado a niacina) y picolinato de cromo, ya sea con
entrenamiento físico o sin él, sobre mujeres jóvenes
obesas. El ejercicio físico, combinado con el suplemento
de NBC, dio como resultado una pérdida de peso
significativa y una disminución de la respuesta de la
insulina a la carga oral de glucosa. Por el contrario,
el suplemento de picolinato de cromo no mostró este
resultado. En este sentido, el entrenamiento físico
con suplemento de NBC (cromo nicotinato/cromo
enlazado a niacina) es benéfico para la pérdida de
peso y disminuye el riesgo de contraer diabetes.
En otro ensayo aleatorio, longitudinal, a doble-ciego,
en 33 mujeres obesas de 16 meses de duración,
que recibieron una suplementación con 200 μg de
cromo (III) elemental (como el picolinato de cromo)
combinada con una dieta hipocalórica (VLED) durante
los primeros 2 meses, los resultados demostraron que
la ingesta de picolinato de cromo no causó cambios
significativos en los parámetros de la sangre y la
composición corporal.
Seguridad en los complejos de Cromo (III)
El NBC (cromo nicotinato/cromo enlazado a niacina)
ha recibido el estatus de suplemento generalmente
reconocido como seguro (GRAS) de una entidad
independiente previo a su aprobación por la FDA,
con base a resultados de exhaustivos estudios de
seguridad (toxicidad oral aguda, aguda dermal,
irritabilidad ocular y dérmica primaria, toxicidad
subcrónica de 90 días, ensayo de mutación bacteriana
reversa (Ames) y ensayo de mutagenicidad en células
de linfoma de ratón). No se ha informado efecto
tóxico alguno del cloruro de cromo ni de la existencia
de estudios de seguridad exhaustivos sobre otros
complejos trivalentes de cromo.
Conclusión
Se ha demostrado que los nuevos micronutrientes
basados en cromo (III) ayudan a la insulina a
metabolizar grasas, influencian favorablemente el
metabolismo de la glucosa y la insulina, mantienen
sano el perfil de lípidos y los niveles de azúcar en
sangre y convierten las proteínas en músculo y el
azúcar en energía. Asimismo, los nuevos complejos
de cromo (III) pueden participar en la regulación del
apetito, la disminución del antojo o apetito voraz por
alimentos dulces, y el aumento de la masa corporal
magra.
Es sabido que los niveles de cromo trivalente (III)
disminuyen con la edad y el embarazo, también se ha
encontrado una deficiencia marginal de cromo muy
extendida en la población. En resumen, y sobre la
base de una exhaustiva investigación científica del
cromo (III), es posible concluir que la suplementación
con nuevos complejos de cromo (III) seguros y bien
soportados en estudios podría promover la formación
de masa corporal magra y regular la obesidad. Las
investigaciones han demostrado la mayor seguridad,
biodisponibilidad y eficacia del NBC (cromo
nicotinato/cromo enlazado a niacina por el oxigeno)
por sobre otro tipo de complejos de cromo (III).
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