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EL LIBRO DE LOS SUEÑOS
Perfumarse nunca fue un delito, ¿o tal vez si…?
AUTORA: Ana María Grande Gil
INTRODUCCIÓN
Mi nombre es Alana, tengo 35 años y hasta hace una semana, yo vivía sola en mi
Pequeño ático de la avenida Juan XXIII de Valencia y trabajaba en una gran floristería
llamada “La Casa de las Flores” localizada en la calle María Cristina, situada en el
casco antigüo de valencia, una tierra muy bella y alegre, donde por cierto, imperan en su
mayor parte los días de fiesta y grandes celebraciones.
Debo confesar que de todas las calles que adornan mi ciudad natal, es precisamente
María Cristina la que con todos sus pequeños comercios que parecen sobrevivir a lo
largo de los siglos la que más me hechiza conservando así su siempre dulce, añejo y
embriagador encanto desde antaño.
Actualmente soy la nueva propietaria de “La Casa de las Flores” a la que le he
cambiado su antiguo nombre por el de “El Paraíso de las Hadas”, pues junto a las flores
y plantas de mi particular paraíso también vendo pequeñas hadas que yo misma elaboro
artesanalmente, muy de acorde con el bosque de hadas tipo mural que adorna en toda su
extensión cada una de las paredes de la floristería, cabe decir que está fielmente
reproducido de un recuerdo que despierta en mi un dibujo elaborado en papel de
pergamino que siempre he llevado conmigo pues a pesar de que aún hoy día desconozco
su procedencia por motivos que igualmente siguen siendo una gran incógnita para mi
me aportan una gran paz espiritual.
En resumen es aquí en mi tierra natal , donde he estado viviendo, trabajan-do y pasando
los mejores años de mi vida, al menos hasta donde mi memoria alcanza a recordar pues
desde que cumplí los 16 años misteriosamente los recuerdos anteriores de mi vida hasta
entonces se han borrado de mi mente y parecen negarse tozudamente a regresar.
A veces cuando estoy tras el mostrador trabajando en la elaboración de algún centro
floral y de pronto llega a mí el aroma a romero o el delicado perfume de los
rododendros parecen despertar en mi la difuminada imagen de una mujer de aspecto
dulce que prepara en el fuego algún tipo de infusión de romero, cuando no es la solitaria
imagen difuminada de un largo y bien cuidado camino de piedras de rodeno y árboles
de rododendros de los más diversos coloridos que parecen conducir a una pequeña y
encantadora mansión, pero en ambos casos antes de que dichas imágenes puedan tomar
una forma definida ,se esfuman de mi mente tan rápido o más si cabe que cuando
aparecieron.
En varias ocasiones he consultado a los mejores especialistas de neurología y tras
realizarme las pertinentes pruebas, todos ellos, incluso auténticas eminencias en su
campo llegaron a un mismo diagnostico: mi cerebro aunque parece estar bloqueado por
algún hecho traumático que debió sucederme en los primeros 15 0 16 años de mi vida y
que aún hoy día ignoro cual debió ser, no sufre daño alguno de hecho, parece estar en
plena forma, y todos sin excepción me han recomendado como mejor método de
curación que siga con mi vida habitual asegurándome que así tarde o temprano,
recordaría.
Mi vida nunca ha cambiado, pero todo ha sido siempre en vano, al menos me queda el
consuelo de que aquellas dos fugaces imágenes a modo de pintadas en mi memoria un
día como dos de los lienzos impresionistas más bellos de Renoir, son el recuerdo
innegable de los felices días de antaño.
Parece como si….
1
¡¡¡Es todo tan extraño……!!!
Toda mi vida y mi pequeño mundo cambiaron a raíz de una extraña e inesperada
llamada telefónica que recibí hoy hacia la media noche, cuando tras darme una merecida
y relajante ducha de agua fría y ataviada solo con mi camisa blanca de algodón favorita,
me senté con las piernas estiradas sobre el cómodo sofá delante de la televisión viendo
un documental sobre el antiguo Egipto en el que hablaban del hallazgo de una antigua
momia.
Era un hombre llamado Gastón que decía ser el albacea testamentario de mi tia-abuela
Alaïs, de la cual yo no recordaba tener conocimiento hasta el momento,
comunicándome su triste desaparición a la par que me había nombrado heredera
universal de todos sus bienes y posesiones, entre los cuales se hallaba un pequeño
cachorro de Terrier, Así mismo me comunicaba el
carácter urgente con que debía contestarle si aceptaba o no la herencia y me ofrecía para
pensarmelo un plazo máximo de 24 horas.
Yo siguiendo mi instinto y pensando solo en aquel pequeño cachorro que se había
quedado huérfano, rechacé la oferta de Gastón de pensármelo sin antes detenerme a
pensar en detalles tan importantes como que no sabía realmente nada acerca de Alaïs,
aquella tia-abuela que de la noche a la mañana había surgido como de la nada, los
cuales me guiaban a formularme preguntas tales como:
¿Quién era realmente ella?
¿De donde Provenía?
¿Realmente éramos parientes?
En cualquier caso ¿Por qué nunca se había puesto antes en contacto conmigo?
¿Qué tipo de relación tuvimos en el pasado?
¿Tendría ella algo que ver con los recuerdos de mi pasado que se negaban a ser
revelados?
¿Qué sabía ella realmente de mi?
¿Estaría en el legado de su herencia la clave para desentrañar los misterios de mi
pasado?
Una vez hecha la aceptación de la herencia fijamos las 9:00 de la mañana del día
siguiente como hora convenida para la posterior apertura del testamento de Alaïs.
Dado que al día siguiente tenía que madrugar, decidí que lo mejor sería quitar la
televisión e irme a dormir sino quería que al día siguiente Gastón me confundiera con
uno de sus difuntos clientes, pero no sin antes sacar del cajón de una pequeña mesita de
sobremesa que tenía junto al sofá una agenda de notas en la que a posteriori anotaría
todos aquellos interrogantes para que no se me olvidaran.
Sé que para una persona normal con un mínimo de cordura sería un suicidio aceptar un
legado con todo ese tipo de interrogantes y que de buen seguro me tacharía de
irresponsable, pero para mi no era más que el principio de una emocionante y excitante
aventura.
En ese momento, la felicidad de un buen augürio sobre mi futuro iluminaba mi rostro,
en tanto me acomodaba en mi cama y a posteriori caí en un relajado y profundo sueño.
Un niño de 13 años, de ojos azul cielo, pelo corto y color trigo y tez dorada y yo con
unos 15 años, subíamos apresurada y clandestinamente a un tren en marcha.
Una vez dentro, ambos corríamos cogidos de la mano por los estrechos pasillos del tren
ante la expectante y sorprendida mirada de los pasajeros, sorteando a unos y
atropellando a otros, hasta que minutos después, llegamos a un compartimento donde no
había nadie y allí nos encerramos y agachamos en el suelo para tampoco ser vistos
desde fuera.
2
Yo mientras le cogía de las manos le aseguraba llena de ansiedad con auténtica
franqueza y esperanza-Iván, aunque tu parada llegue antes que la mía no le digas nunca
nada a nadie, por que cuando yo sea mayor y pueda volveré y ya nadie por mucho que
quiera nos podrá volver a separar-. -Pero Alana, yo no me quiero bajar antes, yo
quiero estar siempre contigo-Me suplicaba él con auténtica desesperación aferrándose
con toda la fuerza de su pequeño corazón al vínculo tan especial que se había creado
entre los dos.
-odio tanto como tu tener que llevar a cabo esta decisión, pero debes hacerlo Iván, debes
bajar antes que yo y volver a Fortuna para que nunca nadie sospeche.
Te prometo que cuando sea mayor y esté preparada volveré y entonces nada ni nadie me
podrá obligar nunca más a marcharme y estaremos juntos para siempre-Le prometí yo
intentando convencernos a los dos, pues mi deseo era el de irme con aquel chico tan
especial a seguir juntos y lejos de aquellas personas que querían separarnos y hacernos
daño, para vivir nuestras propias vidas y nuestras propias aventuras.
En ese momento él se quitó una mochila azul que hasta entonces había llevado colgada
a la espalda con algo de ropa y lo que a él le solía gustar llamar sus “grandes tesoros”, la
colocó en el suelo a un lado y con sumo cuidado extrajo una hoja de pergamino
perfectamente enrollado y en tanto me la entregaba me decía -Toma, esto es para que
nunca me olvides a mi, ni nuestro pasado, ah Ali y nunca se lo enseñes a nadie-.
Yo en tanto tomaba su obsequio en mis manos con gran delicadeza muy intrigada quise
saber-¿Qué pasa Iván?, ¿Qué es?-.
-No es solo un dibujo Alana, es el vínculo que nos mantendrá unidos, por favor jamás
permitas que nadie lo vea, por mucho que confíes en alguien jamás le hables de este
pergamino ni permitas que lo vea, ni siquiera a Alaïs o lo destruirá-Me explicó él muy
serio con un tono de voz que pese a su corta edad imperaba un tono de grave urgencia
con la que debía cumplir aquella extraña promesa.
-De acuerdo Iván, te prometo que la existencia de tu dibujo será también nuestro
secreto-Le aseguré yo basándome en un presentimiento muy fuerte que tenía.
Lo que en ningún momento me atreví a decirle para no hacerle más dura la despedida
fue que hasta que pudiera llegar nuestro re-encuentro pasarían al menos 15 años, aunque
creo que eso él ya lo sabía, me dí cuenta cuando ví la tristeza de su mirada y como dos
grandes lágrimas brotaban de sus claros ojos azules.
A continuación y sin más premura ambos nos abrazamos estrechándonos con tanta
fuerza como si así pudiéramos escapar de cuanto nos rodeaba y de todo mal como así
nos pareció durante un momento.
De pronto, imagino que al igual que el resto de pasajeros en otros compartimentos,
notamos como el tren perdía velocidad al tiempo que la magia que de algún modo
habíamos creado por un momento entre los dos se desvanecía.
En ese momento en contra de mi voluntad le insté con dulzura así como con la cordura
propia de un adulto-Es tu parada Iván, vamos, date prisa antes de que nos descubran,
Fortuna te espera-.
Él sin decir nada se colgó de nuevo a la espalda su mochila y sin mirar atrás ni una sola
vez echó a correr triste y enfadado y aunque yo ya no tuve la ocasión de volver a ver su
cara no lo necesité para saber que a esas alturas las lágrimas bañarían su aniñado rostro
y que no cesaría de correr hasta llegar debajo del frondoso árbol donde nos solíamos
ocultar, cuando necesitábamos refugiarnos y huir del mundo y que sería precisamente
allí donde se quedaría largo rato sentado y acurrucado abrazándose las piernas hasta
calmarse para finalmente regresar a su casa vencido y derrotado por la impotencia de no
haber podido hacer nada para revertir aquella situación, pero en mi corazón yo sentía
que esa era la mejor decisión.
3
En cambio lo que si que vi fueron los escrutadores e inquisidores ojos de un ser
demoniaco que se hallaba pegado por fuera del tren junto a la misma puerta por la que
salía en ese momento Iván, el cual por fortuna no resultó ser en modo alguno de su
interés sino que parecía estar buscándome a mi.
A punto de ser descubierta por aquellos maléficos ojos estuve, pero por suerte para mi
reaccioné a tiempo y escapé por milésimas de segundo retrocediendo a toda prisa atrás
al tiempo que el tren se ponía en marcha y aunque fui descubierta por el revisor el cual
me dio la impresión de que me estuvo ayudando todo el tiempo, pues no solo no nos
delató a Iván ni a mi sino que cerró la puerta de mi compartimento y me permitió hacer
el viaje tranquila todo el trayecto y cada día me traía el desayuno, la comida y la cena
para que nada me faltara al tiempo que para evitar levantar sospechas.
Yo entonces tenía 15 años.
Ese sueño dio paso a otro en el que ya habían transcurrido 20 años.
-¡¡¡Iván, mi amor, al fin volvemos a encontrarnos, no has cambiado nada, solo que
tienes el pelo mucho más largo y estás guapísimo!!!- Exclamaba yo alegremente
alborotada con gran alivio de volver a tenerlo conmigo, en tanto me arrojaba a sus
brazos para a posteriori abrazarlo con gran amor y dulzura.
Él me acariciaba dulcemente la espalda, tras lo cual del mismo modo pasó a
acariciarme la cara, mientras con la más tierna de sus sonrisas que iluminaba su bello
rostro me decía-Sabes que desde que todo esto empezó nos vemos una vez a la semana-.
-Si mi amor, lo se, pero una vez a la semana no es suficiente para mi, yo quisiera verte
todos los días de la semana, todos los años y en todo momento-Le confesé yo
fervientemente.
-Yo no soy ningún experto Ali, me ha costado mucho llegar hasta aquí e incluso al
principio unas…3 veces Lady Violet y sus “dos angelitos” estuvieron a punto de
descubrirme saliendo de la cueva menos mal que pude engañarles con l a excusa del
paseo nocturno, aunque confieso que la ultima vez pasé auténtico miedo ya que no
parecían muy convencidos así que aunque aquella noche actué con completa naturalidad
para dar mayor credibilidad a mis palabras en lo sucesivo e extremado al máximo las
precauciones, de lo contrario nuestro plan al igual que nosotros podía haberse visto en
peligro-.Me explicaba él con la mejor de sus sonrisas.
Yo en tanto le cogía con ambas manos y extrema suavidad su hermoso rostro,
embelesada le aseguraba-En modo alguno lo que te he dicho pretendía ser un reproche,
es que…te quiero tanto…que la vida me duele sin ti- Dicho lo cual nos besamos larga,
apasionada y dulcemente en los labios.
A posteriori le confesé a modo de narración-Llevo tanto tiempo quedando contigo en
mis sueños que ya no concibo mi vida sin ti, de hecho, con cada día que llega la noche
cada vez me acuesto más temprano para encontrarme antes contigo, pero aunque me
encante verte en mis sueños, me gustaría tanto que estuvieras conmigo también en la
realidad……
Por otra parte, una pequeña chispa de luz en mi interior, me dice que hace mucho
estuvimos juntos en la realidad viviendo una situación muy semejante a esta, pero hace
tanto…que se ha quedado más como una sensación que como un recuerdo y tampoco
entiendo como soñando todas las semanas contigo nunca recuerdo la vez anterior y lo
que más me fastidia es que cuando me despierto ni una sola vez recuerdo lo que sueño-.
-¿Qué mayor realidad hay que esta? Y en cuanto a no recordar nunca el sueño anterior
es el precio que hay que pagar por romper las normas-Me explicaba él feliz.
4
-¡¡¡Al demonio con nuestros respectivos legados!!!, ¿para que quiero yo mi legado si no
puedo estar cada día de mi vida con la persona que más quiero?- Protesté yo utilizando
una información que hasta el momento desconocía que poseía, tras lo cual lo volví a
abrazar.
-¿Sabes ya lo de Alaïs?-Me preguntó él de pronto.
-Si, esta noche me ha llamado su albacea y hemos quedado mañana para abrir la lectura
del testamento, lo que no se aún es cuando murió-Le contesté yo.
-Hace 3 días- Me informó él brevemente.
Dicho esto queriendo aclarar una duda que llevaba ya largo rato rondándome por
La cabeza le pregunté- ¿Crees que ahora que Alaïs no está somos libres y estamos a
salvo?- .
-Ella nunca supuso ningún peligro para nosotros-Me aclaró él abrazado a mí.
-¡¡¡Pero ella quería separarnos tu me lo dijiste!!!-Repliqué yo molesta.
-Si, es cierto, pero ella solo trataba de protegernos-Me aclaró él un tono de voz dulce y
paciente a un tiempo.
-¡¡¡¡Pues vaya asco de protección!!!-Exclamé yo contrariada a la par que me cruzaba de
brazos.
-Él con una expresión encantadora que iluminaba todo su bello rostro a la par que
intentaba reprimir una pequeña risita al verme en tal actitud me dijo-Mírate Ali, no has
cambiado nada sigues siendo como una chiquilla-.
A posteriori, él me cogía las manos al mismo tiempo que clavaba su mirada en la mía en
tanto me decía-Alana, ya hemos llegado al final del trayecto, a partir de ahora ya no
volveremos a encontrarnos en secreto en nuestros sueños, a partir de ahora es cuando
comienza la auténtica aventura.
Se que esto ahora mismo puede no tener mucho significado para ti, pero hazme caso y
sigue siempre tu instinto y búscame siempre junto al mar -.
Yo creyendo adivinar el camino hacia donde me dirigían sus palabras estaba plena de
felicidad y quería decirle tantas cosas a mi adorado Iván …….quería expresarle con las
palabras más hermosas los sentimientos más puros, bellos, eternos y felices que se
albergaban ahora en mi dichoso corazón… pero… contrario a mi deseo yo parecía estar
bajo el poderoso hechizo o influjo del más poderoso de los magos… y entonces lo vi:
A pesar de la oscuridad y gracias al arco de medio punto estilo medieval situado en la
parte más alta de la pared Este me pareció divisar lo que a simple vista era un
rudimentario laboratorio de alquimia.
Dividiendo en dos aquel improvisado laboratorio se hallaban dos largas mesas, una de
ellas, la más próxima al fondo estaba ocupada por distintos tubos de ensayo, vacíos en
su mayoría y en la otra un globo terráqueo y algunos libros antiquísimos abiertos y
desperdigados sobre dicha mesa que al recibir el único haz de luz que entraba en la
oscura y pequeña estancia parecían cobrar un resplandor tan brillante como el oro.
Pegado a la pared norte parecía haber un lavabo y junto a este se oía el borboteo de un
líquido rojo al hervir el cual no pude distinguir muy bien a causa de un hombre de unos
41 años, alto, moreno, ojos oscuros, cabello negro y cortado a navaja y ataviado con un
traje negro, el cual iba y venía de un sitio a otro tapándome el campo de visión.
De pronto me pareció oír sus escalofriantes pensamientos que decían “Te encontraré
Alana, por muy lejos que te quieras ocultar…”
Iván viéndome en aquel estado me sacudió las manos como si así me pudiera hacer
regresar, en tanto me llamaba-Alana, Alana, vuelve, vuelve Alana-.
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Una vez yo desperté de aquella ensoñación lo cual comencé a demostrar con un
parpadeo de ojos, Iván me soltó una mano para a posteriori acariciarme la cara, en tanto
me reiteraba- Alana se que te cuesta mucho recordar, pero por más que te cueste, ten
siempre presente que tu eres Alana, la verdadera Alana, un ser de luz y de gran belleza
interior y por mucho que te cueste recordar, no olvides nunca tu verdadera identidad.
Ahora despierta Alana, despierta Alana, despierta…Alana-.
CAPITULO I:
EL LEGADO
En ese momento, yo con mi camisa blanca de algodón humedecida por un dulce y
cálido calor sobre mi cuerpo comencé a entre abrir los ojos lentamente, al tiempo que un
aliento de mis labios cobraba el dulce nombre de Iván, mientras seguía escuchando
como su voz sugerente me susurraba al oído – “ Recuerda Alana, búscame junto al
mar”-.
Algo aturdida por aquel sueño tan real, decidí colocar en el bolso blanco que ese día
había decidido llevar toda la documentación que creí necesaria aportar dado lo peculiar
de la situación.
A posterirori, comencé a buscar en el ropero de mi dormitorio la indumentaria más
apropiada para la ocasión el cual resultó ser un traje compuesto por un fino pantalón y
chaleco negros de verano y una camisa de seda blanca y una larga manga de
murciélago, tras lo cual me maquillé perfectamente, me puse el mejor de mis perfumes
y sin más preámbulos encaminé mis pasos directamente a la notaría.
Eran ya las 8: 45 cuando yo me encontraba en la plaza de la reina frente a un edificio
color vainilla que se mostraba majestuoso ante mi. Dicho edificio era uno de los
más bellos y antiguos de valencia el cual se hallaba situado en la calle de la paz, esquina
con la plaza de la reina y frente a chocolates valor, una de mis cafeterías favoritas dicho
sea de paso.
No tardé ni 10 minutos en cruzar la calle y personarme en la notaría situada en el 2º piso
de la mencionada finca, momento en que fui inmediatamente atendida atendida por una
joven y elegante mujer de alegres rasgos y simpática sonrisa en su tez dorada y una
melena larga negra y lisa perfectamente recogida en una cola de caballo baja a la par
que ataviada con una falda de color azul marino de corte clásico y una camisa blanca,
que saliendo presurosa de detrás del elegante y sobrio mostrador muy solicita y
servicial venía hacia mi en tanto muy afablemente me saludaba- Es usted la señorita
Alana Deveroix ¿Me equivoco?-.
-No, está usted en lo cierto- Le confirmé yo, al tiempo que le dedicaba una de mis
mejores sonrisas.
A posteriori, en tanto me hacía un ligero ademán con su mano izquierda para que la
siguiera me decía- Sígame por favor, le guiaré al despacho de Mesié Seymour-.
Tras atravesar un largo pasillo en el que a cada lado se abrían elegantes y numerosas
puertas de roble, llegamos a la última, momento en que la secretaria llamó con los
nudillos a la puerta y tras oír una lejana voz al otro lado anunciándole- Adelante Aurora
puede pasar-.
Ella giro el pomo dorado y tras asomarse cautelosamente le anunció a un anciano de
ojos verde-grisáceos de tez morena, pelo canoso, barba blanca, educado, tranquilo y
sencillo en sus modales- Mesié Seymour, Mademoiselle Deveroix está a llegado-.
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-Gracias Aurora ya puede volver a su cometido- Le contestó este a la joven secretaria,
tras lo cual dirigiéndose hacia mi me dijo- Pero pase y siéntese mujer, no se quede ahí
de pie-.
En tanto yo tomaba asiento en una silla negra de sky, él me comentaba muy orgulloso-
Es usted la viva imagen de Alaïs cuando contaba su edad - -¿La conoció usted?- Quise
saber yo más o menos interesada. -Ha sido cliente mía desde que era yo
un joven becario con muy pocas oportunidades de sobrevivir en este duro mundo de
cuervos. Ella siempre tuvo una fe ciega en mi y solía decir que donde
los demás veían la inexperiencia de un principiante, ella veía mi auténtica valía- Me
explicaba Mesié Seymour reviviendo con gran contento aquellos recuerdos rescatados
de un pasado tan lejano que parecían perderse en el tiempo.
-Sin ánimos de ser impertinente Mesié Seymour, ¿Podríamos pasar sin más preámbulos
al tema que nos ocupa?- Le interrumpí yo temiendo que aquellas no fuesen mas que las
divagaciones de un pobre viejo recreándose en una de sus tantas batallitas de cuando era
joven. -Si, desde luego- Repuso él sobriamente, tras lo cual abrió
un sobre de color marfil del cual extrajo un papel apergaminado y acto seguido
comenzó a leer
7-Junio-5017 Fortuna, Francia
Martes 17: 05
Yo Alaïs Deveroix en pleno uso de mis facultades mentales nombro heredera universal
de todos mis bienes y posesiones a Alana, los cuales a continuación paso a detallar: Una
pequeña tienda de anticuario de libros y documentos antiquísimos y objetos exóticos de
países lejanos situada en el 1400 de la pequeña villa colonial de Fortuna a las afueras
del centro en una zona peatonal y burguesa.
En la cima de una montaña próxima, la denominada desde antaño “La Montaña
Mágica” y a 1200 metros de altura una vivienda de dos pisos con porche y jardín trasero
y delantero completamente amueblado.
Con el presente mapa Mesié Seymour te adjuntara un mapa de carreteras que yo misma
realicé un día para que te sirva de guía hasta llegar a Fortuna.
y por último y más importante para mi un pequeño cachorro de Fox Terrier llamado
Terry, tan dulce,impetuoso cariñoso y travieso como has sido siempre tu así que estoy
segura de que ambos os llevareis a la perfección.
Por último quiero que sepas que yo de un modo u otro he estado a tu lado y recuerda
siempre el lema de nuestra familia “pase lo que pase, sigue siempre el rumbo de tu
verdadero destino y obedece ante todo los latidos de tu corazón”
En ese momento, Aurora cargando en su hombro izquierdo con un bolso acolchado de
color azul, abierto por el cual se asomaban tímidamente unas pequeñas orejillas
puntiagudas hacia nuevamente su aparición en el despacho del notario en tanto decía-
¿Da usted su permiso Mesié Seymour?
-Adelante- contestó él con una afable sonrisa.
Yo al ver como las orejillas del pequeño cachorro asomaban descuidadamente,
dejándome llevar por mis impulsos grité- ¡¡¡ Terry !!!-.
Él al oír mi voz, de un salto salió de su capazo y de un segundo salto se abalanzó a mis
brazos manifestando su contento tanto así como entre lametones en la cara como entre
ladridos de alegría.
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La única cláusula que figura en el testamento para la correcta entrega de la herencia es
que ha de ser antes de que acabe el día de hoy cuando usted debe tomar posesión de sus
nuevas propiedades- Me informó para concluirMesié Seymour.
Eran las 3: 00 de la tarde cuando Terry y yo a bordo de mi negro y casi recien estrenado
Jeep 4x4 por una solitaria y desértica carretera de Francia llegamos a un cruce que se
dividía en tres caminos distintos y al ver al principio del camino derecho un vetusto y
frondoso árbol que me resultó tremendamente familiar, tras lo cual mientras miraba a mi
pequeño cachorrito le comunicaba mi decisión- Según este mapa la casa de Alaïs está
situada en lo alto de un cerro al que accederíamos fácilmente por el camino de la
izquierda, pero algo me dice que a partir de ahora lo mejor es que actue siempre de
forma intuitiva y totalmente improvisada así que….- Dicho estó sin girarme arrojé muy
decidida hacia atrás el mapa que me había acompañado durante todo el camino.
Terry, tras oírme atentamente ladeó la cabeza hacia un lado y me miraba como diciendo
-“Adelante Ali que tu si sabes”-
En ese momento giré levemente el volante de mi coche para a posteriori aparcar bajo la
sombra de aquel árbol, un árbol lleno de magia y de historia como así confirmé al leer
algunas inscripciones hechas en el tronco como las que decían
“Alana, mi vida, tu luz ilumina mi oscuridad y tu amor llena la ausencia de mis días sin
ti”
Eternamente tuyo Iván.
A la izquierda de esta dulce inscripción, observé con gran curiosidad unos infantiles y
extraños caracteres gravados y enmarcados por un cuadrado que parecía estar tallado
con más ahínco en la madera del tronco de dicho árbol formando un pronunciado
relieve.
Descuidadamente apoyé mi mano sobre dichos caracteres cuando una amenazadora
visión poseyó mi mente y mi cuerpo viajó astralmente a través del tiempo y el espacio e
incluso me atrevería a decir de entre otra dimensión.
Una esbelta mujer cuyo rostro parecía permanecer siempre en las sombras ataviada con
un quimono lila andando a grandes zancadas por la orilla de la playa en una oscura y
tormentosa noche iluminada tan solo por el intenso brillo plateado que esa noche poseía
la luna llena.
Tan poseída estaba yo por aquella arraigada visión que Terry asustado al observarme,
salió de un salto por la ventanilla del coche y corriendo sin cesar en pos de mi ayuda al
tiempo que comenzaba a ladrar como una auténtica fiera y no cesó hasta hacerme volver
a la realidad, lo cual yo le agradecí cogiéndolo en mis brazos y dándole un beso en su
cabecita peluda le dije- Gracias bolita de pelo, de no ser por ti……..-.
Una vez volvimos a nuestros respectivos asientos del 4x4 ví el rostro y el alma semi
transparentes de mi encantador Iván al tiempo que volvía a escuchar su dulce y
envolvente voz que me sugería constantemente-Búscame junto al mar, Alana, búscame
junto al mar-.
Yo como embelesada por aquella embelesante sonrisa que parecía dominar mi mente
con un suave gesto de mi mano acaricié su hermoso rostro, en tanto con suma dulzura
asentí con un breve-Lo sé mi amor, lo sé-.
Un fuerte presagio en mi interior me anunciaba que ya era hora de guiarme por mi
intuición y mi corazón. Ignoro en que momento ocurrió tan solo recuerdo que tras girar
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por la primera curva a la izquierda y seguir en linea recta a 120km hora por la carretera
comarcal que conducía desde Besanson a Estrasburgo , posiblemente a la altura del
antiguo y encantador pueblecito de Kayseberg, cuando de repente de forma fortuita y
casi mágica todo el paisaje que me rodeaba cambió ante mis ojos por otro más
pintoresco, con claras trazas medievales y ni a un kilométro delante de mi me recibía en
todo su esplendor una pequeña villa colonial de incalculable belleza natural dejándome
boquiabierta.
A la derecha de dicha villa un cartel pintado a mano tamaño poster reflejando las zonas
más bellas de la región en el cual rezaba en grandes letras palaciegas:
Bienvenidos a Fortuna el sueño y el deseo de la ciudad perdida.
Fue entonces cuando las extensas lagunas de memoria que habían habitado yen mi
cerebro los últimos 20 años, desconozco como , comenzaron a disiparse paulatina-
mente dotándome de unas facultades muy especiales que yo desconocía que tenía como
una gran belleza y una gran intuición.
Dado el cansancio que comenzaba a aflorar en mi a causa del largo trayecto decidí no
hacer más paradas y seguir conduciendo a través de aquellos parajes de belleza sin
igual. De ese modo llegué a un cerro cubierto de frondosa vegetación, el cual, no tardé
más de 30 minutos en atravesar con Terry graciosamente asomado por la ventanilla y
acto seguido aparcaba delante de la casa de Alaïs la cual me había legado entre muchas
otras cosas.
Dicha vivienda a simple vista constaba de: 2 plantas, una amplia buhardilla, un gran
porche delantero rodeado por una rústica y ahora descuidada y maltrecha valla de
madera al igual que una pequeña escalera de caracol situada en un pequeño rincón del
porche al lado izquierdo de la elegante puerta principal elaborada al 100% en madera de
nogal.
Cabe decir que dicha escalera contaba con una doble función: Por un lado conferir -le
un mayor toque de elegancia a la casa y por otro lado servía para separar la entrada de la
casa del suelo raso de la montaña, todo ello junto le conferían el aspecto de una
antiquisima y pequeña mansión de estilo romántico, ante la cual se habría el más bello y
colorido de los caminos de rododendros.
-¡¡¡ Dios mío, es la casa de mis sueños, gracias Alaïs!!!- Exclamé yo asombrada sin dar
crédito a mis ojos tan emocionada, que se me olvidó lo cansada y hambrienta que
estaba.
Acto seguido, tan ilusionada como una chiquilla salí corriendo escaleras arriba dispuesta
a entrar y estrenar mi nueva mansión así como a conocer cada rincón de aquel sueño
hecho realidad sin llegar a imaginar la sorpresa que me esperaba en su interior.
Tras abrir la puerta principal observé una pequeña entradita con un antiguo perchero de
pie situado a mi izquierda y delante de este un muy bien conservado arcón de mimbre
cerrado con llave y sobre el cual se hallaba un ancho y grande espejo con un marco
igualmente de mimbre.
A mi derecha, había un elegante y también antiquísimo paragüero con forma de ánfora
romana.
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A la entrada del salón comedor había una antigua mecedora de madera de pino y a la
izquierda frente a esta una puerta que decidí investigar lo que ocultaba para el próximo
día.
El salón-comedor tenia una gran chimenea y todo el suelo estaba cubierto por una
bonita alfombra persa.
A derecha e izquierda de la chimenea dos cómodos sofás blancos enfrentados uno a otro
con apoya brazos de madera. A la izquierda de la chimenea, una mesita de nogal con 6
sillas y delante de este un televisor de plasma de 22 pulgadas sobre un mueble
moderno decapé .
En ese momento, el olor a pan recién hecho, relleno de carne con salsa de verduras y
pudín de almendras y fruta proveniente del salón-comedor nos llegó a Terry y a mi
atrayéndonos como el más poderoso de los perfumes.
Junto a l a bandeja de la carne reposaba un pequeño sobre color marfil dirigido a mi el
cual no tardé en abrir y leer en tanto daba buena cuenta del pan y la carne, cuyo
contenido rezaba así:
Mi querida Alana:
Bienvenida de nuevo a casa. Espero que a Terry y a ti os guste el pequeño banquete que
os he preparado.
Eres la persona que más quiero y aunque deseo más que nada volver a verte y a estar
contigo, comprendo que después de un viaje tan largo lo que más anheles sea descansar
y tomar posesión de tu nuevo hogar.
Hasta pronto mi amor. Te Quiere Iván.
Cuando tomé consciente de quien era la persona que firmaba aquella breve nota, un
bonito rubor comenzó a aflorar en mi rostro iluminando mi bello rostro en tanto le decía
poseída por la alegría a mi pequeño cachorrito –Terry tenemos carta de Iván dice que es
él el que nos ha preparado la comida y que nos veremos muy pronto-.
Terry tras escuchar atentamente cada una de mis palabras comenzó a ladrar y dar saltos
de alegría, tras lo cual ambos seguimos dando cuenta de nuestros respectivos banquetes
pletóricos por la reciente noticia.
Yo tras finalizar de comer traspasé el arco de medio punto que separaba el salón
comedor de la cocina donde dejé los platos sucios y a posteriori observé con todo
detalle la cocina.
Dicha cocina tenía todo los detalles y el popular encanto de las cocinas antiguas,
incluso poseía su propia chimenea.
También me fijé en que al otro lado de la cocina parecía haber una pequeña puerta de
madera que daba a un jardín trasero que estaba bloqueada por varios maderos y a pesar
de tener alma de detective desde que tengo memoria estaba tan cansada que decidí
buscar el baño y seguir con mis pesquisas al día siguiente.
En frente de la chimenea saliendo ya de la cocina había una escalera que parecía subir al
piso superior y allí me dirigí yo siempre seguida de mi inseparable cachorrillo.
Al lado de esta había un baño completo cuyo suelo y paredes imitaban a la perfección
un cielo claro con nubes.
Subiendo la escalera había cuatro habitaciones una de invitados, una juvenil en tonos
rosas, una biblioteca y una habitación de matrimonio con baño completo, chimenea,
terraza, una mesa y sillas blancas caladas de jardín .
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Pese a todo, estaba tan cansada… que finalmente resolví quedarme en la habitación que
yo suponía de Alaïs, darme una relajante ducha y acostarme a dormir y descansar en
aquella cama tan cómoda de casi dos metros, junto a mi bolita de pelo que decidió
tomar las corvas de mis piernas como almohada, tras arrastrar con la boca un trozo de
colcha para taparse.
Es extraño, pero desde que he llegado a esta casa tengo la extraña sensación de no estar
sola, es como si de algún modo sintiera la presencia de Alaïs, pero lejos de infundirme
temor, me alegra el espíritu y me siento acompañada.
CAPITULO II
FORTUNA: EL SUEÑO Y EL DESEO DE LA CIUDAD PÉRDIDA.
Hoy es Martes 22 de septiembre y ha sido ahora a las 10 de la mañana cuando Terry yo
casi al mismo tiempo nos hemos despertado, debo confesar que hacía tiempo que no
dormía tan bien.
Me acabo de levantar y Terry levanta su cabecita y me mira con su carita curiosa al
tiempo que resopla.
Creo que hoy aprovecharé para hacer mi primera visita al pueblo y conocer algunas
personas y así de paso podré hacer algunas compras ya que la despensa está vacía y más
tarde haré con la compañía de Terry un recorrido por esta pequeña mansión para
conocerla mejor.
Asomada a la ventana, viendo el buen día que hace y llegando hasta mí el olor a mar y
primavera que me trae la brisa del aire fresco proveniente del mar y la montaña aún me
animo todavía más a salir.
Mientras me visto impaciente caliento un tazón de leche para mi y otro para Terry y ya
que es lo único de lo que disponemos para desayunar creo que en cuanto lleguemos al
pueblo lo invitaré a desayunar y de paso yo también tomaré algo.
Que extraño desde que lo tengo, Terry nunca se separa de mi y ahora sale corriendo y
ladrando al patio trasero de la cocina me preguntó.....
-¿Qué pasa Terry? ¿Dónde vas? ¿Qué es lo que has oído?-Será mejor que lo siga y le
abra.
Pero, por que está tan atrancada esa puerta?, parece como si alguien hubiera visto
alguna gran amenaza y se quisiera proteger de ella y ,mientras tanto Terry no deja de
ladrar y aullar desesperado.
Será mejor que trate de abrirle como pueda.
Por aquí parece que se ve algo. Por fin parece que he conseguido quitar todos los
maderos que la atrancaban y por fin parece que puedo abrir,
¿Pero que demonios es eso ?... ¡No me puedo creer lo que estoy viendo! es... ...es
Alaïs.
No me preguntéis como he descubierto la identidad de una persona que nunca he
conocido, no sé quizá por el increíble parecido físico a la par que por una gran intuición.
-Gracias-musita Alaïs aliviada y poco a poco se desvanece y se va.
Entonces es cuando entiendo que es de ella de donde proviene el olor a primavera que
hacía tan solo unos minutos me había hechizado de aquella manera tan mágica y casi
sobrenatural.
Una vez Terry y yo engañamos el estómago con un poco de leche que nos quedaba de la
que compramos en el autoservicio de camino aquí, subimos a mi nueva ranchera que me
compré hace tan solo dos años y nos ponemos camino al pueblo.
Asomo la cabeza por la ventanilla y veo a una mujer delgada ataviada con un largo y
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antiguo traje lila rondando mi casa y curioseando a través de la ventana. -¡Eh tu!- Le
grito yo y el al verse sorprendida sale de allí huyendo a la velocidad de la luz.
Esta claro que el de hoy va a ser un día lleno de sorpresas, solo espero que Alaïs no me
halla legado una casa llena de fantasmas por que de lo contrario no voy a dar a basto
desentrañando tanto misterio.
Miro a mi lado en el asiento del copiloto y veo a Terry tan formalito allí sentado y más
gracioso....
De repente pienso que Alaïs debió enseñarle esa costumbre y muchas mas que aún
desconozco.
-Primera parada la carnicería ¿Que te parece Terry?-
Terry mueve el rabo y me ladra en señal de aprobación. Muchas veces me quedo
mirando a esta bolita de pelo y me pregunto por que Alaïs decidió legármelo a mi, se
que soy su única pariente viva pero aún así, estoy segura de que aquí conocería a mucha
gente que se lo podía a ver dejado, con todo me alegro de la decisión que tomó por que
enseguida me e encariñado con esta bolita de pelo.
Terry parece leerme el pensamiento por que mueve el rabo contento y se me pone boca
arriba para que le acaricie la tripita, cosa que yo hago aprovechando que para entonces
ya hemos llegado y el coche está hasta aparcado.
Acto seguido mientras ambos bajamos del coche le confieso a mi adorable Terry- Terry,
dado que soy nueva aquí confío en ti y en tu olfato para que me lleves a los sitios-.
Y tal y como habíamos quedado minutos antes, la primera parada fue en la carnicería.
-¡Terry!-Exclamó alegremente sorprendido un chico de unos cuarenta años, moreno,
orondo y de aspecto amable desde detrás del mostrador, que resultó ser el dependiente y
dueño del pequeño establecimiento, en tanto Terry loco de alegría corría a reunirse con
él.
-Vaya parece que ya os conocéis-Dije yo mientras Terry y el dependiente disfrutaban de
su inesperado encuentro.
-Si, y tu debes ser la pequeña Alana, eres clavadita a tu tía abuela Alaïs-añadió él
haciendo alarde de una memoria extraordinaria.
-¿Me....conoces?-Quise saber yo bastante extrañada.
-Claro que si, ¿No lo recuerdas? tu estuviste pasando aquí un verano con Alaïs cuando
tenías 15 años-.
-¿Quieres decir que esta no es la primera vez que estoy aquí?-Le inquerí yo aún más
extrañada si cabe.
-¿Bromeas?, llegaste a conocer cada rincón oculto de este pueblo de tal modo que era
mas fiable preguntarte a ti que consultar una guía de viaje y cuando al finalizar el
verano tu madre vino a por ti te escondiste en lo que tu solías llamar "La Isla de Alana"
para que nadie te encontrara y no te sacaran de aquí.
Cuando te encontramos tres horas después tú decías que las hadas te habían secuestrado
por que no querían que te fueras. Siempre fuiste una niña encantadora y con una gran
imaginación. ¿Es que acaso no recuerdas nada de eso?-.Me explicó él tratando de
hacerme recordar.
-Hasta que tu me has contado esa faceta de mi vida la cual sigue siendo un misterio para
mi, hubiese jurado no conocer la existencia de Alaïs y ni siquiera de este lugar -Fue mi
respuesta, tras lo cual añadí-¿Tu de que la conocías?-.
-De toda la vida. Ella siempre me acogió muy bien en su casa y cuando hace diez años
yo como tantos otros pequeños comerciantes estuve a punto de cerrar mi tienda por
culpa de una gran multinacional ella se encargó de darnos publicidad a cambio de un
pequeño favor que nos pediría cuando lo necesitara.
A mi hace dos años fue cuando me tocó pagar mi deuda ¿Sabes que me pidió? Un buen
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filete de ternera para Terry cada semana y me hizo prometer que nunca le faltaría
mientras él viviera Y yo así lo hice.
La verdad es que todo el pueblo estamos en deuda con ella- Acabó de relatarme él
mientras me atendía.
-Por cierto mi nombre es René-Se presentó él cuando Terry y yo casi nos íbamos.
Estaba a punto de salir del establecimiento cuando llena de curiosidad me volví para
preguntarle-¿Has dicho que yo entonces tenia 15 años?-
-Si, así es ¿Sucede algo?-Quiso saber con la esperanza de haber logrado hacerme
recordar algo de mi pasado en Fortuna.
-No...no estoy muy segura-Le contesté yo dubitativa, tras lo cual nos despedimos con un
gesto de la mano.
El olor a bollitos recién hechos llegando a la esquina, proveniente de una panadería me
recordó que no habíamos desayunado, así que decidí hacer una compra genero- sa para
varios días de: bollería para el desayuno, pan recién hecho e incluso un par de tarros de
mermelada casera de naranja amarga que vendía la panadera, la cual también me
reconoció y me estuvo contando cosas muy interesantes sobre mi pasado
-Alana que alegría!,¿Pero no me conoces? soy yo Ann Marie. Alaïs me dijo que
volverías llegado el momento, pero nunca imaginé que fuese tan de repente. Como
me alegra tu regreso y dime ¿Sabes ya cuanto tiempo te vas a quedar?
Tu tía -abuela fue una mujer excepcional- Me hablaba AnnMaríe atropellada-mente con
el ímpetu propio de quien se alegra ante un inesperado re-encuentro después de largos
años.
-Aún no se nada, llegué ayer en la tarde noche y aún me estoy instalando, sólo lamento
no haber tenido noticias de Alaïs antes de su muerte y no recordar el tiempo que pasé
aquí con ella-Le hice saber yo con triste y dulce melancolía.
-Yo estaba con ella el día que murió: Era una tarde gris de frío y lluvia y hacía dos o tres
días que ella ya no se levantaba de la cama por que no se encontraba bien, por eso yo
venía a cuidarla.
Era una tranquila tarde de otoño cuando yo como venía haciendo en los 3 últimos días
me acerqué hasta su casa para llevarle la compra y asegurar -me que todo estaba en
orden, pero esa tarde cuando me acerqué a la puerta principal de su casa aunque en
apariencia nada había cambiado todo era muy distinto: Las hojas secas de los árboles
cubrían el con un otoñal manto el árido suelo de la montaña hasta la entrada de la casa.
Estaba a punto de entrar cuando una brisa de aire fresco me golpeó fuertemente el
cuerpo como si yo fuera una amenaza que quisiera amenazar el santuario de Alaïs fue
entonces cuando un escalofrío helado me recorrió la espalda, pero aun así entre aún a
sabiendas de que ese día todo sería distinto cuando me acerqué a su cama para ver
como estaba y si necesitaba algo la oí musitar "La Isla de Alana, vuelve a La Isla de
Alana, pequeña”. Entonces yo supe que sus últimas palabras iban dirigidas a ti luego
comenzó a desvariar no hacía más que repetir " soy libre, las hadas han venido a por mi
soy libre". Cuando avisé a Iván de lo
que estaba sucediendo, vino rápido como el viento, subió los escalones de tres en tres la
cogió en sus brazos y con mucho cuidado la bajo hasta el jardín trasero, mientras me
comentaba-“Su último deseo no es pasar sus últimos momentos postrada en una cama,
ella es feliz en este jardín, en este jardín apareció hace setenta años y en este jardín se
irá ahora”-.
Yo por mi parte lo vi. tan seguro de lo que hacía que en ningún momento me atreví a
juzgarlo ni traté de impedirle que actuase como lo estaba haciendo.
Alaïs una vez él la colocó tumbada con mucho esmero bajo la sombra de su árbol
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favorito ella le apretó la mano y con una dulce sonrisa cerró los ojos y abandonó este
mundo.
Volviendo al presente, Ann Maríe me comentó-La verdad es que a todos nos pilló muy
de sorpresa su muerte pues a sus 71 años ella aún era una mujer muy fuerte bella y
activa- hizo una breve pausa y añadió. Imagino que ahora bajaras al pueblo a hacer tu
primera visita.
-Si así es-Le contesté yo.
-Baja al puerto y pásate directamente por la embarcación de recreo de Iván, la suele
tener anclada casi al principio del pantalán, no tiene pérdida se llama “Tu
Sonrisa”.Cuentan que siguiendo los consejos de Alaïs le puso ese nombre por ti Alana,
para que nunca te olvidara
Iván, es un chico muy simpático, cariñoso, guapo, encantador, trabajador y ...está
soltero-Me informó ella ampliamente.
Mientras íbamos a buscar el coche mi pequeño cachorro y yo, yo le comentaba-
Acabamos de llegar y ya nos quieren casar, ¿Que te parece Terry?-
Él me miró con una carita de curiosidad como si no entendiera muy bien lo que le decía
ni que tenía él que ver con todo aquello.
Mientras bajábamos al puerto pude apreciar toda la hermosura de la villa francesa de
fortuna de estilo colonial bordeada por el río Dubs.
A muy pocos metros del puerto fluvial más importante de fortuna se hallaba el centro de
la villa.
Los barcos de recreo y las barcas de pesca unos anclados y otros navegando se
entremezclaban unos con otros confiriéndole ese aire bohemio y pintoresco a la pequeña
villa colonial cuyo aspecto en general parecía recién sacado de un cuento de hadas.
- ¡¡Iván, mi amor!! –Exclamé yo voz en grito a la par que con el corazón henchido de
amor tras salir del coche corriendo a su encuentro para a posteriori saltar
impulsivamente a sus brazos.
A Terry no debió hacerle mucha gracia la idea de esperar pacientemente en el coche ya
que lo vi bajar de reojo por la ventanilla medio abierta del asiento del conductor en tanto
corría tras de mi ladrándome enfadado por olvidarme de él.
Por otro lado aunque solo tuve una visión completa de Iván durante unos breves
instantes, fue suficiente para apreciar en toda su amplitud y deleitarme con la visión de
sus ojos tan claros y azules como el mismo cielo, en los que parecían habitar una
pequeña, blanca y reluciente estrella en cada uno, la piel tersa y suave de su angelical
rostro contrastaba notablemente con su tez dorada y bronceada así como con su larga
melena castaño-cobriza recogida a modo de coleta, lo cual le conferían todo el aspecto
de un gallardo pirata.
Tras aquel impetuoso salto al estrecharse mi cuerpo contra el suyo lo sentí tan atlético y
con una calidez tan extrema como no lo recordaba en mis sueños.
- ¡¡Iván!! –Susurré dulcemente en su oído, tras lo cual le dí un sublime, dulce y sexi
beso en la mejilla para acto seguido volver a reposar mi cabeza sobre su hombro.
- ¡¡Alana, Alana!! – Exclamó él en dos profundos suspiros de alivio, en tanto me
estrechaba fuertemente entre sus brazos como si de repente hubiera encontrado la tan
anhelada paz por su alma esperada, tras un largo, pesado y milenario tiempo de espera.
Acto seguido los dos enamorados sin apenas pretenderlo fundimos nuestros labios en
un apasionado y eterno beso, tan solo interrumpido por una turista inglesa de
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1`60cm de altura aproximadamente, pelo rubio y corto, ojos claros, unos 50 años y
aspecto vivaracho que entre aplausos y vítores gritaba - ¡Viva la Diosa Alana! -.
-Marí se te agradece tanta efusividad, pero estás poniendo colorada a nuestra querida
Alana- Le dijo Iván a la turista inglesa con la mejor de sus sonrisas como si aprobase
sus vítores y aplausos.
-Disculpa querida estoy tan emocionada…-Se disculpó Marí conmigo en tanto me ponía
una mano sobre el hombro.
-Gracias- le contesté yo a Marí ante tal recibimiento.
En ese momento Iván protector me rodeó la cintura con su brazo.
- Queridos amigos, comprenderéis que quiera celebrar este primer re-encuentro con mi
amada dando un romántico paseo en barco.
- Os recomiendo que vayáis a almorzar al bistrov de Cristov, decid que vais de mi parte
y recibiréis un trato especial y a quien no queráis renunciar a vuestro paseo matutino en
barca siempre podéis acudir a alguno de mis compañeros.
De cualquier modo os espero mañana aquí a las 10, como siempre- Dicho esto me miró
a los ojos y me propuso- ¿Os apetece a Terry y a ti dar un paseo en barco? -.
- Será un placer, amor mío - Le aseguré yo con el rostro propio de una mujer
enamorada.
- ¿Qué crees que opinará Terry?- Me inquirió él sonrojado, al tiempo que juntaba su
frente con la mía y con ambas manos me cogía de la cintura.
-¡Terry, me había olvidado por completo! – Exclamé yo preocupada en tanto seguía con
la vista el recorrido que iba desde mi coche a la embarcación de Iván.
Fue entonces cuando Iván y yo vimos correr como loca su gorra blanca de capitán por la
cubierta, en tanto oíamos los ladridos de Terry.
-Vaya parece que el capitán Terry ya ha tomado su decisión de partir cuanto antes
-Opiné yo entre risas.
En ese momento Terry sacudiéndose la gorra violentamente logró sacar su pequeña
cabecita y se nos quedó mirando con una expresión como diciendo “ya era hora pareja
y bueno, ahora zarpamos o que?”.
Iván me tomó en sus brazos para ayudarme a embarcar y una vez a bordo nuestros
labios se fundieron en un apasionado beso.
A posteriori, mientras él ponía el barco en marcha yo me asomé por cubierta a ver
como se llama la blanca embarcación con detalles de madera de nogal como el letrero
que anunciaba en elegantes letras “TU SONRISA” .
-¿Qué haces? –Quiso saber Iván intentando ocultar una pequeña risita.
-Intentar averiguar el nombre de tu barco- Fue mi contestación.
-¿y no habría sido más fácil preguntármelo directamente?- Me inquirió él con la mejor
de sus sonrisas.
-¿Cómo se llama tu barco?- le pregunté yo bromeando.
-Es una embarcación de recreo blanca con el interior y los detalles en madera de nogal,
con capacidad para unas 50 personas y se llama “TU SONRISA”.
-Curioso nombre-Opiné yo con auténtica dulzura.
-Cuando te fuiste Alaïs me dijo que bautizara este barco con lo que más me gustara de ti
por que de ese modo es como si un pedacito de ti siguiera siempre conmigo y aunque de
ti me gusta todo, tu sonrisa siempre me ha hechizado-.
-Eres un encanto Iván-Le dije yo, tras lo cual le acaricié la cara y terminé por darle un
delicioso y sensual beso en la mejilla.
Acto seguido para disimular que me estaba sonrojando me asomé a la proa del barco y
le pregunté- ¿Entonces, es así como te ganas la vida? ¿Paseando turistas?-
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-Unas veces así y otras haciendo de arqueólogo marino-Me contestaba él en tanto se
acercaba a mi y se colocaba a mi lado.
-Debes ser muy bueno en tu trabajo por que mientras tus compañeros están ancla-dos y
muertos del aburrimiento a ti se te agolpan los turistas-Opiné yo asombrada.
-Te contaré un secreto: mientras todos mis compañeros cuentan los metros que tiene el
río Dubs y todo lo que abarca, yo les cuento la historia de la Diosa Alana…-. Me
confesaba él.
-…Yo más que como una Diosa me veo como una guerrera-Le interrumpí yo.
-También hay Diosas Guerreras, ¿No lo sabías?- Me aseguró él con cierta picardía, tras
lo cual hizo una breve pausa y me aseguró- Como te decía les cuento la historia de la
Diosa Alana y de su amado Iván- Me resumió él.
-Es decir que les cuentas un cuento de hadas-Concluí yo.
-Sólo hasta donde estén dispuestos a creer. Mira está claro que para la mayoría son
como dices tu un cuento de hadas, pero ¿nosotros quienes somos para juzgar a los
demás ni decirles hasta donde deben creer?, además aunque no crean a todos parece
gustarles más mis historias sobre la Diosa Alana que la historia aburrida sobre quien
fue el fundador de este pueblo y de cuantos kilómetros abarca el río Dubs. Y si a eso le
añadimos que en mi precio va incluida una comida de pescado fresco o marisco y
también todos los días cuando mi primo Cristov se acerca a nosotros con su barca
pueden comprarle pescado y marisco fresco para llevárselo a casa recién cogido del
mar, y que otras veces son ellos mismos quienes pueden pescar en la barca de Cris…-
Me narraba él ampliamente.
-¿Sería mucho pedir que me contaras la misma historia que le cuentas a tus clientes?-
Le pedí yo mimosa.
-En absoluto, todo empezó el primer día que me hice a la mar
Los turistas comenzaron a subir por la pasarela y fue precisamente Marí quien
viéndome bajo de moral me preguntó -¿Le pasa algo joven?-.
-No, nada solo que mientras que mi amada se encuentre lejos de mi el cauce del río
Dubs seguirá creciendo con mis lágrimas por la ausencia de no poderla hoy tener y
como cada día desearé tirarme al mar buscando el conjuro para hacerla volver- Le dije
yo entre desvaríos, pero ¿sabes que? entonces me dí cuenta que todo el mundo se
arremolinaba a mi alrededor para escucharme y yo hablando de ti me sentía mejor.
-¿Quién es Alana?,¿La joven que le ha quitado el sueño quizá? –Me inquirió risueña
Marí.
-Alana es la más dulce de las criaturas y la más bella de las diosas que nació y se crió
aquí, hasta que un día tuvo que emigrar para ocultarse de quien la quería matar, pero un
día cuando sea lo suficientemente fuerte volverá a Fortuna para luchar y expulsar de
esta pequeña villa todo el mal haciendo que vuelva a reinar todo el esplendor de antaño-
Le narré yo.
Richard un profesor jubilado que se hallaba escuchando en primera fila me instó a
continuar- Sigue contando más historias de la Diosa Alana-.
-Para entonces el barco estaba tan lleno que no cabía ni un alfiler y así zarpamos mar
adentro como ha seguido siendo en los últimos 20 años- me narró amplia-mente Iván.
-No me extraña que se te llene siempre el barco y que halla cola me has emocionado
hasta a mi-Le confesé yo
Entre tanto la buena de Marí acostumbrada a su paseo matutino en barca se subió a
regañadientes a la embarcación de un hombre rudo, orondo, estatura media y de unos 50
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años al que le tendió una trampa al pedirle para sorpresa de los otros turistas y de él
mismo -Cuéntenos la historia de la Diosa Alana-.
Jacques, que así se llamaba el capitán del BLANCHE I resopló antes de comenzar con
su versión de la historia ya que no era muy amigo de nada que se saliera de la realidad,
tras lo cual y muy a su pesar comenzó con desgana a contar-La Diosa Alana con su
melena pelirroja y sus ojos verdes de gata……..-
-¡Pero como se atreve! estoy indignada la Diosa Alana en nada se parece a la mujer que
usted está describiendo La Diosa Alana tiene una bonita melena castaña, ojos color
miel, 1 70, una dulce y bonita sonrisa y la nobleza de un pura sangre reflejada en los
rasgos de tu rostro y por la sinceridad que transmite su mirada yo diría que es la fiel
imagen de Alaïs Deveroix cuando contaba su edad.
Me siento ultrajada exijo que me devuelvan mi dinero y que me dejen bajar ahora
mismo a tierra.
Jacques ante la fuerza de carácter de Marí sin replicar hizo lo que le pedía, tras lo cual
se dirigió en silencio y lleno de ira hacia “TU SONRISA” de tal modo que ambos
pensamos que iba a abordarnos.
Mientras Iván me ayudaba a bajar a tierra, él me observó de arriba abajo, tras lo cual lo
acusó abiertamente-Mira Iván la próxima vez que decidas inventar un cuento de hadas
para alguna de tus novias me avisas-
-¿Pero tu cuantas novias has tenido?- Le inquirí yo entre risas
-Solo tu, lo juro-me dijo él sonrojado.
-Pues menos mal que solo hemos de enfrentarnos a una diosa solo nos faltaba a los
demás-Protestó iracundo Jacques.
-Creo que deberías añadir algo de magia a tu matrimonio y no tendrías tantos problemas
matrimoniales-.Opinó Iván entre risas dirigiéndose a Jacques
-Escucha niñato no te metas en mi matrimonio ni en mi trabajo-le amenazó aún más
enfadado Jacques.
-¿Qué pasa Jacques no te alegras de que te mandé clientela?-Bromeó burlón Iván
-La próxima vez directamente no me mandes a nadie, no quiero saber nada de ninguno
de los tuyos- Le aseguraba rotundo el capitán del BLANCHE I a Iván.
Una vez en tierra Iván dirigiéndose a un chico moreno de suaves rasgos que se hallaba
recogiendo sus aparejos de pescar nos presentó- Cris esta es la famosa Alana de la que
tanto te he hablado, Ali este es mi primo Cristov-.
-Encantado señorita-Me saludó él.
-El placer es mío-Le aseguraba yo
-Te pareces tanto a Alaïs….-Opinó Iván con dulzura
-No me digas que tu también la conociste?-Le inquirí yo nada sorprendida .
-Mira, cuando mis padres se establecieron aquí recuerdo que yo tenía cinco años y ellos
no podían hacerse cargo de mí todo el tiempo por que tenían que trabajar.
Entonces Tu tía-abuela nos acogió como si fuéramos de su propia familia cuidando
todos los días de mí hasta que mis padres volvían de trabajar y me iba con ellos a un
pequeño apartamento que teníamos de alquiler.
Ella siempre me contaba cuentos sobre hadas y me enseñaba lo importante que era
respetar a la naturaleza si quería que la madre naturaleza siempre fuese generosa
conmigo.- Me explicaba él ampliamente, en tanto yo le hacía mi compra a Cristov.
-Cristov voy a acompañar a la señorita y ayudarla a llevar su compra- Le anunciaba
Iván a su primo que ahora se hallaba en la barca de espaldas a nosotros.
En el trato con Iván sentí que había algo familiar entre nosotros, no se quizá por que de
toda la gente con la que me había estado encontrado hasta el momento me había
hablado de Alaïs en tiempo pasado y no hacia mas de una semana que había muerto y él
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me seguía hablando de ella como si aún siguiera allí, así que no dudé en preguntarle lo
que de verdad quería saber-Iván me han contado que yo estuve viviendo aquí con mi tía
cuando yo contaba quince años de edad y no creo que tu seas mucho más joven que yo y
si dices que Alaïs cuidaba todos los días de ti supongo que alguna vez nos veríamos, es
que en el poco tiempo que llevamos hablando me siento muy a gusto contigo y me da la
impresión de que ya nos conocemos y no solo de mis sueños-.
-¿Alguna vez dices? todos los días hasta la caída de la tarde, yo bebía los vientos por ti
y tu me solías llamar "el incordio de hermano que nunca tuve", claro que era fácil de
entender tu andabas muy ocupada escribiendo una especie de diario o cuento de hadas
infantil llamado la Isla de Alana, investigando por ciertas zonas del jardín trasero
cuando no haciendo travesuras para llamar la atención de Michell, un hico 10 años
mayor que tu que nos hacia de niñera para pagarse los estudios cuando Alaïs estaba
ocupada o debía salir-.
Yo, al oír aquella historia me eché a reír al tiempo que un bonito rubor coloreaba mis
mejillas y tan sólo conseguí decirle- lo siento-.
-Tranquila, como ya he dicho no pasa nada, si me das tu permiso esta tarde me gustaría
pasarme por tu casa, verás como ya te he dicho Alaïs siempre quiso potenciar mi amor y
respeto por la naturaleza y como yo sabía que esas eran unas cualidades innatas en ti y
solo con halagos sabía que no conseguiría llamar tu atención decidí dedicarme a la
botánica para que me tomaras más en serio y que vieras que al menos teníamos algo en
común.
El caso es que cuando te fuiste lo hiciste de una manera tan precipitada que tenia un
regalo guardado que había hecho para ti y cuando me enteré de que te ibas fui corriendo
a buscarlo, pero cuando volví ya te habías ido y no pude entregártelo.
Se que 20 años después puede parecer algo infantil, pero ahora que te he vuelto a
encontrar, me gustaría mucho poder darte aquel regalo-.
-Para mi será un honor que vengas a verme esta tarde Iván, ¿Te parece bien a las seis?-
Le aseguré yo con la mejor de mis sonrisas.
-Perfecto, así podremos seguir tranquilamente con nuestra charla ya que como puedes
ver ahora el trabajo se me amontona-Me contestó él con la felicidad reflejada en su
rostro.
A punto de subir al coche el me llamó para decirme-Ah Alana y no te preocupes...
recordarás-.
-" A tu lado siempre recuerdo mi querido Iván" pensé yo con una gran dulzura, pero en
su lugar me limite a sonreír. No fue precisamente por vergüenza fue por que a pesar de
las circunstancias y de así desearlo, en mi corazón sentía que no era ese el momento,
que aquella tarde sería mejor ocasión.
CAPITULO III
LA HISTORIA DE ALAÏS
Cuando por fin llegamos a la tienda de anticuario de Alaïs “Cuando duerme el día y
despierta la noche” Terry y yo decidimos comenzar nuestras pesquisas en tanto
organizamos todo aquel desorden. Sus paredes originariamente parecían estar repletas
de estantes de libros antiquísimos y objetos curiosos, aunque ahora en su mayoría se
hallaban esparcidos por el suelo, como si alguien hubiera entrado buscando algo en
concreto y por no haberlo encontrado hubiera querido pagar su frustración sumiendo la
mayor parte de los libros en el más profundo de los caos.
Dado que siempre me han interesado los libros antiguos pues todos parecen tener una
interesante historia que contar he decidido pasar parte de la mañana aquí para poner
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orden en medio de todo aquel caos.
Una vez conseguido parte de mi objetivo, Terry de entre todo aquel desastre me trae en
la boca lo que parece ser un pequeño diario negro manuscrito de Alaïs y es
precisamente en el que un día fue su despacho en el ático de la tienda donde me
encuentro ahora leyendo, junto a la ventana con vistas al mar su diario con Terry, mi
ahora pequeño cachorro, al cual le leo en voz alta y parece disfrutar mucho de su
lectura. Imagino que así para él es más fácil y menos doloroso aceptar su pérdida.
30-Abril-5017
Yo Alaïs Deveroix comienzo hoy lunes este diario a la sombra del bergamoto que planté
hace 50 años en el jardín trasero donde siempre me ha gustado poner a su sombra mi
hamaca y leer un libro o ver a los niños jugando a esas edades son tan inocentes y
felices……
Siempre bendeciré el día que sin saber como llegué a la pequeña villa de Fortuna donde
todos mis sueños se me han hecho realidad y donde he pasado los mejores años de mi
vida. Aquí encontré el amor verdadero hace 37 años, solo 2 años más tarde tuve a mis
gemelas, las gentes de aquí siempre han sido como una familia para mi y aún hoy día
tengo un negocio próspero y a mi inseparable Terry un cachorro de Fox Terrier tan
dulce e inteligente como jamás se ha visto otro, el cual se halla tumbado y dormido
ahora mismo sobre mi regazo.
Hice una breve pausa para comentarle a mi pequeña bolita de pelo-Mira Terry Alaïs te
menciona en su diario- .
Él movía el rabo y daba saltos de alegría en tanto ladraba feliz como pidiéndome que
siguiera leyendo y yo así lo hice.
Si, a mis 71 años hago recuento de mi vida y puedo decir que la mágica villa de
Fortuna ha traído siempre la felicidad a mi vida desde que me instalé aquí a los 20 años,
por eso es aquí donde también quiero morir. Pero no estés
triste mi dulce niña que la muerte no es el final de la vida sino el comienzo de otra
mucho mejor de la que nos fue otorgada en nuestra forma mortal.
Aprovechando que mi travieso y querido Terry se ha despertado y hace un esplendido
día de primavera creo que iré a dar un paseo por el bosque.
Para cuando me quise dar cuenta se me hizo la 1:00 del medio día por lo que resolví que
ya era hora de volver a casa y así se lo hice saber a mi pequeña bolita de pelo- --Terry
ya es hora de volver a casa, esta tarde volveremos a bajar a la tienda, no en vano nos
llevaremos el diario de Alaïs con nosotros-.
Mi pequeño cachorrillo me precedía en mi camino a la salida moviendo el rabo de lo
contento que estaba.
–Creo que a ti también te está gustando como está resultando el día de hoy ¿verdad
Terry?-Opiné yo dirigiéndome hacia él, en tanto le seguía los pasos.
Él sin pararse en su camino ha la salido me dio sus tres acostumbrados ladridos de
aprobación y una vez llegó a la puerta esperó a que llegase yo para que abriera y salir
los dos juntos. A posteriori subimos los dos al coche en dirección a casa.
No tardamos mucho en llegar a casa, tras lo cual guardé la compra, me puse cómoda y
preparé para ambos un guisado de carne y patatas. Nada más comer
Terry y yo decidimos echarnos en el salón nuestra primera siesta.
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Eran las seis de la tarde cuando la fuerte tormenta que había estallado medía hora antes
sobre la región de Fortuna se había vuelto más intensa y amenazadora.
Un relámpago cayó delante de Terry y de mi cuando ambos mirábamos por la ventana
asustándolo de tal modo que saltó a mis brazos buscando refugio.
-No pasa nada cielo, tan solo es un poco de lluvia con algunos fuegos artificiales-Le dije
yo a mi pequeño cachorro tranquilizándolo al tiempo que le acariciaba el lomo y le daba
un dulce beso en su pequeña cabecita, tras lo cual añadí-Con el frío que hace ahora, será
mejor que vaya a encender la chimenea-.
Dicho esto Terry medió su ladrido de aprobación, tras lo cual se bajó de mis brazos y
salió del comedor.
Minutos después cuando yo ya tenía el fuego encendido regresaba él trayendo su
mantita en la boca la cual colocó junto al fuego la acomodó a su antojo y a posteriori se
echó a dormir.
-¿Crees que con la hora que es ya y el tiempo que hace aún vendrá Iván, Terry?-Le
consulté yo a mi adorable cachorrito.
Él por única respuesta alzó la cabecita y me miró con cara de duda como queriendo
decirme que él no conocía la respuesta a esa pregunta.
En ese momento, alguien llamó insistentemente a la puerta y cuando abrí me encontré
con Iván que estaba chorreando de pies a cabeza.
-Pero Iván, ¿Como vienes con la que esta cayendo? Si estás hecho una sopa-Exclamé yo
asombrada.
-Es que he venido en bici, además lo único que importa es que mi regalo viene seco y a
salvo-Me explicó él con cara de niño inocente. -
¿En bici y con este tiempo? debes estar loco y no insinúes siquiera que tu no importas
de acuerdo, tu importas y mucho-Le regañé yo dulcemente, tras lo cual le invité a pasar
en tanto le decía-Anda pasa será mejor que te seques antes de coger una pulmonía-
En ese momento, él se acercó a toda prisa al calor del hogar en tanto decía-Hay que bien
por fin una chimenea encendida con lo mucho que yo la necesitaba-
-La acabo de encender-Le comuniqué yo, tras lo cual hice una breve pausa y le dije –Iré
a buscar algo de ropa para que te cambies- .
-Muy bien aquí te espero-Asintió él.
-Creo que será mejor que vayas al baño a quitarte toda esa ropa empapada antes de que
vayas a coger una pulmonía o algo peor-Le propuse yo en tanto me ponía en camino
Ni 5 minutos después aparecía yo con algo de ropa mía. -Aquí tienes un polo de
invierno y unos vaqueros creo que te estarán bien-Le anuncié yo en tanto le daba la ropa
por una rendija de la puerta.
Diez minutos después ya seco y cambiado de ropa se reunió conmigo en el salón y al
tiempo que se sentaba a mi lado me preguntaba con dulzura-¿Has visto ya mi pequeño
regalo?-
-No, esperaba a que vinieras para hojearlo juntos, así me pareció que sería más especial-
Le contesté yo manteniéndole la mirada.
-Es un compendio de plantas curativas. Pensé que te gustaría tenerlo y te sería de gran
utilidad si algún día te ponías mala-Me iba explicando Iván en tanto yo iba leyendo su
trabajo detenidamente.
-Es una idea excelente, por cierto Iván el día que me fui te vi llegar con tu regalo y al
verte allí de pie observando como el coche se alejaba dos grandes lágrimas resbalaron
por mi rostro, Creo que fue entonces cuando descubrí que mis sentimientos hacia ti
habían cambiado-Le confesé yo, tras lo cual él con los ojos emocionados y la voz en un
susurro me hizo a mi otra confesión-¿Sabes? Aquel día cambió algo en mi. No es que de
verdad hubiese creído nunca en las hadas, pero aquél día las odié. Las odié por no
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haberte retenido más de tres horas y a mi contigo, hasta que Alaïs me explicó que lo que
habían sido 3 horas humanas para ellas había sido toda una vida.
Recuerdo que durante todo un año tuve pesadillas rememorando aquel día. En mis
sueños te ibas en un coche negro y grande con una mujer de larga melena negra a quien
nunca podía verle la cara y tu en el asiento de atrás pegabas las manos al cristal y me
gritabas con lágrimas en los ojos "Iván, Iván, ven y ayúdame por favor Iván ven y
ayúdame",pero yo como en la realidad no podía moverme estaba allí inmóvil con mi
diario apretado contra mi pecho viendo como te ibas y también durante todo ese tiempo
nunca hable con nadie. Mi madre me solía decir que todas las noches se tenía que
levantar a consolarme por que yo en sueños te llamaba a gritos mientras lloraba
desconsolado. Aquellas terribles pesadillas cesaron un día que Alaïs me dio una foto
que nos había hecho a los dos juntos, la única que existía de nosotros dos juntos y en la
que tu me mirabas y sonreías. Aquella noche soñé que los dos viajábamos en un tren
escondidos entre los pasajeros y tu me asegurabas "Iván aunque tu parada llegue antes
que la mía no le digas nunca nada a nadie por que cuando yo pueda volveré y nadie por
mucho que quiera nos podrá volver a separar" yo te decía "pero Alana yo no me quiero
bajar antes yo quiero estar contigo "pero tu me insistías" Debe hacerlo Iván debes bajar
antes, para que nadie sospeche, cuando sea mayor volveré y entonces nadie me podrá
obligar y siempre estaremos juntos. Debes hacerme caso Iván tampoco yo te quiero
dejar marchar, pero no permitas que ellos sospechen este será nuestro secreto"
Esto último ambos lo dijimos al unísono.
-¿Como? ¿Tu también...?-Exclamó Iván asombrado.
-Si Iván yo también tuve ese mismo sueño hace 20 años y me atrevería a decir que la
misma noche que tu por que mientras soñaba me sentía acompañada-Le contesté yo, tras
lo cual curiosa quise saber-Dime Iván ¿Que fue de aquella foto?-
-La llevo siempre conmigo junto al corazón-Me declaró, dicho lo cual se sacó la cartera
y me la enseñó
Tras ver la prueba de que era cierto de forma mágica y casi sin darnos cuenta, nuestros
labios se fundieron en un apasionado beso.
-¿Que ha sido eso?-Quise saber yo segundos después sobresaltada al oir un fuerte
estruendo que rompió aquel mágico momento.
-¿Estás asustada?-Me preguntó con la mejor de sus sonrisas.
-No, tan solo algo inquieta-Le aseguré yo al tiempo que iba y venía de un lado a otro.
-Parecía un desprendimiento de tierra-Me dijo el al tiempo que se acercó a mi para
abrazarme buscando calmarme.
-Esta noche no vas a salir de aquí, el tiempo se ha puesto muy peligroso y será mejor
que te quedes conmigo hasta mañana-Le pedí yo algo preocupada
-Es un poco tarde ,¿Que te parece si preparamos la cena al tiempo que tu me cuentas un
poco más de la mujer a la que le he sido fiel durante 20 años?-Me propuso él con una
bonita sonrisa que iluminaba su angelical rostro
Buena idea-Asentí yo en tanto me dirigía a la cocina con él.
-¿Y bien?-Me inquirió él a la espera de lo que tanto ansiaba saber.
-Bueno realmente no hay mucho que contar. Cuando regresé a España con mi madre
acabé mis estudios, me busque un trabajo y me independicé. Al principio iba cogiendo
trabajos temporales de dos o tres meses y si tienes suerte te puedes quedar en alguna
empresa más tiempo, incluso indefinida, pero antes de que eso pasara, un 13 de marzo
de hace 4 años cuando llevaba ya todo un mes sin trabajar, salí a dar una vuelta por un
barrio que no solía frecuentar y vi "la casa de las flores" un pequeño invernadero donde
había un letrero que decía que necesitaban dependienta. Entré, me hicieron un contrato
de 3 meses prorrogable a otros 3 y a los seis, decidieron hacerme indefinida con ese
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dinero me compré el ático en el que vivo ahora. Todo iba bien hasta que hace 15 días
cerraron "la casa de las flores" tras lo cual lo compré le cambié el nombre a la floristería
por “El Paraiso de las Hadas” la redecoré y ahora vuelvo a tener trabajo-Le narré a
Iván mientras yo preparaba un delicioso redondo de ternera con salsa de verduras para
cenar y él ponía la mesa.
-¿Y que me cuentas de tu vida personal? En este momento es lo que más me interesa-
Me preguntó él con una sonrisa tan dulce como seductora.
-En el tiempo que estuve trabajando allí conocí a un chico se llamaba Roberto,
hablábamos en el trabajo, quedábamos de vez en cuando a tomar café, a cenar luego él
me acompañaba a casa y yo lo invitaba a tomar una copa, nada serio, tras un año aquello
terminó. Luego estuve demasiado ocupada para complicarme la vida con novios ni más
obligaciones. Una noche recibí una llamada en la que el albacea de Alaïs me
comunicaba su muerte y que yo era su única heredera luego te encontré a ti y el resto...-
Le conté yo dando así por concluida mi narración
-El resto es una historia que espero que podamos escribir juntos los dos-Me interrumpió
él, tras lo cual al verme con la fuente de la cena me dijo en tanto venía hacia mi-Trae yo
la cogeré-
-Gracias-Le dije yo en tanto le entregaba la fuente cuidadosamente.
-Dime antes de que yo te propusiera venir a verte esta tarde ¿Que otros planes tenías
para esta tarde?-Quiso saber él cambiando de tema.
-Pensaba hacerme un turt turístico por la casa de Alaïs para conocerla mejor, pues me da
la impresión de que esta casa tiene mucha historia y muchos misterios que desentrañar-
Le hice yo saber a Iván en tono misterioso. -Ahora que estoy aquí y ya que he pasado la
mayor parte de mi infancia en la casa de Alaïs si quieres podría ser tu guía turístico-Me
propuso él con una sonrisa tan amplia que mostraba una gran hilera de dientes blancos.
-Excelente idea-Asentí yo.
-Por cierto ¿Sabes ya que vas ha hacer con el negocio de Alaïs?-Quiso saber él
interesado.
-Pues me gustaría ordenarlo todo pues está todo patas arriba para saber que tipo de
libros y objetos tiene Alaïs y lo primero sería buscar algún libro de registro o algo así
para tener por donde empezar-Le contesté yo con la mente algo abstraída.
-¿Que sucede Alana? te veo como si estuvieras preocupada por algo-Me inquirió Iván
interesado.
-¿No te parece muy extraño que en la tienda de Alaïs esté todo manga por hombro
cuando en su casa reina un orden esplendido?-Le expuse yo al tiempo que un hervidero
de ideas de las causas posibles sobre lo sucedido bullía en mi interior.
-Tienes razón. Yo la conozco desde niño y nunca por dejadez o por pereza a tenido nada
descuidado o desordenado-Asintió él a modo de explicación, tras lo cual hizo una breve
pausa y añadió-Dime Alana, cuando entraste esta mañana en la tienda cuanto tiempo
estuviste?-.
-Se me hizo un poco tarde así que ni me quedé mucho rato, pero si estuve lo suficiente
como para ordenar un poco parte de todo aquel caos y encontrar un viejo diario de Alaïs
el cual comencé a leer en el ático de la tienda- Le informé yo.
-¿Has comenzado ya a leer ese diario Alaïs?-Quiso saber él en tanto me cogía las manos
con el semblante serio.
-¿Que suede Iván?, pareces preocupado-Quise saber yo curiosa.
Él en ese momento, aún sin soltarme las manos como si quisiera ocultarme algo apartó
la vista de mi y guardo silencio, ante lo cual yo le dije-Iván desde que te conozco tengo
la impresión de que eres alguien muy especial pero también de que me ocultas algo y
me gustaría saber por que y que es-
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-Es algo que siempre ha sospechado todo el pueblo y que yo siempre he sabido... Ella
confió en mi y me lo contó...debes entender que ella siempre te quiso, que fuiste lo más
importante para ella y que tuvo sus razones para hacer lo que hizo-Me explicaba él muy
dubitativo a la par que nervioso y muy excitado, ante lo cual yo me compadecí de él
diciéndole-Ya es tarde y estoy cansada, creo que será mejor que nos vayamos a dormir
y dejemos para mañana el turt turístico por la casa y todo lo demás-
-Si, tienes razón, creo que será lo mejor. Yo dormiré en el salón así no te causaré
ninguna molestia-Asintió él en tanto se ponía de camino al sofá.
-Yo me voy al cuarto de Alaïs, voy a ponerme cómoda y a acostarme. En cuanto a ti,
bueno...tienes tres opciones quedarte a dormir en ese sofá en el que tras 5 minutos
tendrás la espalda dolorida, aposentarte en el cuarto de invitados y compartir cama con
una gotera y una gran humedad o dejarte de tonterías y venirte al cuarto de Alaïs
conmigo que la cama es lo suficientemente grande para los 2 y así de paso haremos que
Terry esta noche se sienta un poco más seguro-.
"Si claro, Terry" Pareció pensar él con aquella cara de niño bueno y aquella sonrisa
traviesa, tras lo cual me contestó-No tenía pinta el sofá de ser tan incómodo y las
goteras y la humedad son malas compañeras de cama...-
-Lo que yo decía-Lo interrumpí yo con una mirada sonriente y una sonrisa maliciosa.
-...y por otro lado...no podemos permitir que Terry que es aun un pequeño cachorro se
asuste..-prosiguió él pícaro
-Lo que yo decía-Intervine yo juguetona.
-Así que creo que esta noche dormiré contigo, eso si te aseguro que no tienes nada que
temer-concluyó Iván finalmente.
-Lo se Iván, lo se-Le aseguré yo con suma dulzura.
Nos hallábamos acostados en la cama cuando yo al tiempo que le acariciaba dulcemente
su rostro angelical le propuse con la misma dulzura-Iván ¿Por que no me hablas de la
etapa que viví aquí?- .
-¿De verdad no recuerdas nada?-Comenzó preguntándome él.
-A raiz de conocerte me han venido a la cabeza varias imagenes de una chica de unos 15
años que vestía de forma muy extraña como si perteneciera a otra época y casi siempre
tenia el semblante serio como si estuviera alerta o preocupada para no ser sorprendida y
algo muy fuerte en mi interior me dice que aquella chica era yo- Le narré yo.
-Si,tenías la extraña manía de vestirte y comportarte de modo extraño cuando estabas
sola o cuando creías que lo estabas, pues yo siempre me las arreglaba para verte a
escondidas-.
-Y gracias a eso hoy podrás ser mi memoria-añadí yo.
-Eso espero, pero dime ¿Recuerdas alguna imagen en concreto?-Me preguntó él para
tener algo de donde partir.
-Recuerdo bajar corriendo desde aquí hacia el puerto bajo una dura e intensa lluvia con
uno de aquellos extraños ropajes...a buscarte,por que necesitaba tu ayuda, no me
asustaba la lluvia era...te necesitaba por algo más personal-Le conté para sorpresa de mi
misma hasta donde mi memoria alcanzaba a recordar. Dicho lo cual me abracé a él
esperando a que empezara con su relato.
-¿Pero no era Terry el que tenía miedo?-Me dijo él riendo al tiempo que me cogía las
manos tras sentir como yo lo abrazaba.
-Si y yo la que tiene frío-Replique yo sin dejar de sonreír ni de abrazarlo.
-Yo el día que llegaste no te conocí, pues ni mis padres ni tía Alaïs me dejaron alegando
que habías hecho un largo viaje, estarías cansada y solo te apetecería descansar. Lo que
la pobre Alaïs no sabía es la chiquilla tan curiosa y llena de energía que había traído y
que sería ella quien cayera agotada solo una hora después de tu llegada-Comenzó
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narrándome Iván con un bonito rubor en su angelical rostro propio de la felicidad que en
ese momento lo invadía, tras lo cual mientras me acariciaba las manos se animó a
proseguir-Entonces yo te imaginaba como una chica dulce, tranquila, solitaria y sin
complicaciones y digamos que aproveche aquel primer día para prepararme para una
primera cita con alguien que suponía que era como yo.
Aún así la curiosidad fue más fuerte que yo y a las 7 de la tarde me escape a conocerte-.
-¿Cuanto tiempo aguantaste en realidad?-Quise saber yo intrigada.
-No más de hora y media-Me confesó él tras pensárselo un poco.
-¿Tanto?-Exclamé yo entre risas.
Él se giró hacia mi, tras lo cual me preguntó mirándome feliz e impaciente a la cara-
¿Quieres que siga?-.
-Si, si, por favor-Le contesté yo más impaciente todavía
-Me puse mis mejores galas y subí hasta aquí en bici. Como se suponía que estaba en mi
cuarto leyendo fui por la parte de atrás de la casa y en la parte de bosque que forma el
jardín trasero, te vi vestida con un corpiño rojo y una falda negra hecha jirones, ibas
descalza y doblabas los brazos al cielo, mientras girabas una y otra vez en lo que a mi se
me antojaba como una especie de danza hipnótica para despertar a la naturaleza.
Recuerdo incluso que al girar se te veían las piernas y haber pensado que tenías unas
piernas preciosas.
Me quedé demasiado absorto observándote por lo que tu dejaste de danzar, pusiste cara
de preocupación y te adentraste corriendo en el bosque. Yo sin apenas proponérmelo
corrí tras de ti, me tenías hechizado y solo sabía que no quería perderte.
En tu huida te caíste y vi como en el muslo izquierdo tenias un tatuaje.
Tu me mirabas con terror como si pensaras que yo te fuera a hacer daño. Quisiste
levantarte para volver ha echar a correr pero te torciste el tobillo así que vencida te
apoyaste en un árbol como si te sintieras indefensa ante mi.
Yo para calmarte te entregué una rosa que había tenido todo el tiempo conmigo.
Tu la aceptaste y me regalaste una sonrisa. Desde entonces aquellas escapadas eran
nuestro gran secreto como también lo era que tu sabias que yo te espiaba a escondidas
pero nunca me decías nada-
Me narró él ampliamente aquel primer día.
-Hay algo que no entiendo tu decías que no te hacia caso y que no te podía ni ver y
ahora que éramos cómplices....-Dije yo dubitativa.
-No sabría decirte, era...como una especie de juego entre nosotros algo que hacia
realmente especial nuestra relación y por cierto aquella foto fue sacada el ante
penúltimo día que estuvimos juntos el día que tu recuerdas-Me aclaró él.
-¿Y que me dices de Michel? según tu yo bebía los vientos por él-Quise saber yo
entendiendo cada vez menos.
-A todas luces así era aunque reconozco que con el tiempo comencé a pensar que te
gustaba reírte a su costa, pues cada vez que te veía acercarte a él, el pobre se ponía a
sudar-Me contó en tono divertido, al tiempo que yo cerraba los ojos y me quedaba
profundamente dormida.
Creo que hacía mucho tiempo que realmente no dormía tan bien y relajada como aquella
noche.
Al tiempo que me iba quedando dormida sentía como mi espíritu se elevaba y flotaba
incluso por encima de mi propio cuerpo como rodeado por melódicas notas de música
invisibles, incluso mis sueños fueron mas relajados y felices que de costumbre.
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Acto seguido, Iván me apartó un mechón de la cara para a posteriori darme un dulce
beso en la mejilla, tras lo cual me musito al oído-Buenas noches princesa-.
CAPITULO IV
LA NUEVA VIDA DE ALANA
Aquella mañana nostálgica nos despertamos casi al mismo tiempo. A todas luces todo
era perfecto: la chimenea estaba encendida las crepitantes llamas de las velas
iluminaban el angelical rostro de Iván que seguía durmiendo a mi lado y todo era paz y
tranquilidad a nuestro alrededor. Tan solo éramos él, Terry y yo y fuera en el día que
empezaba a amanecer el olor a tierra húmeda tras la lluvia torrencial de la noche
anterior acompañada del suave aroma de las flores y plantas así como del canto de los
pájaros, era sin duda un momento mágico preludio de un día muy especial.
De repente, Iván se giró hacia mi abrió los ojos y al tiempo que me acariciaba
dulcemente la cara me saludó con la mejor de sus sonrisas y un-Buenos Días princesa-
-Boun jour mon petit chery-Le respondí yo sumamente romántica haciendo alarde de
unos conocimientos de francés que hasta entonces desconocía que tuviera.
Sin previo aviso Iván comenzó a hacerme cosquillas ante lo cual yo entre risas comencé
a protestar- No Iván para, no Iván por tu madre el higadillo no-
-Oh si, el higadillo si-Me contradijo él también entre risas y acto seguido y
completamente relajados cayó sobré mi y comenzamos a besarnos sin medida.
Estábamos a punto de hacer el amor cuando él de repente paró y me dijo-Como te conté
yo nunca he estado con ninguna chica así que yo no... yo nunca..-
Yo con suma dulzura le corté para decirle-Iván, yo no quiero que me des explicaciones
solo amarte y que me ames-.
Acto seguido Terry como si nos hubiera oído salió de la habitación con su mantita en la
boca y nosotros olvidándonos del mundo y dejándonos llevar por un intenso y sumo
placer para ambos desconocido, nos amamos larga apasionada e intensamente en un
arrebato de intenso placer que pareció transportarnos a otro mundo, otra era y otra
dimensión un mundo solo de amor y placer que ambos deseábamos que fuese eterno.
Tras aquel momento mágico de sumo placer en el que ambos caímos exhaustos, yo me
dormí en sus brazos y me sentí como si estuviera durmiendo entre algodones, acunada
en los brazos de un ángel.
Cuando volví a despertar me sentí totalmente distinta, en algún momento, mientras
dormía me transformé en una persona nueva era como si de repente mi verdadero yo
hubiese despertado tras haber permanecido mucho tiempo sumido en un largo letargo,
me sentí mágica, me sentí especial.
Entonces volví mi mirada al dulce y aniñado rostro de Iván, que en ese momento abría
los ojos, y volví a caer rendida ante aquellos ojos que transmitían tanta paz, tanto amor
y tanta belleza....
Iván al verme con la voz sumamente aterciopelada me aseguró- Ha sido tan mágico
volar de ese modo entre Ángeles-
-¿Iván puedo hacerte una pregunta?-Le pedí yo con extrema dulzura.
-¿Que quieres saber, princesa?-Me contestó él con la misma voz aterciopelada.
-Es muy importante para mi que me digas que opinión tenías de mi cuando me
conociste y que opinión tienes de mi ahora- le expliqué yo.
-Pues veras ayer te vi como la mujer en la que siempre había imaginado que te habrías
convertido dulce, culta y absolutamente encantadora, pero aún así una extraña, y ahora
en este momento no es que hallas dejado atrás todas esas buenas cualidades, pero ya has
despertado ya vuelves a ser aun de mujer como aquella chiquilla traviesa que yo conocí
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en el pasado-Me contestó él a modo de explicación haciéndome sentir radiante de
felicidad.
-Creo que será mejor que baje ha preparar el desayuno- Dije yo, tras lo cual concluí
dándole un dulce beso en los labios.
-Yo echaré otro madero a la chimenea para que podamos desayunar aquí calentitos
¿Que te parece?-Me consultó él.
-Perfecto-Asentí yo.
Una vez en la puerta de la cocina una clara escena mia con tia Alaïs apareció ante mis
ojos transportándome en el tiempo 20 años atrás.
Yo tenía 15 años y vestía un extraño traje en tonos marrones y ocres y estaba junto a
ella en el banco de la cocina preparando el desayuno. -...Ahora terminamos de poner los
panecillos en la bandeja del horno y los metemos dentro, ¿Ves lo fácil que es Alana?-
Me decía Alaïs según íbamos avanzando en nuestra labor.
Yo asentí con la cabeza,tras lo cual quise saber-¿Y puedo poner yo los panecillos en el
horno Alaïs?-
-Si, pero con cuidado, no te vayas a quemar, toma utiliza estas manoplas de cocina, yo
mientras te iré abriendo el horno-Me contestó ella.
En este momento con dulce nostalgia, recuerdo el olor a las flores silvestres que
trepaban por la ventana de la cocina entremezclado con el olor a los panecillos de leche
recién hechos.
Aquel olor fue evocado de mis recuerdos con tanta fuerza que en aquel preciso instante
decidí hacer para desayunar panecillos de leche y bajar al mejor invernadero del pueblo
a comprar semillas y planteles para revivir el maltrecho jardín entre las cuales se
encontrarían las flores silvestres que yo ahora también recordaba.
De repente pasó algo muy extraño, tía Alaïs que estaba de espaldas a mi, a quien soy a
día de hoy, se giró me sonrió y me guiñó un ojo, tras lo cual siguió hablando como si
nada con la Alana del pasado de recetas de cocina y de cosas triviales.
No tardé mucho en subir nuevo a la habitación portando esta vez una bandeja con dos
buenas tazas de chocolate con canela recién hecho y panecillos de leche aún humeantes
acompañados de pequeñas tarrinas de mantequilla francesa y otras de mermelada de
todo tipo.
Al llegar vi a Iván que se estaba acabándose de vestir junto al calor del hogar, el cual al
olor del desayuno recién hecho se volvió hacia mi y exclamó- Mmm.... ¡Alana huele
delicioso!, ¡al fin podré desayunar algo que no sea café ni croisanes y además gracias a
ti casero de verdad!.
-Se agradece, pero ¿no crees que exageras?-Le dije yo en tanto colocaba el desayuno
sobre una mesita antigua de mimbre con dos sillas a juego que había junto a otra de las
ventanas del cuarto de Alaïs y cercana a la chimenea.
-Cielo, desde que me independice hace 5 años solo he tomado para desayunar café
instantáneo y cruasanes de mantequilla, eso si muy franceses y muy ricos, pero estaba
ya harto y como en mi trabajo tengo que madrugar mucho tampoco tengo tiempo para
entretenerme con más si quiero desayunar-Me explicó él en tanto se acababa de
abrochar el último botón de su camisa blanca, tras lo cual me tendió las manos al tiempo
que me sonreía como señal para que me acercase a él y se las cogiera, a lo cual yo
acepté gustosa.
-Me alegro de las lluvias torrenciales de ayer, por que de lo contrario después de la cena
y de un buen rato de buena conversación tomando una copa te habrías ido y
francamente las últimas horas que he pasado a tu lado para mi han sido muy especiales-
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Le declaré yo mirándole a los ojos, tras lo cual le solté una mano para a posteriori, sin
dejar de mantenerle la mirada acariciarle parte de su aniñado rostro y acabar dándole un
dulce aunque apasionado beso sin dejar de acariciarle.
-Hay algo que me inquieta, Alana-comenzó diciéndome él en tanto nos disponíamos a
desayunar.
-¿Que es?-Quise saber yo con la mejor de mis sonrisas.
-Verás, se que todo lo que me has dicho es verdad, que me quieres y estás muy a gusto
conmigo y yo contigo, pero veras no puedo olvidar que mientras que yo te he sido fiel
20 años tu...-Me confesó él preocupado.
-Deja el tazón del chocolate que te puedes quedar sin desayuno cuando me escuches-Lo
previne yo aguantando la risa, tras lo cual proseguí-Ya se que para todo el mundo tomar
una copa es sinónimo de relajarse en los momentos previos de hacer el amor, pero verás
en nuestra primera salida, ese medio día estaba yo terminando de recoger fuera cuando
lo oí dentro hablando con su padre el cual le recordaba que no debía tomar ni una gota
de vino ni de ningún otro alcohol por que sabía que se dormía y debía cumplir conmigo
y ese día quizá por tratarse de una comida y no una cena todo fue bien, pero al día
siguiente fue una cena y comenzó a ponerse demasiado cariñoso al menos para mi
gusto, supongo que era por que a mi él no me atraía como algo más que un amigo.
Bueno el caso es que me di cuenta de que a él no se le olvidaba el consejo de su padre,
pero se moría por probar un poco de buen vino que yo me pedí a propósito para
acompañar la cena el cual le ofrecí, pero que él muy inteligentemente supo rechazar, no
así de camino a casa que aún estaba más cariñoso y le pedí que me invitara a su casa a
tomar una copa.
El muy inocente así lo hizo pensando que tras el primer trago yo me comenzaría a
desnudar y haríamos el amor, solo que tras el primer trago él cayó redondo en el sofá y
comenzó a roncar.
Entonces yo cogí un taxi y me marché con mis amigas a bailar-.
Al oír mi relato Iván prorrumpió en sonaras carcajadas.
Cuando por fin paró de reír me dijo-¿De verdad le hiciste eso?, pobre chaval casi me da
pena y todo-.
-¿Que creías? yo no soy de las que se venden por una cena en un restaurante caro y ni
siquiera por un buen empleo-Le expliqué yo muy orgullosa de mis principios.
-Así se habla nena, por cierto este desayuno está exquisito-Me aplaudió él en gratas
alabanzas.
-Muchas gracias, Iván-Le contesté yo, y tras una breve pausa le narré el extraño suceso
que me había sucedido en la cocina no mucho antes.
-Siempre e creído en este tipo de cosas, pero no me deja de parecer cuanto menos
curioso que mientras que Alaïs se giró hacia ti para hacer lo que hizo, la Alana del
pasado no advirtiera tu presencia y que actuara totalmente ajena a todo como si no
percibiese nada-Me comentó él.
De repente una imagen mía con Iván me sobrevino a la mente de forma tan intensa que
me hizo ruborizarme, hasta el punto de tener que bajar la mirada.
-¿Que sucede Alana?,¿Que pensamiento está ahora recorriendo tu mente para que
tengas ese bonito rubor iluminando tu bello rostro-Me inquirió él con la felicidad
reflejada en su rostro como si aun a pesar de sus preguntas pudiera leerme el
pensamiento.
-Veras, yo... es....somos tu y yo....en un campo de flores...en el futuro...-Intenté
explicarle yo balbuceando
-¿Y ese futuro lo ves muy lejano o...?-Me inquirió él con cierta picardía.
-¡Hey!-Le grité yo entre risas en tanto le arrojaba una servilleta a la cabeza, tras lo cual
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añadí-Será mejor que recojamos todo esto y comencemos el día.
Por cierto mientras preparaba el desayuno he estado pensando en ello y creo que me
instalaré aquí y continuare con el negocio de Alaïs.
-¿En serio nena?, me acabas de hacer el hombre más feliz del mundo-Exclamó él
alegremente alborotado en tanto bajaba las escaleras tras de mi.
-Muy en serio- Le aseguré yo sintiéndome radiante de felicidad por como mi dulce
ángel había reaccionado ante mi noticia.
En ese momento alguien llamó a la puerta, tras lo cual le anuncié a Iván -Voy a abrir
cariño-
-Deja que vaya yo que tiene que entrar mucho frío después de toda la noche lloviendo
ahí fuera-Se ofreció galantemente.
-¿En serio anoche llovió? no me enteré como pasé toda la noche y parte de esta mañana
en el cielo con un ángel...-.
-Yo un... ángel-Dijo el sorprendido a la par que ruborizado, tras lo cual añadió-yo
juraría que aquí el ángel lo eras tu-.
-Yo abriré que he llegado al salón antes, tu mientras podrías volver a abrocharte la
camisa, que ahora tenemos visita-Le dije yo en tanto iba a abrir la puerta.
Al abrir la puerta vi ante mi a un chico sumamente atractivo, 1 80 de altura, porte
elegante, ojos oscuros, pelo negro a media melena, fue entonces cuando comprendí que
se trataba de Michel.
En ese momento instintivamente miré hacia atrás y al ver a mi dulce Iván tras el sofá no
lo pude remediar y le grité- Deprisa escóndete ahí, tras el sofá-.
Iván siguiendo con la broma así lo al tiempo que exclamaba-¡Glup!-.
En ese momento yo aguantando la risa mire a Michel al tiempo que le aseguraba-Cariño
esto no es lo que parece-.
-Vaya pasas a buscarme al trabajo, me quedo a cenar y dormir contigo, me atacas el
higadillo, hacemos esta mañana el amor, los dos volamos por el mismo paraíso,
compartimos confidencias mientras desayunamos, te llamo nena sin que tu protestes,
pues yo diría que esto si es lo que parece, Alana-.
Protestaba Iván con cara de niño travieso.
-Yo con cara divertida miré primero a Iván y luego a Michel tras lo cual le dije a este
último-Cariño, entonces me temo que esto si es lo que parece-.
-A...A...A...lana, ¿Tu eres... Alana? Jamás pensé que 20 años después te convertirías en
una mujer tan preciosa -Me declaró Michel entre balbuceos.
-Bueno, tu nunca tuviste mucha imaginación ¿Verdad Michel?-Le inquirió Iván en tono
sarcástico cara a cara y tras el sofá.
-Y donde está Alana no podía faltar el rubito torpe y simplón de su amiguito Iván. Dime
Iván sigues detrás de Alana con tan poco éxito como entonces o ahora es peor?-Añadió
Michel con ánimos de herir los sentimientos de Iván para que presuntamente saliese
corriendo de allí con lágrimas en los ojos y así él pudiera quedarse a solas conmigo,
pero nada más lejos de la realidad, pues Iván haciendo alarde del galán que era le
contestó- Pues para no tener éxito en antaño siempre estábamos juntos y siempre que
nos necesitábamos nos teníamos el uno al otro y en la actualidad somos pareja, ¿Verdad
que si nena?-.
-Desde luego que si mi dulce ángel-Asentí yo a la par que le mantenía la mirada a Iván
con los ojos llenos de estrellas.
Michel al observar como miraba a Iván y tras oír lo que le había dicho furioso me atacó
diciendo-No importa el tiempo que pase Alana tu siempre seguirás siendo tan..- -
28
¿....infantil, esa es la palabra que buscabas?-Lo corté yo irónicamente dejándolo sin
palabras, tras lo cual añadí orgullosa- Y de ello me vanaglorio Michel, y de ello me
vanaglorio-
En ese momento dado que algo en mi interior me sugería que era mejor invitarlo a pasar
así lo hice-Ahí fuera hace un frío helado e imagino que querrás pasar a calentarte al
calor del hogar-.
-Gracias, pasaré-Aceptó él la invitación algo más relajado a ciencia cierta con la
intención de acabar con la complicidad y el romanticismo que reinaba entre Iván y yo.
No hubo dado ni tres pasos en el interior de la casa cuando Terry que hasta entonces
dormía pacíficamente cerca del hogar en su mantita se levantó y con un pequeño trote se
dirigió hacia Michel, se colocó junto a él, tras lo cual orinó sobre su pierna izquierda,
me miró con una sonrisa como si pensara "misión cumplida Ali", y finalmente volvió a
su mantita a seguir durmiendo.
-Se ha meado en mi pierna, ese maldito perro se ha meado en mi pierna-Exclamaba
montado en cólera Michel.
-Bueno Michel, ya sabes lo que dicen, los perros tienen la costumbre de marcar su
territorio así que yo que tu no me lo tomaría demasiado mal, yo creo que es su modo de
decir que te quiere de amigo-Le dije yo a Michel a la par que hacia verdaderos esfuerzos
por aguantar la risa
A posteriori, en silencio él se dirigió hacia él sofá en tanto Iván y yo nos acercábamos
poco a poco el uno al otro, tras lo cual cogidos de la mano, nos dirigimos a la parte más
cercana al hogar y a Terry donde cogidos de la mano posteriormente nos sentamos.
-¿Y bien Michel, a que debemos el placer de tu visita?- Le pregunté yo a nuestro
invitado cortés a la par que irónicamente, en tanto con sumo placer
acariciaba las manos de mi dulce Iván siendo a la par correspondida por él de igual
modo.
Con él tono de voz más grave y más seco Michel me contestó sin más premura -Mira
Alana sin andarnos con tantos tapujos, yo he venido para pedirte que te cases conmigo.
Yo soy vaquero y tengo un negocio prospero en el que estoy ampliando muy
rápidamente el número de mis vaquerías, ya tengo una en cada una de las regiones del
Perigord que no se si estas al corriente que hacen un total de tres y tengo informes que
en las tres la mayor parte de vacuno que se consume y de leche proviene de mis
vaquerías, pero eso es solo el principio pues pienso ampliar a nivel nacional.
En cambio, ¿Que te espera al lado de este "pobre" paseante de turistas y pescador, si no
una vida llena de miseria y un hedor insoportable a pescado?-.
Tras aguantar estoicamente su ególatra propuesta, que más que una propuesta me sonó
como un alarde de sus logros y ambiciones comerciales, le contesté llena de ira por la
forma tan despreciativa con la que habia llamado a Iván, pero con suma educación-
Michel, ser pobre no es nada vergonzoso, lo cual dicho sea de paso no creo que sea el
caso de Iván dado el floreciente negocio que tiene, pero te puedo asegurar que aunque
así fuera, seguiría siendo su novia, pues lo amo con toda mi alma y todo mi corazón. En
cuanto a su olor te puedo asegurar que no huele nada a pescado, pues conozco cada
recodo de su cuerpo y mientras su pelo huele a la lejana y hechizante brisa del caribe, el
suave aroma embriagador que desprende su piel es una mezcla de la suavidad, el sumun
de la ternura propias del dulce ángel que es que entremezclado con la dulce miel de sus
labios que evocan los dulces recuerdos y sueños compartidos en antaño así como la
certera promesa de un futuro increíble y eterno compartido a su lado, toda esa
combinación es un éxtasis embriagador y eterno para los sentidos de tal modo.....-
-¡YA ES SUFICIENTE!-Me grito Michel montando en cólera, a la par que con los ojos
enrojecidos por la ira.
29
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  • 1. EL LIBRO DE LOS SUEÑOS Perfumarse nunca fue un delito, ¿o tal vez si…? AUTORA: Ana María Grande Gil INTRODUCCIÓN Mi nombre es Alana, tengo 35 años y hasta hace una semana, yo vivía sola en mi Pequeño ático de la avenida Juan XXIII de Valencia y trabajaba en una gran floristería llamada “La Casa de las Flores” localizada en la calle María Cristina, situada en el casco antigüo de valencia, una tierra muy bella y alegre, donde por cierto, imperan en su mayor parte los días de fiesta y grandes celebraciones. Debo confesar que de todas las calles que adornan mi ciudad natal, es precisamente María Cristina la que con todos sus pequeños comercios que parecen sobrevivir a lo largo de los siglos la que más me hechiza conservando así su siempre dulce, añejo y embriagador encanto desde antaño. Actualmente soy la nueva propietaria de “La Casa de las Flores” a la que le he cambiado su antiguo nombre por el de “El Paraíso de las Hadas”, pues junto a las flores y plantas de mi particular paraíso también vendo pequeñas hadas que yo misma elaboro artesanalmente, muy de acorde con el bosque de hadas tipo mural que adorna en toda su extensión cada una de las paredes de la floristería, cabe decir que está fielmente reproducido de un recuerdo que despierta en mi un dibujo elaborado en papel de pergamino que siempre he llevado conmigo pues a pesar de que aún hoy día desconozco su procedencia por motivos que igualmente siguen siendo una gran incógnita para mi me aportan una gran paz espiritual. En resumen es aquí en mi tierra natal , donde he estado viviendo, trabajan-do y pasando los mejores años de mi vida, al menos hasta donde mi memoria alcanza a recordar pues desde que cumplí los 16 años misteriosamente los recuerdos anteriores de mi vida hasta entonces se han borrado de mi mente y parecen negarse tozudamente a regresar. A veces cuando estoy tras el mostrador trabajando en la elaboración de algún centro floral y de pronto llega a mí el aroma a romero o el delicado perfume de los rododendros parecen despertar en mi la difuminada imagen de una mujer de aspecto dulce que prepara en el fuego algún tipo de infusión de romero, cuando no es la solitaria imagen difuminada de un largo y bien cuidado camino de piedras de rodeno y árboles de rododendros de los más diversos coloridos que parecen conducir a una pequeña y encantadora mansión, pero en ambos casos antes de que dichas imágenes puedan tomar una forma definida ,se esfuman de mi mente tan rápido o más si cabe que cuando aparecieron. En varias ocasiones he consultado a los mejores especialistas de neurología y tras realizarme las pertinentes pruebas, todos ellos, incluso auténticas eminencias en su campo llegaron a un mismo diagnostico: mi cerebro aunque parece estar bloqueado por algún hecho traumático que debió sucederme en los primeros 15 0 16 años de mi vida y que aún hoy día ignoro cual debió ser, no sufre daño alguno de hecho, parece estar en plena forma, y todos sin excepción me han recomendado como mejor método de curación que siga con mi vida habitual asegurándome que así tarde o temprano, recordaría. Mi vida nunca ha cambiado, pero todo ha sido siempre en vano, al menos me queda el consuelo de que aquellas dos fugaces imágenes a modo de pintadas en mi memoria un día como dos de los lienzos impresionistas más bellos de Renoir, son el recuerdo innegable de los felices días de antaño. Parece como si…. 1
  • 2. ¡¡¡Es todo tan extraño……!!! Toda mi vida y mi pequeño mundo cambiaron a raíz de una extraña e inesperada llamada telefónica que recibí hoy hacia la media noche, cuando tras darme una merecida y relajante ducha de agua fría y ataviada solo con mi camisa blanca de algodón favorita, me senté con las piernas estiradas sobre el cómodo sofá delante de la televisión viendo un documental sobre el antiguo Egipto en el que hablaban del hallazgo de una antigua momia. Era un hombre llamado Gastón que decía ser el albacea testamentario de mi tia-abuela Alaïs, de la cual yo no recordaba tener conocimiento hasta el momento, comunicándome su triste desaparición a la par que me había nombrado heredera universal de todos sus bienes y posesiones, entre los cuales se hallaba un pequeño cachorro de Terrier, Así mismo me comunicaba el carácter urgente con que debía contestarle si aceptaba o no la herencia y me ofrecía para pensarmelo un plazo máximo de 24 horas. Yo siguiendo mi instinto y pensando solo en aquel pequeño cachorro que se había quedado huérfano, rechacé la oferta de Gastón de pensármelo sin antes detenerme a pensar en detalles tan importantes como que no sabía realmente nada acerca de Alaïs, aquella tia-abuela que de la noche a la mañana había surgido como de la nada, los cuales me guiaban a formularme preguntas tales como: ¿Quién era realmente ella? ¿De donde Provenía? ¿Realmente éramos parientes? En cualquier caso ¿Por qué nunca se había puesto antes en contacto conmigo? ¿Qué tipo de relación tuvimos en el pasado? ¿Tendría ella algo que ver con los recuerdos de mi pasado que se negaban a ser revelados? ¿Qué sabía ella realmente de mi? ¿Estaría en el legado de su herencia la clave para desentrañar los misterios de mi pasado? Una vez hecha la aceptación de la herencia fijamos las 9:00 de la mañana del día siguiente como hora convenida para la posterior apertura del testamento de Alaïs. Dado que al día siguiente tenía que madrugar, decidí que lo mejor sería quitar la televisión e irme a dormir sino quería que al día siguiente Gastón me confundiera con uno de sus difuntos clientes, pero no sin antes sacar del cajón de una pequeña mesita de sobremesa que tenía junto al sofá una agenda de notas en la que a posteriori anotaría todos aquellos interrogantes para que no se me olvidaran. Sé que para una persona normal con un mínimo de cordura sería un suicidio aceptar un legado con todo ese tipo de interrogantes y que de buen seguro me tacharía de irresponsable, pero para mi no era más que el principio de una emocionante y excitante aventura. En ese momento, la felicidad de un buen augürio sobre mi futuro iluminaba mi rostro, en tanto me acomodaba en mi cama y a posteriori caí en un relajado y profundo sueño. Un niño de 13 años, de ojos azul cielo, pelo corto y color trigo y tez dorada y yo con unos 15 años, subíamos apresurada y clandestinamente a un tren en marcha. Una vez dentro, ambos corríamos cogidos de la mano por los estrechos pasillos del tren ante la expectante y sorprendida mirada de los pasajeros, sorteando a unos y atropellando a otros, hasta que minutos después, llegamos a un compartimento donde no había nadie y allí nos encerramos y agachamos en el suelo para tampoco ser vistos desde fuera. 2
  • 3. Yo mientras le cogía de las manos le aseguraba llena de ansiedad con auténtica franqueza y esperanza-Iván, aunque tu parada llegue antes que la mía no le digas nunca nada a nadie, por que cuando yo sea mayor y pueda volveré y ya nadie por mucho que quiera nos podrá volver a separar-. -Pero Alana, yo no me quiero bajar antes, yo quiero estar siempre contigo-Me suplicaba él con auténtica desesperación aferrándose con toda la fuerza de su pequeño corazón al vínculo tan especial que se había creado entre los dos. -odio tanto como tu tener que llevar a cabo esta decisión, pero debes hacerlo Iván, debes bajar antes que yo y volver a Fortuna para que nunca nadie sospeche. Te prometo que cuando sea mayor y esté preparada volveré y entonces nada ni nadie me podrá obligar nunca más a marcharme y estaremos juntos para siempre-Le prometí yo intentando convencernos a los dos, pues mi deseo era el de irme con aquel chico tan especial a seguir juntos y lejos de aquellas personas que querían separarnos y hacernos daño, para vivir nuestras propias vidas y nuestras propias aventuras. En ese momento él se quitó una mochila azul que hasta entonces había llevado colgada a la espalda con algo de ropa y lo que a él le solía gustar llamar sus “grandes tesoros”, la colocó en el suelo a un lado y con sumo cuidado extrajo una hoja de pergamino perfectamente enrollado y en tanto me la entregaba me decía -Toma, esto es para que nunca me olvides a mi, ni nuestro pasado, ah Ali y nunca se lo enseñes a nadie-. Yo en tanto tomaba su obsequio en mis manos con gran delicadeza muy intrigada quise saber-¿Qué pasa Iván?, ¿Qué es?-. -No es solo un dibujo Alana, es el vínculo que nos mantendrá unidos, por favor jamás permitas que nadie lo vea, por mucho que confíes en alguien jamás le hables de este pergamino ni permitas que lo vea, ni siquiera a Alaïs o lo destruirá-Me explicó él muy serio con un tono de voz que pese a su corta edad imperaba un tono de grave urgencia con la que debía cumplir aquella extraña promesa. -De acuerdo Iván, te prometo que la existencia de tu dibujo será también nuestro secreto-Le aseguré yo basándome en un presentimiento muy fuerte que tenía. Lo que en ningún momento me atreví a decirle para no hacerle más dura la despedida fue que hasta que pudiera llegar nuestro re-encuentro pasarían al menos 15 años, aunque creo que eso él ya lo sabía, me dí cuenta cuando ví la tristeza de su mirada y como dos grandes lágrimas brotaban de sus claros ojos azules. A continuación y sin más premura ambos nos abrazamos estrechándonos con tanta fuerza como si así pudiéramos escapar de cuanto nos rodeaba y de todo mal como así nos pareció durante un momento. De pronto, imagino que al igual que el resto de pasajeros en otros compartimentos, notamos como el tren perdía velocidad al tiempo que la magia que de algún modo habíamos creado por un momento entre los dos se desvanecía. En ese momento en contra de mi voluntad le insté con dulzura así como con la cordura propia de un adulto-Es tu parada Iván, vamos, date prisa antes de que nos descubran, Fortuna te espera-. Él sin decir nada se colgó de nuevo a la espalda su mochila y sin mirar atrás ni una sola vez echó a correr triste y enfadado y aunque yo ya no tuve la ocasión de volver a ver su cara no lo necesité para saber que a esas alturas las lágrimas bañarían su aniñado rostro y que no cesaría de correr hasta llegar debajo del frondoso árbol donde nos solíamos ocultar, cuando necesitábamos refugiarnos y huir del mundo y que sería precisamente allí donde se quedaría largo rato sentado y acurrucado abrazándose las piernas hasta calmarse para finalmente regresar a su casa vencido y derrotado por la impotencia de no haber podido hacer nada para revertir aquella situación, pero en mi corazón yo sentía que esa era la mejor decisión. 3
  • 4. En cambio lo que si que vi fueron los escrutadores e inquisidores ojos de un ser demoniaco que se hallaba pegado por fuera del tren junto a la misma puerta por la que salía en ese momento Iván, el cual por fortuna no resultó ser en modo alguno de su interés sino que parecía estar buscándome a mi. A punto de ser descubierta por aquellos maléficos ojos estuve, pero por suerte para mi reaccioné a tiempo y escapé por milésimas de segundo retrocediendo a toda prisa atrás al tiempo que el tren se ponía en marcha y aunque fui descubierta por el revisor el cual me dio la impresión de que me estuvo ayudando todo el tiempo, pues no solo no nos delató a Iván ni a mi sino que cerró la puerta de mi compartimento y me permitió hacer el viaje tranquila todo el trayecto y cada día me traía el desayuno, la comida y la cena para que nada me faltara al tiempo que para evitar levantar sospechas. Yo entonces tenía 15 años. Ese sueño dio paso a otro en el que ya habían transcurrido 20 años. -¡¡¡Iván, mi amor, al fin volvemos a encontrarnos, no has cambiado nada, solo que tienes el pelo mucho más largo y estás guapísimo!!!- Exclamaba yo alegremente alborotada con gran alivio de volver a tenerlo conmigo, en tanto me arrojaba a sus brazos para a posteriori abrazarlo con gran amor y dulzura. Él me acariciaba dulcemente la espalda, tras lo cual del mismo modo pasó a acariciarme la cara, mientras con la más tierna de sus sonrisas que iluminaba su bello rostro me decía-Sabes que desde que todo esto empezó nos vemos una vez a la semana-. -Si mi amor, lo se, pero una vez a la semana no es suficiente para mi, yo quisiera verte todos los días de la semana, todos los años y en todo momento-Le confesé yo fervientemente. -Yo no soy ningún experto Ali, me ha costado mucho llegar hasta aquí e incluso al principio unas…3 veces Lady Violet y sus “dos angelitos” estuvieron a punto de descubrirme saliendo de la cueva menos mal que pude engañarles con l a excusa del paseo nocturno, aunque confieso que la ultima vez pasé auténtico miedo ya que no parecían muy convencidos así que aunque aquella noche actué con completa naturalidad para dar mayor credibilidad a mis palabras en lo sucesivo e extremado al máximo las precauciones, de lo contrario nuestro plan al igual que nosotros podía haberse visto en peligro-.Me explicaba él con la mejor de sus sonrisas. Yo en tanto le cogía con ambas manos y extrema suavidad su hermoso rostro, embelesada le aseguraba-En modo alguno lo que te he dicho pretendía ser un reproche, es que…te quiero tanto…que la vida me duele sin ti- Dicho lo cual nos besamos larga, apasionada y dulcemente en los labios. A posteriori le confesé a modo de narración-Llevo tanto tiempo quedando contigo en mis sueños que ya no concibo mi vida sin ti, de hecho, con cada día que llega la noche cada vez me acuesto más temprano para encontrarme antes contigo, pero aunque me encante verte en mis sueños, me gustaría tanto que estuvieras conmigo también en la realidad…… Por otra parte, una pequeña chispa de luz en mi interior, me dice que hace mucho estuvimos juntos en la realidad viviendo una situación muy semejante a esta, pero hace tanto…que se ha quedado más como una sensación que como un recuerdo y tampoco entiendo como soñando todas las semanas contigo nunca recuerdo la vez anterior y lo que más me fastidia es que cuando me despierto ni una sola vez recuerdo lo que sueño-. -¿Qué mayor realidad hay que esta? Y en cuanto a no recordar nunca el sueño anterior es el precio que hay que pagar por romper las normas-Me explicaba él feliz. 4
  • 5. -¡¡¡Al demonio con nuestros respectivos legados!!!, ¿para que quiero yo mi legado si no puedo estar cada día de mi vida con la persona que más quiero?- Protesté yo utilizando una información que hasta el momento desconocía que poseía, tras lo cual lo volví a abrazar. -¿Sabes ya lo de Alaïs?-Me preguntó él de pronto. -Si, esta noche me ha llamado su albacea y hemos quedado mañana para abrir la lectura del testamento, lo que no se aún es cuando murió-Le contesté yo. -Hace 3 días- Me informó él brevemente. Dicho esto queriendo aclarar una duda que llevaba ya largo rato rondándome por La cabeza le pregunté- ¿Crees que ahora que Alaïs no está somos libres y estamos a salvo?- . -Ella nunca supuso ningún peligro para nosotros-Me aclaró él abrazado a mí. -¡¡¡Pero ella quería separarnos tu me lo dijiste!!!-Repliqué yo molesta. -Si, es cierto, pero ella solo trataba de protegernos-Me aclaró él un tono de voz dulce y paciente a un tiempo. -¡¡¡¡Pues vaya asco de protección!!!-Exclamé yo contrariada a la par que me cruzaba de brazos. -Él con una expresión encantadora que iluminaba todo su bello rostro a la par que intentaba reprimir una pequeña risita al verme en tal actitud me dijo-Mírate Ali, no has cambiado nada sigues siendo como una chiquilla-. A posteriori, él me cogía las manos al mismo tiempo que clavaba su mirada en la mía en tanto me decía-Alana, ya hemos llegado al final del trayecto, a partir de ahora ya no volveremos a encontrarnos en secreto en nuestros sueños, a partir de ahora es cuando comienza la auténtica aventura. Se que esto ahora mismo puede no tener mucho significado para ti, pero hazme caso y sigue siempre tu instinto y búscame siempre junto al mar -. Yo creyendo adivinar el camino hacia donde me dirigían sus palabras estaba plena de felicidad y quería decirle tantas cosas a mi adorado Iván …….quería expresarle con las palabras más hermosas los sentimientos más puros, bellos, eternos y felices que se albergaban ahora en mi dichoso corazón… pero… contrario a mi deseo yo parecía estar bajo el poderoso hechizo o influjo del más poderoso de los magos… y entonces lo vi: A pesar de la oscuridad y gracias al arco de medio punto estilo medieval situado en la parte más alta de la pared Este me pareció divisar lo que a simple vista era un rudimentario laboratorio de alquimia. Dividiendo en dos aquel improvisado laboratorio se hallaban dos largas mesas, una de ellas, la más próxima al fondo estaba ocupada por distintos tubos de ensayo, vacíos en su mayoría y en la otra un globo terráqueo y algunos libros antiquísimos abiertos y desperdigados sobre dicha mesa que al recibir el único haz de luz que entraba en la oscura y pequeña estancia parecían cobrar un resplandor tan brillante como el oro. Pegado a la pared norte parecía haber un lavabo y junto a este se oía el borboteo de un líquido rojo al hervir el cual no pude distinguir muy bien a causa de un hombre de unos 41 años, alto, moreno, ojos oscuros, cabello negro y cortado a navaja y ataviado con un traje negro, el cual iba y venía de un sitio a otro tapándome el campo de visión. De pronto me pareció oír sus escalofriantes pensamientos que decían “Te encontraré Alana, por muy lejos que te quieras ocultar…” Iván viéndome en aquel estado me sacudió las manos como si así me pudiera hacer regresar, en tanto me llamaba-Alana, Alana, vuelve, vuelve Alana-. 5
  • 6. Una vez yo desperté de aquella ensoñación lo cual comencé a demostrar con un parpadeo de ojos, Iván me soltó una mano para a posteriori acariciarme la cara, en tanto me reiteraba- Alana se que te cuesta mucho recordar, pero por más que te cueste, ten siempre presente que tu eres Alana, la verdadera Alana, un ser de luz y de gran belleza interior y por mucho que te cueste recordar, no olvides nunca tu verdadera identidad. Ahora despierta Alana, despierta Alana, despierta…Alana-. CAPITULO I: EL LEGADO En ese momento, yo con mi camisa blanca de algodón humedecida por un dulce y cálido calor sobre mi cuerpo comencé a entre abrir los ojos lentamente, al tiempo que un aliento de mis labios cobraba el dulce nombre de Iván, mientras seguía escuchando como su voz sugerente me susurraba al oído – “ Recuerda Alana, búscame junto al mar”-. Algo aturdida por aquel sueño tan real, decidí colocar en el bolso blanco que ese día había decidido llevar toda la documentación que creí necesaria aportar dado lo peculiar de la situación. A posterirori, comencé a buscar en el ropero de mi dormitorio la indumentaria más apropiada para la ocasión el cual resultó ser un traje compuesto por un fino pantalón y chaleco negros de verano y una camisa de seda blanca y una larga manga de murciélago, tras lo cual me maquillé perfectamente, me puse el mejor de mis perfumes y sin más preámbulos encaminé mis pasos directamente a la notaría. Eran ya las 8: 45 cuando yo me encontraba en la plaza de la reina frente a un edificio color vainilla que se mostraba majestuoso ante mi. Dicho edificio era uno de los más bellos y antiguos de valencia el cual se hallaba situado en la calle de la paz, esquina con la plaza de la reina y frente a chocolates valor, una de mis cafeterías favoritas dicho sea de paso. No tardé ni 10 minutos en cruzar la calle y personarme en la notaría situada en el 2º piso de la mencionada finca, momento en que fui inmediatamente atendida atendida por una joven y elegante mujer de alegres rasgos y simpática sonrisa en su tez dorada y una melena larga negra y lisa perfectamente recogida en una cola de caballo baja a la par que ataviada con una falda de color azul marino de corte clásico y una camisa blanca, que saliendo presurosa de detrás del elegante y sobrio mostrador muy solicita y servicial venía hacia mi en tanto muy afablemente me saludaba- Es usted la señorita Alana Deveroix ¿Me equivoco?-. -No, está usted en lo cierto- Le confirmé yo, al tiempo que le dedicaba una de mis mejores sonrisas. A posteriori, en tanto me hacía un ligero ademán con su mano izquierda para que la siguiera me decía- Sígame por favor, le guiaré al despacho de Mesié Seymour-. Tras atravesar un largo pasillo en el que a cada lado se abrían elegantes y numerosas puertas de roble, llegamos a la última, momento en que la secretaria llamó con los nudillos a la puerta y tras oír una lejana voz al otro lado anunciándole- Adelante Aurora puede pasar-. Ella giro el pomo dorado y tras asomarse cautelosamente le anunció a un anciano de ojos verde-grisáceos de tez morena, pelo canoso, barba blanca, educado, tranquilo y sencillo en sus modales- Mesié Seymour, Mademoiselle Deveroix está a llegado-. 6
  • 7. -Gracias Aurora ya puede volver a su cometido- Le contestó este a la joven secretaria, tras lo cual dirigiéndose hacia mi me dijo- Pero pase y siéntese mujer, no se quede ahí de pie-. En tanto yo tomaba asiento en una silla negra de sky, él me comentaba muy orgulloso- Es usted la viva imagen de Alaïs cuando contaba su edad - -¿La conoció usted?- Quise saber yo más o menos interesada. -Ha sido cliente mía desde que era yo un joven becario con muy pocas oportunidades de sobrevivir en este duro mundo de cuervos. Ella siempre tuvo una fe ciega en mi y solía decir que donde los demás veían la inexperiencia de un principiante, ella veía mi auténtica valía- Me explicaba Mesié Seymour reviviendo con gran contento aquellos recuerdos rescatados de un pasado tan lejano que parecían perderse en el tiempo. -Sin ánimos de ser impertinente Mesié Seymour, ¿Podríamos pasar sin más preámbulos al tema que nos ocupa?- Le interrumpí yo temiendo que aquellas no fuesen mas que las divagaciones de un pobre viejo recreándose en una de sus tantas batallitas de cuando era joven. -Si, desde luego- Repuso él sobriamente, tras lo cual abrió un sobre de color marfil del cual extrajo un papel apergaminado y acto seguido comenzó a leer 7-Junio-5017 Fortuna, Francia Martes 17: 05 Yo Alaïs Deveroix en pleno uso de mis facultades mentales nombro heredera universal de todos mis bienes y posesiones a Alana, los cuales a continuación paso a detallar: Una pequeña tienda de anticuario de libros y documentos antiquísimos y objetos exóticos de países lejanos situada en el 1400 de la pequeña villa colonial de Fortuna a las afueras del centro en una zona peatonal y burguesa. En la cima de una montaña próxima, la denominada desde antaño “La Montaña Mágica” y a 1200 metros de altura una vivienda de dos pisos con porche y jardín trasero y delantero completamente amueblado. Con el presente mapa Mesié Seymour te adjuntara un mapa de carreteras que yo misma realicé un día para que te sirva de guía hasta llegar a Fortuna. y por último y más importante para mi un pequeño cachorro de Fox Terrier llamado Terry, tan dulce,impetuoso cariñoso y travieso como has sido siempre tu así que estoy segura de que ambos os llevareis a la perfección. Por último quiero que sepas que yo de un modo u otro he estado a tu lado y recuerda siempre el lema de nuestra familia “pase lo que pase, sigue siempre el rumbo de tu verdadero destino y obedece ante todo los latidos de tu corazón” En ese momento, Aurora cargando en su hombro izquierdo con un bolso acolchado de color azul, abierto por el cual se asomaban tímidamente unas pequeñas orejillas puntiagudas hacia nuevamente su aparición en el despacho del notario en tanto decía- ¿Da usted su permiso Mesié Seymour? -Adelante- contestó él con una afable sonrisa. Yo al ver como las orejillas del pequeño cachorro asomaban descuidadamente, dejándome llevar por mis impulsos grité- ¡¡¡ Terry !!!-. Él al oír mi voz, de un salto salió de su capazo y de un segundo salto se abalanzó a mis brazos manifestando su contento tanto así como entre lametones en la cara como entre ladridos de alegría. 7
  • 8. La única cláusula que figura en el testamento para la correcta entrega de la herencia es que ha de ser antes de que acabe el día de hoy cuando usted debe tomar posesión de sus nuevas propiedades- Me informó para concluirMesié Seymour. Eran las 3: 00 de la tarde cuando Terry y yo a bordo de mi negro y casi recien estrenado Jeep 4x4 por una solitaria y desértica carretera de Francia llegamos a un cruce que se dividía en tres caminos distintos y al ver al principio del camino derecho un vetusto y frondoso árbol que me resultó tremendamente familiar, tras lo cual mientras miraba a mi pequeño cachorrito le comunicaba mi decisión- Según este mapa la casa de Alaïs está situada en lo alto de un cerro al que accederíamos fácilmente por el camino de la izquierda, pero algo me dice que a partir de ahora lo mejor es que actue siempre de forma intuitiva y totalmente improvisada así que….- Dicho estó sin girarme arrojé muy decidida hacia atrás el mapa que me había acompañado durante todo el camino. Terry, tras oírme atentamente ladeó la cabeza hacia un lado y me miraba como diciendo -“Adelante Ali que tu si sabes”- En ese momento giré levemente el volante de mi coche para a posteriori aparcar bajo la sombra de aquel árbol, un árbol lleno de magia y de historia como así confirmé al leer algunas inscripciones hechas en el tronco como las que decían “Alana, mi vida, tu luz ilumina mi oscuridad y tu amor llena la ausencia de mis días sin ti” Eternamente tuyo Iván. A la izquierda de esta dulce inscripción, observé con gran curiosidad unos infantiles y extraños caracteres gravados y enmarcados por un cuadrado que parecía estar tallado con más ahínco en la madera del tronco de dicho árbol formando un pronunciado relieve. Descuidadamente apoyé mi mano sobre dichos caracteres cuando una amenazadora visión poseyó mi mente y mi cuerpo viajó astralmente a través del tiempo y el espacio e incluso me atrevería a decir de entre otra dimensión. Una esbelta mujer cuyo rostro parecía permanecer siempre en las sombras ataviada con un quimono lila andando a grandes zancadas por la orilla de la playa en una oscura y tormentosa noche iluminada tan solo por el intenso brillo plateado que esa noche poseía la luna llena. Tan poseída estaba yo por aquella arraigada visión que Terry asustado al observarme, salió de un salto por la ventanilla del coche y corriendo sin cesar en pos de mi ayuda al tiempo que comenzaba a ladrar como una auténtica fiera y no cesó hasta hacerme volver a la realidad, lo cual yo le agradecí cogiéndolo en mis brazos y dándole un beso en su cabecita peluda le dije- Gracias bolita de pelo, de no ser por ti……..-. Una vez volvimos a nuestros respectivos asientos del 4x4 ví el rostro y el alma semi transparentes de mi encantador Iván al tiempo que volvía a escuchar su dulce y envolvente voz que me sugería constantemente-Búscame junto al mar, Alana, búscame junto al mar-. Yo como embelesada por aquella embelesante sonrisa que parecía dominar mi mente con un suave gesto de mi mano acaricié su hermoso rostro, en tanto con suma dulzura asentí con un breve-Lo sé mi amor, lo sé-. Un fuerte presagio en mi interior me anunciaba que ya era hora de guiarme por mi intuición y mi corazón. Ignoro en que momento ocurrió tan solo recuerdo que tras girar 8
  • 9. por la primera curva a la izquierda y seguir en linea recta a 120km hora por la carretera comarcal que conducía desde Besanson a Estrasburgo , posiblemente a la altura del antiguo y encantador pueblecito de Kayseberg, cuando de repente de forma fortuita y casi mágica todo el paisaje que me rodeaba cambió ante mis ojos por otro más pintoresco, con claras trazas medievales y ni a un kilométro delante de mi me recibía en todo su esplendor una pequeña villa colonial de incalculable belleza natural dejándome boquiabierta. A la derecha de dicha villa un cartel pintado a mano tamaño poster reflejando las zonas más bellas de la región en el cual rezaba en grandes letras palaciegas: Bienvenidos a Fortuna el sueño y el deseo de la ciudad perdida. Fue entonces cuando las extensas lagunas de memoria que habían habitado yen mi cerebro los últimos 20 años, desconozco como , comenzaron a disiparse paulatina- mente dotándome de unas facultades muy especiales que yo desconocía que tenía como una gran belleza y una gran intuición. Dado el cansancio que comenzaba a aflorar en mi a causa del largo trayecto decidí no hacer más paradas y seguir conduciendo a través de aquellos parajes de belleza sin igual. De ese modo llegué a un cerro cubierto de frondosa vegetación, el cual, no tardé más de 30 minutos en atravesar con Terry graciosamente asomado por la ventanilla y acto seguido aparcaba delante de la casa de Alaïs la cual me había legado entre muchas otras cosas. Dicha vivienda a simple vista constaba de: 2 plantas, una amplia buhardilla, un gran porche delantero rodeado por una rústica y ahora descuidada y maltrecha valla de madera al igual que una pequeña escalera de caracol situada en un pequeño rincón del porche al lado izquierdo de la elegante puerta principal elaborada al 100% en madera de nogal. Cabe decir que dicha escalera contaba con una doble función: Por un lado conferir -le un mayor toque de elegancia a la casa y por otro lado servía para separar la entrada de la casa del suelo raso de la montaña, todo ello junto le conferían el aspecto de una antiquisima y pequeña mansión de estilo romántico, ante la cual se habría el más bello y colorido de los caminos de rododendros. -¡¡¡ Dios mío, es la casa de mis sueños, gracias Alaïs!!!- Exclamé yo asombrada sin dar crédito a mis ojos tan emocionada, que se me olvidó lo cansada y hambrienta que estaba. Acto seguido, tan ilusionada como una chiquilla salí corriendo escaleras arriba dispuesta a entrar y estrenar mi nueva mansión así como a conocer cada rincón de aquel sueño hecho realidad sin llegar a imaginar la sorpresa que me esperaba en su interior. Tras abrir la puerta principal observé una pequeña entradita con un antiguo perchero de pie situado a mi izquierda y delante de este un muy bien conservado arcón de mimbre cerrado con llave y sobre el cual se hallaba un ancho y grande espejo con un marco igualmente de mimbre. A mi derecha, había un elegante y también antiquísimo paragüero con forma de ánfora romana. 9
  • 10. A la entrada del salón comedor había una antigua mecedora de madera de pino y a la izquierda frente a esta una puerta que decidí investigar lo que ocultaba para el próximo día. El salón-comedor tenia una gran chimenea y todo el suelo estaba cubierto por una bonita alfombra persa. A derecha e izquierda de la chimenea dos cómodos sofás blancos enfrentados uno a otro con apoya brazos de madera. A la izquierda de la chimenea, una mesita de nogal con 6 sillas y delante de este un televisor de plasma de 22 pulgadas sobre un mueble moderno decapé . En ese momento, el olor a pan recién hecho, relleno de carne con salsa de verduras y pudín de almendras y fruta proveniente del salón-comedor nos llegó a Terry y a mi atrayéndonos como el más poderoso de los perfumes. Junto a l a bandeja de la carne reposaba un pequeño sobre color marfil dirigido a mi el cual no tardé en abrir y leer en tanto daba buena cuenta del pan y la carne, cuyo contenido rezaba así: Mi querida Alana: Bienvenida de nuevo a casa. Espero que a Terry y a ti os guste el pequeño banquete que os he preparado. Eres la persona que más quiero y aunque deseo más que nada volver a verte y a estar contigo, comprendo que después de un viaje tan largo lo que más anheles sea descansar y tomar posesión de tu nuevo hogar. Hasta pronto mi amor. Te Quiere Iván. Cuando tomé consciente de quien era la persona que firmaba aquella breve nota, un bonito rubor comenzó a aflorar en mi rostro iluminando mi bello rostro en tanto le decía poseída por la alegría a mi pequeño cachorrito –Terry tenemos carta de Iván dice que es él el que nos ha preparado la comida y que nos veremos muy pronto-. Terry tras escuchar atentamente cada una de mis palabras comenzó a ladrar y dar saltos de alegría, tras lo cual ambos seguimos dando cuenta de nuestros respectivos banquetes pletóricos por la reciente noticia. Yo tras finalizar de comer traspasé el arco de medio punto que separaba el salón comedor de la cocina donde dejé los platos sucios y a posteriori observé con todo detalle la cocina. Dicha cocina tenía todo los detalles y el popular encanto de las cocinas antiguas, incluso poseía su propia chimenea. También me fijé en que al otro lado de la cocina parecía haber una pequeña puerta de madera que daba a un jardín trasero que estaba bloqueada por varios maderos y a pesar de tener alma de detective desde que tengo memoria estaba tan cansada que decidí buscar el baño y seguir con mis pesquisas al día siguiente. En frente de la chimenea saliendo ya de la cocina había una escalera que parecía subir al piso superior y allí me dirigí yo siempre seguida de mi inseparable cachorrillo. Al lado de esta había un baño completo cuyo suelo y paredes imitaban a la perfección un cielo claro con nubes. Subiendo la escalera había cuatro habitaciones una de invitados, una juvenil en tonos rosas, una biblioteca y una habitación de matrimonio con baño completo, chimenea, terraza, una mesa y sillas blancas caladas de jardín . 10
  • 11. Pese a todo, estaba tan cansada… que finalmente resolví quedarme en la habitación que yo suponía de Alaïs, darme una relajante ducha y acostarme a dormir y descansar en aquella cama tan cómoda de casi dos metros, junto a mi bolita de pelo que decidió tomar las corvas de mis piernas como almohada, tras arrastrar con la boca un trozo de colcha para taparse. Es extraño, pero desde que he llegado a esta casa tengo la extraña sensación de no estar sola, es como si de algún modo sintiera la presencia de Alaïs, pero lejos de infundirme temor, me alegra el espíritu y me siento acompañada. CAPITULO II FORTUNA: EL SUEÑO Y EL DESEO DE LA CIUDAD PÉRDIDA. Hoy es Martes 22 de septiembre y ha sido ahora a las 10 de la mañana cuando Terry yo casi al mismo tiempo nos hemos despertado, debo confesar que hacía tiempo que no dormía tan bien. Me acabo de levantar y Terry levanta su cabecita y me mira con su carita curiosa al tiempo que resopla. Creo que hoy aprovecharé para hacer mi primera visita al pueblo y conocer algunas personas y así de paso podré hacer algunas compras ya que la despensa está vacía y más tarde haré con la compañía de Terry un recorrido por esta pequeña mansión para conocerla mejor. Asomada a la ventana, viendo el buen día que hace y llegando hasta mí el olor a mar y primavera que me trae la brisa del aire fresco proveniente del mar y la montaña aún me animo todavía más a salir. Mientras me visto impaciente caliento un tazón de leche para mi y otro para Terry y ya que es lo único de lo que disponemos para desayunar creo que en cuanto lleguemos al pueblo lo invitaré a desayunar y de paso yo también tomaré algo. Que extraño desde que lo tengo, Terry nunca se separa de mi y ahora sale corriendo y ladrando al patio trasero de la cocina me preguntó..... -¿Qué pasa Terry? ¿Dónde vas? ¿Qué es lo que has oído?-Será mejor que lo siga y le abra. Pero, por que está tan atrancada esa puerta?, parece como si alguien hubiera visto alguna gran amenaza y se quisiera proteger de ella y ,mientras tanto Terry no deja de ladrar y aullar desesperado. Será mejor que trate de abrirle como pueda. Por aquí parece que se ve algo. Por fin parece que he conseguido quitar todos los maderos que la atrancaban y por fin parece que puedo abrir, ¿Pero que demonios es eso ?... ¡No me puedo creer lo que estoy viendo! es... ...es Alaïs. No me preguntéis como he descubierto la identidad de una persona que nunca he conocido, no sé quizá por el increíble parecido físico a la par que por una gran intuición. -Gracias-musita Alaïs aliviada y poco a poco se desvanece y se va. Entonces es cuando entiendo que es de ella de donde proviene el olor a primavera que hacía tan solo unos minutos me había hechizado de aquella manera tan mágica y casi sobrenatural. Una vez Terry y yo engañamos el estómago con un poco de leche que nos quedaba de la que compramos en el autoservicio de camino aquí, subimos a mi nueva ranchera que me compré hace tan solo dos años y nos ponemos camino al pueblo. Asomo la cabeza por la ventanilla y veo a una mujer delgada ataviada con un largo y 11
  • 12. antiguo traje lila rondando mi casa y curioseando a través de la ventana. -¡Eh tu!- Le grito yo y el al verse sorprendida sale de allí huyendo a la velocidad de la luz. Esta claro que el de hoy va a ser un día lleno de sorpresas, solo espero que Alaïs no me halla legado una casa llena de fantasmas por que de lo contrario no voy a dar a basto desentrañando tanto misterio. Miro a mi lado en el asiento del copiloto y veo a Terry tan formalito allí sentado y más gracioso.... De repente pienso que Alaïs debió enseñarle esa costumbre y muchas mas que aún desconozco. -Primera parada la carnicería ¿Que te parece Terry?- Terry mueve el rabo y me ladra en señal de aprobación. Muchas veces me quedo mirando a esta bolita de pelo y me pregunto por que Alaïs decidió legármelo a mi, se que soy su única pariente viva pero aún así, estoy segura de que aquí conocería a mucha gente que se lo podía a ver dejado, con todo me alegro de la decisión que tomó por que enseguida me e encariñado con esta bolita de pelo. Terry parece leerme el pensamiento por que mueve el rabo contento y se me pone boca arriba para que le acaricie la tripita, cosa que yo hago aprovechando que para entonces ya hemos llegado y el coche está hasta aparcado. Acto seguido mientras ambos bajamos del coche le confieso a mi adorable Terry- Terry, dado que soy nueva aquí confío en ti y en tu olfato para que me lleves a los sitios-. Y tal y como habíamos quedado minutos antes, la primera parada fue en la carnicería. -¡Terry!-Exclamó alegremente sorprendido un chico de unos cuarenta años, moreno, orondo y de aspecto amable desde detrás del mostrador, que resultó ser el dependiente y dueño del pequeño establecimiento, en tanto Terry loco de alegría corría a reunirse con él. -Vaya parece que ya os conocéis-Dije yo mientras Terry y el dependiente disfrutaban de su inesperado encuentro. -Si, y tu debes ser la pequeña Alana, eres clavadita a tu tía abuela Alaïs-añadió él haciendo alarde de una memoria extraordinaria. -¿Me....conoces?-Quise saber yo bastante extrañada. -Claro que si, ¿No lo recuerdas? tu estuviste pasando aquí un verano con Alaïs cuando tenías 15 años-. -¿Quieres decir que esta no es la primera vez que estoy aquí?-Le inquerí yo aún más extrañada si cabe. -¿Bromeas?, llegaste a conocer cada rincón oculto de este pueblo de tal modo que era mas fiable preguntarte a ti que consultar una guía de viaje y cuando al finalizar el verano tu madre vino a por ti te escondiste en lo que tu solías llamar "La Isla de Alana" para que nadie te encontrara y no te sacaran de aquí. Cuando te encontramos tres horas después tú decías que las hadas te habían secuestrado por que no querían que te fueras. Siempre fuiste una niña encantadora y con una gran imaginación. ¿Es que acaso no recuerdas nada de eso?-.Me explicó él tratando de hacerme recordar. -Hasta que tu me has contado esa faceta de mi vida la cual sigue siendo un misterio para mi, hubiese jurado no conocer la existencia de Alaïs y ni siquiera de este lugar -Fue mi respuesta, tras lo cual añadí-¿Tu de que la conocías?-. -De toda la vida. Ella siempre me acogió muy bien en su casa y cuando hace diez años yo como tantos otros pequeños comerciantes estuve a punto de cerrar mi tienda por culpa de una gran multinacional ella se encargó de darnos publicidad a cambio de un pequeño favor que nos pediría cuando lo necesitara. A mi hace dos años fue cuando me tocó pagar mi deuda ¿Sabes que me pidió? Un buen 12
  • 13. filete de ternera para Terry cada semana y me hizo prometer que nunca le faltaría mientras él viviera Y yo así lo hice. La verdad es que todo el pueblo estamos en deuda con ella- Acabó de relatarme él mientras me atendía. -Por cierto mi nombre es René-Se presentó él cuando Terry y yo casi nos íbamos. Estaba a punto de salir del establecimiento cuando llena de curiosidad me volví para preguntarle-¿Has dicho que yo entonces tenia 15 años?- -Si, así es ¿Sucede algo?-Quiso saber con la esperanza de haber logrado hacerme recordar algo de mi pasado en Fortuna. -No...no estoy muy segura-Le contesté yo dubitativa, tras lo cual nos despedimos con un gesto de la mano. El olor a bollitos recién hechos llegando a la esquina, proveniente de una panadería me recordó que no habíamos desayunado, así que decidí hacer una compra genero- sa para varios días de: bollería para el desayuno, pan recién hecho e incluso un par de tarros de mermelada casera de naranja amarga que vendía la panadera, la cual también me reconoció y me estuvo contando cosas muy interesantes sobre mi pasado -Alana que alegría!,¿Pero no me conoces? soy yo Ann Marie. Alaïs me dijo que volverías llegado el momento, pero nunca imaginé que fuese tan de repente. Como me alegra tu regreso y dime ¿Sabes ya cuanto tiempo te vas a quedar? Tu tía -abuela fue una mujer excepcional- Me hablaba AnnMaríe atropellada-mente con el ímpetu propio de quien se alegra ante un inesperado re-encuentro después de largos años. -Aún no se nada, llegué ayer en la tarde noche y aún me estoy instalando, sólo lamento no haber tenido noticias de Alaïs antes de su muerte y no recordar el tiempo que pasé aquí con ella-Le hice saber yo con triste y dulce melancolía. -Yo estaba con ella el día que murió: Era una tarde gris de frío y lluvia y hacía dos o tres días que ella ya no se levantaba de la cama por que no se encontraba bien, por eso yo venía a cuidarla. Era una tranquila tarde de otoño cuando yo como venía haciendo en los 3 últimos días me acerqué hasta su casa para llevarle la compra y asegurar -me que todo estaba en orden, pero esa tarde cuando me acerqué a la puerta principal de su casa aunque en apariencia nada había cambiado todo era muy distinto: Las hojas secas de los árboles cubrían el con un otoñal manto el árido suelo de la montaña hasta la entrada de la casa. Estaba a punto de entrar cuando una brisa de aire fresco me golpeó fuertemente el cuerpo como si yo fuera una amenaza que quisiera amenazar el santuario de Alaïs fue entonces cuando un escalofrío helado me recorrió la espalda, pero aun así entre aún a sabiendas de que ese día todo sería distinto cuando me acerqué a su cama para ver como estaba y si necesitaba algo la oí musitar "La Isla de Alana, vuelve a La Isla de Alana, pequeña”. Entonces yo supe que sus últimas palabras iban dirigidas a ti luego comenzó a desvariar no hacía más que repetir " soy libre, las hadas han venido a por mi soy libre". Cuando avisé a Iván de lo que estaba sucediendo, vino rápido como el viento, subió los escalones de tres en tres la cogió en sus brazos y con mucho cuidado la bajo hasta el jardín trasero, mientras me comentaba-“Su último deseo no es pasar sus últimos momentos postrada en una cama, ella es feliz en este jardín, en este jardín apareció hace setenta años y en este jardín se irá ahora”-. Yo por mi parte lo vi. tan seguro de lo que hacía que en ningún momento me atreví a juzgarlo ni traté de impedirle que actuase como lo estaba haciendo. Alaïs una vez él la colocó tumbada con mucho esmero bajo la sombra de su árbol 13
  • 14. favorito ella le apretó la mano y con una dulce sonrisa cerró los ojos y abandonó este mundo. Volviendo al presente, Ann Maríe me comentó-La verdad es que a todos nos pilló muy de sorpresa su muerte pues a sus 71 años ella aún era una mujer muy fuerte bella y activa- hizo una breve pausa y añadió. Imagino que ahora bajaras al pueblo a hacer tu primera visita. -Si así es-Le contesté yo. -Baja al puerto y pásate directamente por la embarcación de recreo de Iván, la suele tener anclada casi al principio del pantalán, no tiene pérdida se llama “Tu Sonrisa”.Cuentan que siguiendo los consejos de Alaïs le puso ese nombre por ti Alana, para que nunca te olvidara Iván, es un chico muy simpático, cariñoso, guapo, encantador, trabajador y ...está soltero-Me informó ella ampliamente. Mientras íbamos a buscar el coche mi pequeño cachorro y yo, yo le comentaba- Acabamos de llegar y ya nos quieren casar, ¿Que te parece Terry?- Él me miró con una carita de curiosidad como si no entendiera muy bien lo que le decía ni que tenía él que ver con todo aquello. Mientras bajábamos al puerto pude apreciar toda la hermosura de la villa francesa de fortuna de estilo colonial bordeada por el río Dubs. A muy pocos metros del puerto fluvial más importante de fortuna se hallaba el centro de la villa. Los barcos de recreo y las barcas de pesca unos anclados y otros navegando se entremezclaban unos con otros confiriéndole ese aire bohemio y pintoresco a la pequeña villa colonial cuyo aspecto en general parecía recién sacado de un cuento de hadas. - ¡¡Iván, mi amor!! –Exclamé yo voz en grito a la par que con el corazón henchido de amor tras salir del coche corriendo a su encuentro para a posteriori saltar impulsivamente a sus brazos. A Terry no debió hacerle mucha gracia la idea de esperar pacientemente en el coche ya que lo vi bajar de reojo por la ventanilla medio abierta del asiento del conductor en tanto corría tras de mi ladrándome enfadado por olvidarme de él. Por otro lado aunque solo tuve una visión completa de Iván durante unos breves instantes, fue suficiente para apreciar en toda su amplitud y deleitarme con la visión de sus ojos tan claros y azules como el mismo cielo, en los que parecían habitar una pequeña, blanca y reluciente estrella en cada uno, la piel tersa y suave de su angelical rostro contrastaba notablemente con su tez dorada y bronceada así como con su larga melena castaño-cobriza recogida a modo de coleta, lo cual le conferían todo el aspecto de un gallardo pirata. Tras aquel impetuoso salto al estrecharse mi cuerpo contra el suyo lo sentí tan atlético y con una calidez tan extrema como no lo recordaba en mis sueños. - ¡¡Iván!! –Susurré dulcemente en su oído, tras lo cual le dí un sublime, dulce y sexi beso en la mejilla para acto seguido volver a reposar mi cabeza sobre su hombro. - ¡¡Alana, Alana!! – Exclamó él en dos profundos suspiros de alivio, en tanto me estrechaba fuertemente entre sus brazos como si de repente hubiera encontrado la tan anhelada paz por su alma esperada, tras un largo, pesado y milenario tiempo de espera. Acto seguido los dos enamorados sin apenas pretenderlo fundimos nuestros labios en un apasionado y eterno beso, tan solo interrumpido por una turista inglesa de 14
  • 15. 1`60cm de altura aproximadamente, pelo rubio y corto, ojos claros, unos 50 años y aspecto vivaracho que entre aplausos y vítores gritaba - ¡Viva la Diosa Alana! -. -Marí se te agradece tanta efusividad, pero estás poniendo colorada a nuestra querida Alana- Le dijo Iván a la turista inglesa con la mejor de sus sonrisas como si aprobase sus vítores y aplausos. -Disculpa querida estoy tan emocionada…-Se disculpó Marí conmigo en tanto me ponía una mano sobre el hombro. -Gracias- le contesté yo a Marí ante tal recibimiento. En ese momento Iván protector me rodeó la cintura con su brazo. - Queridos amigos, comprenderéis que quiera celebrar este primer re-encuentro con mi amada dando un romántico paseo en barco. - Os recomiendo que vayáis a almorzar al bistrov de Cristov, decid que vais de mi parte y recibiréis un trato especial y a quien no queráis renunciar a vuestro paseo matutino en barca siempre podéis acudir a alguno de mis compañeros. De cualquier modo os espero mañana aquí a las 10, como siempre- Dicho esto me miró a los ojos y me propuso- ¿Os apetece a Terry y a ti dar un paseo en barco? -. - Será un placer, amor mío - Le aseguré yo con el rostro propio de una mujer enamorada. - ¿Qué crees que opinará Terry?- Me inquirió él sonrojado, al tiempo que juntaba su frente con la mía y con ambas manos me cogía de la cintura. -¡Terry, me había olvidado por completo! – Exclamé yo preocupada en tanto seguía con la vista el recorrido que iba desde mi coche a la embarcación de Iván. Fue entonces cuando Iván y yo vimos correr como loca su gorra blanca de capitán por la cubierta, en tanto oíamos los ladridos de Terry. -Vaya parece que el capitán Terry ya ha tomado su decisión de partir cuanto antes -Opiné yo entre risas. En ese momento Terry sacudiéndose la gorra violentamente logró sacar su pequeña cabecita y se nos quedó mirando con una expresión como diciendo “ya era hora pareja y bueno, ahora zarpamos o que?”. Iván me tomó en sus brazos para ayudarme a embarcar y una vez a bordo nuestros labios se fundieron en un apasionado beso. A posteriori, mientras él ponía el barco en marcha yo me asomé por cubierta a ver como se llama la blanca embarcación con detalles de madera de nogal como el letrero que anunciaba en elegantes letras “TU SONRISA” . -¿Qué haces? –Quiso saber Iván intentando ocultar una pequeña risita. -Intentar averiguar el nombre de tu barco- Fue mi contestación. -¿y no habría sido más fácil preguntármelo directamente?- Me inquirió él con la mejor de sus sonrisas. -¿Cómo se llama tu barco?- le pregunté yo bromeando. -Es una embarcación de recreo blanca con el interior y los detalles en madera de nogal, con capacidad para unas 50 personas y se llama “TU SONRISA”. -Curioso nombre-Opiné yo con auténtica dulzura. -Cuando te fuiste Alaïs me dijo que bautizara este barco con lo que más me gustara de ti por que de ese modo es como si un pedacito de ti siguiera siempre conmigo y aunque de ti me gusta todo, tu sonrisa siempre me ha hechizado-. -Eres un encanto Iván-Le dije yo, tras lo cual le acaricié la cara y terminé por darle un delicioso y sensual beso en la mejilla. Acto seguido para disimular que me estaba sonrojando me asomé a la proa del barco y le pregunté- ¿Entonces, es así como te ganas la vida? ¿Paseando turistas?- 15
  • 16. -Unas veces así y otras haciendo de arqueólogo marino-Me contestaba él en tanto se acercaba a mi y se colocaba a mi lado. -Debes ser muy bueno en tu trabajo por que mientras tus compañeros están ancla-dos y muertos del aburrimiento a ti se te agolpan los turistas-Opiné yo asombrada. -Te contaré un secreto: mientras todos mis compañeros cuentan los metros que tiene el río Dubs y todo lo que abarca, yo les cuento la historia de la Diosa Alana…-. Me confesaba él. -…Yo más que como una Diosa me veo como una guerrera-Le interrumpí yo. -También hay Diosas Guerreras, ¿No lo sabías?- Me aseguró él con cierta picardía, tras lo cual hizo una breve pausa y me aseguró- Como te decía les cuento la historia de la Diosa Alana y de su amado Iván- Me resumió él. -Es decir que les cuentas un cuento de hadas-Concluí yo. -Sólo hasta donde estén dispuestos a creer. Mira está claro que para la mayoría son como dices tu un cuento de hadas, pero ¿nosotros quienes somos para juzgar a los demás ni decirles hasta donde deben creer?, además aunque no crean a todos parece gustarles más mis historias sobre la Diosa Alana que la historia aburrida sobre quien fue el fundador de este pueblo y de cuantos kilómetros abarca el río Dubs. Y si a eso le añadimos que en mi precio va incluida una comida de pescado fresco o marisco y también todos los días cuando mi primo Cristov se acerca a nosotros con su barca pueden comprarle pescado y marisco fresco para llevárselo a casa recién cogido del mar, y que otras veces son ellos mismos quienes pueden pescar en la barca de Cris…- Me narraba él ampliamente. -¿Sería mucho pedir que me contaras la misma historia que le cuentas a tus clientes?- Le pedí yo mimosa. -En absoluto, todo empezó el primer día que me hice a la mar Los turistas comenzaron a subir por la pasarela y fue precisamente Marí quien viéndome bajo de moral me preguntó -¿Le pasa algo joven?-. -No, nada solo que mientras que mi amada se encuentre lejos de mi el cauce del río Dubs seguirá creciendo con mis lágrimas por la ausencia de no poderla hoy tener y como cada día desearé tirarme al mar buscando el conjuro para hacerla volver- Le dije yo entre desvaríos, pero ¿sabes que? entonces me dí cuenta que todo el mundo se arremolinaba a mi alrededor para escucharme y yo hablando de ti me sentía mejor. -¿Quién es Alana?,¿La joven que le ha quitado el sueño quizá? –Me inquirió risueña Marí. -Alana es la más dulce de las criaturas y la más bella de las diosas que nació y se crió aquí, hasta que un día tuvo que emigrar para ocultarse de quien la quería matar, pero un día cuando sea lo suficientemente fuerte volverá a Fortuna para luchar y expulsar de esta pequeña villa todo el mal haciendo que vuelva a reinar todo el esplendor de antaño- Le narré yo. Richard un profesor jubilado que se hallaba escuchando en primera fila me instó a continuar- Sigue contando más historias de la Diosa Alana-. -Para entonces el barco estaba tan lleno que no cabía ni un alfiler y así zarpamos mar adentro como ha seguido siendo en los últimos 20 años- me narró amplia-mente Iván. -No me extraña que se te llene siempre el barco y que halla cola me has emocionado hasta a mi-Le confesé yo Entre tanto la buena de Marí acostumbrada a su paseo matutino en barca se subió a regañadientes a la embarcación de un hombre rudo, orondo, estatura media y de unos 50 16
  • 17. años al que le tendió una trampa al pedirle para sorpresa de los otros turistas y de él mismo -Cuéntenos la historia de la Diosa Alana-. Jacques, que así se llamaba el capitán del BLANCHE I resopló antes de comenzar con su versión de la historia ya que no era muy amigo de nada que se saliera de la realidad, tras lo cual y muy a su pesar comenzó con desgana a contar-La Diosa Alana con su melena pelirroja y sus ojos verdes de gata……..- -¡Pero como se atreve! estoy indignada la Diosa Alana en nada se parece a la mujer que usted está describiendo La Diosa Alana tiene una bonita melena castaña, ojos color miel, 1 70, una dulce y bonita sonrisa y la nobleza de un pura sangre reflejada en los rasgos de tu rostro y por la sinceridad que transmite su mirada yo diría que es la fiel imagen de Alaïs Deveroix cuando contaba su edad. Me siento ultrajada exijo que me devuelvan mi dinero y que me dejen bajar ahora mismo a tierra. Jacques ante la fuerza de carácter de Marí sin replicar hizo lo que le pedía, tras lo cual se dirigió en silencio y lleno de ira hacia “TU SONRISA” de tal modo que ambos pensamos que iba a abordarnos. Mientras Iván me ayudaba a bajar a tierra, él me observó de arriba abajo, tras lo cual lo acusó abiertamente-Mira Iván la próxima vez que decidas inventar un cuento de hadas para alguna de tus novias me avisas- -¿Pero tu cuantas novias has tenido?- Le inquirí yo entre risas -Solo tu, lo juro-me dijo él sonrojado. -Pues menos mal que solo hemos de enfrentarnos a una diosa solo nos faltaba a los demás-Protestó iracundo Jacques. -Creo que deberías añadir algo de magia a tu matrimonio y no tendrías tantos problemas matrimoniales-.Opinó Iván entre risas dirigiéndose a Jacques -Escucha niñato no te metas en mi matrimonio ni en mi trabajo-le amenazó aún más enfadado Jacques. -¿Qué pasa Jacques no te alegras de que te mandé clientela?-Bromeó burlón Iván -La próxima vez directamente no me mandes a nadie, no quiero saber nada de ninguno de los tuyos- Le aseguraba rotundo el capitán del BLANCHE I a Iván. Una vez en tierra Iván dirigiéndose a un chico moreno de suaves rasgos que se hallaba recogiendo sus aparejos de pescar nos presentó- Cris esta es la famosa Alana de la que tanto te he hablado, Ali este es mi primo Cristov-. -Encantado señorita-Me saludó él. -El placer es mío-Le aseguraba yo -Te pareces tanto a Alaïs….-Opinó Iván con dulzura -No me digas que tu también la conociste?-Le inquirí yo nada sorprendida . -Mira, cuando mis padres se establecieron aquí recuerdo que yo tenía cinco años y ellos no podían hacerse cargo de mí todo el tiempo por que tenían que trabajar. Entonces Tu tía-abuela nos acogió como si fuéramos de su propia familia cuidando todos los días de mí hasta que mis padres volvían de trabajar y me iba con ellos a un pequeño apartamento que teníamos de alquiler. Ella siempre me contaba cuentos sobre hadas y me enseñaba lo importante que era respetar a la naturaleza si quería que la madre naturaleza siempre fuese generosa conmigo.- Me explicaba él ampliamente, en tanto yo le hacía mi compra a Cristov. -Cristov voy a acompañar a la señorita y ayudarla a llevar su compra- Le anunciaba Iván a su primo que ahora se hallaba en la barca de espaldas a nosotros. En el trato con Iván sentí que había algo familiar entre nosotros, no se quizá por que de toda la gente con la que me había estado encontrado hasta el momento me había hablado de Alaïs en tiempo pasado y no hacia mas de una semana que había muerto y él 17
  • 18. me seguía hablando de ella como si aún siguiera allí, así que no dudé en preguntarle lo que de verdad quería saber-Iván me han contado que yo estuve viviendo aquí con mi tía cuando yo contaba quince años de edad y no creo que tu seas mucho más joven que yo y si dices que Alaïs cuidaba todos los días de ti supongo que alguna vez nos veríamos, es que en el poco tiempo que llevamos hablando me siento muy a gusto contigo y me da la impresión de que ya nos conocemos y no solo de mis sueños-. -¿Alguna vez dices? todos los días hasta la caída de la tarde, yo bebía los vientos por ti y tu me solías llamar "el incordio de hermano que nunca tuve", claro que era fácil de entender tu andabas muy ocupada escribiendo una especie de diario o cuento de hadas infantil llamado la Isla de Alana, investigando por ciertas zonas del jardín trasero cuando no haciendo travesuras para llamar la atención de Michell, un hico 10 años mayor que tu que nos hacia de niñera para pagarse los estudios cuando Alaïs estaba ocupada o debía salir-. Yo, al oír aquella historia me eché a reír al tiempo que un bonito rubor coloreaba mis mejillas y tan sólo conseguí decirle- lo siento-. -Tranquila, como ya he dicho no pasa nada, si me das tu permiso esta tarde me gustaría pasarme por tu casa, verás como ya te he dicho Alaïs siempre quiso potenciar mi amor y respeto por la naturaleza y como yo sabía que esas eran unas cualidades innatas en ti y solo con halagos sabía que no conseguiría llamar tu atención decidí dedicarme a la botánica para que me tomaras más en serio y que vieras que al menos teníamos algo en común. El caso es que cuando te fuiste lo hiciste de una manera tan precipitada que tenia un regalo guardado que había hecho para ti y cuando me enteré de que te ibas fui corriendo a buscarlo, pero cuando volví ya te habías ido y no pude entregártelo. Se que 20 años después puede parecer algo infantil, pero ahora que te he vuelto a encontrar, me gustaría mucho poder darte aquel regalo-. -Para mi será un honor que vengas a verme esta tarde Iván, ¿Te parece bien a las seis?- Le aseguré yo con la mejor de mis sonrisas. -Perfecto, así podremos seguir tranquilamente con nuestra charla ya que como puedes ver ahora el trabajo se me amontona-Me contestó él con la felicidad reflejada en su rostro. A punto de subir al coche el me llamó para decirme-Ah Alana y no te preocupes... recordarás-. -" A tu lado siempre recuerdo mi querido Iván" pensé yo con una gran dulzura, pero en su lugar me limite a sonreír. No fue precisamente por vergüenza fue por que a pesar de las circunstancias y de así desearlo, en mi corazón sentía que no era ese el momento, que aquella tarde sería mejor ocasión. CAPITULO III LA HISTORIA DE ALAÏS Cuando por fin llegamos a la tienda de anticuario de Alaïs “Cuando duerme el día y despierta la noche” Terry y yo decidimos comenzar nuestras pesquisas en tanto organizamos todo aquel desorden. Sus paredes originariamente parecían estar repletas de estantes de libros antiquísimos y objetos curiosos, aunque ahora en su mayoría se hallaban esparcidos por el suelo, como si alguien hubiera entrado buscando algo en concreto y por no haberlo encontrado hubiera querido pagar su frustración sumiendo la mayor parte de los libros en el más profundo de los caos. Dado que siempre me han interesado los libros antiguos pues todos parecen tener una interesante historia que contar he decidido pasar parte de la mañana aquí para poner 18
  • 19. orden en medio de todo aquel caos. Una vez conseguido parte de mi objetivo, Terry de entre todo aquel desastre me trae en la boca lo que parece ser un pequeño diario negro manuscrito de Alaïs y es precisamente en el que un día fue su despacho en el ático de la tienda donde me encuentro ahora leyendo, junto a la ventana con vistas al mar su diario con Terry, mi ahora pequeño cachorro, al cual le leo en voz alta y parece disfrutar mucho de su lectura. Imagino que así para él es más fácil y menos doloroso aceptar su pérdida. 30-Abril-5017 Yo Alaïs Deveroix comienzo hoy lunes este diario a la sombra del bergamoto que planté hace 50 años en el jardín trasero donde siempre me ha gustado poner a su sombra mi hamaca y leer un libro o ver a los niños jugando a esas edades son tan inocentes y felices…… Siempre bendeciré el día que sin saber como llegué a la pequeña villa de Fortuna donde todos mis sueños se me han hecho realidad y donde he pasado los mejores años de mi vida. Aquí encontré el amor verdadero hace 37 años, solo 2 años más tarde tuve a mis gemelas, las gentes de aquí siempre han sido como una familia para mi y aún hoy día tengo un negocio próspero y a mi inseparable Terry un cachorro de Fox Terrier tan dulce e inteligente como jamás se ha visto otro, el cual se halla tumbado y dormido ahora mismo sobre mi regazo. Hice una breve pausa para comentarle a mi pequeña bolita de pelo-Mira Terry Alaïs te menciona en su diario- . Él movía el rabo y daba saltos de alegría en tanto ladraba feliz como pidiéndome que siguiera leyendo y yo así lo hice. Si, a mis 71 años hago recuento de mi vida y puedo decir que la mágica villa de Fortuna ha traído siempre la felicidad a mi vida desde que me instalé aquí a los 20 años, por eso es aquí donde también quiero morir. Pero no estés triste mi dulce niña que la muerte no es el final de la vida sino el comienzo de otra mucho mejor de la que nos fue otorgada en nuestra forma mortal. Aprovechando que mi travieso y querido Terry se ha despertado y hace un esplendido día de primavera creo que iré a dar un paseo por el bosque. Para cuando me quise dar cuenta se me hizo la 1:00 del medio día por lo que resolví que ya era hora de volver a casa y así se lo hice saber a mi pequeña bolita de pelo- --Terry ya es hora de volver a casa, esta tarde volveremos a bajar a la tienda, no en vano nos llevaremos el diario de Alaïs con nosotros-. Mi pequeño cachorrillo me precedía en mi camino a la salida moviendo el rabo de lo contento que estaba. –Creo que a ti también te está gustando como está resultando el día de hoy ¿verdad Terry?-Opiné yo dirigiéndome hacia él, en tanto le seguía los pasos. Él sin pararse en su camino ha la salido me dio sus tres acostumbrados ladridos de aprobación y una vez llegó a la puerta esperó a que llegase yo para que abriera y salir los dos juntos. A posteriori subimos los dos al coche en dirección a casa. No tardamos mucho en llegar a casa, tras lo cual guardé la compra, me puse cómoda y preparé para ambos un guisado de carne y patatas. Nada más comer Terry y yo decidimos echarnos en el salón nuestra primera siesta. 19
  • 20. Eran las seis de la tarde cuando la fuerte tormenta que había estallado medía hora antes sobre la región de Fortuna se había vuelto más intensa y amenazadora. Un relámpago cayó delante de Terry y de mi cuando ambos mirábamos por la ventana asustándolo de tal modo que saltó a mis brazos buscando refugio. -No pasa nada cielo, tan solo es un poco de lluvia con algunos fuegos artificiales-Le dije yo a mi pequeño cachorro tranquilizándolo al tiempo que le acariciaba el lomo y le daba un dulce beso en su pequeña cabecita, tras lo cual añadí-Con el frío que hace ahora, será mejor que vaya a encender la chimenea-. Dicho esto Terry medió su ladrido de aprobación, tras lo cual se bajó de mis brazos y salió del comedor. Minutos después cuando yo ya tenía el fuego encendido regresaba él trayendo su mantita en la boca la cual colocó junto al fuego la acomodó a su antojo y a posteriori se echó a dormir. -¿Crees que con la hora que es ya y el tiempo que hace aún vendrá Iván, Terry?-Le consulté yo a mi adorable cachorrito. Él por única respuesta alzó la cabecita y me miró con cara de duda como queriendo decirme que él no conocía la respuesta a esa pregunta. En ese momento, alguien llamó insistentemente a la puerta y cuando abrí me encontré con Iván que estaba chorreando de pies a cabeza. -Pero Iván, ¿Como vienes con la que esta cayendo? Si estás hecho una sopa-Exclamé yo asombrada. -Es que he venido en bici, además lo único que importa es que mi regalo viene seco y a salvo-Me explicó él con cara de niño inocente. - ¿En bici y con este tiempo? debes estar loco y no insinúes siquiera que tu no importas de acuerdo, tu importas y mucho-Le regañé yo dulcemente, tras lo cual le invité a pasar en tanto le decía-Anda pasa será mejor que te seques antes de coger una pulmonía- En ese momento, él se acercó a toda prisa al calor del hogar en tanto decía-Hay que bien por fin una chimenea encendida con lo mucho que yo la necesitaba- -La acabo de encender-Le comuniqué yo, tras lo cual hice una breve pausa y le dije –Iré a buscar algo de ropa para que te cambies- . -Muy bien aquí te espero-Asintió él. -Creo que será mejor que vayas al baño a quitarte toda esa ropa empapada antes de que vayas a coger una pulmonía o algo peor-Le propuse yo en tanto me ponía en camino Ni 5 minutos después aparecía yo con algo de ropa mía. -Aquí tienes un polo de invierno y unos vaqueros creo que te estarán bien-Le anuncié yo en tanto le daba la ropa por una rendija de la puerta. Diez minutos después ya seco y cambiado de ropa se reunió conmigo en el salón y al tiempo que se sentaba a mi lado me preguntaba con dulzura-¿Has visto ya mi pequeño regalo?- -No, esperaba a que vinieras para hojearlo juntos, así me pareció que sería más especial- Le contesté yo manteniéndole la mirada. -Es un compendio de plantas curativas. Pensé que te gustaría tenerlo y te sería de gran utilidad si algún día te ponías mala-Me iba explicando Iván en tanto yo iba leyendo su trabajo detenidamente. -Es una idea excelente, por cierto Iván el día que me fui te vi llegar con tu regalo y al verte allí de pie observando como el coche se alejaba dos grandes lágrimas resbalaron por mi rostro, Creo que fue entonces cuando descubrí que mis sentimientos hacia ti habían cambiado-Le confesé yo, tras lo cual él con los ojos emocionados y la voz en un susurro me hizo a mi otra confesión-¿Sabes? Aquel día cambió algo en mi. No es que de verdad hubiese creído nunca en las hadas, pero aquél día las odié. Las odié por no 20
  • 21. haberte retenido más de tres horas y a mi contigo, hasta que Alaïs me explicó que lo que habían sido 3 horas humanas para ellas había sido toda una vida. Recuerdo que durante todo un año tuve pesadillas rememorando aquel día. En mis sueños te ibas en un coche negro y grande con una mujer de larga melena negra a quien nunca podía verle la cara y tu en el asiento de atrás pegabas las manos al cristal y me gritabas con lágrimas en los ojos "Iván, Iván, ven y ayúdame por favor Iván ven y ayúdame",pero yo como en la realidad no podía moverme estaba allí inmóvil con mi diario apretado contra mi pecho viendo como te ibas y también durante todo ese tiempo nunca hable con nadie. Mi madre me solía decir que todas las noches se tenía que levantar a consolarme por que yo en sueños te llamaba a gritos mientras lloraba desconsolado. Aquellas terribles pesadillas cesaron un día que Alaïs me dio una foto que nos había hecho a los dos juntos, la única que existía de nosotros dos juntos y en la que tu me mirabas y sonreías. Aquella noche soñé que los dos viajábamos en un tren escondidos entre los pasajeros y tu me asegurabas "Iván aunque tu parada llegue antes que la mía no le digas nunca nada a nadie por que cuando yo pueda volveré y nadie por mucho que quiera nos podrá volver a separar" yo te decía "pero Alana yo no me quiero bajar antes yo quiero estar contigo "pero tu me insistías" Debe hacerlo Iván debes bajar antes, para que nadie sospeche, cuando sea mayor volveré y entonces nadie me podrá obligar y siempre estaremos juntos. Debes hacerme caso Iván tampoco yo te quiero dejar marchar, pero no permitas que ellos sospechen este será nuestro secreto" Esto último ambos lo dijimos al unísono. -¿Como? ¿Tu también...?-Exclamó Iván asombrado. -Si Iván yo también tuve ese mismo sueño hace 20 años y me atrevería a decir que la misma noche que tu por que mientras soñaba me sentía acompañada-Le contesté yo, tras lo cual curiosa quise saber-Dime Iván ¿Que fue de aquella foto?- -La llevo siempre conmigo junto al corazón-Me declaró, dicho lo cual se sacó la cartera y me la enseñó Tras ver la prueba de que era cierto de forma mágica y casi sin darnos cuenta, nuestros labios se fundieron en un apasionado beso. -¿Que ha sido eso?-Quise saber yo segundos después sobresaltada al oir un fuerte estruendo que rompió aquel mágico momento. -¿Estás asustada?-Me preguntó con la mejor de sus sonrisas. -No, tan solo algo inquieta-Le aseguré yo al tiempo que iba y venía de un lado a otro. -Parecía un desprendimiento de tierra-Me dijo el al tiempo que se acercó a mi para abrazarme buscando calmarme. -Esta noche no vas a salir de aquí, el tiempo se ha puesto muy peligroso y será mejor que te quedes conmigo hasta mañana-Le pedí yo algo preocupada -Es un poco tarde ,¿Que te parece si preparamos la cena al tiempo que tu me cuentas un poco más de la mujer a la que le he sido fiel durante 20 años?-Me propuso él con una bonita sonrisa que iluminaba su angelical rostro Buena idea-Asentí yo en tanto me dirigía a la cocina con él. -¿Y bien?-Me inquirió él a la espera de lo que tanto ansiaba saber. -Bueno realmente no hay mucho que contar. Cuando regresé a España con mi madre acabé mis estudios, me busque un trabajo y me independicé. Al principio iba cogiendo trabajos temporales de dos o tres meses y si tienes suerte te puedes quedar en alguna empresa más tiempo, incluso indefinida, pero antes de que eso pasara, un 13 de marzo de hace 4 años cuando llevaba ya todo un mes sin trabajar, salí a dar una vuelta por un barrio que no solía frecuentar y vi "la casa de las flores" un pequeño invernadero donde había un letrero que decía que necesitaban dependienta. Entré, me hicieron un contrato de 3 meses prorrogable a otros 3 y a los seis, decidieron hacerme indefinida con ese 21
  • 22. dinero me compré el ático en el que vivo ahora. Todo iba bien hasta que hace 15 días cerraron "la casa de las flores" tras lo cual lo compré le cambié el nombre a la floristería por “El Paraiso de las Hadas” la redecoré y ahora vuelvo a tener trabajo-Le narré a Iván mientras yo preparaba un delicioso redondo de ternera con salsa de verduras para cenar y él ponía la mesa. -¿Y que me cuentas de tu vida personal? En este momento es lo que más me interesa- Me preguntó él con una sonrisa tan dulce como seductora. -En el tiempo que estuve trabajando allí conocí a un chico se llamaba Roberto, hablábamos en el trabajo, quedábamos de vez en cuando a tomar café, a cenar luego él me acompañaba a casa y yo lo invitaba a tomar una copa, nada serio, tras un año aquello terminó. Luego estuve demasiado ocupada para complicarme la vida con novios ni más obligaciones. Una noche recibí una llamada en la que el albacea de Alaïs me comunicaba su muerte y que yo era su única heredera luego te encontré a ti y el resto...- Le conté yo dando así por concluida mi narración -El resto es una historia que espero que podamos escribir juntos los dos-Me interrumpió él, tras lo cual al verme con la fuente de la cena me dijo en tanto venía hacia mi-Trae yo la cogeré- -Gracias-Le dije yo en tanto le entregaba la fuente cuidadosamente. -Dime antes de que yo te propusiera venir a verte esta tarde ¿Que otros planes tenías para esta tarde?-Quiso saber él cambiando de tema. -Pensaba hacerme un turt turístico por la casa de Alaïs para conocerla mejor, pues me da la impresión de que esta casa tiene mucha historia y muchos misterios que desentrañar- Le hice yo saber a Iván en tono misterioso. -Ahora que estoy aquí y ya que he pasado la mayor parte de mi infancia en la casa de Alaïs si quieres podría ser tu guía turístico-Me propuso él con una sonrisa tan amplia que mostraba una gran hilera de dientes blancos. -Excelente idea-Asentí yo. -Por cierto ¿Sabes ya que vas ha hacer con el negocio de Alaïs?-Quiso saber él interesado. -Pues me gustaría ordenarlo todo pues está todo patas arriba para saber que tipo de libros y objetos tiene Alaïs y lo primero sería buscar algún libro de registro o algo así para tener por donde empezar-Le contesté yo con la mente algo abstraída. -¿Que sucede Alana? te veo como si estuvieras preocupada por algo-Me inquirió Iván interesado. -¿No te parece muy extraño que en la tienda de Alaïs esté todo manga por hombro cuando en su casa reina un orden esplendido?-Le expuse yo al tiempo que un hervidero de ideas de las causas posibles sobre lo sucedido bullía en mi interior. -Tienes razón. Yo la conozco desde niño y nunca por dejadez o por pereza a tenido nada descuidado o desordenado-Asintió él a modo de explicación, tras lo cual hizo una breve pausa y añadió-Dime Alana, cuando entraste esta mañana en la tienda cuanto tiempo estuviste?-. -Se me hizo un poco tarde así que ni me quedé mucho rato, pero si estuve lo suficiente como para ordenar un poco parte de todo aquel caos y encontrar un viejo diario de Alaïs el cual comencé a leer en el ático de la tienda- Le informé yo. -¿Has comenzado ya a leer ese diario Alaïs?-Quiso saber él en tanto me cogía las manos con el semblante serio. -¿Que suede Iván?, pareces preocupado-Quise saber yo curiosa. Él en ese momento, aún sin soltarme las manos como si quisiera ocultarme algo apartó la vista de mi y guardo silencio, ante lo cual yo le dije-Iván desde que te conozco tengo la impresión de que eres alguien muy especial pero también de que me ocultas algo y me gustaría saber por que y que es- 22
  • 23. -Es algo que siempre ha sospechado todo el pueblo y que yo siempre he sabido... Ella confió en mi y me lo contó...debes entender que ella siempre te quiso, que fuiste lo más importante para ella y que tuvo sus razones para hacer lo que hizo-Me explicaba él muy dubitativo a la par que nervioso y muy excitado, ante lo cual yo me compadecí de él diciéndole-Ya es tarde y estoy cansada, creo que será mejor que nos vayamos a dormir y dejemos para mañana el turt turístico por la casa y todo lo demás- -Si, tienes razón, creo que será lo mejor. Yo dormiré en el salón así no te causaré ninguna molestia-Asintió él en tanto se ponía de camino al sofá. -Yo me voy al cuarto de Alaïs, voy a ponerme cómoda y a acostarme. En cuanto a ti, bueno...tienes tres opciones quedarte a dormir en ese sofá en el que tras 5 minutos tendrás la espalda dolorida, aposentarte en el cuarto de invitados y compartir cama con una gotera y una gran humedad o dejarte de tonterías y venirte al cuarto de Alaïs conmigo que la cama es lo suficientemente grande para los 2 y así de paso haremos que Terry esta noche se sienta un poco más seguro-. "Si claro, Terry" Pareció pensar él con aquella cara de niño bueno y aquella sonrisa traviesa, tras lo cual me contestó-No tenía pinta el sofá de ser tan incómodo y las goteras y la humedad son malas compañeras de cama...- -Lo que yo decía-Lo interrumpí yo con una mirada sonriente y una sonrisa maliciosa. -...y por otro lado...no podemos permitir que Terry que es aun un pequeño cachorro se asuste..-prosiguió él pícaro -Lo que yo decía-Intervine yo juguetona. -Así que creo que esta noche dormiré contigo, eso si te aseguro que no tienes nada que temer-concluyó Iván finalmente. -Lo se Iván, lo se-Le aseguré yo con suma dulzura. Nos hallábamos acostados en la cama cuando yo al tiempo que le acariciaba dulcemente su rostro angelical le propuse con la misma dulzura-Iván ¿Por que no me hablas de la etapa que viví aquí?- . -¿De verdad no recuerdas nada?-Comenzó preguntándome él. -A raiz de conocerte me han venido a la cabeza varias imagenes de una chica de unos 15 años que vestía de forma muy extraña como si perteneciera a otra época y casi siempre tenia el semblante serio como si estuviera alerta o preocupada para no ser sorprendida y algo muy fuerte en mi interior me dice que aquella chica era yo- Le narré yo. -Si,tenías la extraña manía de vestirte y comportarte de modo extraño cuando estabas sola o cuando creías que lo estabas, pues yo siempre me las arreglaba para verte a escondidas-. -Y gracias a eso hoy podrás ser mi memoria-añadí yo. -Eso espero, pero dime ¿Recuerdas alguna imagen en concreto?-Me preguntó él para tener algo de donde partir. -Recuerdo bajar corriendo desde aquí hacia el puerto bajo una dura e intensa lluvia con uno de aquellos extraños ropajes...a buscarte,por que necesitaba tu ayuda, no me asustaba la lluvia era...te necesitaba por algo más personal-Le conté para sorpresa de mi misma hasta donde mi memoria alcanzaba a recordar. Dicho lo cual me abracé a él esperando a que empezara con su relato. -¿Pero no era Terry el que tenía miedo?-Me dijo él riendo al tiempo que me cogía las manos tras sentir como yo lo abrazaba. -Si y yo la que tiene frío-Replique yo sin dejar de sonreír ni de abrazarlo. -Yo el día que llegaste no te conocí, pues ni mis padres ni tía Alaïs me dejaron alegando que habías hecho un largo viaje, estarías cansada y solo te apetecería descansar. Lo que la pobre Alaïs no sabía es la chiquilla tan curiosa y llena de energía que había traído y que sería ella quien cayera agotada solo una hora después de tu llegada-Comenzó 23
  • 24. narrándome Iván con un bonito rubor en su angelical rostro propio de la felicidad que en ese momento lo invadía, tras lo cual mientras me acariciaba las manos se animó a proseguir-Entonces yo te imaginaba como una chica dulce, tranquila, solitaria y sin complicaciones y digamos que aproveche aquel primer día para prepararme para una primera cita con alguien que suponía que era como yo. Aún así la curiosidad fue más fuerte que yo y a las 7 de la tarde me escape a conocerte-. -¿Cuanto tiempo aguantaste en realidad?-Quise saber yo intrigada. -No más de hora y media-Me confesó él tras pensárselo un poco. -¿Tanto?-Exclamé yo entre risas. Él se giró hacia mi, tras lo cual me preguntó mirándome feliz e impaciente a la cara- ¿Quieres que siga?-. -Si, si, por favor-Le contesté yo más impaciente todavía -Me puse mis mejores galas y subí hasta aquí en bici. Como se suponía que estaba en mi cuarto leyendo fui por la parte de atrás de la casa y en la parte de bosque que forma el jardín trasero, te vi vestida con un corpiño rojo y una falda negra hecha jirones, ibas descalza y doblabas los brazos al cielo, mientras girabas una y otra vez en lo que a mi se me antojaba como una especie de danza hipnótica para despertar a la naturaleza. Recuerdo incluso que al girar se te veían las piernas y haber pensado que tenías unas piernas preciosas. Me quedé demasiado absorto observándote por lo que tu dejaste de danzar, pusiste cara de preocupación y te adentraste corriendo en el bosque. Yo sin apenas proponérmelo corrí tras de ti, me tenías hechizado y solo sabía que no quería perderte. En tu huida te caíste y vi como en el muslo izquierdo tenias un tatuaje. Tu me mirabas con terror como si pensaras que yo te fuera a hacer daño. Quisiste levantarte para volver ha echar a correr pero te torciste el tobillo así que vencida te apoyaste en un árbol como si te sintieras indefensa ante mi. Yo para calmarte te entregué una rosa que había tenido todo el tiempo conmigo. Tu la aceptaste y me regalaste una sonrisa. Desde entonces aquellas escapadas eran nuestro gran secreto como también lo era que tu sabias que yo te espiaba a escondidas pero nunca me decías nada- Me narró él ampliamente aquel primer día. -Hay algo que no entiendo tu decías que no te hacia caso y que no te podía ni ver y ahora que éramos cómplices....-Dije yo dubitativa. -No sabría decirte, era...como una especie de juego entre nosotros algo que hacia realmente especial nuestra relación y por cierto aquella foto fue sacada el ante penúltimo día que estuvimos juntos el día que tu recuerdas-Me aclaró él. -¿Y que me dices de Michel? según tu yo bebía los vientos por él-Quise saber yo entendiendo cada vez menos. -A todas luces así era aunque reconozco que con el tiempo comencé a pensar que te gustaba reírte a su costa, pues cada vez que te veía acercarte a él, el pobre se ponía a sudar-Me contó en tono divertido, al tiempo que yo cerraba los ojos y me quedaba profundamente dormida. Creo que hacía mucho tiempo que realmente no dormía tan bien y relajada como aquella noche. Al tiempo que me iba quedando dormida sentía como mi espíritu se elevaba y flotaba incluso por encima de mi propio cuerpo como rodeado por melódicas notas de música invisibles, incluso mis sueños fueron mas relajados y felices que de costumbre. 24
  • 25. Acto seguido, Iván me apartó un mechón de la cara para a posteriori darme un dulce beso en la mejilla, tras lo cual me musito al oído-Buenas noches princesa-. CAPITULO IV LA NUEVA VIDA DE ALANA Aquella mañana nostálgica nos despertamos casi al mismo tiempo. A todas luces todo era perfecto: la chimenea estaba encendida las crepitantes llamas de las velas iluminaban el angelical rostro de Iván que seguía durmiendo a mi lado y todo era paz y tranquilidad a nuestro alrededor. Tan solo éramos él, Terry y yo y fuera en el día que empezaba a amanecer el olor a tierra húmeda tras la lluvia torrencial de la noche anterior acompañada del suave aroma de las flores y plantas así como del canto de los pájaros, era sin duda un momento mágico preludio de un día muy especial. De repente, Iván se giró hacia mi abrió los ojos y al tiempo que me acariciaba dulcemente la cara me saludó con la mejor de sus sonrisas y un-Buenos Días princesa- -Boun jour mon petit chery-Le respondí yo sumamente romántica haciendo alarde de unos conocimientos de francés que hasta entonces desconocía que tuviera. Sin previo aviso Iván comenzó a hacerme cosquillas ante lo cual yo entre risas comencé a protestar- No Iván para, no Iván por tu madre el higadillo no- -Oh si, el higadillo si-Me contradijo él también entre risas y acto seguido y completamente relajados cayó sobré mi y comenzamos a besarnos sin medida. Estábamos a punto de hacer el amor cuando él de repente paró y me dijo-Como te conté yo nunca he estado con ninguna chica así que yo no... yo nunca..- Yo con suma dulzura le corté para decirle-Iván, yo no quiero que me des explicaciones solo amarte y que me ames-. Acto seguido Terry como si nos hubiera oído salió de la habitación con su mantita en la boca y nosotros olvidándonos del mundo y dejándonos llevar por un intenso y sumo placer para ambos desconocido, nos amamos larga apasionada e intensamente en un arrebato de intenso placer que pareció transportarnos a otro mundo, otra era y otra dimensión un mundo solo de amor y placer que ambos deseábamos que fuese eterno. Tras aquel momento mágico de sumo placer en el que ambos caímos exhaustos, yo me dormí en sus brazos y me sentí como si estuviera durmiendo entre algodones, acunada en los brazos de un ángel. Cuando volví a despertar me sentí totalmente distinta, en algún momento, mientras dormía me transformé en una persona nueva era como si de repente mi verdadero yo hubiese despertado tras haber permanecido mucho tiempo sumido en un largo letargo, me sentí mágica, me sentí especial. Entonces volví mi mirada al dulce y aniñado rostro de Iván, que en ese momento abría los ojos, y volví a caer rendida ante aquellos ojos que transmitían tanta paz, tanto amor y tanta belleza.... Iván al verme con la voz sumamente aterciopelada me aseguró- Ha sido tan mágico volar de ese modo entre Ángeles- -¿Iván puedo hacerte una pregunta?-Le pedí yo con extrema dulzura. -¿Que quieres saber, princesa?-Me contestó él con la misma voz aterciopelada. -Es muy importante para mi que me digas que opinión tenías de mi cuando me conociste y que opinión tienes de mi ahora- le expliqué yo. -Pues veras ayer te vi como la mujer en la que siempre había imaginado que te habrías convertido dulce, culta y absolutamente encantadora, pero aún así una extraña, y ahora en este momento no es que hallas dejado atrás todas esas buenas cualidades, pero ya has despertado ya vuelves a ser aun de mujer como aquella chiquilla traviesa que yo conocí 25
  • 26. en el pasado-Me contestó él a modo de explicación haciéndome sentir radiante de felicidad. -Creo que será mejor que baje ha preparar el desayuno- Dije yo, tras lo cual concluí dándole un dulce beso en los labios. -Yo echaré otro madero a la chimenea para que podamos desayunar aquí calentitos ¿Que te parece?-Me consultó él. -Perfecto-Asentí yo. Una vez en la puerta de la cocina una clara escena mia con tia Alaïs apareció ante mis ojos transportándome en el tiempo 20 años atrás. Yo tenía 15 años y vestía un extraño traje en tonos marrones y ocres y estaba junto a ella en el banco de la cocina preparando el desayuno. -...Ahora terminamos de poner los panecillos en la bandeja del horno y los metemos dentro, ¿Ves lo fácil que es Alana?- Me decía Alaïs según íbamos avanzando en nuestra labor. Yo asentí con la cabeza,tras lo cual quise saber-¿Y puedo poner yo los panecillos en el horno Alaïs?- -Si, pero con cuidado, no te vayas a quemar, toma utiliza estas manoplas de cocina, yo mientras te iré abriendo el horno-Me contestó ella. En este momento con dulce nostalgia, recuerdo el olor a las flores silvestres que trepaban por la ventana de la cocina entremezclado con el olor a los panecillos de leche recién hechos. Aquel olor fue evocado de mis recuerdos con tanta fuerza que en aquel preciso instante decidí hacer para desayunar panecillos de leche y bajar al mejor invernadero del pueblo a comprar semillas y planteles para revivir el maltrecho jardín entre las cuales se encontrarían las flores silvestres que yo ahora también recordaba. De repente pasó algo muy extraño, tía Alaïs que estaba de espaldas a mi, a quien soy a día de hoy, se giró me sonrió y me guiñó un ojo, tras lo cual siguió hablando como si nada con la Alana del pasado de recetas de cocina y de cosas triviales. No tardé mucho en subir nuevo a la habitación portando esta vez una bandeja con dos buenas tazas de chocolate con canela recién hecho y panecillos de leche aún humeantes acompañados de pequeñas tarrinas de mantequilla francesa y otras de mermelada de todo tipo. Al llegar vi a Iván que se estaba acabándose de vestir junto al calor del hogar, el cual al olor del desayuno recién hecho se volvió hacia mi y exclamó- Mmm.... ¡Alana huele delicioso!, ¡al fin podré desayunar algo que no sea café ni croisanes y además gracias a ti casero de verdad!. -Se agradece, pero ¿no crees que exageras?-Le dije yo en tanto colocaba el desayuno sobre una mesita antigua de mimbre con dos sillas a juego que había junto a otra de las ventanas del cuarto de Alaïs y cercana a la chimenea. -Cielo, desde que me independice hace 5 años solo he tomado para desayunar café instantáneo y cruasanes de mantequilla, eso si muy franceses y muy ricos, pero estaba ya harto y como en mi trabajo tengo que madrugar mucho tampoco tengo tiempo para entretenerme con más si quiero desayunar-Me explicó él en tanto se acababa de abrochar el último botón de su camisa blanca, tras lo cual me tendió las manos al tiempo que me sonreía como señal para que me acercase a él y se las cogiera, a lo cual yo acepté gustosa. -Me alegro de las lluvias torrenciales de ayer, por que de lo contrario después de la cena y de un buen rato de buena conversación tomando una copa te habrías ido y francamente las últimas horas que he pasado a tu lado para mi han sido muy especiales- 26
  • 27. Le declaré yo mirándole a los ojos, tras lo cual le solté una mano para a posteriori, sin dejar de mantenerle la mirada acariciarle parte de su aniñado rostro y acabar dándole un dulce aunque apasionado beso sin dejar de acariciarle. -Hay algo que me inquieta, Alana-comenzó diciéndome él en tanto nos disponíamos a desayunar. -¿Que es?-Quise saber yo con la mejor de mis sonrisas. -Verás, se que todo lo que me has dicho es verdad, que me quieres y estás muy a gusto conmigo y yo contigo, pero veras no puedo olvidar que mientras que yo te he sido fiel 20 años tu...-Me confesó él preocupado. -Deja el tazón del chocolate que te puedes quedar sin desayuno cuando me escuches-Lo previne yo aguantando la risa, tras lo cual proseguí-Ya se que para todo el mundo tomar una copa es sinónimo de relajarse en los momentos previos de hacer el amor, pero verás en nuestra primera salida, ese medio día estaba yo terminando de recoger fuera cuando lo oí dentro hablando con su padre el cual le recordaba que no debía tomar ni una gota de vino ni de ningún otro alcohol por que sabía que se dormía y debía cumplir conmigo y ese día quizá por tratarse de una comida y no una cena todo fue bien, pero al día siguiente fue una cena y comenzó a ponerse demasiado cariñoso al menos para mi gusto, supongo que era por que a mi él no me atraía como algo más que un amigo. Bueno el caso es que me di cuenta de que a él no se le olvidaba el consejo de su padre, pero se moría por probar un poco de buen vino que yo me pedí a propósito para acompañar la cena el cual le ofrecí, pero que él muy inteligentemente supo rechazar, no así de camino a casa que aún estaba más cariñoso y le pedí que me invitara a su casa a tomar una copa. El muy inocente así lo hizo pensando que tras el primer trago yo me comenzaría a desnudar y haríamos el amor, solo que tras el primer trago él cayó redondo en el sofá y comenzó a roncar. Entonces yo cogí un taxi y me marché con mis amigas a bailar-. Al oír mi relato Iván prorrumpió en sonaras carcajadas. Cuando por fin paró de reír me dijo-¿De verdad le hiciste eso?, pobre chaval casi me da pena y todo-. -¿Que creías? yo no soy de las que se venden por una cena en un restaurante caro y ni siquiera por un buen empleo-Le expliqué yo muy orgullosa de mis principios. -Así se habla nena, por cierto este desayuno está exquisito-Me aplaudió él en gratas alabanzas. -Muchas gracias, Iván-Le contesté yo, y tras una breve pausa le narré el extraño suceso que me había sucedido en la cocina no mucho antes. -Siempre e creído en este tipo de cosas, pero no me deja de parecer cuanto menos curioso que mientras que Alaïs se giró hacia ti para hacer lo que hizo, la Alana del pasado no advirtiera tu presencia y que actuara totalmente ajena a todo como si no percibiese nada-Me comentó él. De repente una imagen mía con Iván me sobrevino a la mente de forma tan intensa que me hizo ruborizarme, hasta el punto de tener que bajar la mirada. -¿Que sucede Alana?,¿Que pensamiento está ahora recorriendo tu mente para que tengas ese bonito rubor iluminando tu bello rostro-Me inquirió él con la felicidad reflejada en su rostro como si aun a pesar de sus preguntas pudiera leerme el pensamiento. -Veras, yo... es....somos tu y yo....en un campo de flores...en el futuro...-Intenté explicarle yo balbuceando -¿Y ese futuro lo ves muy lejano o...?-Me inquirió él con cierta picardía. -¡Hey!-Le grité yo entre risas en tanto le arrojaba una servilleta a la cabeza, tras lo cual 27
  • 28. añadí-Será mejor que recojamos todo esto y comencemos el día. Por cierto mientras preparaba el desayuno he estado pensando en ello y creo que me instalaré aquí y continuare con el negocio de Alaïs. -¿En serio nena?, me acabas de hacer el hombre más feliz del mundo-Exclamó él alegremente alborotado en tanto bajaba las escaleras tras de mi. -Muy en serio- Le aseguré yo sintiéndome radiante de felicidad por como mi dulce ángel había reaccionado ante mi noticia. En ese momento alguien llamó a la puerta, tras lo cual le anuncié a Iván -Voy a abrir cariño- -Deja que vaya yo que tiene que entrar mucho frío después de toda la noche lloviendo ahí fuera-Se ofreció galantemente. -¿En serio anoche llovió? no me enteré como pasé toda la noche y parte de esta mañana en el cielo con un ángel...-. -Yo un... ángel-Dijo el sorprendido a la par que ruborizado, tras lo cual añadió-yo juraría que aquí el ángel lo eras tu-. -Yo abriré que he llegado al salón antes, tu mientras podrías volver a abrocharte la camisa, que ahora tenemos visita-Le dije yo en tanto iba a abrir la puerta. Al abrir la puerta vi ante mi a un chico sumamente atractivo, 1 80 de altura, porte elegante, ojos oscuros, pelo negro a media melena, fue entonces cuando comprendí que se trataba de Michel. En ese momento instintivamente miré hacia atrás y al ver a mi dulce Iván tras el sofá no lo pude remediar y le grité- Deprisa escóndete ahí, tras el sofá-. Iván siguiendo con la broma así lo al tiempo que exclamaba-¡Glup!-. En ese momento yo aguantando la risa mire a Michel al tiempo que le aseguraba-Cariño esto no es lo que parece-. -Vaya pasas a buscarme al trabajo, me quedo a cenar y dormir contigo, me atacas el higadillo, hacemos esta mañana el amor, los dos volamos por el mismo paraíso, compartimos confidencias mientras desayunamos, te llamo nena sin que tu protestes, pues yo diría que esto si es lo que parece, Alana-. Protestaba Iván con cara de niño travieso. -Yo con cara divertida miré primero a Iván y luego a Michel tras lo cual le dije a este último-Cariño, entonces me temo que esto si es lo que parece-. -A...A...A...lana, ¿Tu eres... Alana? Jamás pensé que 20 años después te convertirías en una mujer tan preciosa -Me declaró Michel entre balbuceos. -Bueno, tu nunca tuviste mucha imaginación ¿Verdad Michel?-Le inquirió Iván en tono sarcástico cara a cara y tras el sofá. -Y donde está Alana no podía faltar el rubito torpe y simplón de su amiguito Iván. Dime Iván sigues detrás de Alana con tan poco éxito como entonces o ahora es peor?-Añadió Michel con ánimos de herir los sentimientos de Iván para que presuntamente saliese corriendo de allí con lágrimas en los ojos y así él pudiera quedarse a solas conmigo, pero nada más lejos de la realidad, pues Iván haciendo alarde del galán que era le contestó- Pues para no tener éxito en antaño siempre estábamos juntos y siempre que nos necesitábamos nos teníamos el uno al otro y en la actualidad somos pareja, ¿Verdad que si nena?-. -Desde luego que si mi dulce ángel-Asentí yo a la par que le mantenía la mirada a Iván con los ojos llenos de estrellas. Michel al observar como miraba a Iván y tras oír lo que le había dicho furioso me atacó diciendo-No importa el tiempo que pase Alana tu siempre seguirás siendo tan..- - 28
  • 29. ¿....infantil, esa es la palabra que buscabas?-Lo corté yo irónicamente dejándolo sin palabras, tras lo cual añadí orgullosa- Y de ello me vanaglorio Michel, y de ello me vanaglorio- En ese momento dado que algo en mi interior me sugería que era mejor invitarlo a pasar así lo hice-Ahí fuera hace un frío helado e imagino que querrás pasar a calentarte al calor del hogar-. -Gracias, pasaré-Aceptó él la invitación algo más relajado a ciencia cierta con la intención de acabar con la complicidad y el romanticismo que reinaba entre Iván y yo. No hubo dado ni tres pasos en el interior de la casa cuando Terry que hasta entonces dormía pacíficamente cerca del hogar en su mantita se levantó y con un pequeño trote se dirigió hacia Michel, se colocó junto a él, tras lo cual orinó sobre su pierna izquierda, me miró con una sonrisa como si pensara "misión cumplida Ali", y finalmente volvió a su mantita a seguir durmiendo. -Se ha meado en mi pierna, ese maldito perro se ha meado en mi pierna-Exclamaba montado en cólera Michel. -Bueno Michel, ya sabes lo que dicen, los perros tienen la costumbre de marcar su territorio así que yo que tu no me lo tomaría demasiado mal, yo creo que es su modo de decir que te quiere de amigo-Le dije yo a Michel a la par que hacia verdaderos esfuerzos por aguantar la risa A posteriori, en silencio él se dirigió hacia él sofá en tanto Iván y yo nos acercábamos poco a poco el uno al otro, tras lo cual cogidos de la mano, nos dirigimos a la parte más cercana al hogar y a Terry donde cogidos de la mano posteriormente nos sentamos. -¿Y bien Michel, a que debemos el placer de tu visita?- Le pregunté yo a nuestro invitado cortés a la par que irónicamente, en tanto con sumo placer acariciaba las manos de mi dulce Iván siendo a la par correspondida por él de igual modo. Con él tono de voz más grave y más seco Michel me contestó sin más premura -Mira Alana sin andarnos con tantos tapujos, yo he venido para pedirte que te cases conmigo. Yo soy vaquero y tengo un negocio prospero en el que estoy ampliando muy rápidamente el número de mis vaquerías, ya tengo una en cada una de las regiones del Perigord que no se si estas al corriente que hacen un total de tres y tengo informes que en las tres la mayor parte de vacuno que se consume y de leche proviene de mis vaquerías, pero eso es solo el principio pues pienso ampliar a nivel nacional. En cambio, ¿Que te espera al lado de este "pobre" paseante de turistas y pescador, si no una vida llena de miseria y un hedor insoportable a pescado?-. Tras aguantar estoicamente su ególatra propuesta, que más que una propuesta me sonó como un alarde de sus logros y ambiciones comerciales, le contesté llena de ira por la forma tan despreciativa con la que habia llamado a Iván, pero con suma educación- Michel, ser pobre no es nada vergonzoso, lo cual dicho sea de paso no creo que sea el caso de Iván dado el floreciente negocio que tiene, pero te puedo asegurar que aunque así fuera, seguiría siendo su novia, pues lo amo con toda mi alma y todo mi corazón. En cuanto a su olor te puedo asegurar que no huele nada a pescado, pues conozco cada recodo de su cuerpo y mientras su pelo huele a la lejana y hechizante brisa del caribe, el suave aroma embriagador que desprende su piel es una mezcla de la suavidad, el sumun de la ternura propias del dulce ángel que es que entremezclado con la dulce miel de sus labios que evocan los dulces recuerdos y sueños compartidos en antaño así como la certera promesa de un futuro increíble y eterno compartido a su lado, toda esa combinación es un éxtasis embriagador y eterno para los sentidos de tal modo.....- -¡YA ES SUFICIENTE!-Me grito Michel montando en cólera, a la par que con los ojos enrojecidos por la ira. 29