1. EL BINOMIO DE LA REELECCION
La formula Santos- Vargas tiene gran opción de ganar las elecciones. A
PRIMERA VISTA TIENE LOGICA, PERO TAMBIEN TIENE RIESGOS.
ESE DIA SANTOS Y VARGAS SE VEIAN MEJOR QUE NUNCA. Había buena química en el
ambiente. Los dos sonreían, se veían relajados y disfrutando ser los protagonistas de
un buen momento político. Apenas aparecieron cada uno en sus respectivos podios
quedo claro que la crónica de una vicepresidencia anunciada se volvía realidad.
Después de oficializar el nombramiento, el presidente entro en materia con dos
argumentos : “German Vargas cumple como pocos colombianos los requisitos para ser
vicepresidente de la republica…
Su nombramiento no corresponde a ningún calculo político ni a una alianza electoral de
ultima hora, sino a una legitima convicción”. Y luego agrego que se trataría “de una
vicepresidencia diferente, que estará al frente de los grandes proyectos, de los grandes
retos que tiene el país”
El primer argumento, obviamente, no es verdad. La selección de Vargas Lleras
obedece ante todo a un calculo político y a una alianza electoral. Eso es lo normal y
tiene toda la lógica. Vargas Lleras es tal vez el único vicepresidente en la historia
reciente que le agrega votos al candidato, Por lo general esa figura no suma pero si
puede restar si el escogido no gusta.
German Vargas si suma. Y es por la sencilla razón de que también es la primera vez el
numero dos tiene mas popularidad que el numero uno en las encuestas . por otra
parte, tiene un electorado propio que no necesariamente coincide con el del
presidente. Santos es centro y Vargas es derecha. La expectativa es que esta alianza
produzca el milagro de un triunfo en primera vuelta. Si eso no es calculo político. ¿qué
es?
El segundo argumento del presidente si es real. Vargas va a ser un vicepresidente
diferente, muy diferente. Dado su status de ex ministro estrella y primero en la fila
india tocaba mejorarle la oferta. Y la mejora consistió en darle facultades y
responsabilidades diferentes a las que sus antecesores habían tenido en el pasado.
Concretamente se hablo de dos frentes : infraestructura y vivienda. La teoría es que
dadas las quejas sobre ejecución que ha tenido este gobierno y el reconocimiento del
nuevo vicepresidente como ejecutor la formula caía como anillo al dedo.
Vargas Lleras, mas esbelto que antes y consciente de su protagonismo como el
hombre del momento, irradia una combinación de simpatía y sobrades. En una de sus
múltiples entrevistas se le soltó la lengua y dijo mas de lo que le tocaba. “No estaré
para hablar de lo divino y lo humano y mucho menos de manera picante y provocadora,
ni paseando en el exterior”
Eso fue interpretado como una alusión a Angelino Garzón, de quien aparentemente
quería diferenciarse. Garzón, ofendido, presento su renuncia a la embajada de Brasil a
donde tenia planeado viajar en las próximas semanas. Digno y discreto, en su
renuncia no menciono el golpe bajo e invoco “motivos personales”. Sin embargo,
hablando con los medios se saco el clavo y soltó algunos comentarios “picantes y
provocadores”. Haciendo referencia a la supuesta sucesión segura de Vagas dijo: el 25
2. de mayo, en Colombia no se van a elegir dos presidentes, sino presidente y un
vicepresidente”
Curiosamente, cuando SEMANA publico en septiembre una portada titulada ¿ German
vicepresidente? ,especulando sobre la posibilidad de que Vargas aceptara ese cargo,
este se indigno y la rechazo enérgicamente. En ese momento, con Santos en el piso en
las encuestas y Vagas en el cielo, se pensaba que cualquier cosa podía pasar. Durante
algunas semanas se hablo de una eventual candidatura de Vagas Lleras como una
carta ganadora. Este, sin embargo, decidió jugársela por la lealtad y esa decisión fue
acertada. En Colombia la deslealtad se paga muy caro y las elecciones las gana no solo
el que tiene la popularidad sino también la maquinaria. y la maquinaria la tiene el que
tiene la sartén por el mango, es decir el presidente.
Ante esta realidad Vargas tenia que decidir que iba a ser de su vida en los próximos
cuatro años. Descartaba cualquier embajada y volver a ser ministro no le llamaba la
atención. Como para ser candidato a la presidencia en 2018 se requería mantenerse
vigente, la vicepresidencia que antes despreciaba se volvió una opción. Al fin y al cabo
representaba tribuna, sueldo y, con las nuevas atribuciones, oficio y poder.
En términos generales, el nombramiento fue bien recibido, aunque no faltaron
críticos. Muchos colombianos coinciden en que electoralmente el dúo dinámico era
una formula poderosa. Es en la parte de la ejecución donde hay temores. No por falta
de capacidad del futuro vicepresidente, sino por el potencial de conflicto que se podría
estar creando. El anuncio que hizo Santos de que Vargas seria el encargado de liderar
los grandes proyectos de vivienda e infraestructura del país han generado
interrogantes sobre el cual seria el papel de los ministros de esas cartera.
Normalmente el presidente orienta y el ministro ejecuta, pero no hay antecedentes de
una instancia intermedia entre los dos. A esto se suma que el recién nombrado
vicepresidente tiene fama de ser un hombre mandón, bravo y hasta explosivo.
Las otras criticas son mas bien de forma y no de fondo. Como Santos y Vargas son
bogotanos, delfines y estrato 6, las acusaciones de centralismo cachaco y elitista son
tan entendibles como inevitables. También se dijo que el nuevo copiloto no compartía
el entusiasmo de su jefe por el proceso de paz. Por otra parte, desde el momento en
que se anuncio el nombre del vicepresidente surgieron las criticas de que la formula
era clientelista. Todo esto en gran parte es verdad, pero el hecho de fondo es que los
dos estadistas de talla nacional, políticos curtidos y efectivos, conocedores de la
realidad y conscientes de los retos por venir .
La critica de que los dos representan prácticamente lo mismo tiene tanto de largo
como de ancho. En el pasado los candidatos a la presidencia con frecuencia buscaban
un vicepresidente que tuviera lo que ellos no tenían. Si el candidato era un hombre
bogotano, buscaba una mujer costeña. Si tenia un perfil elitista, elegía un sindicalista,
y asi sucesivamente. Esto se traducía en que en la eventualidad de la incapacidad
transitoria o fallecimiento del primer mandatario, la persona que lo reemplazaría
representaba exactamente lo opuesto de lo que habían escogido los electores. Eso
definitivamente no sucede esta vez. Y a esto hay que agregarle que la única función
que tiene el cargo de vicepresidente en la constitución es estar en la banca y poder
desempeñarse como presidente cuando este falte. Por lo tanto, lo único importante es
que tenga el reconocimiento, la capacidad y la experiencia para ejercer de numero
uno. German Vargas Lleras definitivamente, llena esos requisitos.
3. Todas las anteriores consideraciones y reflexiones tienen algo de inútil. Como el
gobierno va a presentar el próximo 20 de julio un acto legislativo para reformar la
constitución que incluiría eliminar la vicepresidencia, esta controvertida figura podría
dejar de existir. Habrá que ver si se regresa a la figura del designado que había antes
en la constitución del 91 o simplemente se establece que un determinado ministro
asuma el poder en caso de ausencia del primer mandatario. En todo caso, bueno o
malo, Vargas Lleras podría ser el ultimo vicepresidente de Colombia.