Arqueología de la Arquitectura. La construcción romana: materiales y técnicas

Marzo, 2021 I Campus de Arqueología de Castiliscar 1
Arqueología de la Arquitectura
la construcción romana: materiales y técnicas

Un icono de la Antigüedad Clásica

¡¡¡Muchísimas gracias!!!

La Arqueología de la Arquitectura
Una “Arqueología” en auge
Con un gran aporte de la
escuela francesa, a partir
del clásico libro de J.-P.
Adam, La construction
romaine (1984, del que se
han hecho ya once
ediciones), en los últimos
años, la Arqueología de la
Arquitectura ha
reivindicado el estudio de
los paramentos
constructivos y de la
técnica constructiva
romana (“Arqueología de
la construcción”) como
herramienta para hacer
Historia. A la derecha,
volumen de los Anejos de
Archivo Español de
Arqueología, coordinado
por A. Pizzo (2009), acaso
junto con R. Mar y con A.
Azkárate, introductores de
la especialidad en España.

De la Arqueología de la Arquitectura…
… a la Arqueología Virtual

Un caso práctico

Una disciplina tradicional, imperial
La teorización sobre la arquitectura romana
Con el inicio del
Principado, se compuso
la monumental obra de
los diez libros de
arquitectura, entre el 27 y
el 23 a. C., por M.
Vitrubio Polión, y que
recoge lo esencial de la
práctica arquitectónica de
Roma. El De
Architectura, de hecho,
sigue siendo consultado
hoy tras la extraordinaria
fascinación que despertó
durante el Renacimiento.
Junto a estas líneas
grabado de Sebastian Le
Clerc, de 1684, figurando
a Vitrubio presentando a
Augusto su obra.

De Architectura, 1, 5, 1
<< Los basamentos de las torres y de los muros
(turrium murorumque fundamenta) se harán de la
siguiente forma: hay que cavar hasta lo sólido (ad
solidum), si es que se puede alcanzar, y en lo
sólido (in solido) tanto cuanto parezca necesario a
razón de la importancia de la obra (pro ratione
uideantur), en una anchura superior a la de los
muros en elevación. Su grosor será más ancho que
el de las paredes que se vayan a levantar sobre
tierra y la cavidad que quede se rellenará con un
compuesto lo más sólido y consistente posible
(solidissima structura) >>
Vitrubio
(80-15 a. C.)

Platón en algunos pasajes (Leg. 6,
780d) y Aristóteles en otros (Pol. 7,
10, 1-7) ya advertían de la
importancia de que la ciudad
satisfaciera determinadas
necesidades y articulase el modo de
vida de la población. Sin embargo,
fue Roma quien, a partir sobre todo
de la conquista de Italia (siglo II a.
C.) llevo a cabo su culminación, no
tanto con una teorización del
urbanismo o de la arquitectura
como con una práctica real de
ambos. El De Architectura libri
decem de Vitrubio servía,
precisamente, a ese objetivo
fundamental.
Precedentes prelatinos

El carácter pragmático de la civilización romana
Junto a estas líneas, una
de las placas del catastro
de la colonia de Arausio
(Orange, en la
Narbonensis). En el
momento de la fundación
se procedió a articular las
parcelas en decumani y
kardines a partir de un
sistema de tributarii, que
ha dejado huella en este
sensacional documento
epigráfico (Piganiol, A.,
Les documents cadastrés
de la colonie romaine
d’Orange, París, 1962). La
colonia se fundó en el 36
a. C. pero la partición
catastral debió hacerse ya
en época de Vespasiano.

El carácter pragmático de la civilización romana
A la izquierda, otro
ejemplo de articulación
urbanística romano, la
denominada forma Urbis
Severiana (Lanciani, R.,
Forma urbis Romae,
Roma, 1990), una gran
planta de Roma, de 18,10
x 13m que decoraba una
de las aulae del templum
Pacis (a la derecha) entre
el 203 y el 211 d. C. (se
conservan más de 1100
fragmentos: catálogo
completo en
http://formaurbis.standf
ord.edu/).

De Architectura, 1, 3, 1 y 2
<< (…) lugares comunes destinados a uso público, como son
los puertos, foros, pórticos, baños públicos, teatros, paseos y
construcciones similares, que se disponen en lugares
públicos atendiendo a una misma finalidad de uso (quae
isdem rationibus in publicis locis designantur). Tales
construcciones deben lograr seguridad, utilidad y belleza
(ratio firmitatis, utilitatis, uetustatis). Se conseguirá la
seguridad cuando los cimientos se hundan sólidamente
(fundamentorum ad solidum depressio) y cuando se haga
una cuidadosa elección de los materiales, sin restringir
gastos. La utilidad se logra mediante la correcta disposición
de las partes de un edificio (usus locorum dispositio) de
modo que no ocasionen ningún obstáculo, junto con una
apropiada distribución, orientadas al modo más conveniente.
Obtendremos la belleza cuando su aspecto sea agradable y
esmerado (grata et elegans), cuando una adecuada
proporción de sus partes plasme la teoría de la simetría >>
Vitrubio
(80-15 a. C.)

Los valores vitrubianos: la ratio firmitatis (“solidez”)
Las partes y compromisos de la arquitectura
A la derecha, ejemplo de gran sustrucción en opus
caementicium en Lumbier (Navarra), la ciuitas de
los Iluberitani. Sobre estas líneas, ejemplo de
cimentación de gran solidez empleando la técnica
del criptopórtico, muy habitual en el mundo
romano, en Emporiae (Ampurias).

Los valores vitrubianos: la ratio firmitatis (“solidez”)
Sobre estas líneas, reconstrucción volumétrica,
de J. Ruiz de Arbulo del templo y porticado del
foro de Emporiae (Ampurias, Girona). A la
derecha, fotografía, de L. Romero, del
sensacional criptopórtico de Santa Criz de
Eslava (Navarra).

La construcción romana: aspectos técnicos
La firmitas: la cimentación de los edificios

Los valores vitrubianos: la utilitas (“distribución”)
Un caso estándar
hispanorromano de
ubicación de los
edificios públicos en el
centro del espacio
colonial: la colonia
Ituci (Torreparedones,
Baena, Córdoba),
según Á. Ventura, J. A.
Morena y C. Márquez.

Los valores vitrubianos: la utilitas (“distribución”)
Un singular caso
hispanorromano
de
desplazamiento
de la axialidad
del foro: el foro
de la colonia
Caesar Augusta
(Zaragoza)
condicionado
por la
importancia del
curso del Ebro y
de la condición
de la colonia
como puerto
fluvial, según C.
Aguarod y P.
Galve.

La utilitas: la gestión del territorio y de sus posibilidades

Los valores vitrubianos: la uenustas (“belleza”)
Dos ejemplos de la posición preminente de los
templos, el santuario en terrazas de Munigua (Mulva,
Sevilla) o los templos en batería de Baelo Claudia
(Bolonia, Cádiz).

La uenustas: las ciudades-escaparate

Los valores vitrubianos: loca saluberrima (“salubridad”)
Vitrubio (De Arch. 1,
5) es especialmente
generoso en datos
sobre las
recomendaciones
relativas a la
salubridad de los
emplazamientos. Junto
a estas líneas, Pont du
Gard de Nîmes que
durante 50 kilómetros
trasladaba agua (20
millones de litros de
agua diariamente) de
los manantiales de
Uzès a la colonia
augústea de
Nemausus.

La salubritas: mejorando las condiciones de vida

La
extraordinaria
perfección que
alcanzaron las
obras públicas
romanas
descansó sobre
un notable
desarrollo
tecnológico en
materia
topográfica. A
la izquierda,
dioptra,
descrita por
Herón de
Alejandría, y
empleada para
trabajos
topográficos. A
la derecha, la
groma (nivel)
esencial de
nivelación en la
antigua Roma.
La topografía

La topografía en la articulación de la red viaria

Los basamentos y las cimentaciones: fundamenta
A la derecha, basamento del templo de Júpiter
Óptimo Máximo, o Júpiter Capitolino, en
Roma, en la colina del Capitolio, hoy
conservados como parte de los Museos
Capitolinos. Del templo, reconstruido sobre
estas líneas, sólo se conservan los cimientos
(fundamenta) de hasta 5 metros de altura, en
grandes sillares.

Varios ejemplos de
singulares soluciones
romanas para la
cimentación: templo
de Portunus, en
Roma, donde el área
arcillosa vecina a la
Isola Tiberina se
fortaleció con toba
triturada, y templo de
Adriano en Roma, en
Piazza di Pietra, con
mampostería como
elemento de soporte
sobre sillares.

A la derecha, esquema de zanja de cimentación y
cimientos en mampostería en el teatro de
Argentomagus, en Argenton-sur-Creuse, en
Aquitania, según diseño de J.-P. Adam. Sobre
estas líneas, imagen del citado edificio.

Los basamentos y las cimentaciones: a fundamentis
AE 1983, 776 de Cirpi, en Pannonia AE 1990, 805
de Aquincum,
en Pannonia
CIL XIII, 8236 de Colonia, en Germania Inferior

Las máquinas de construcción
A la izquierda, reconstrucción,
según J.-P. Adam, de la rueda de
elevación/polipasto atestiguado en
un relieve epigráfico (CIL X, 3821,
sobre estas líneas) de Capua. Junto
a él, esa misma máquina en el
relieve de la tumba de los Haterii
de Roma. Gracias a aparatos como
éstos, Roma pudo izar los
materiales arquitectónicos
empleados en sus construcciones.

Máquinas de construcción y preparación de paramentos
Arriba, escena de construcción decorando el caldarium de la uilla de San Marcos, en Stabiae (según J.-P. Adam y P. Varène) y
abajo dibujos de J.-P. Adam sobre arquitectura romana: movimiento de un sillar sobre rodillos de piedra (a la izquierda) y
síntesis de sistemas de elevación e izado de sillares: espigas de elevación, garras y clavijas/castañuelas (a la derecha).

A través del
empleo de
cimbras circulares
o triangulares
(concreccionadas)
o bien al modo
pétreo (de
dovelas), a hueso,
los romanos
levantaron arcos y
bóvedas como
elementos
sostenidos
fundamentales.
Bóvedas con
casetones en la
basílica de
Majencio y
Constantino (306-
312 d. C.) del foro
de Roma e interior
del arco
quadrifrons de
Capera (Caparra,
Cáceres) de época
flavia.
Arcos y bóvedas

Los principales materiales de construcción romanos
Arcilla (adobe), madera y piedra fueron los
principales materiales constructivos romanos.
Sobre estas líneas vivienda moderna en Layana
(Zaragoza) con zócalo de sillarejo, ángulos en
sillares y recrecimiento de adobe. A la derecha,
edificio de adobe de Contrebia Belaisca
(Botorrita, Zaragoza).
La construcción romana: aspectos materiales

Esquema de trabajo en cantera, según J.-P.
Adam, sobre estas líneas. A la izquierda, cantera
romana del Mèdol, en Tarragona, para la
obtención de la denominada pedra Mèdol, clave
en el despegue urbanístico de Tarraco.
La piedra: las canteras romanas

A la derecha,
procedimientos de
extracción en
cantera según J. C.
Bessac: zanjas y
cuñas en posición
horizontal (A-C) o
con la fractura
vertical de bloques
con cuñas (D y E).
El resultado suele
ser el de la imagen
de la izquierda, de
la cantera del
Mèdol, con los
bloques extraídos,
en negativo.
La piedra: las canteras romanas (y II)

Junto a estas líneas,
evidencias de algunos
de los tipos de técnicas
extractivas de bloques
pétreos más
atestiguadas en
Hispania: cuñas y rasas
y, abajo a la izquierda,
huella del primer
procedimiento sobre
sillar del acueducto de
Los Bañales
(Uncastillo, Zaragoza).
La piedra: las canteras romanas (y III)

Definiríamos el opus
quadratum como el
aparejo murario de sillares
bien escuadrados más
representativo de la
construcción romana. A la
izquierda, sustrucción del
criptopórtico meridional
del foro de Los Bañales
(Uncastillo, Zaragoza) con
almohadillado y
anathyrosis y fundamento
en roca.
El opus quadratum
Los aparejos de sillares

Paramento de opus
incertum de Pompeya.
Esta técnica incluía
pequeñas piezas de
sillarejo colocadas
irregularmente en el
interior de un paramento
de hormigón (opus
caementicium). Se empleó
durante época republicana
siendo después sustituido
por el opus reticulatum.
El opus incertum
Los aparejos en sillarejo

Llamamos
opus
reticulatum a
un aparejo
reticulado de
mampostería
con piezas
romboidales
irregulares,
muy habitual
en el siglo I a.
C. A la derecha
de la
diapositiva,
opus
reticulatum en
Villa Hadriana
(Tívoli, Italia).
A la izquierda,
opus quasi
reticulatum de
Saepinum
(Altilia, Italia).
Los opera reticulata

Arriba, pintura de la tumba de Trebius Iustus (CIL VI,
37833) de Roma con escena de obra constructiva con
andamiaje y aparente estructura interna de opus craticium
(“obra enrejada”). A la derecha, vivienda en opus craticium
en Pompeia. Es la técnica que se ha seguido para la
reconstrucción arquitectónica operada en Carnuntum, a las
afueras de Viena (Austria).
El opus craticium

El opus
africanum,
habitual en
dicha región
mediterránea
desde la época
púnica, alterna
sillares con
mampuestos en
posiciones
diversas. En la
fotografía,
muro Oeste de
la basílica de
Baelo Claudia
(Bolonia,
Cádiz), en opus
africanum.
El opus africanum
Los aparejos en sillares y sillarejo

Ladrillo romano sellado en
época de los cónsules
Aproniano y Paetino (AE 1889,
72, de Roma) en el año 123 d.
C. Arriba, bloque de ladrillo
fabricado por la legio XIIII
G(emina) muy activa en la
conquista de Britannia. Sobre
estas líneas, proceso de
fabricación de ladrillos según
J.-P. Adam y a la derecha opus
testacceum de la via Appia.
El opus testaceum y el ladrillo romano
Los aparejos ladrillo

Opus spicatum
recreado, a la
izquierda, y
pavimento
siguiendo esta
técnica en la
ciudad romana de
Campo
Real/Fillera en
Sos del Rey
Católico
(Zaragoza).
El opus spicatum
Los aparejos en ladrillo

Opus spicatum y construcciones hidráulicas

Paramento de opus
uittatum (“obra con vetas”,
normalmente sillarejo de
pequeño tamaño
alternando con hileras de
ladrillo) en el Aqua Marcia
de Roma, a la derecha.
Junto a él, detalle de las
arquationes del Acueducto
de Los Milagros de Mérida
(Badajoz), en opus mixtum
que mezcla ladrillo y
sillares o mampuestos.
Ambos son habituales ya
en época imperial y se
extienden a partir del siglo
III d. C.
El opus uittatum y el opus mixtum
Los aparejos en sillarejo y ladrillo

A la derecha, esquema de andamiaje y
estructura constructiva de un muro de
opus caementicium, el tradicional
hormigón romano a base de mortero y
canto (según J.-P. Adam). Sobre estas
líneas, contrafuertes de la pantalla en ese
material de la presa de Andelo (Andión,
Navarra).
El opus caementicium
Los aparejos de hormigón

Las distintas etapas de la
preparación y del acabado
de una pared que recibe
pintura mural, según J.-P.
Adam.
Enlucidos y decoración de muros: estuco, pintura, crustae
El acabado de los paramentos

De izquierda a
derecha:
estuco sobre
muro de opus
caementicium
en la Domus
Aurea de
Roma,
fragmento de
esquina
pintada de Los
Bañales y
preparado en
espiga para
acoger el
estuco,
procedente de
El Pueyo de
Belchite
(Zaragoza).
Enlucidos y decoración de muros: estuco, pintura, crustae (y II)

Enlucidos y decoración de muros: la pintura mural

A la izquierda, casa de época flavia, de Ostia,
con plaqueado de mármol sobre muro de opus
testaceum. Cuando este tipo de técnica se
empleaba para los pavimentos se denomina
opus sectile, sobre estas líneas, ejemplar
recientemente descubierto en la Plaza de
Armas de Écija (Astigi).
Enlucidos y decoración de muros: estuco, pintura, crustae (y III)

Sobre estas líneas, recreación de tejado
romano con tegulae, imbrices y antefixae.
A la derecha, juego de tegulae e imbrices
en vitrina del Museo de Arqueología de
Féurs (Francia) y antefija altoimperial
procedente de El Convento de Mallén
(Zaragoza). Abajo, estructura y partes del
entramado de cubierta romano, según J.-P.
Adam.
Los tejados
Estructuras de madera y cubiertas

Javier ANDREU PINTADO
Departamento de HHAG
Universidad de Navarra
jandreup@unav.es
http://oppidaimperiiromani.blogspot.com

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