1. Introducción
El siguiente trabajo, el tema escogido a tratar fue Medicina del Renacimiento, el
objetivo del trabajo es describir los sucesos más importantes que sucedieron en este
periodo de tiempo y quienes fueron sus personajes más importantes.
Es conveniente examinar la gran aportación del Renacimiento a los estudios biológicos
centrados en la medicina. En la Universidad de Padua, especialmente, la facultad de
medicina había conquistado un elevado prestigio y atraía a las mentes más brillantes.
Esto no pudo mejorar notablemente la práctica médica, pues tuvieron que pasar
bastantes siglos antes de que se conociera la suficiente química y biología para
aplicarla de un modo eficaz en la batalla contra la enfermedad. Lo que hizo, sin
embargo, fue contribuir enormemente al progreso de la ciencia natural.
Dos hechos históricos marcaron el modo de ejercer la medicina, e incluso de enfermar,
a partir del renacimiento. Por un lado, las grandes plagas que asolaron y
protagonizaron el final de la Edad Media. Durante el siglo XIV hace su aparición en
Europa la Peste Negra, causa de la muerte, por sí sola, de unos 20 o 25 millones de
europeos. Por otro, los siglos XV y XVI tuvieron en Italia el origen de unas filosofías de
la ciencia y de la sociedad basadas en la tradición romana del humanismo. El
florecimiento de Universidades en Italia al amparo de las nuevas clases mercantiles
supuso el motor intelectual del que se derivó el progreso científico que caracterizó a
este periodo. Esta "nueva era" recaló con especial intensidad en las ciencias naturales
y la medicina, bajo el principio general del "revisionismo crítico". El universo
comenzaba a contemplarse bajo una óptica mecanicista.
Los médicos italianos y el gran número de sabios extranjeros que empezaron a
estudiar medicina no estaban aislados. Se mezclaban libremente con artistas,
matemáticos, astrónomos e ingenieros. De hecho, muchos de ellos seguían también
esas profesiones. Copérnico, por ejemplo, estudió y ejerció como médico, además de
ser administrador y economista. Fueran estas relaciones las que dieron a la medicina
europea, y especialmente a la italiana, su característica orientación descriptiva,
anatómica y mecanicista. El cuerpo humano fue objeto de disección, explorado,
medido, determinado y explicado como una máquina tremendamente complicada. La
explicación fue excesivamente simple; mucho de lo que hoy sabemos acerca de la
función o la historia evolutiva de los órganos entonces ni siquiera se sospechó, ni
podía sospecharse.